jueves, 2 de mayo de 2024

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 123

LECCIÓN 123

Gracias Padre por los regalos que me has concedido.

1. Sintámonos agradecidos hoy. 2Hemos llegado a sendas más lle­vaderas y a caminos más despejados. 3Ya no nos asalta el pensa­miento de volver atrás, ni resistimos implacablemente a la verdad. 4Aún hay cierta vacilación, algunas objeciones menores y cierta indecisión, pero puedes sentirte agradecido por tus logros, los cuales son mucho más grandes de lo que te imaginas.


2. Dedicar ahora un día a sentirte agradecido te aportará el benefi­cio adicional de poder tener un atisbo de lo grande que ha sido tu progreso y de los regalos que has recibido. 2Alégrate hoy, con amoroso agradecimiento, de que tu Padre no te haya abandonado a tu suerte, ni de que te haya dejado solo vagando en las tinieblas. 3Agradece que te haya salvado del ser que creíste haber hecho para que ocupara Su lugar y el de Su creación. 4Dale gracias hoy.

3. Da gracias de que Él no te haya abandonado, y de que Su Amor ha de refulgir por siempre sobre ti, eternamente inmutable. 2Da gracias asimismo por tu inmutabilidad, pues el Hijo que Él ama es tan inmutable como Él Mismo. 3Agradece que se te haya salvado. 4Alégrate de tener una función que desempeñar en la salvación. 5Siéntete agradecido de que tu valía exceda con mucho los míse­ros regalos que le diste a quien Dios creó como Su Hijo y de que excede también los mezquinos juicios que emitiste en contra suya.

4. Elevaremos hoy nuestros corazones llenos de agradecimiento por encima de la desesperanza, y alzaremos nuestros ojos agra­decidos, que ya no mirarán al suelo. 2Hoy entonaremos el himno de gratitud, en honor al Ser que Dios ha dispuesto que sea nues­tra verdadera Identidad en Él. 3Hoy le sonreiremos a todo aquel que veamos y marcharemos con paso ligero según seguimos ade­lante a llevar a cabo nuestro cometido.

5. No caminamos solos. 2Y damos gracias de que a nuestra sole­dad haya venido un Amigo a traernos la Palabra salvadora de Dios. 3Gracias a ti por escucharlo. 4Su Palabra es muda si no se la oye. 5Al darle las gracias a Él se te dan a ti también. 6Un mensaje que no se haya oído no puede salvar al mundo, por muy poderosa que sea la Voz que lo comunique o por muy amoroso que sea el mensaje.

6. Gracias a ti que has oído, pues así te vuelves el mensajero que lleva la Voz de Él consigo y que la deja resonar por todo el mundo. 2Acepta hoy las gracias que Dios te da, al darle tú las gracias a Él. 3Pues Él quiere ofrecerte las gracias que tú le das, puesto que acepta tus regalos llenos de amorosa gratitud y te los devuelve multiplicados miles y cientos de miles de veces más. 4Él bendecirá tus regalos compartiéndolos contigo. 5Y así, el poder y fortaleza de éstos crecerán hasta llenar el mundo de gozo y gratitud.

7. Acepta las gracias que Él te da y dale las tuyas durante quince minutos en dos ocasiones hoy. 2Y comprenderás a Quién le das las gracias, y a Quién le da Él las gracias según tú se las das a Él. 3Esta santa media hora que le dediques te será devuelta a razón de años por cada segundo; y debido a las gracias que le das, tendrá el poder de brindarle la salvación al mundo miles y miles de años más pronto.

8. Acepta las gracias que Él te da, y comprenderás con cuánto amor te conserva en Su Mente, cuán profundo e infinito es el cuidado que te prodiga y cuán perfecta es Su gratitud hacia ti. 2Acuérdate de pensar en Él cada hora y de darle las gracias por todo lo que Él le ha dado a Su Hijo para que éste pueda elevarse por encima del mundo, y recordar a su Padre y a su Ser.

¿Qué me enseña esta lección? 

El mayor regalo que he recibido, es tener consciencia de quién soy verdaderamente. Por ello, doy gracias a Dios. 

Doy gracias, por haberme permitido ver que todos y cada uno de mis hermanos conforman el rostro de Dios. Estoy aprendiendo, cada día, a mirarlos de una forma diferente. Trato de trascender la imagen de su cuerpo, y, en su lugar, veo la luz de su ser espiritual, repleto de amor. En vez de ver su enemistad, su maldad, su odio, su ataque, veo su inocencia y su impecabilidad. 

Doy gracias a Dios, pues su Espíritu es la Fuerza que me aporta la certeza de que estoy contribuyendo al Plan de Salvación y que estoy cumpliendo con mi función, la de amar y perdonar. 

Doy gracias a Dios, pues me permite poner en Sus manos todos los asuntos que me mantienen ocupados y faltos de paz. 

Doy gracias a Dios, pues Él me acompaña y me guía. 

Doy gracias a Dios, porque me ha permitido ver la realidad; porque me ha permitido ver que nunca he sido expulsado del Paraíso, dispuesto por Él, para que gocemos de su Dicha y de su Paz.


Ejemplo-Guía: "Es de bien nacidos, ser agradecidos"

Comparto un artículo que he encontrado en la red, escrito por Susana Terrones, en la web udep.edu.pe/castellano actual. Me ha gustado, porque nos ofrece una amplia descripción de los términos gracias, agradecido y gratitud. 

