El Beith es la segunda letra-fuerza y representa la etapa de
interiorización (He) del Designio Divino (Yod), que como hemos visto, emana del
Aleph, la Fuente de la Vida, el Propósito del Yo Espiritual que nos anima. Por
lo tanto, estamos ante un proceso de condensación de la Luz Divina, la cual se
manifiesta como el potencial del Amor.
Desde el punto de vista humano esta manifestación se traduce
como amor no revelado, pues se trata de un descubrimiento interno del que aún
nos somos conscientes. A nivel de elemento, representa al Fuego en su segunda
fase, la interiorizadora, por lo que podemos decir, que nos sentimos
"preñados" de luz, produciéndose un estado de Iluminación interior.
En el terreno zodiacal, el Beith corresponde al signo de Leo,
lo que nos lleva a describir un estado de fidelidad a lo superior, a los
valores más elevados que intuimos deben guiar nuestra existencia. En el orden
planetario, queda bajo la regencia de Urano, por lo que concluimos que el
Séfira que expresa la Sabiduría Divina matizará con esta cualidad el mensaje
que se desprende de este Arcano.
La letra-fuerza Beith queda expresada en el tarot por el
Arcano nº 2, la Sacerdotisa, la cual nos representa una figura femenina
queriendo expresar con ello, que la Sabiduría y el Amor requiere de un proceso
de "pasividad" que debe ser entendido como una fase de
interiorización en la que la principal conquista es el desarrollo de la
naturaleza emocional.
En el Beith, Sacerdotisa, la Fuerza se encuentra encerrada, y
debemos decir, que en todo proceso creador, la fase He característica de este
Arcano debe contemplarse como un paso ineludible y previo a todo propósito de
concretizar. Esto debemos entenderlo como un estado de madurez, de
autoconocimiento, como preámbulo al trabajo de transformación externa. De esta
secuencia se deduce, que para poder transformar lo externo, antes es necesario
haber llevado a cabo ese mismo proceso de cambio pero a nivel interno. No
podemos dar lo que no tenemos, ni ser lo que no somos.
En el terreno interpretativo, la Sacerdotisa expresa toda
idea de secreto, misterio. Es un no a corto plazo, aunque puede traducirse como
un sí, pero teniendo en cuenta que debemos saber esperar el transcurso de un
proceso de gestación.
Para una mujer puede anunciar el estado de buena esperanza,
pero igualmente, podemos interpretar que nos encontramos ante una persona de
gran sabiduría que sin duda alguna con su ejemplo nos revelará los trabajos que
debemos realizar para llevar a cabo nuestro Designio Divino.
Dado que la posición ideal de este Arcano es en fase He (2ª
posición en un tiraje de cuatro cartas), cuando aparece en otro lugar podemos
esperar obstáculos en relación al tema de la consulta. Algo oculto y que no
esperábamos se revelará para oponerse a la realización del propósito que nos
mueve.
En el lenguaje jeroglífico, el Beith representa la boca del
hombre como órgano de la palabra, que no debemos confundir con la acción de
hablar. Aquí se trata de la capacidad interna para conocer el contenido del
Propósito Divino, lo que nos permitirá desarrollar la capacidad para nombrarlo.
La palabra debe ser entendida en esta fase como una elaboración interior del
ser.
Otra de las ideas que se deduce de los atributos descritos en
relación al Beith, es la de Arquetipo de Morada, de ahí que se le atribuya la
idea de santuario donde se desarrolla una acción interior y activa que da lugar
a la enseñanza, al conocimiento de las sagradas ciencias, de la ley, de la
gnosis, de la ciencia oculta, de la cábala.
En cuanto a la simbología que nos transmite este Arcano, lo
primero que nos llama la atención es que viene representada por una mujer que
se encuentra en estado sentada, en oposición al primer Arcano, que nos
representaba al hombre de pie. Mientras que este último nos expresa la situación
de actividad e iniciativa, la mujer sentada nos describe el potencial de la
pasividad y de la interiorización.
Su figura se encuentra bajo dos columnas, símbolo de la
dualidad, lo positivo y lo negativo. Sobre su cabeza encontramos una tiara
sobre la que descansa el creciente lunar. Sobre su pecho una cruz y sobre sus
rodillas, parcialmente oculto por el manto, un libro, se trata del libro de la
sabiduría que en esta fase se encuentra oculto a los ojos del profano.
Finalizamos este resumen advirtiendo que nos encontramos con
un Arcano cuyo objetivo es aportarnos su iluminación, de tal modo, que nuestro
comportamiento se ajuste al Designio Divino. Su manifestación puede parecernos
en muchas ocasiones destructiva, pero no olvidemos que aquello que desintegre de
nuestra vida es porque no se ajusta al orden divino, es decir, lo que estamos
edificando no cuenta con el material del Amor.
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