LECCIÓN 118
Para
los repasos de mañana y noche:
1. (105) Mías son la paz y la dicha de Dios.
2Hoy aceptaré la paz y la dicha de Dios en grato
intercambio por todos los sustitutos de la felicidad y de la paz que yo mismo
inventé.
2. (106) Déjame aquietarme y escuchar la verdad.
2Permite que mi débil
voz se acalle, para poder oír así la poderosa Voz de la Verdad Misma asegurarme
que yo soy el perfecto Hijo de Dios.
3.
A la hora en punto:
2Mías son la paz y la dicha de Dios.
3Media hora más tarde:
4Déjame aquietarme y escuchar la verdad.
¿Qué me enseña esta
lección?
1. (105) Mías son la paz y la dicha de Dios.
En
el mundo de percepción fabricado por el ego, la paz y la dicha es una conquista
que está condicionada por el tipo de relación que experimentamos.
Vivir
en paz y gozar de la dicha, depende de los regalos que recibamos de los demás,
por lo que ponemos en sus manos su logro.
Sin
embargo, cuando despertamos y la visión de lo que verdaderamente somos se
muestra a nuestra mente, a nuestra consciencia, la paz y la dicha forman parte
de la esencia del Ser.
La
paz y la dicha es el regalo que Dios pone a nuestra disposición al habernos
creado a Su Imagen y Semejanza.
La
paz y la dicha deben formar parte de nuestras acciones creadoras, pues es
inevitable que, cuando expandimos nuestra mente, no se manifiesten los
atributos con los que hemos sido dotados.
¿Dónde estás buscando la paz?
¿Qué precio estás dispuesto a pagar para lograr la paz?
¿Crees que tu paz depende de los demás?
¿Dónde estás buscando la paz?
¿Qué precio estás dispuesto a pagar para lograr la paz?
¿Crees que tu paz depende de los demás?
2. (106) Déjame aquietarme y escuchar la verdad.
Escuchar
la voz del ego, supone dejarte llevar por las ensordecedoras voces del
conflicto, de la sinrazón, de los enfrentamientos, de la venganza, de las
tribulaciones, del miedo, del ataque, de la culpa y del castigo.
Quedar
preso de la telaraña tejida por las redes del ego, es quedar prisionero de la
turbulencia que nos impide gozar de un momento de paz y de dicha.
Es
necesario acallar esas voces y sustituir ese enmarañado diálogo, por palabras y
frases que nos permitan expresar la verdad que se manifiesta cuando nos
sentimos en paz y dueños de la dicha divina.
Hoy
ha sido un día turbulento en el ámbito profesional. He vivido momentos de gran
tensión que apenas si me permitían pensar con lucidez. A pesar de ello, he
encontrado el modo de no caer presa del desequilibrio y en parte de la
desesperación. He conseguido mantenerme en paz y con un sentimiento de dicha,
gracias a que he elegido vivir mi paz y mi dicha y he envuelto, aquello que me
rodeaba, con el espíritu de la paz y de la dicha.
He
sido consciente de la tensión de los momentos, pero también he sido consciente
de la fortaleza de la que somos poseedores cuando nos manifestamos con plena
consciencia espiritual.
¿Qué sueles hacer cuando vives una experiencia de conflicto?
¿Qué tiempo dedicas diariamente a la práctica de aquietar tu mente?
¿Qué sueles hacer cuando vives una experiencia de conflicto?
¿Qué tiempo dedicas diariamente a la práctica de aquietar tu mente?
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