La palabra gracias proviene del latín singular gratia (‘gracia’), que originariamente hacía referencia a la ‘honra y alabanza que se tributaba a otro’. En la actualidad, el DRAE (2001) la registra con el significado de ‘cualidad o conjunto de cualidades que hacen agradable a la persona o cosa que las tiene’ y ‘don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita’. En este sentido, gracia adquiere otras acepciones como las de atractivo, afabilidad y buen modo en el trato con las personas: “Tiene gracia”; perdón o indulto: “Le concedieron la gracia del indulto”; habilidad y soltura: “Baila con mucha gracia”; capacidad de alguien o de algo para hacer reír: “Es una mujer con mucha gracia”; proeza, hazaña, mérito: “La gracia de esa madre fue la de salvar a su hijo”. En plural se usa como expresión de agradecimiento: “Gracias”, “Muchas gracias”, “Mil gracias”, “Un millón de gracias”.

Gracia también se entiende como el favor sobrenatural y gratuito que Dios concede al hombre para ponerlo en el camino de la salvación: “Hemos de procurar estar en gracia de Dios”, y se suele usar como nombre de pila: “Gracia lee el diario solo los domingos”. Por otro lado, se emplea para formar sintagmas del tipo: “año de gracia”, “estado de gracia”, “golpe de gracia”, “tiro de gracia”, “acción de gracias”, “hacimiento de gracias”, o locuciones verbales como “hacer o tener gracia” (‘divertir, entretener, recrear’), “caer en gracia o tener gracia” (‘ser ameno, gracioso o chistoso’), o las expresiones irónicas: “¡Qué gracia!”, “¡No me hace ninguna gracia!”, para rechazar la pretensión de alguien o para manifestar fastidio o disgusto. 

Gracias, con el significado de ‘agradecer’, proviene a su vez de la frase latina gratias agere (‘dar gracias’) y guarda relación con el adjetivo latino gratus (‘agradable, agradecido’). Se dice que gratiay gratus presentan la misma raíz indoeuropea que genera en latín el préstamo literario Charites o Cárites para referirse a las Gracias de la mitología griega, que eran las diosas del encanto, la belleza, la naturaleza, la creatividad humana y la fertilidad: Aglaya (‘Belleza’), Eufrósine (‘Júbilo’) y Talía (‘Festividades’). 

Con el sentido de ‘dar gracias’ se han creado otras palabras como gratitud (‘sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera’), graciable (‘inclinado a hacer gracias, y afable en el trato’), gratificar (‘recompensar o galardonar con una gratificación o dar gusto, complacer’), gratificación (‘recompensa o remuneración fija que se concede por el desempeño de un servicio o cargo, la cual es compatible con un sueldo del Estado’), congratular (‘manifestar alegría y satisfacción a la persona a quien ha acaecido un suceso feliz’), etc. En ocasiones, aparece en diálogos: “–¿Cuánto te debo? –Las gracias”. 

No dejemos, pues, de tener este gesto de cortesía con los demás. Sepamos aprovechar las ocasiones para dar las gracias, ya que como dice Jaime Septién: “el agradecimiento es uno de los dones de la verdadera nobleza de corazón y funda una estética: la belleza de una comunicación que antepone al otro al interés meramente personal”. 

Un Curso de Milagros utiliza en muchas ocasiones los términos gratitud, gracias y agradecido y lo hace convirtiéndose en una guía que favorece el reencuentro con nuestra verdadera identidad. Por ejemplo: 

"Si le estás agradecido a tu hermano, le estarás agradecido a Dios por lo que El creó. Mediante tu gratitud podrás llegar a conocer a tu hermano, y un momento de verdadero reconocimiento convierte a todo el mundo en tu hermano porque cada uno de ellos es Hijo de tu Padre" (T-4.VI.7:4-5).

"Yo no necesito gratitud, pero tú necesitas desarrollar tu mer­mada capacidad de estar agradecido, o no podrás apreciar a Dios. Él no necesita que lo aprecies, pero tú sí. No se puede amar lo que no se aprecia, pues el miedo hace que sea imposible apreciar nada. Cuando tienes miedo de lo que eres no lo apre­cias, y, por lo tanto, lo rechazas. Como resultado de ello, enseñas rechazo" (T-6.I.17:1-5). 

"La única reacción apropiada hacia un hermano es apreciarlo. Debes estarle agradecido tanto por sus pensamientos de amor como por sus peticiones de ayuda, pues ambas cosas, si las perci­bes correctamente, son capaces de traer amor a tu conciencia” (T-12.I.6:1-2).

"Y Dios se siente feliz y agradecido cuando le das las gracias a Su perfecto Hijo por razón de lo que es. Y todo Su agradecimiento y felicidad refulgen sobre ti que haces que Su alegría sea total, junto con Él. Y así, tu alegría se vuelve total. Aquellos cuya voluntad es que la felicidad del Padre sea total, y la suya junto con la de Él, no pueden ver ni un solo rayo de oscuridad. Dios Mismo ofrece Su gratitud libre­mente a todo aquel que comparte Su propósito. Su Voluntad no es estar solo. Ni la tuya tampoco" (T-25.II.9:7-13).

"Es de bien nacidos, ser agradecidos". He querido utilizar este refrán popular como ejemplo para presentar el debate de la gratitud, del agradecimiento y concluir el profundo significado que encierra dicha actitud. Para mí, se trata de una manifestación de nuestra verdadera identidad espiritual, de nuestra condición amorosa.

Para entender el concepto de ser "bien nacido" hay que recordar que el concepto de honor entronca con el de familia, siendo heredable el buen concepto que de una persona se tenga.

Si esta visión, con claros argumentos procedente del ego, la planteamos en términos espirituales, el término "bien nacido" y "agradecido" encuentra su sentido más profundo en el linaje espiritual del cual procedemos. Nuestra verdadera familia, es la Filiación, la cual tiene un sólo origen, la Fuente de donde hemos emanado: Dios.


Reflexión: ¿Has oído la Voz del Espíritu Santo? ¿Qué sensación te ha producido?

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