HAHEUIAH: Dios bueno por sí mismo.
El ojo del Eterno está sobre quienes lo temen, sobre los que esperan de su bondad.
El ojo del Eterno está sobre quienes lo temen, sobre los que esperan de su bondad.
HAHEUIAH: Señor, tómame bajo tu custodia,
sé mi instructor, sé mi guía,
porque sin ti todo se confabulará para extraviarme en mi camino.
Me has construido de tal modo, Señor,
que no puedo sino perderme en el dédalo de mis sueños,
y para petrificar esos sueños humanos,
puedo atentar contra los seres y contra las leyes de la vida.
¡Tómame bajo tu custodia, Señor: sé mi instructor y mi guía!
Si te pido protección,
no es para que me evites el castigo
que mis acciones puedan merecer,
sino para que me conduzcas sin sobresaltos
a esa mansión donde la luz es una fuerza estabilizada
que puede captar la mente.
Desde allí comprenderé el mundo, me comprenderé a mi y a Ti
y entonces podré ser una piedra angular de Tu Obra.
¡Tómame bajo tu custodia, Señor: sé mi instructor y mi guía!
sé mi instructor, sé mi guía,
porque sin ti todo se confabulará para extraviarme en mi camino.
Me has construido de tal modo, Señor,
que no puedo sino perderme en el dédalo de mis sueños,
y para petrificar esos sueños humanos,
puedo atentar contra los seres y contra las leyes de la vida.
¡Tómame bajo tu custodia, Señor: sé mi instructor y mi guía!
Si te pido protección,
no es para que me evites el castigo
que mis acciones puedan merecer,
sino para que me conduzcas sin sobresaltos
a esa mansión donde la luz es una fuerza estabilizada
que puede captar la mente.
Desde allí comprenderé el mundo, me comprenderé a mi y a Ti
y entonces podré ser una piedra angular de Tu Obra.
¡Tómame bajo tu custodia, Señor: sé mi instructor y mi guía!
HAHEUIAH exhorta:
Has de saber, peregrino,
que antes de ser Luz fui Tinieblas
y que de ellas surgieron todos mis afanes creadores.
Todo lo que hoy es, fue un gran sueño,
y en el caos de mi Noche, los poderes se hallaban enfrentados
y mis Titanes, todos hermanos, se combatían y destrozaban
antes de ser fuerzas equilibradas al servicio del universo.
He querido, peregrino,
que revivas este sueño en tu cuerpo mortal,
para que aprendas a equilibrar tus afanes,
tus ambiciones, tu sed de poder.
Tu trabajo consiste en reconocer
en la faz del enemigo, al hermano;
tu trabajo consiste en detener el brazo que,
armado con un hacha va a caer
sobre el cuello del inocente Isaac.
Yo soy la voz que inspiró a Abraham su idea de sacrificio
y la voz que puso límite a su ciega obediencia.
Pero hoy, los hombres, peregrino,
escuchan todos a una la primera de mis órdenes
y no aciertan a oír la segunda,
y el hacha cae y el inocente es inmolado,
y vienen a mi para que les exculpe de su crimen.
Diles, peregrino, a esos que matan al hermano,
que has oído mi voz.
(Plegarias y Exhortos de los 72 Genios de la Cábala - KABALEB)
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