"El número cinco representa el
Trabajo Humano".
La Tradición Cabalística nos enseña, que
en el Cuarto Día de la Creación apareció sobre la tierra la primera humanidad.
Ya tuvimos ocasión de ver al estudiar el
número cuatro, que representaba el fruto de la obra creadora de Dios, es decir,
el universo y todo Ser Viviente que habita en el.
La historia sagrada nos describe las
peripecias de esa primera humanidad habitando el Paraíso o Tierra de Gracia
preparada por Dios para el hombre y los demás seres vivos. Adán y Eva, los
primeros estados de conciencia en esa etapa decidieron hacer uso de sus poderes
divinos y por propia voluntad deciden no seguir las recomendaciones divinas.
A partir de ese momento da comienzo unos
hechos que todos conocemos bien, pues seguimos experimentándolo cada vez que
actuamos en este mundo.
Salir de ese "paraíso o estado
cuatro" era necesario para continuar la ruta ascendente de la evolución.
Es cierto, que el hombre necesita tomar conciencia de los atributos que dispone
y para ello debe actuar. Ese trabajo humano es verdaderamente el sentido que
encierra desde el punto de vista oculto, la salida del paraíso.
No debemos vivir como una tragedia lo que
durante tanto tiempo nos han transmitido, cuando nos explican que el hombre es
heredero de un pecado original.
Nuestra mente debe ir más allá y
comprender lo que en verdad encierra ese capítulo de la historia humana, o
mejor dicho de la conciencia humana. Dejémonos de culpas, de castigos por haber
obrado mal. Si Dios nos dota con ese Libre Albedrío para que actuemos con total
libertad, ¿cómo al mismo tiempo nos va a limitar ese poder, castigándonos si lo
usamos?.
Cuando abordamos el número cinco, estamos
en la "tierra del castigo", al "este del edén", en el
"fuego de la gehenna" donde se purgan los pecados. Estamos en la
tierra inhóspita del dolor, de la "muerte".
Pero yo me pregunto: ¿acaso experimentar
no es tomar conciencia?, ¿acaso no es adquirir conciencia nuestra meta?.
Bien, alguien podría aludir que existen
otras rutas para tomar conciencia, y no podríamos más que estar de acuerdo con
él, pero el hombre debe saber que cuando actúa por primera vez, es decir,
cuando decide actuar para conocerse, el camino que suele tomar, siempre le
lleva al número cinco, pues éste representa el Trabajo Humano por excelencia.
Este número esta bajo la regencia del dos
primordial: Amor, pero se manifiesta en otro plano, el humano/emocional. Por lo
tanto, el amor se dirige hacia uno mismo, dando lugar al egoísmo, a la pasión y
a los deseos.
Podríamos hablar de dos aspectos distintos
del número cinco. En primer lugar, el cinco orientado hacia el sendero
involutivo, el que carece de conciencia individual y decide adquirirla. Este
cinco, da lugar al emblemático símbolo asociado a la "magia negra".
Cuando los deseos se estancan con el sólo propósito de satisfacer al ego inferior,
entonces da lugar a aspectos inferiores de la naturaleza humana.
El otro aspecto del cinco, es el que se
erige sobre los vértices inferiores, aspirando conquistar el cielo. Es el
símbolo del hombre y del Trabajo Humano: conquistarse a sí mismo, superando el
difícil mundo de las pasiones.
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