miércoles, 8 de enero de 2025

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 8

LECCIÓN 8

Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.

1. Esta idea es, obviamente, la razón de que veas únicamente el pasado. 2En realidad nadie ve nada. 3Lo único que ve son sus propios pensamientos proyectados afuera. 4El hecho de que la mente esté absorbida con el pasado es la causa del concepto erró­neo acerca del tiempo de que adolece tu visión. 2Tu mente no puede captar el presente, que es el único tiempo que hay. 6Por consiguiente, no puede entender el tiempo, y, de hecho, no puede entender nada.

2. El único pensamiento completamente verdadero que se puede tener acerca del pasado es que no está aquí. 2Pensar acerca del pasado, por lo tanto, es pensar en ilusiones. 3Muy pocos se han dado cuenta de lo que realmente supone visualizar el pasado o prever el futuro. 4De hecho, la mente está en blanco al hacer eso, ya que en realidad no está pensando en nada.

3. El propósito de los ejercicios de hoy es comenzar a entrenar a tu mente a reconocer cuando no está realmente pensando en abso­luto. 2Mientras tu mente siga absorbida con ideas sin contenido, la verdad permanecerá bloqueada. 3Reconocer que tu mente ha estado simplemente en blanco, en vez de seguir creyendo que está llena de ideas reales, es el primer paso en el proceso de allanar el camino a la visión.

4. Los ejercicios de hoy deben hacerse con los ojos cerrados. 2Ello es así porque en realidad no puedes ver nada, y es más fácil reco­nocer que por muy vívidamente que puedas visualizar un pensa­miento, no estás viendo nada. 3Con el mayor desapego que puedas, escudriña tu mente durante el habitual minuto más o menos, notando simplemente los pensamientos que allí encuen­tres. 4Nombra cada uno por la figura central que contenga, y luego pasa al siguiente. 5Da inicio a la sesión de práctica diciendo:

6Parece que estoy pensando en _____

5. Luego describe detalladamente cada uno de tus pensamientos. Por ejemplo:

3Parece que estoy pensando en [nombre de la persona], en [nombre del objeto], en [nombre de la emoción],

y así sucesivamente, concluyendo al final del período de bús­queda mental con:

4Pero mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.

6. Esto puede hacerse cuatro o cinco veces en el transcurso del día, a menos que te resulte irritante. 2Si te resulta difícil, tres o cuatro veces es suficiente. 3Tal vez te ayude, no obstante, incluir la irritación, o cualquier emoción que la idea de hoy pueda susci­tar, en la búsqueda mental en sí.


¿Qué me enseña esta lección?


Recordemos lo que nos enseña Un Curso de Milagros con respecto a la función del tiempo:
"El ego tiene una extraña noción del tiempo, y ésa podría muy bien ser la primera de sus nociones que empiezas a poner en duda. Para el ego el pasado es importantísimo, y, en última instancia, cree que es el único aspecto del tiempo que tiene significado. Recuerda que el hincapié que el ego hace en la culpabilidad le permite asegurar su continuidad al hacer que el futuro sea igual que el pasado, eludiendo de esa manera el presente. La noción de pagar por el pasado en el futuro hace que el pasado se vuelva el factor determinante del futuro, convirtiéndolos así en un continuo sin la intervención del presente. Pues el ego considera que el presente es tan sólo una breve transición hacia el futuro, en la que lleva el pasado hasta el futuro al interpretar el presente en función del pasado.(T-13.IV.4:1-5)"

El "ahora" no significa nada para el ego. El presente tan sólo le recuerda viejas heridas, y reacciona ante él como si fuera el pasado. El ego no puede tolerar que te liberes del pasado, y aunque el pasado ya pasó, el ego trata de proteger su propia imagen reaccionando como si el pasado todavía estuviese aquí. Dicta tus reacciones hacia aquellos con los que te encuentras en el presente tomando como punto de referencia el pasado, empañando así la realidad actual de aquellos. De hecho, si sigues los dictados del ego, reaccionarás ante tu hermano como si se tratase de otra per­sona, y esto sin duda te impedirá conocerlo tal como es. Y recibi­rás mensajes de él basados en tu propio pasado, porque, al hacer que el pasado cobre realidad en el presente, no te permitirás a ti mismo abandonarlo. De este modo, te niegas a ti mismo el men­saje de liberación que cada uno de tus hermanos te ofrece ahora. (T-13.IV.5:1-7)"
Esta lección me invita a tomar una decisión importante: “desaprender para volver a aprender”.

Desaprender todas las creencias adquiridas con relación a la función del tiempo y a
prender que la mente es creadora. Cuando la mantenemos ocupada con pensamientos del pasado o del futuro, no puede llevar a cabo dicha labor, pues el espacio correspondiente al pasado ya ha sido utilizado, y el espacio destinado para el futuro debemos utilizarlo para el presente, pues ese potencial futuro lo viviremos en estado presente, y entonces diremos que es el resultado de nuestra acción pasada.

Debemos aprender que toda acción creadora se desarrolla en el estado presente y que cada tiempo presente es una invitación a crear, a crecer; es un estado de Ser continuo, eterno. Ese estado de Ser nos invita a tomar consciencia del Yo, como entidad individual y al mismo tiempo formando parte de la Filiación que conforma la Humanidad.

El único pensamiento real es el pensamiento que hacemos original en el presente. Ese pensamiento activa el principio más elevado heredado en nuestra condición de Hijos de Dios, la Voluntad.

La Voluntad creadora es el impulso motor que nos lleva a ser innovadores. Gracias a esa Voluntad, podemos elegir libremente. Esta facultad divina posee un valor esencial.

Fortalecer nuestra mente con el pensamiento dirigido y consciente en cada presente es la clave para actuar creativamente.  La dedicación que prestemos a este ejercicio fortalecerá mucho nuestra capacidad para controlar nuestra vida.

Tan sólo cuando invertimos la dirección de nuestro pensamiento y lo enfocamos en la expresión del Yo Espiritual, del Ser, es cuando somos capaces de filtrar y controlar lo aprendido y podemos dar una respuesta libre de juicios condenatorios, y activar de este modo el único juicio que debemos potenciar, la ilusión del ego, de la separación, de la dualidad.

Ejemplo-Guía: "El comportamiento de nuestro hijo nos desespera".

En el ejercicio de ayer tuvimos ocasión de hablar de lo que llamamos pasado reciente y pasado ancestral. Veíamos cómo las voces procedentes de esos ecos nos afectaban en el estado presente, condicionando nuestras respuestas.

En esta ocasión, vamos a volver a puntualizar la causa que nos lleva a creer en el tiempo, pues se convierte, igualmente, en el único fundamento que justifica la reencarnación en el escenario de la conciencia temporal. Esa causa, ya lo hemos visto más arriba, es la culpa.
"La noción de pagar por el pasado en el futuro hace que el pasado se vuelva el factor determinante del futuro, convirtiéndolos así en un continuo sin la intervención del presente" (T-13.IV.4:4).

