FIN DEL EVANGELIO
19 El Señor Jesús, después de haber
hablado con ellos, fue levantado a los cielos y está sentado a la diestra de
Dios. 20 Ellos, se fueron predicando por todas partes, cooperando con ellos el
Señor y confirmando su palabra con las señales consiguientes.
Con este pasaje, llegamos al final de esta gran
escenificación protagonizada en su papel estelar por Jesús, el hombre, y por
Cristo, Arcángel Querubín.
Han sido dieciséis los capítulos que han constituido el guion;
y a lo largo de estos, se han ido desarrollando esotérica y espiritualmente,
las claves que desvelan la dinámica cósmica, el Proceso Creador.
Dieciséis estadios que dan vida a la expresión de las
Energías Zodiacales, los materiales cósmicos con los que Dios dio cuerpo a su
Obra, al universo, al hombre y a todas las Oleadas de Vida que en él se dan
cita. Todos ellos encuentran significado en las vivencias descritas en cada
punto, en cada pasaje, donde diferentes actores han protagonizado fielmente el guion
cósmico. Desde Juan el Bautista, hasta el último Centurión, todos y cada uno de
los participantes han expresado cualidades, estados del alma. Todos y cada uno
de ellos, se encuentran en nosotros..., todos y cada uno de nosotros, seremos
los “Juanes”, los “José”, las “María”, los “Pedro”, los “Pilatos”, los “Judas”,
etc.
Nuestra meta es convertirnos en el protagonista, en Jesús, y
en dar vida al guion que Él protagonizó.
La Liberación del Plano Material, de la rueda de
encarnaciones, nos permitirá elevarnos hacia los “Cielos” y a sentarnos a la
diestra del Padre, es decir, nos permitirá alcanzar la consciencia del Centro
Hochmah, la consciencia del Amor Universal. Esa es nuestra meta. Para llevar a
cabo dicha misión, nos estamos preparando. Ese es el Trabajo en el que debemos
ocuparnos a cada nuevo presente. No es una labor para el futuro, no se trata de
algo que nos aguarda. Es una realidad que podemos realizar hoy, ¡ahora! Debemos
ser conscientes de ello. Cambiemos nuestras creencias... Pongamos nuestro
corazón en marcha, y amemos. No importa nada más.
¡Hagamos la Voluntad del Padre... de Dios, de ese Dios del
que somos estado potencial! ¡Que así sea!
FIN
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