LECCIÓN 114
Para
los repasos de mañana y noche:
1.
(97) Soy espíritu.
2Soy el Hijo de Dios.
3No hay cuerpo que pueda contener mi espíritu o
imponerme una limitación que Dios no haya creado.
2.
(98) Aceptaré el papel que me corresponde en
el plan de Dios para la salvación.
2¿Cuál
podría ser mi función sino aceptar la Palabra de Dios, Quien me creó para ser
lo que soy y lo que por siempre he de ser?
3. A la hora en punto:
2Soy espíritu.
3Media hora más tarde:
4Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de
Dios para la salvación.
¿Qué me enseña esta
lección?
1.
(97) Soy espíritu.
Exclamar ¡Soy Espíritu!, con total certeza, es el mejor regalo que podemos ofrecer a
nuestro Padre, el cual, está esperando nuestro despertar.
Soy
Espíritu, un santo Hijo de Dios, Hijo de la Luz.
Libre
de toda limitación.
A
salvo, sano y pleno.
Libre
para perdonar.
Libre
para salvar el mundo.
Tema de reflexión: ¿Qué límites te autoimpones? ¿Qué límites impones a los demás? Ambas respuestas nos llevarán a la misma conclusión, pues siempre estamos proyectando nuestro interior.
Tema de reflexión: ¿Qué límites te autoimpones? ¿Qué límites impones a los demás? Ambas respuestas nos llevarán a la misma conclusión, pues siempre estamos proyectando nuestro interior.
2.
(98) Aceptaré el papel que me corresponde en
el plan de Dios para la salvación.
Conocer
nuestro verdadero origen, lleva implícito, conocer que estamos llamados a
alcanzar la condición divina de nuestro Padre: Dios Creador.
Somos
Espíritus emanados de su Mente Creadora a través de un acto de expansión y
nuestra función es expresar sus Atributos Espirituales: La Voluntad, el Amor y
la Ley.
Ese
Aspecto Trino expresa una sola Unidad.
Nuestros
pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras acciones, deben expresar,
igualmente, una sola Unidad.
Esa
es nuestra función dentro del Plan de Dios para la salvación: Ser y Vivir la
Unidad.
Tema de reflexión: ¿Cuál es el sentido de la vida?
Tema de reflexión: ¿Cuál es el sentido de la vida?
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