Cuando nos encontramos experimentando una relación conflictiva, en este caso, con nuestro hijo, no estamos viendo el presente; en su lugar, estamos reviviendo el pasado. Es nuestra mente, absorbida por los pensamientos del pasado, la que nos aporta un tipo de respuesta condicionada por el recuerdo ancestral de un pensamiento de culpa.


Si en ese momento tenemos presente que tenemos la opción de elegir entre revivir el pasado o vivir plenamente consciente de nuestro "ahora", lo que significa que podemos liberarnos del condicionamiento del pasado y ver la situación con la mirada inocente e impecable que acompaña, siempre, cada nuevo instante, entonces y solo entonces, seremos testigos del milagro, el cual, inspirado por el perdón, es capaz de colapsar el tiempo y evitar que el conflicto de relación que estamos reviviendo pierda su carga de culpa y el miedo quede liberado, alcanzando su condición perdida, el amor.

Lo que estamos haciendo es experimentar desde nuestra verdadera identidad, desde la esencia del Ser. Decidimos emplear nuestra voluntad para amar y dirigir nuestra mente de una manera recta. 

Vivir en el sueño supone vivir múltiples experiencias desde la conciencia temporal, estando todas ellas condicionadas por el pensamiento de la culpa y del miedo. Saber que somos los soñadores de nuestros sueños es el primer paso para comenzar a tener sueños más felices. Esto será así, hasta que se produzca nuestro despertar.

Reflexión: Cuando tomas una decisión, ¿lo haces desde el presente o te dejas influenciar por el pasado?

Capítulo 17. IV. Los dos cuadros (4ª parte).

IV. Los dos cuadros (4ª parte).

12. Se te ofrecen dos regalos. 2Cada uno de ellos es un todo en sí mismo y no puede ser aceptado parcialmente. 3Cada uno de ellos es un cuadro de todo lo que puedes tener, aunque desde una pers­pectiva muy diferente. 4No puedes comparar su valor compa­rando el cuadro de uno con el marco del otro. 5Debes comparar únicamente los cuadros, pues, de otro modo, la comparación no tendría ningún sentido. 6Recuerda que el cuadro es lo que consti­tuye el regalo. 7Y sólo sobre esa base eres realmente libre de elegir. 8Contempla los cuadros. 9Contempla los dos. 10Uno es un cuadro diminuto, difícil de ver bajo las pesadas sombras de su enorme y desproporcionado marco. 11El otro tiene un marco liviano, está colgado en plena luz y es algo maravilloso de contemplar debido a lo que es.

Se nos ofrecen dos regalos: dos sistemas de pensamiento. Uno cree en la forma. El otro es el contenido. Uno defiende que lo superficial, lo temporal, es lo real. El otro es la verdad eterna. Uno nos promete la salvación a través del perdón de nuestros pecados y de la sumisión del sacrificio. El otro es la salvación, pues no cree en el pecado.

El ego trata de ocultar el contenido de su cuadro con la grandiosidad de su marco, lo que significa que nos oculta la verdad con promesas de un amor condicionado.

El Espíritu Santo nos muestra el contenido de su cuadro donde se expresa la única verdad.

13. Tú que has tratado tan arduamente -y todavía sigues tratan­do- de encajar el mejor cuadro en el marco equivocado, y combi­nar de este modo lo que no puede ser combinado, acepta lo que sigue y regocíjate por ello: cada uno de estos cuadros está perfec­tamente enmarcado de acuerdo con lo que representa. 2Uno de ellos está enmarcado de forma que el cuadro esté desenfocado y no se pueda ver. 3El otro, de forma que su cuadro se vea con perfecta claridad. 4El cuadro de muerte y de tinieblas se hace cada vez menos convincente según logras dar con él entre todo lo que lo envuelve. 5A medida que se expone a la luz cada una de las piedras inertes que en la oscuridad parecían brillar desde el marco, dichas piedras se vuelven opacas y sin vida y cesan de desviar tu atención del cuadro. 6por fin miras al cuadro en sí, viendo finalmente que, sin la protección del marco, no tiene sen­tido.

Este punto se extiende en la utilización de la metáfora del marco y el cuadro, para mostrarnos la estrategia del ego en utilizar el nombre del amor para ocultar sus pretensiones de venganza y así justificar que las relaciones especiales tan solo nos muestran las diferencias existentes entre los seres, es decir, para reforzar su sistema de pensamiento basado en la creencia en la separación.

Pero en un mundo irreal e ilusorio, tan sólo podemos percibir fantasías que, por su propia condición, están llamadas a causar efectos irreales y dementes. El miedo genera miedo, y la única manera de liberarnos de él es mirarlo conscientemente, pues cuando lo hacemos, dejaremos de verlo.

14. El otro cuadro tiene un marco muy liviano, pues el tiempo no puede contener a la eternidad. 2No hay nada en él que te pueda distraer. 3El cuadro del Cielo y de la eternidad se vuelve más convincente a medida que lo contemplas. 4Y ahora, después de haberse hecho una verdadera comparación, puede por fin tener lugar una transformación de ambos cuadros. 5cada uno de ellos se le da el lugar que le corresponde una vez que se ve en relación con el otro. 6Cuando llevas el cuadro tenebroso ante la luz, no lo percibes como algo temible, sino que por fin te das cuenta del hecho de que no es más que un cuadro. 7Y en ese momento reconoces lo que ves ahí tal como es: un cuadro de algo que pensabas que era real, y nada más. 8Pues más allá de ese cuadro no verás nada.


Así es. El miedo, cuando lo llevamos a la luz de la comprensión, ya no tiene el efecto aterrador que tenía cuando lo percibimos desde la penumbra, desde la oscuridad de la falsa ilusión. 

Del mismo modo, cuando llevamos el cuadro tenebroso ante la luz, dejamos de percibirlo como algo temible, pues ahora apreciamos lo que realmente nos muestra y descubrimos que no era lo que nos imaginábamos, sino que se trata tan solo de un cuadro, sin ningún poder sobre nosotros.

15. El cuadro de luz, en claro e inequívoco contraste, se trans­forma en lo que está más allá del cuadro. 2medida que lo con­templas, te das cuenta de que no es un cuadro, sino una realidad. 3No se trata de una representación pictórica de un sistema de pensamiento, sino que es el Pensamiento mismo. 4Lo que representa está ahí. 5El marco se desvanece suavemente y brota en ti el recuerdo de Dios, ofreciéndote toda la creación a cambio de tu insignificante cuadro, que no tenía ningún valor ni ningún signi­ficado.

Con el despertar, tomamos consciencia de que nos habíamos identificado con las sombras emergentes de nuestros sueños y de nuestras pesadillas. Comprendemos que todo lo percibido durante nuestro estado de sueño era irreal y que nuestras creencias estaban influenciadas por el contenido fantasioso de lo imaginado durante el sueño.

Con el despertar, descubrimos el hermoso contenido del cuadro que nos muestra la verdad en su esplendor. Ya no confundimos la verdad con el contenido del cuadro, sino que experimentamos la luz que emana de la verdad y comprendemos que esa es la realidad.

