El ALEPH, es la
primera Letra-Fuerza, representado lo Primordial. Podemos decir que encierra en
sí todas las potencialidades, aunque no podemos esperar de Ella alguna
realización material. Estamos ante el principio de todas las cosas, es Designio
Divino, y a nivel concreto, se manifiesta como un vasto propósito, el impulso
para crear algo nuevo.
A nivel de Elemento,
el Aleph es el Yod del Fuego, esto es, la semilla de todo Designio en estado
potencial. Desde el punto de vista zodiacal está en analogía con el signo
Aries, y a nivel Planetario, el Aleph representa el rostro oculto del Sol. Se
trata del Sol invisible al que se refieren los Místicos y que en el Árbol
Cabalístico queda representado por Kether.
La lámina del Tarot
que expresa las potencialidades del Aleph es El Mago, y cuando nos aparece en
el tiraje, debemos saber que contamos con un gran potencial energético para
llevar a cabo cualquier empresa. Debemos saber que el hombre actual suele
encontrar dificultades para hacer un uso equilibrado de esta Fuerza, ya que es
tanto el potencial energético con el que cuenta que le lleva a emprender acciones
desmedidas. En la medida en que nos empeñemos en concretizar, el Aleph
producirá efectos totalmente contrarios.
Es obvio que la
posición más adecuada de este Arcano en el tiraje, es en posición Yod (primera
posición). Si lo hace en fase He (segunda posición), diremos que el Propósito
Divino está trabajando interiormente para que nos adaptemos emocionalmente al
Designio. Nos indica que nos sentimos dueños de una Fuerza Superior y tal vez
nuestro comportamiento nos lleve a pretender ser alguien superior.
Si aparece en fase
Vav (tercera posición), entonces, la situación nos indica que estamos
manifestando una voluntad, un propósito de modo precipitado. No estamos dispuestos
a respetar los límites donde realizar la obra. Nuestro empeño es desmedido y
precipitado.
Ahora bien, si el
Aleph se muestra en la fase 2ª He (cuarta posición), diremos que el resultado
de la cuestión que estamos consultando, dependerá mucho de la fuerza de
voluntad que despleguemos. Igualmente nos indica que al final, los resultados,
nos permitirá emprender una importante empresa.
Si observamos
atentamente la primera lámina del Tarot, lo primero que descubrimos es la
figura de un hombre, lo que nos acerca al Propósito Divino de perpetuar su
condición creadora a través del fruto de su propia creación, el Hombre.
De igual modo, este
hombre es el símbolo del Microcosmo, en oposición y complementación del
Macrocosmos. Representa la Unidad, el principio de Todos los mundos.
Sobre su cabeza, el
símbolo del infinito, el signo divino de la vida universal, queriendo con ello
indicar que por encima de su poder se encuentra lo Esencial, el Espíritu que
anida en cada Ser.
En la parte inferior
representa a la tierra ornamentada con sus productos, símbolo de la naturaleza.
En la parte media de
la carta, nos encontramos al hombre detrás de una mesa conteniendo los
Elementos esenciales dispuestos para la creación.
Con una de sus manos
orientada hacia la búsqueda de Dios, sostiene una varita mágica, mientras que
la otra mano señala hacia la mesa, ese receptáculo cuadrado representando el
número 4 o fase material, y donde se encuentran los elementos primordiales que
les ha de permitir llevar a cabo su obra divina.
Cuatro símbolos sobre
la mesa, representando cada uno los Cuatro Elementos Primordiales de la Creación:
Bastos-Yod-Fuego-Principio Activo. Copas-He-Agua-Principio Pasivo.
Espadas-Vav-Aire-Principio Equilibrante y por último, Oro-2º He-Tierra-Conjunto
de los Principios anteriores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario