El Pensamiento es Creador..., nuestro mundo es creado a su imagen y semejanza... Nuestra realidad es el reflejo de nuestros pensamientos. Si no somos felices con el mundo que nos rodea..., cambiemos nuestra manera de pensar con respecto al mundo... En este espacio, elaboraremos "nuevos platos" para alimentar nuestra mente con la única fuerza que verdaderamente es real, la Fuerza de Atracción, la Fuerza del Amor.
sábado, 27 de enero de 2024
Principio 27: Un milagro es una bendición universal de Dios...
UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 27
¿Qué me enseña esta lección?
Ver no es una cualidad de los ojos físicos. Si la mente no interpretara la señal que le llega desde el órgano perceptor, no sabría comprender o descifrar la imagen que percibe. Por lo tanto, cuando proyectamos nuestra voluntad de ver, lo que estamos diciendo es que queremos comprender, tener el conocimiento verdadero de lo que somos y de quiénes somos.
Si nuestra voluntad elige ver, lo que realmente estamos decidiendo es que dejamos de dar significado a lo que no lo tiene, es decir, dejamos de creer en un mundo separado, dejamos de identificarnos con el cuerpo que hemos fabricado y dejamos de creer en el pecado, en la culpa y en el castigo como vía de redención.
La realidad ilusoria que creemos ver, fue la respuesta a una elección, a un deseo de dejar de ser inconsciente y de adquirir conciencia a través del aprendizaje individual.
Elegir Ver, adquiere un significado trascendente, pues se trata de una reorientación de nuestra voluntad tras producirse el acto de recordar lo que realmente Somos. A partir de ese instante santo, elegimos retomar la vía de aprendizaje "directa", al tener la certeza de que nunca hemos estado separados de nuestra Fuente Creadora.
Cuando observamos el mundo que nos rodea, debemos ver con los ojos de la Mente Recta y no caer en la trampa de la mente errada que nos lleva a creer en lo perecedero e irreal, como es el cuerpo físico.
El Ser, no es el ropaje material con el que se manifiesta en el plano físico. El Ser es Eterno y Perfecto, pues es Hijo de Dios. Por lo tanto, cuando nos veamos a nosotros mismos y nos proyectemos en nuestros hermanos, debemos ver su naturaleza espiritual y no la material. La primera debe invitarnos a la Unión y al Amor Incondicional, la segunda, nos lleva al ataque y a la venganza, al miedo, a la separación y a la desigualdad.
Ver significa pues la vía más directa al Conocimiento, nos lleva a la
percepción verdadera. Esa visión va acompañada del perdón, aunque no sería
necesario pues, en verdad, no hay nada que debamos perdonar, el Ser es perfecto
en sí mismo.
Ejemplo-Guía: "Me desespera el comportamiento de mi hijo"
En el mundo que hemos fabricado, hemos acuñado muchas frases que se han convertido para nosotros en verdaderos guías. El ego necesita referentes de fácil acceso para la memoria, para reforzar sus falsas creencias.
Entre estas frases, vamos a referirnos a la siguiente: "Querer es poder".
Para el ego, esta frase, es muy importante, pues la exhibe con orgullo al reconocer que su origen, su existencia, depende del uso dado a la voluntad, la cual, si se pone al servicio del deseo, es capaz de conseguir cualquier cosa, es decir, es capaz de fabricar lo que el deseo haya imaginado. Lo que hemos deseado, al contar con el impulso de la voluntad, se convierte en aquello que visionamos. Ese es el poder de fabricar del ego.Bien, es bueno saberlo. Es bueno tomar consciencia de ello, pues en la medida en que invirtamos el timón de nuestra nave, podemos alcanzar nuevos rumbos, es decir, podemos elegir ver de otra manera o lo que es lo mismo, elegimos poner nuestra voluntad al servicio de un nuevo "deseo". Si así lo hacemos, lograremos ver una realidad diferente, siempre acorde con la calidad del filtro emocional. Si en vez de ponernos las gafas del miedo, utilizamos las gafas del amor, dejaremos de ver la ilusión con sus rasgos característicos de la separación y en su lugar veremos la verdad con el único rostro real, la Unidad.
En el ejemplo que estamos aplicando, cuando hemos alcanzado ese instante
santo en el que nuestros deseos quieren recordar el Ser que Somos, nos
permitirá afrontar la vivencia de una manera muy diferente.
Ya no nos sentiremos desesperados cuando nuestro hijo con su comportamiento nos lleve a una situación de conflicto. Nuestra voluntad no se movilizará para satisfacer nuestras emociones erróneas, las cuales nos conducirán una vez más a la creencia de que debemos juzgar el comportamiento de nuestro hijo y condenarlo por sus actos. Eso ya no tiene significado para nosotros. Ahora, la visión verdadera, la que nos ha llevado a recordar que somos seres espirituales, nos llevará a darle ese mismo trato. A partir de ese momento, no será el rencor y el odio lo que nos lleve a sentirnos desesperado, será el amor, el que nos conducirá a sentirnos en paz y gozosos de felicidad.
Desde el amor, sabremos orientar a nuestro hijo correctamente. Tal vez,
decidamos ayudarle a corregir su comportamiento y conozco situaciones en las
que esa decisión ha supuesto pedir a su hijo que abandonase su hogar. Pero esa
decisión, no está basada en la condena; esa decisión no nos causa dolor, ni
odio, ni ira, ni miedo. Esa decisión está basada en el amor, y entendemos que
es la mejor decisión para ayudar a nuestro hijo a recordar lo que es en
Esencia. Estas decisiones llevan
implícita un potencial de luz inmenso, lo que asegura, que siempre aportan resultados
beneficiosos.