16. A medida que Dios ascienda al lugar que le corresponde y tú asciendas al tuyo, volverás a entender el significado de las relacio­nes, y sabrás que es verdad. 2Ascendamos juntos hasta el Padre en paz, permitiendo que adquiera predominancia en nuestras men­tes. 3Todo se nos dará al darle a Él el poder y la gloria, y al no conservar ninguna ilusión con respecto a dónde se encuentran éstos. 4Se encuentran en nosotros gracias a Su predominio. 5Lo que Él ha dado, es Suyo. 6Resplandece en cada parte de Él, así como en la totalidad. 7La realidad de tu relación con Él radica en la relación que tenemos unos con otros. 8El instante santo refulge por igual sobre todas las relaciones, pues en él todas las relaciones son una. 9En el instante santo sólo hay curación, ya completa y perfecta, 10pues Dios está en él, y donde Él está, sólo lo que es perfecto y completo puede estar.

Ya hemos reconocido el valor del cuadro que nos muestra el contenido de la verdad, y ahora, decidimos experimentar la verdad viviéndola y extendiéndola con los demás. Reconocemos la unidad que nos hace Uno con nuestro Creador y con la Filiación. Nuestra mente sirve a la Mente Recta, y establece un estrecho lazo con la Voz del Espíritu Santo, el cual se convierte en Su único guía y maestro.

Ya no somos uno, ahora somos Todos. La realidad de nuestra relación con Dios radica en la relación que tenemos con nuestros hermanos, con los que nos sentimos unidos por lazos de amor verdadero. 

martes, 7 de enero de 2025

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 7

LECCIÓN 7

Sólo veo el pasado.

1. Esta idea resulta muy difícil de creer al principio. 2Sin embargo, es la razón fundamental de todas las anteriores.

3Es la razón por la que nada de lo que ves significa nada.
4Es la razón por la que le has dado a todo lo que ves todo el significado que tiene para ti.
5Es la razón por la que no entiendes nada de lo que ves.
6Es la razón por la que tus pensamientos no significan nada y por lo que son como las cosas que ves.
7Es la razón por la que nunca estás disgustado por la razón que crees.
8Es la razón por la que estás disgustado porque ves algo que no está ahí.

2. Cambiar las viejas ideas que se tienen acerca del tiempo es muy difícil porque todo lo que crees está arraigado en el tiempo, y depende de que no aprendas estas nuevas ideas acerca de él. 2Sin embargo, ésa es precisamente la razón por la que necesitas nuevas ideas acerca del tiempo. 3Esta primera idea acerca del tiempo no es realmente tan extraña como pueda parecer en un principio.

3. Observa una taza, por ejemplo. 2¿Estás realmente viendo la taza, o simplemente revisando tus experiencias previas de haber levantado una taza, de haber tenido sed, de haber bebido de ella, de haber sentido su borde rozar tus labios, de haber desayunado, y así sucesivamente? 3¿Y no están acaso tus reacciones estéticas con respecto a la taza basadas asimismo en experiencias pasadas? 4¿De qué otra manera sino sabrías que esa clase de taza se rompe si la dejas caer? 5¿Qué sabes acerca de esa taza sino lo que apren­diste en el pasado? 6No tendrías idea de lo que es si no fuera por ese aprendizaje previo. 7¿Estás, entonces, viéndola realmente?

4. Mira a tu alrededor. 2Esto se aplica igualmente a cualquier cosa que veas. 3Reconoce esto al aplicar la idea de hoy indistintamente a cualquier cosa que te llame la atención. 4Por ejemplo:

5Sólo veo el pasado en este lápiz.
6Sólo veo el pasado en este zapato.
7Sólo veo el pasado en esta mano.
8Sólo veo el pasado en ese cuerpo.
9Sólo veo el pasado en esa cara.

5. No te detengas en ninguna cosa en particular, pero recuerda no omitir nada específicamente. 2Mira brevemente cada objeto, y luego pasa al siguiente. 3Tres o cuatro sesiones de práctica, cada una de un minuto más o menos de duración, bastarán.


¿Qué me enseña esta lección?

Esta lección me suscita una pregunta que considero procedente. ¿Cuándo sería la primera vez que nombramos las cosas, que determinamos un valor a algo, que decidimos que tal cosa es buena o mala?, y lo más importante, ¿por qué decidimos darle ese valor o significado?

Verdaderamente, el ego percibe un permanente error de sí mismo, pues piensa que es lo que recuerda de él. Para el ego, la vida comienza con el nacimiento y termina con la muerte. Sin embargo, esta visión está basada en criterios de temporalidad y, si es así, está sujeta al cambio, y todo lo que es variable no es real. Lo real no está sujeto al cambio.


La respuesta que nos ofrece el ego ante cualquier circunstancia es una respuesta acuñada bajo el acúmulo de las experiencias recordadas. Sin embargo, eso nos mantiene presa del error, pues nos limita la capacidad de dar una respuesta original fruto de la capacidad creadora de la que somos portadores. Desde este punto de vista, cuando transcendemos la personalidad egoica y nos abrimos a la realidad de lo que realmente somos, un Ser Espiritual, estamos en condiciones de afrontar la vida con una consciencia del eterno presente. Dicho de otra manera, vivir en el presente nos ofrece continuamente la oportunidad de dar una respuesta nueva, diferente y liberadora. Hacer consciente el presente nos hace co-creadores de una realidad cuyo tinte estará acorde con la energía que hemos decidido activar.

Ante cualquier situación de nuestra vida, es importante respirar profundamente y hacernos conscientes de ese estado presente, que nos invita a utilizar con certeza el potencial creador del que somos portadores. Yo decido en cada momento presente a quién servirá mi mente, al Ser o al ego.

Las Enseñanzas Místicas nos revelan que el alma humana se encuentra en un proceso de crecimiento espiritual, llamado “evolución” y, en la actualidad, está experimentando las lecciones que le ofrece el Plano Físico con la intención de tomar conciencia de los “atributos” divinos con los que cuenta. La humanidad, en términos místicos, la “Oleada de Vida Humana”, está llamada a Ser Dioses Creadores. En la fase de crecimiento actual, utiliza el mundo material para espiritualizar sus vehículos: el Cuerpo Mental, el Cuerpo Emocional y el Cuerpo Etérico. Se encuentra matriculado en la “escuela de la vida” y requiere llevar varios cursos para alcanzar la meta trazada. Cada uno de esos cursos puede ser superado eficientemente o, por el contrario, se deberá repetir para alcanzar el nivel necesario. La rueda de encarnaciones permite volver una y otra vez, con la intención de ir avanzando y evolucionando.

En ese proceso de crecimiento, el alma cuenta con la colaboración de Entidades Espirituales que le ayudan a la hora de elegir las asignaturas que le quedan por integrar. De este modo, los llamados “Ángeles Archiveros” ponen a elección del alma el contenido de esas asignaturas. Podemos decir que ese alma toma la decisión de cuáles serán las experiencias que ha de vivir para favorecer su aprendizaje.

