PLEGARIA
CAHETEL: Dios adorable.
Venid, prosternémonos y humillémonos, pongámonos de rodillas ante el Eterno, nuestro creador.
Venid, prosternémonos y humillémonos, pongámonos de rodillas ante el Eterno, nuestro creador.
CAHETEL: He recibido de ti, Señor, infinitos dones.
Mis labios expresan con facilidad
el mundo que Tu has creado
y mis manos moldean en graciosas formas
Tu materia primordial.
Me has permitido triunfar, ¡oh CAHETEL!:
has situado alrededor de mi una cohorte de aduladores;
has puesto entre Tu y yo
vallas, cercos, jardines, tierras, propiedades,
obstáculos que me alejan de tu divina presencia.
Pero me has puesto también, Señor CAHETEL,
el ardor por superarlos.
Permite, Señor, que ese ardor sea lo más fuerte,
lo más intenso que haya en mi,
para que pueda, gracias a él,
saltar las vallas,
burlar los cercos,
arrancarme de la belleza de ¡os jardines y tierras,
vencer las adulaciones, los triunfos, la fama y correr hacia tu fuente de vida.
Libérame, Señor, de la vanidad,
y yo me liberaré de las servidumbres de la abundancia.
Mis labios expresan con facilidad
el mundo que Tu has creado
y mis manos moldean en graciosas formas
Tu materia primordial.
Me has permitido triunfar, ¡oh CAHETEL!:
has situado alrededor de mi una cohorte de aduladores;
has puesto entre Tu y yo
vallas, cercos, jardines, tierras, propiedades,
obstáculos que me alejan de tu divina presencia.
Pero me has puesto también, Señor CAHETEL,
el ardor por superarlos.
Permite, Señor, que ese ardor sea lo más fuerte,
lo más intenso que haya en mi,
para que pueda, gracias a él,
saltar las vallas,
burlar los cercos,
arrancarme de la belleza de ¡os jardines y tierras,
vencer las adulaciones, los triunfos, la fama y correr hacia tu fuente de vida.
Libérame, Señor, de la vanidad,
y yo me liberaré de las servidumbres de la abundancia.
CAHETEL exhorta:
Te he dado tierras y potestad sobre ellas.
Te he dado nobleza, prestigio, rango.
Te he dado poderes para expresarte y ser convincente.
¿Qué es lo que vas a darme a mi?
Es natural que espere mucho de ti,
al que mucho he dado.
De tu potestad, espero Mi justicia.
De tu fama, espero Mi renombre.
De tu locuacidad, espero testimonio de Mi obra.
He puesto en ti luz
para que puedas descubrirme y encontrarme,
para que no puedas decir que estabas rodeado de tinieblas.
Sé, peregrino, el paladín de mi Ley y de mi Justicia.
No te pido renuncias, ni siquiera humildad:
te pido que desde tu puesto de mando
seas el que con tu ejemplo
dignifique todas las cosas,
haciendo que lo bello sea ineludiblemente lo justo,
que lo útil no sea más que lo necesario,
y lo necesario estrictamente aquello
que ha de darte a ti y a tus hermanos
una más alta conciencia del universo.
Este es el trabajo que te he asignado.
Puedas tu ser, peregrino, un fiel cumplidor.
(Plegarias y Exhortos de los 72 Genios de la Cábala - KABALEB)
Te he dado nobleza, prestigio, rango.
Te he dado poderes para expresarte y ser convincente.
¿Qué es lo que vas a darme a mi?
Es natural que espere mucho de ti,
al que mucho he dado.
De tu potestad, espero Mi justicia.
De tu fama, espero Mi renombre.
De tu locuacidad, espero testimonio de Mi obra.
He puesto en ti luz
para que puedas descubrirme y encontrarme,
para que no puedas decir que estabas rodeado de tinieblas.
Sé, peregrino, el paladín de mi Ley y de mi Justicia.
No te pido renuncias, ni siquiera humildad:
te pido que desde tu puesto de mando
seas el que con tu ejemplo
dignifique todas las cosas,
haciendo que lo bello sea ineludiblemente lo justo,
que lo útil no sea más que lo necesario,
y lo necesario estrictamente aquello
que ha de darte a ti y a tus hermanos
una más alta conciencia del universo.
Este es el trabajo que te he asignado.
Puedas tu ser, peregrino, un fiel cumplidor.
(Plegarias y Exhortos de los 72 Genios de la Cábala - KABALEB)
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