Es importante reforzar la idea que nos enseña esta lección. Querer Ver, supone dejar de ver en otro sentido, es decir, dejo de desear y de creer en el mundo de los efectos, en el mundo físico y, en cambio, deseo ver y creer en el mundo de las causas, donde el Pensamiento Divino me ofrece la visión de la Unidad.
Reflexión: Haz consciente en ti, tu poder de determinación.
viernes, 26 de enero de 2024
Principio 26:Los milagros representan tu liberación del miedo.
- Reconoce en primer lugar que lo que estás experimentando es miedo.
- El miedo procede de una falta de amor.
- El único remedio para la falta de amor es el amor perfecto.
- El amor perfecto es la Expiación" (T-2.VI.7:1-8).
UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 26
¿Qué me enseña esta lección?
Para el ego, el pensamiento
de ataque hacia sí mismo es tan natural como el comer, tanto es así, que ha
pasado a formar parte de una respuesta automática y, por ello, inconsciente. El
pensamiento se proyecta al exterior y juzga cada situación dentro del espacio
tiempo, desde la dualidad y desde la separación. Sus juicios carecen de
propósito y significado, por lo que no abarca con su visión la integridad, la
unidad.
Esa proyección le causa preocupación y, a continuación, un profundo temor como consecuencia de los muchos elementos que interpreta bajo la perspectiva del miedo, del ataque hacia sí mismo. Al formar parte de su propia visión, lo justifica, sin caer en la cuenta de que él, y sólo él, es causa y efecto al mismo tiempo de sus propios ataques.
“Temo que lo que va a
ocurrir sea esto o aquello”, y con esa expresión damos vida a nuestro miedo,
pues la respuesta nos altera, nos lleva a un estado de pérdida de la paz
interior.
El pensamiento debe
liberarse de la iniciativa del juicio condenatorio que se manifiesta como un
ataque hacia sí mismo y que proyectamos en los demás. La certeza de que somos
invulnerables, de que somos Hijos de Dios, debe llevarnos a la liberación de
esos miedos y actuar de acuerdo al Amor Incondicional.
Ejemplo-Guía: "Me
desespera el comportamiento de mi hijo"
Es evidente que ante una
situación como la que expresa este ejemplo, se convierte en un obstáculo para
sentir paz y felicidad. Nuestra mente está aceptando, que la experiencia que
estamos viviendo con nuestro hijo, nos lleva a una situación que hemos juzgado
como desesperante.
Con ese juicio, estamos afirmando que nos vemos privados de un estado deseado de paz, al interpretar que somos víctimas del ataque que nos propicia nuestro hijo, o lo que es lo mismo, estamos admitiendo que somos susceptibles de ser atacados y de que somos vulnerables a los efectos de ese ataque: dolor, sufrimiento, desesperación, etc.
Desde la visión del ego, ya
lo hemos analizado en anteriores lecciones, la creencia de que somos
vulnerables está más que justificada. Es una experiencia real que percibimos a
través de nuestros sentidos y, dudar de ello, estaría fuera de lugar. El ego
admite que el ataque es real, porque cree en ello, y para creer en ello, ese
ataque debe haber sido deseado.
Tal vez os preguntéis, ¿cómo
es posible que deseemos el ataque? La respuesta tiene una única causa. Deseamos
el ataque porque deseamos la individualidad. Desear la individualidad nos ha
llevado a la creencia en la separación. Lo paradójico de esta elección es que
el deseo de la individualidad nos ha llevado a un nuevo escenario donde el
miedo ocupa el espacio, donde antes se encontraba el Amor.
La criatura que se encuentra
en proceso de gestación, mientras que se encuentra en el seno de su madre
(creador), mantiene con ella una relación de unidad. En ese estado, esa
criatura tan sólo recibe Amor, es invulnerable y desconoce el miedo. Con el
nacimiento, o lo que es lo mismo, cuando se produce la "separación"
de su madre-creador, se produce una "recapitulación" de lo que ocurre
a nivel mental cuando elegimos que nuestra voluntad nos lleve a decidir por
nosotros mismos, esto es, hacer uso de los atributos con los que hemos sido
creados.
Pero, al igual como el hecho
de estar fuera del vientre de nuestra madre-creador, no significa que hayamos
perdido su Amor, cuando elegimos actuar de manera individual, tampoco dejamos
de recibir el Amor de nuestro Padre, ni tan siquiera, perdemos la conexión de
unidad que nos mantiene, eternamente, unido a Él.
Aplicando las
recomendaciones del ejercicio expuesto en la lección, si nos encontramos en una
situación como la referenciada en el ejemplo, digámonos:
"Estoy preocupado
acerca de mi experiencia de relación con mi hijo. Temo que, de seguir, así las
cosas, llegaremos a romper nuestras relaciones". Seguidamente, toma
consciencia de tus pensamientos y di para tus adentro:
"Este pensamiento es un
ataque contra mí mismo"
No se trata de que, a partir
de ahí, de esa nueva toma de consciencia, pasemos a autocastigarnos por
sentirnos culpables. Si así lo hacemos, estaríamos de nuevo creyendo en que
somos vulnerables y de que podemos atacar y recibir ataque. Esa es la enseñanza
que debemos aprender con esta lección. Somos Hijos de Dios, inocentes,
impecables, perfectos, amorosos, plenos y abundantes.
Reflexiones: ¿Crees posible
que puedes atacar, si en tu mente no hay pensamientos de ataque?