Esta elección queda impresa en el alma y nace con ella al producirse el nuevo nacimiento físico. Formará parte de su genoma espiritual. Esta es la razón por la que es recomendable mantener una consciencia espiritual de la vida, pues en la medida en que seamos capaces de conectar conscientemente con la voz de nuestro Ser Espiritual, conseguiremos oír su mensaje y dirigir nuestros pasos por las sendas que debemos recorrer.

Cada nueva encarnación se nos presenta como la oportunidad de superar toda época pasada. Si en nuestro presente nos encontramos ante una situación delicada, podemos saber que dicha situación responde a una actuación pasada, donde pusimos en circulación una energía erróneamente. Tenemos dos opciones: afligirnos y lamentarnos como víctimas de lo que nos está ocurriendo y culpar a la vida de todo; sufrimos y sentimos ira; nos castigamos y castigamos a los demás, o, por el contrario, nos preguntamos para qué estoy viviendo esta experiencia; dónde está la causa que da origen a la misma, pues sabemos que si conocemos dicha causa y la podemos cambiar, estaremos creando un nuevo presente donde la situación que viviremos será más grata y armoniosa.

Somos libres para elegir, ¿por qué elegir sufrir?

Todas las Escuelas Iniciáticas que enseñan estas verdades forman parte del "sueño". En verdad, sus mensajes tratan de revelarnos que somos los "soñadores del sueño". Ya lo hemos adelantado en otra ocasión: Un Curso de Milagros también forma parte del sueño, pero nos ayuda a conocer lo que es real y lo que no lo es.


Las lecciones que tratan sobre la evolución y la involución son lecciones orientadas a la mente que se encuentra identificada con la separación, con la dualidad. En verdad, el Hijo de Dios, como única Creación de Dios, es Perfecto, Inocente, Impecable y Pleno. Lo que ocurre es que nos encontramos identificados con las falsas creencias fruto del pensamiento del ego, que nos lleva una y otra vez a proyectar una realidad ilusoria donde la vía de aprendizaje es el mundo de la percepción.

Ejemplo-Guía: "El comportamiento de nuestro hijo nos desespera"

Retomo el primero de los ejemplos con los que estamos "practicando" a lo largo de las lecciones, para aplicar las enseñanzas de este importantísimo ejercicio.

En las reflexiones precedentes hemos visto cómo el pasado se convierte en la visión que condiciona nuestras interpretaciones y, como consecuencia de ello, nuestro comportamiento.

A pesar de que el concepto pasado y el concepto tiempo, en general, no son reales, son una creación de la mente cuando se encuentra al servicio del ego, dentro de la ilusión, donde damos credibilidad al tiempo. Podemos hablar de un pasado reciente o consciente y de un pasado ancestral o inconsciente (para la mayoría de los humanos). El primero de ellos, nos condiciona en lo relativo al aprendizaje adquirido desde nuestro nacimiento hasta el momento actual. En cambio, el pasado ancestral hace referencia al aprendizaje adquirido en vidas anteriores.

Hago esta diferenciación ilusoria, pues me gustaría plantear una primera pregunta que considero importante: ¿Quién es nuestro hijo? ¿Quién es nuestro padre/madre? 

Una respuesta al ejemplo-guía que estamos analizando desde el punto de vista del pasado reciente tal vez no nos ofrezca datos tan evidentes para poder comprender el para qué vivimos las vivencias con nuestro hijo que estamos experimentando.

Tal vez en nuestro pasado reciente, hayamos recibido una educación desde pequeños, que nos ha enseñado a tener un tipo de creencia con respecto a los temas que se interpretan como conflictivos en nuestra relación actual con nuestro hijo. Tal vez mi padre era muy estricto y selectivo y ahora yo sea un padre con esas mismas condiciones, lo que se convierte en una fuente de conflicto en mi actual relación con mi hijo.

Pero siendo así, podríamos seguir preguntándonos: ¿Y para qué he tenido yo que encontrarme en mi infancia un padre con esas características, hasta el punto de que me ha condicionado en la edad adulta?

Si abordamos el escenario del pasado ancestral, y pudiésemos recibir una lectura de los encuentros mantenidos con nuestro actual hijo en otras vidas, tal vez esa información nos permitiría conocer el para qué de la experiencia actual. Tal vez, vuestra relación entonces no alcanzó el nivel de armonía deseado y os encontráis, de nuevo, con el propósito de daros una nueva oportunidad.

Aquí nos paramos, pues esto que estamos diciendo forma parte de las enseñanzas del ego, pues si nos damos cuenta estamos diciendo que aprendemos dependiendo del factor tiempo, y no podemos olvidar que el tiempo es una ilusión y lo utilizaremos mientras decidamos seguir necesitándolo.

Lo importante de este mensaje es darnos cuenta de que la vida, a cada presente y solo en el presente, que es eterno, nos ofrece la oportunidad de corregir nuestros errores. Hemos podido tomar consciencia de que la relación con nuestro hijo es una deuda pendiente. Pero eso no nos ayudará a vivir íntegramente la experiencia de relación. Para lograr ese objetivo, en verdad el más importante, debemos colapsar el tiempo, hacerlo presente continuo y perdonar nuestro pasado; dicho en términos del Curso, debemos convertirnos, de forma natural, en hacedores de milagros. Así queda citado en el Texto del Curso:
“El milagro no hace nada. 2Lo único que hace es deshacer. 3Y de este modo, cancela la interferencia a lo que se ha hecho. 4No añade nada, sino que simplemente elimina. 5lo que elimina hace mucho que desapareció, pero puesto que se conserva en la memo­ria, sus efectos parecen estar teniendo lugar ahora. 6Hace mucho que este mundo desapareció. 7Los pensamientos que lo origina­ron ya no se encuentran en la mente que los concibió y los amó por un breve lapso de tiempo. 8El milagro no hace sino mostrar que el pasado ya pasó, y que lo que realmente ya pasó no puede tener efectos. 9Recordar la causa de algo tan sólo puede dar lugar a ilusiones de su presencia, pero no puede producir efectos”. (T-28.1:1-9)

Reflexión: Si lo que percibo es interpretado como un recuerdo del pasado, como algo aprendido y que nos condiciona, ¿qué te impide darle un significado diferente?

Capítulo 17. IV. Los dos cuadros (3ª parte).

IV. Los dos cuadros (3ª parte).

8. La relación especial te ofrece el marco más imponente y falaz de todas las defensas de las que el ego se vale. 2Su sistema de pensamiento se ofrece aquí, rodeado por un marco tan recargado y elaborado, que el cuadro casi desaparece debido a la imponente estructura del marco. 3En el marco van entretejidas toda suerte de fantasías de amor quiméricas y fragmentadas, engarzadas con sueños de sacrificio y vanagloria, y entrelazadas con hilos dora­dos de auto-destrucción. 4El brillo de la sangre resplandece como si de rubíes se tratase, y las lágrimas van talladas cual diamantes que refulgen tenuemente a la luz mortecina en que se hace el ofrecimiento.

Una descripción magnífica la que nos aporta este punto, para describir los amargos efectos que acompaña a la relación especial en nombre de mantener un encuentro de amor. Ya hemos tenido ocasión de desnudar el demente objetivo del ego y descubrir que, detrás de ese deseado encuentro con el amor, se oculta el deseo demente de la venganza. 

