PLEGARIA
REHAEL: Dios que recibe a los pecadores.
Escuchad, Señor, apiadaos de mí. Señor, acude en mi socorro.
Escuchad, Señor, apiadaos de mí. Señor, acude en mi socorro.
REHAEL, Señor, haz que todo en mi vida sea
como debe ser.
Ayúdame para que no transfiera a otros
mis problemas, mis compromisos.
Dame fuerzas para que pueda realizar yo mismo
mi tarea esencial,
y no sienta el deseo de cargar sobre las espaldas de mis hijos
mis propios deberes con la espiritualidad.
Dame lucidez, REHAEL, para tomar las decisiones que se imponen,
para descargarme de los negocios, propiedades, hábitos,
y poderme marchar, libre de peso,
hacia empresas espirituales.
Necesito tu ayuda, Señor,
para proceder al sacrificio de mis sentimientos
y para que mi razón acepte
el tránsito a un mundo de valores nuevos.
Líbrame de la tentación, Señor,
de dejar mi tarea para otra generación,
haciendo que mis hijos vivan
el deber que Tú me has impuesto.
Escucha mi plegaria, Eterno,
y haz que hasta mí llegue el rayo
de tu suprema lucidez.
como debe ser.
Ayúdame para que no transfiera a otros
mis problemas, mis compromisos.
Dame fuerzas para que pueda realizar yo mismo
mi tarea esencial,
y no sienta el deseo de cargar sobre las espaldas de mis hijos
mis propios deberes con la espiritualidad.
Dame lucidez, REHAEL, para tomar las decisiones que se imponen,
para descargarme de los negocios, propiedades, hábitos,
y poderme marchar, libre de peso,
hacia empresas espirituales.
Necesito tu ayuda, Señor,
para proceder al sacrificio de mis sentimientos
y para que mi razón acepte
el tránsito a un mundo de valores nuevos.
Líbrame de la tentación, Señor,
de dejar mi tarea para otra generación,
haciendo que mis hijos vivan
el deber que Tú me has impuesto.
Escucha mi plegaria, Eterno,
y haz que hasta mí llegue el rayo
de tu suprema lucidez.
Has recibido de mi, peregrino,
infinitos poderes transmutadores.
En tu mano está poder cambiar
el mal en bien,
siempre que tu naturaleza emotiva esté dispuesta para
Largo
y ya te encuentras en la situación privilegiada
del que abre los ojos y empieza a ver.
Ojala puedas no confundirte
y hacer Obra moral y no material.
Si buscas compensaciones económicas,
te encontrarás con el problema de aquél
que pretende hacer pasar camellos por ojos de cerraduras,
y será entonces cuando pedirás ayuda
a tus hijos,
a tus servidores,
a cómplices que malgastarán su talento
en imposibles y vanas empresas.
Y la cólera estallará en ti como un volcán,
ante el desplome de tus edificaciones.
Si esto te ocurre, peregrino,
vuelve la mirada hacia mí
y encontrarás de nuevo el Norte.
Obedece a la ley del Padre,
procura ser el hijo sacrificado
en el cumplimiento de la tarea esencial.
(Plegarias y Exhortos de los 72 Genios de la Cábala - KABALEB)
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