"El número tres representa la multiplicidad, la expansión de la Obra Divina. La Unidad (El) se exterioriza en la Multiplicidad (Los) para asegurar la evolución de la Existencia".
Con el número 1, la Voluntad se pone en movimiento y todo comienza a caminar. Con el número 2, el Amor, el empuje inicial encuentra un objetivo donde dirigir su energía, pondríamos decir, que el esperma encuentra al óvulo y lo fecunda. De su unión, surge una nueva fuerza y con ella se establece la primera estructura cerrada y creadora, el primer marco donde crear una existencia, surge el hijo.
Hemos alcanzado el misterio Trino de la Divinidad. Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Rostros distintos de un mismo Dios-UNO.
La Trinidad -3-, siendo multiplicidad, crecimiento y expansión, es verdaderamente una Unidad. Con el 3, la semilla brota sobre la tierra, abandona el mundo interno del 2, el proceso de interiorización, para alcanzar el exterior, dando lugar a un nuevo proceso, el de transformación.
Con el 2 todo se gesta, con el 3 todo se transforma, nace. Cuando una fase creadora alcanza la etapa 3, ha alcanzado su fase de expansión y debe cambiar la estructura, el marco, donde se manifieste.
El 3, es el brazo ejecutor del 1. Lo que sembramos en la fase primera, ahora se expresa exteriormente. Si llevamos el número 3 a su tercera manifestación, es decir, al 9 (3 x 3), encontraremos el sentido de por qué, alcanzado el noveno mes del embarazo se produce el parto.
Cuando abordamos la fase 3, difícilmente podremos modificar lo que ya ha sido gestado, pero igualmente, conoceremos -alcanzada esta fase- el objetivo de la creación, el cual hasta ahora había permanecido oculto.
Hablar del número 3, es hablar de cristalización, es hablar de destino, de inteligencia y de Ley. Cuando un proceso se desarrolla en tres fases, podemos decir, que ese es el método, la forma, la ley por la cual se debe regir el proceso.
Existe un valor añadido al número 3, de índole oculta, que debemos saber. Según la Tradición Cabalística, en el momento de llevar a cabo el Proceso de Creación por parte de Elohim, se hizo necesario que una parte de su Ser llamado Binah, renunciara a una parte de su Luz con objeto de crear una Zona Oscura, de vibraciones más bajas, en la cual se pudiese crear un estado nuevo de Vida.
Pero según cuenta la Leyenda Cabalística, en Binah se produjo un estado de rebelión. No todas las almas evolucionando en ese nivel aceptaron llevar a cabo ese "sacrificio", una nueva necesidad de "adaptación". Se produjo una lucha interna que se solucionó arrojando al "Abismo" a los disidentes.
Binah es el tercer Rostro Divino y lo protagonizado en su Dinámica Evolutiva ha dejado una profunda huella que se ha heredado en todo cuanto se manifiesta bajo su regencia. De ahí, que Saturno, planeta regente de Binah, y el número 3, hayan adquirido el significado de Karma o trabajo pendiente.
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