Amores quiméricos y fragmentados; culpas que nos llevan a elegir el sacrificio; victorias que nos vanaglorian; combates que nos autodestruyen y todo ello, regado de un mar de lágrimas en nombre del sufrimiento y del dolor.

9. Examina el cuadro. 2No dejes que el marco te distraiga. 3Este cuadro se te ofrece para que te condenes, y si lo aceptas creerás estar condenado. 4No puedes conservar el marco sin el cuadro. 5Lo que valoras es el marco, pues en él no ves conflicto. 6No obs­tante, el marco no es más que la envoltura del regalo de conflicto. 7El marco no es el regalo. 8No te dejes engañar por los aspectos más superficiales de este sistema de pensamiento, pues en ellos se encierra todo el sistema en sí, sin excluir ningún aspecto. 9En este regalo rutilante habita la muerte. 10No permitas que tu mirada se pose en los destellos hipnóticos del marco. 11Mira el cuadro y date cuenta de que lo que te ofrece es la muerte.

El ego nos seduce para vendernos el cuadro y, para ello, pone más énfasis en adornar el marco que en revelar sus propias intenciones, esto es, en mostrarnos el contenido del cuadro. El ego nos hablará de amor, pero lo que nos está ofreciendo será que renuncies a tu libertad y que se la ofrezcas a él. Ese es el precio a pagar para ganarte su amor. Pero si ese es el precio, lo que está ofreciendo no es amor verdadero, sino amor condicionado, lo que significa que, aunque renunciemos a nuestra libertad y nos entreguemos en cuerpo y alma al ego, este no podrá satisfacernos con el amor, sino que nos ofrecerá su sucedáneo, el miedo.

10. Por eso es por lo que el instante santo es tan importante para la defensa de la verdad. 2La verdad en sí no necesita defensa, mas tú necesitas ser defendido contra tu aceptación del regalo de muerte. 3Cuando tú, que eres la verdad, aceptas una idea tan peligrosa para la verdad, la amenazas con su destrucción. 4Y ahora se te tiene que defender, para poder así conservar intacta la verdad. 5El poder del Cielo, el Amor de Dios, las lágrimas de Cristo y la ale­gría de Su espíritu eterno son convocados para defenderte de tu propio ataque. 6Pues tú los atacas al ser parte de Ellos, y Ellos tienen que salvarte, pues se aman a Sí Mismos.

Entrega tu relación especial al Espíritu Santo, para que te libere del pasado de donde procede el recuerdo amargo del desamor. La Expiación corregirá nuestra percepción y ello nos permitirá ver al otro desde la unidad y no desde la separación. El tiempo de aprendizaje se acortará y el instante santo nos mostrará el momento en el que decidimos ver la verdad de lo que somos y poner fin a la ilusión.

11. El instante santo es una miniatura del Cielo, que se te envía desde el Cielo. 2Es también un cuadro, montado en un marco. 3Mas si aceptas éste regalo no verás el marco en absoluto, ya que el regalo sólo puede ser aceptado cuando estás dispuesto a poner toda tu atención en el cuadro. 4El instante santo es una miniatura de la eternidad. 5Es un cuadro de intemporalidad, montado en un marco de tiempo. 6Si te concentras en el cuadro, te darás cuenta de que era únicamente el marco lo que te hacía pensar que era un cuadro. 7Sin el marco, el cuadro se ve como lo que representa. 8Pues de la misma manera en que todo el sistema de pensamiento del ego radica en sus regalos, del mismo modo el Cielo en su totalidad radica en este instante, que se tomó prestado de la eter­nidad y se montó en el tiempo para ti.

¡Espectacular! Cuánta belleza contiene este punto. Recogiendo de nuevo, Jesús, la metáfora del marco y del cuadro, ahora nos presenta una nueva visión donde nos enseña dónde debemos mirar cuando busquemos la verdad, es decir, no debemos mirar el marco, sino el contenido, esto es, el cuadro. Ese es el verdadero regalo que debemos aceptar en nombre de la verdad, y para poder recibir ese regalo, debemos obviar el valor del marco, pues tan solo nos muestra lo superficial, lo que provoca nuestra distracción.

El instante santo es una miniatura del Cielo, una muestra que se nos envía desde el Cielo, desde nuestro verdadero Hogar. 

El instante santo es una miniatura de la eternidad, una muestra de intemporalidad, montada en un marco de tiempo, donde el tiempo es lo superficial.

lunes, 6 de enero de 2025

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 6

LECCIÓN 6

Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí.

1. Los ejercicios que se han de llevar acabo con esta idea son muy similares a los anteriores. 2Es necesario, una vez más, que para cualquier aplicación de la idea de hoy nombres muy concreta­mente la forma de disgusto de que se trate (ira, miedo, preocupa­ción, depresión, etc.), así como lo que percibes como su causa. 3Por ejemplo:

4Estoy enfadado con ______ porque veo algo que no está ahí.
5Estoy preocupado acerca de _____ porque veo algo que no está ahí.

2. Conviene aplicar la idea de hoy a cualquier cosa que parezca disgustarte, y puede usarse provechosamente durante el trans­curso del día con ese propósito. 2No obstante, las tres o cuatro sesiones de práctica que hoy se requieren deben ir precedidas, como en días pasados, por un minuto más o menos de búsqueda mental, seguido de una aplicación de la idea a cada pensamiento de disgusto descubierto en dicha búsqueda.

3. Una vez más, si te resistes a aplicar la idea a algunos de los pensamientos que te causan disgusto más que a otros, recuerda las dos advertencias mencionadas en la lección anterior:

2No hay disgustos pequeños. 3Todos perturban mi paz men­tal por igual.
4Y:
5No puedo conservar esta forma de disgusto y al mismo tiempo desprenderme de las demás. 6Para los efectos de estos ejercicios, pues, las consideraré a todas como si fuesen iguales.


¿Qué me enseña esta lección?

Puede resultarnos difícil aplicar esta lección, pues podemos pensar que cuando respondemos con una emoción ante una situación, tenemos motivos para ello. Por ejemplo, vivimos un desamor. En ese momento, podemos sentirnos muy apenados, y ese sentimiento puede acompañarnos durante mucho tiempo.

Dos aspectos importantes. Por un lado, el juicio, la interpretación que hacemos de la acción percibida, está basada en el error, pues vivimos la experiencia como si fuéramos víctimas, que nada tenemos que ver con el efecto recibido. Nuestro ego interpreta que la culpa está en el otro, olvidando que ese otro es su propio espejo, su mejor maestro.

Por otro lado, quedarnos con la emoción negativa nos mantiene prisioneros del pasado, es decir, nuestras percepciones están condicionadas por los recuerdos que hemos vivido y nuestras respuestas responden a la calidad de la experiencia vivida.

Esta lección nos abre una puerta que, si tenemos el valor de cruzarla, nos aportará una gran confianza, un poder transmutador; me estoy refiriendo al eterno presente. Vivir en el presente nos ofrece la oportunidad de renovarnos permanentemente. Podemos perdonar a cada presente. Es un soplo de aire puro y vitalizador. Nos permite crecer cuando nosotros tomamos consciencia de que tenemos la capacidad de elegir, o lo que es lo mismo, nos convierte en verdaderos creadores de nuestra vida.

Todos tenemos esa cualidad. El poder de decisión hará que en el futuro, que no es más que el próximo presente, cosechemos lo que ahora sembramos. Si quiero ser feliz y tener paz interior, ¿a qué esperamos?, ¿a que cambien las cosas exteriormente? Hagámoslo realidad ahora y nos acompañará por siempre.

  
El enfoque Cabalístico:


Todo proceso creador se inicia con la activación de Kether-Voluntad. Este Centro de conciencia, conjuntamente con Hochmah-Sabiduría y Binah-Inteligencia Activa, forman lo que se conoce como “Triángulo Superior”, correspondiéndose su actividad con el Plano Emanativo, donde se expresa la Mente en estado puro. Dicha “triada” representa al Yo Espiritual y, a nivel de Elemento, está en analogía con el Fuego.


La emanación de una idea a ese nivel es abstracta; es un impulso que, al igual que la semilla, requiere ser acogido por una tierra fértil para que tenga garantía de arraigarse y crecer. Esa “tierra” está representada cabalísticamente por Hesed-Gracia, Gueburah-Justicia y Tiphereth-Equilibrio. Esta “triada” desarrolla su actividad en el Plano de Creación, donde el potencial activo principal son los sentimientos y las emociones. Estamos hablando del Yo Emocional y, a nivel de Elemento, está en analogía con el Agua. En este plano, el impulso de la idea es captado por las emociones y se produce un primer filtro en los términos, atracción o repulsión. 

El tercer Plano, es el de Formación y en él desarrollan sus trabajos Netzah-Belleza; Hod-Razón y Yesod-Fundamento. Cuando la idea alcanza este nivel, ha dejado de ser un impulso y ahora goza de una primera imagen, activando los órganos de percepción: siento atracción por ella y la considero bella y hermosa o, por el contrario, su imagen me lleva a ejercer un juicio, una crítica para determinar su valor. En este plano, la criatura se encuentra formada y lista para salir a alcanzar el nivel exterior. Podemos decir que es la antesala de la realidad, del presente. Es el Plano del pensamiento humano, de las creencias.

Tan sólo nos queda abordar el último Plano, el Físico. En dicho nivel encontramos a Malkuth, el representante de los ropajes materiales. Cuando la semilla alcanza esta fase, podemos decir que se encuentra en su máxima maduración. Se corresponde con la etapa de los frutos.

La energía se puede manifestar en forma ondulatoria o en partículas corpusculares. Cuando lo hace en ondas, estamos hablando de los Cuerpos Espirituales (Cuerpo Mental, Emocional y Etérico); cuando lo hace corpuscularmente, estamos hablando del Cuerpo Material (Cuerpo Físico).

Si alcanzado el nivel Malkuth, lo emanado en Kether se convierte en una experiencia presente y manifestada, podemos decir que lo que vivimos es consecuencia de lo que hemos emanado mentalmente. De la calidad de la idea emanada así dependerá la calidad del resultado obtenido. Por lo general, no somos conscientes de lo que ocurre con la energía cuando se manifiesta en su estado ondulatorio, es decir, cuando se encuentra en los Planos Emanativos, de Creación y Etéricos. Habitualmente nos hacemos conscientes cuando esa energía se hace corpuscular y alcanza una identidad física.

Pero es evidente que la causa no la podemos encontrar en esa fase última, sino que tendremos que remontarnos al inicio. Esa fase de inicio, cuando se manifestó, tuvo lugar en un presente, el cual daba vida a un potencial futuro. Cuando abordamos los trabajos de la segunda y tercera fase, la emocional y la racional, podemos decir que ese potencial futuro ya se ha convertido en pasado, pues está condicionado por la idea original.

Esta reflexión está muy en sintonía con la teoría del desdoblamiento del tiempo, cuyo descubridor y defensor es Jean-Pierre Garnier Malet. Os dejo un resumen de su teoría, que estoy seguro os gustará y cuya práctica os puede aportar muchos beneficios:

En dicha teoría, el autor afirma que todo tiene su "doble". Esto ha sido avalado, por ejemplo, en el sistema solar y al nivel de las partículas. En el universo todas las partículas están desdobladas; todas las estrellas, todas las galaxias tienen su doble, y como nosotros somos un conjunto de partículas, entonces surge la pregunta: ¿dónde están las partículas desdobladas? Si yo soy un saco de partículas, en una piel física, ¿dónde están las partículas desdobladas de mi saco? Estas partículas desdobladas son una extensión de la persona basada en esta regla universal.

Somos seres multidimensionales, y según la teoría del desdoblamiento del tiempo, nuestros "yoes" habitan en diferentes dimensiones, pero no son conscientes [de lo que hacen] los unos de los otros, pues las diferencias de vibración de cada dimensión hacen que sea imposible verse. Uno de nuestros yoes que vive en un futuro va a una velocidad mucho más rápida que la que experimentamos nosotros en esta dimensión (la llamada tercera dimensión). Por otro lado, nuestro yo del pasado vive en una dimensión más lenta que en la que habitamos nosotros en nuestro presente.

Según esta interesante teoría, demostrada científicamente (así que no es un asunto de fe, sino de informarse de lo que ya ha sido comprobado y demostrado), cada vez que tenemos un pensamiento sobre algo que puede ocurrir, estamos creando un posible potencial futuro. Todo eso no se pierde, no se queda sólo en nuestra cabeza, sino que está "vivo" en algún lugar. Se crea un infinito mundo de posibilidades. Según la teoría del desdoblamiento del tiempo, nuestro yo futuro es capaz de conocer esas posibilidades. De hecho, hay muchos yoes que las están viviendo, pues en cada distinta dimensión estamos experimentando una realidad diferente o alternativa, fruto de los pensamientos que hemos tenido. Todo esto quedó demostrado hace mucho tiempo por la física cuántica, la cual afirma que nuestros pensamientos influyen en la realidad, y el "observador" altera lo observado. Existe en YouTube un vídeo muy conocido llamado "Dr. Quantum - Experimento Doble Ranura" que demuestra la función del observador en lo experimentado.

Jean-Pierre Garnier afirma que tenemos un yo corpuscular (hecho de carne, este que podemos ver, tocar, sentir con nuestras facultades físicas) y otro energético. Todas las partículas en el universo tienen su aspecto en forma de materia y en forma de "onda" o energía, y esto último puede materializarse en cualquier forma física. Y no olvidemos que nosotros estamos hechos de partículas.

Nuestros pensamientos se transportan por ondas que no tienen masa, son energía. Aquel que está desdoblado (nuestro yo "energético") va a fabricar el futuro de aquel que está en un tiempo ralentizado (nuestro yo presente). Pero el observador que se encuentra en un tiempo acelerado, el observador número 2 (el futuro), también puede desdoblarse en un tiempo todavía más acelerado, y ese nuevo observador número 3 va a crear el futuro del número 2. Sin embargo, el observador número 1 (en el tiempo presente) puede tener respuestas a preguntas que nunca se han realizado, pues tiene intercambio de información mediante aperturas temporales imperceptibles con el observador número 3; esto puede avalar las famosas intuiciones, donde sabes qué responderle a alguien que aún no te ha formulado la pregunta. Todo esto quiere decir que, mediante nuestros pensamientos, nos desdoblamos a posibles futuros. El "yo" desdoblado, que se mueve a una velocidad muchísimo mayor, puede a su vez desdoblarse en otras múltiples opciones de futuro. Y tú, el observador número 1 en tu presente, estás en comunicación con todos tus yoes desdoblados, cada cual viviendo una de las infinitas posibilidades de futuro, y hay un intercambio de información con ellos. Esto avala que en lo que te estés centrado en tus pensamientos será algo así como el futuro que eliges, y será la información que se actualice en ti por el "yo" que ha vivido ese futuro.

De nuevo, una vez más, entra en juego el "eres lo que piensas", que tan de moda y extendido se encuentra últimamente. Somos creadores de nuestra realidad, aunque a veces no nos guste, pues nos pone en la clara posición de ser responsables de que lo malo que estamos viviendo es fruto de nuestra creación. Hay que entender que siempre vivimos lo que imaginamos. Existimos como observadores de nuestro propio universo, y eso no está sujeto a ningún dogma, aunque desde la antigüedad ha sido aplicado en distintas creencias o filosofías, como la metafísica. El único postulado que hay en esta teoría [el desdoblamiento del tiempo] es que yo soy un observador de mi universo. Tenemos un cuerpo que es como cualquier otra partícula, que es dual: corpuscular a la vez que ondulatorio. Tenemos un cuerpo energético que desdobla el cuerpo físico; realmente no es un doble, sino que desdobla un cuerpo y es ese cuerpo energético que va a buscar la información en tiempos diferentes y que nos aporta informaciones que nuestro cuerpo toma y que guardamos en el agua de nuestro cuerpo. Eso también es una regla, y hay que saber que si no tenemos información y no tenemos agua, no podemos visitar un espacio. Los antiguos decían que si no tenemos agua y espíritu, no podemos visitar un reino. La información y el espíritu, el reino y el espacio; hay tanto espacio desdoblado en el universo como estrellas en el cielo.

Ahora bien, ¿cómo podemos sacarle utilidad funcional a toda esta información? Si nosotros creamos un futuro con cada pensamiento que tenemos, y un "yo" nuestro energético, que vive en otra dimensión a una velocidad mucho mayor (por lo tanto, está mucho más adelantado en el tiempo) ya sabe las consecuencias de cada futuro creado con el pensamiento, ¿cómo podemos utilizar a nuestro doble para que nos entregue información sobre qué es lo mejor que podemos hacer para nosotros crear y vivir un futuro o vida que deseamos?

Práctica

Como se dijo anteriormente, nuestro doble habita en otra dimensión que funciona a una velocidad mucho mayor que la nuestra de este momento presente. Podríamos decir, por utilizar un ejemplo que no tiene por qué ser totalmente preciso, que un minuto en nuestra dimensión actual es, para el doble que vive en el futuro, algo así como un mes. La vibración es mucho más alta en su dimensión y el tiempo, al ser relativo, no es el mismo. Sin embargo, existe un momento donde nuestro doble puede comunicarse con nosotros, y es durante el sueño.

Existe una fase llamada sueño paradoxal o REM. En esos momentos es cuando nuestro cerebro mayor actividad tiene; si hemos visto a alguien dormido que está atravesando esa fase cuando lo observamos (también ocurre con las mascotas), podremos observar cómo sus ojos bajo los párpados se mueven rápidamente. En ese momento es cuando nuestro doble tiene acceso a nosotros, y nosotros a él. Nuestro doble accede a nuestra información (nuestro problema, aquello por lo que pedimos consejo o guía) ya que ésta se encuentra almacenada en el agua de nuestro cuerpo. ¿Y cómo nos comunicamos conscientemente con nuestro doble para expresarle nuestros problemas y que nos ayude en las soluciones, pues él conoce las distintas opciones futuras y sabe cómo proceder?

Justo cuando te vas a quedar dormido, has de exponerle a tu doble el problema sobre el cual deseas solución o inspiración. Has de hacerlo con todo lujo de detalles, describirle las circunstancias al completo, pues él no sabe exactamente "dónde" estás, aunque haya visitado todos los futuros potenciales, conociendo miles y miles de diferentes opciones. De esta forma él podrá hacer una síntesis con toda la información y actualizarla en ti para darte la mejor de las soluciones. En la petición que hagas, tras describir el problema, pides una solución para el problema y para todos los implicados, la que mejor sea de todas las posible, y que sea actualizada en ti. La sensación que has de tener cuando te quedas dormido es de despreocupado y confiado (esto es muy importante, clave), teniendo la seguridad y certeza de que tu doble encontrará la solución para ti y el  problema quedará solucionado. Durante el sueño, tu doble actualizará en ti (tu cuerpo, tu agua) la información requerida. Puedes despertar siendo una persona totalmente distinta; esto ha sido registrado en los casos de personas con remisiones espontáneas de enfermedad o curaciones milagrosas, que de un día para otro han sanado totalmente.

Tras esto, existe un periodo llamado "cuarentena", lo cual significa que hay un periodo de equivalencias entre nuestro doble y nosotros mismos que puede llegar hasta cuarenta días para que los cambios, la materialización, se dé en nuestro plano.

En el periodo de cuarentena te puede llegar información en forma de intuición. Esta puede venir de nuestro doble o de informaciones parasitarias. La forma de diferenciarlo es estar atento al estado en el cual te encuentras cuando recibes la intuición. Si estás en un estado de benevolencia, positivo, bien o incluso neutro, viene del doble. Si estás negativo, entonces viene de una información parasitaria, como por ejemplo haber conectado con un cúmulo de pensamientos o de energía negativa, algo también conocido como "egregor".

Si te vas a dormir con preocupaciones en la cabeza, ansiedad y demás, vas a tener problemas para contactar con el doble, y lo harás con informaciones parasitarias.

La solución a los problemas puede llegar en forma de intuiciones. Tu doble no se puede comunicar contigo directamente, pero sí que puede enviarte información mediante otras vías; así que hay que estar muy atento a las señales.

Cada noche puedes pedirle al doble lo que te plazca: repetir las peticiones anteriores, hacer una sola o varias a la vez. Lo que hemos de entender es que nuestro doble es nosotros mismos, así que hemos de desarrollar la confianza en él, la relación, el trato. Puedes tener una charla de unos minutos con él antes de dormir, donde repases en qué estado está tu vida, las preocupaciones que tienes, sueños, anhelos... como si se lo contaras a tu mejor amigo o a un hermano. Y pedirle ayuda, solución, consejo para todo ello.

En lo que es nuestro día a día, debemos estar en un estado de benevolencia que vaya un paso más allá del conocido "no hagas al otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti", para estar en el "no pienses lo que te gustaría hacerle al otro lo que no te gustaría que el otro pensara hacerte a ti". Si somos conscientes del potencial de nuestros pensamientos, y además sabemos que aquello que das, lo recibes multiplicado, hemos de ser muy cuidadosos respecto a lo que pensamos de los demás.

Cualquiera puede imaginar un potencial (pensamiento sobre el futuro) y luego basta con que se actualice en sí mismo. No hay que olvidar que vivimos en la fábula que imaginamos. Cualquier pensamiento fabrica futuro; ese futuro es sólo un potencial. Y puede ser actualizado por cualquiera bajo algunas condiciones (la práctica descrita anteriormente). Si quiero que todo vaya bien, basta con pensar en hacer futuros agradables. Se puede decir que una ley científica conduce a otra ley científica, que obliga a pensar en hacer al prójimo lo que me gustaría que el prójimo pensara que me hiciera a mí. Es el único medio de tener un potencial común que permita vivir bien en comunidad.

Lo que pensamos es lo que va a ser vivido. O sea que más vale tener cuidado porque quien siembra vientos, cosecha tempestades. Entonces más vale sembrar tranquilidad para cosechar tranquilidad. Si te imaginas un porvenir maravilloso, vivirás la consecuencia de tu pensamiento. Tu porvenir será, pues, maravilloso.

Reflexión: ¿Qué experimenta tu cuerpo cuando de tu mente emanan pensamientos y emociones positivas? 

Capítulo 17. IV. Los dos cuadros (2ª parte).

IV. Los dos cuadros (2ª parte).

5. El ego siempre se mantiene alerta por si surge cualquier ame­naza, y la parte de tu mente en la que el ego fue aceptado está ansiosa por conservar su propia razón, tal como la entiende. 2No se da cuenta de que es completamente demente. 3Mas tú tienes que darte cuenta exactamente de lo que esto significa si quieres que se te restituya la cordura. 4Los dementes protegen sus siste­mas de pensamiento, pero lo hacen de manera demente. 5todas sus defensas son tan dementes como lo que supuestamente tie­nen que proteger. 6No hay nada en la separación, ni "razón", ni atributo, ni ningún aspecto que no sea demente. 7Y su "protec­ción", que es parte de ella, es tan demente como toda ella. 8Por lo tanto, la relación especial, su principal defensa, no puede sino ser demente.

El ego tiene miedo al amor verdadero, pues interpreta que su aceptación significaría el final de su sistema de pensamiento, o lo que es lo mismo, su inexistencia. El amor verdadero es la manifestación de la unidad, mientras que el ego es la manifestación de la separación.

Es por ello que el ego se mantiene alerta por si surge cualquier amenaza procedente del amor. Toda su estrategia se basa en el miedo y cuando establece una relación de amor especial, siempre oculta su intención, la de vengarse del daño que atesora en el recuerdo de su pasado y que le ha llevado a sentirse atraído por la persona que se lo causó.

Tal vez nos estemos preguntando: ¿cómo es posible que nos sintamos atraídos por una persona, inducidos por el demente deseo de vengarnos de ella? Pero como bien nos enseña este punto, el sistema de pensamiento del ego es totalmente demente y todas sus defensas son tan dementes como lo que supuestamente tienen que proteger.

Intentemos describir cómo se produce esa dinámica. Tenemos un primer encuentro entre dos personas que se sienten atraídas por la percepción de los sentidos. El ego no va a renunciar a sus creencias, lo que le llevará a proyectar sobre la otra persona todo lo que rechaza de sí mismo, y cuando lo haga, lo llevará a juzgarla despiadadamente en un intento de pulir sus faltas. Se siente tan culpablemente que, para limpiar ese peso, decide juzgar condenatoriamente al otro, el cual, al sentirse atacado, intentará defenderse, utilizando el mismo mecanismo mental. El conflicto está servido, y la relación, si sobrevive, será un verdadero milagro. Se habrá establecido un vínculo entre ambas personas basado en el odio, en la culpa, en el miedo y en el desamor.

Cuando esos egos vuelven a encontrarse, sienten la necesidad de quedar limpios del sentimiento de culpa que, inconscientemente, les acompaña. Y ese encuentro despierta en ellos el vínculo que han establecido y decidirán volver a intentarlo, dando lugar a una nueva relación especial, donde falta el amor y sobra todo lo demás.

6. No tendrás mucha dificultad ahora en darte cuenta de que el sistema de pensamiento que la relación especial protege no es más que un sistema ilusorio. 2Reconoces, al menos en términos genera­les, que el ego es demente. 3No obstante, todavía te parece que la relación especial es en cierto modo "diferente". 4Sin embargo, la hemos examinado con mucho más detenimiento que muchos de los otros aspectos del sistema de pensamiento del ego que has estado más dispuesto a abandonar. 5Mientras este aspecto conti­núe vigente, no obstante, no podrás abandonar los demás. 6Pues este aspecto no es diferente. 7Si lo conservas, habrás conservado todos los demás.

La demencia del sistema de pensamiento del ego tiene su origen en la creencia en que podemos crear un mundo real ausente de amor verdadero y sin respetar la Ley de Dios; esta es la Ley de la Unidad. Todo cuanto procede del ego debe ser transformado. Su sistema de pensamiento debe ser desaprendido. Ningún recuerdo del pasado debe ocupar nuestro presente. Si nos encontramos compartiendo una relación especial, pongámosla en manos del Espíritu Santo, para que la transforme en una relación santa. Ello significa que debemos sustituir el miedo por el amor, la culpa por el perdón.

7. Es esencial darse cuenta de que todas las defensas dan lugar a lo que quieren defender. 2La base subyacente de su eficacia es que ofrecen lo que defienden. 3Lo que defienden se ha deposi­tado en ellas para mantenerlo a salvo, y conforme operan te lo brindan a ti. 4Toda defensa opera dando regalos, y los regalos son siempre una miniatura -montada en marco de oro- del sistema de pensamiento que la defensa protege. 5Se trata de un marco muy elaborado, repleto de gemas, y profusamente tallado y pulido. 6Su propósito es ser valioso en sí mismo, y desviar tu aten­ción de lo que encierra. 7Mas no puedes tener el marco sin el cuadro. 8Las defensas operan para hacerte creer que sí puedes.

La relación especial no defiende la creencia en la igualdad, sino en la separación. Si lo hiciera, esto es, si viésemos al otro a nuestra verdadera imagen y semejanza, la relación se convertiría en santa, pues estaríamos unidos por lazos de verdadero amor.

Pero el ego defiende la separación por encima de todo y, cuando hace su defensa a favor de la relación especial, nos muestra precisamente los efectos que ocasiona la creencia en la separación.

Jesús utiliza en el mensaje recogido en este punto una metáfora entre el marco y el cuadro. El ego interpreta que lo esencial en su sistema de pensamiento es el valor del marco, para lo cual se esfuerza en convencer a nuestra mente de que realmente todo lo que hace por la otra persona responde a su amor por ella. Es su manera de adornar el regalo de la relación especial, cuyo contenido es el cuadro, con falsas promesas que ocultan la única razón que lo lleva a establecer esa relación, la de vengarse.