viernes, 16 de abril de 2021

Astrología Cabalística: "Las Casas Terrestre - Casa II"


Si a través de la Casa X, hemos trabajado pacientemente para dejar testimonio práctico de nuestros valores, si hemos movilizado nuestra voluntad con el propósito de construir una sociedad cuyos edificios cuenten con pilares sólidos, será por el canal II, por donde recibiremos en forma de abundancia, la recompensa merecida a nuestros esfuerzos. Es por ello, que la astrología convencional nos enseña, que la Casa II, es el sector de las riquezas.


En nuestros días, cuando los intereses en su mayoría son de orden práctico, cuando se nos transmite una cultura de adquisición, haciendo de ello una experiencia vital para el hombre, llevándole a obtener el mejor provecho material de las cualidades espirituales, es lógico pensar, que de nuestras acciones "constructoras" queramos recibir el salario correspondiente. Cuando esto es así, debemos esperar que en efecto, por la Casa II, recojamos dinero o bienes materiales. Sin embargo, si a través de la X, nuestro trabajo ha consistido en una labor de Fuego, en la cual nos hemos preocupado más por la incentivación de orden espiritual; o una labor de Agua, donde nuestro propósito ha ido encaminado a sensibilizar a nuestros compañeros de ruta, o tal vez una labor de Aire, llevándonos a organizar el mundo con nuestros pensamientos, entonces, la riqueza que aparecerá en la II, será de tipo moral, de tipo emocional, o de tipo intelectual.

Si bien esto es cierto, no podemos olvidar, que no es menos verdad, que también pretendemos sacar beneficio de nuestra moralidad, de nuestra sensibilidad y de nuestras ideas. Esto es así, pero no está de más conocer, que en realidad esa riqueza es fruto del dominio del Elemento.

La Casa II, está bajo la regencia cabalística de Hochmah y Hesed. El primero otorga la Gracia Divina en forma de riqueza y de amor, mientras que el segundo, nos indica, dónde se manifestará esa abundancia. Hesed es la "tierra paradisiaca" donde el hombre gozó de la unidad integral. Es lícito pues, que en Tauro-Casa II, viviremos internamente ese encuentro de placer. Lo que ocurre, es que en la realidad, ese estado de plenitud viene acompañado de riqueza material, lo que dispone al hombre para adquirir una actitud de goce que le mantiene atado y prisionero de ese sentimiento que le aporta seguridad en el plano material.


Con la Casa II, entramos en la recta final de las experiencias humanas, y sin embargo, esa parcela, se convertirá en uno de los tramos más difíciles de superar por el alma, y la razón de ello, debemos buscarla en el apego y el sentimiento de posesividad.

Esta Casa de riqueza, exige de nosotros que no nos estanquemos en aquello que nos sentimos poseedores. Debemos sacar hacia afuera ese material que está indicado en este canal, pues así estaremos contribuyendo en hacer más rica y bella la vida de los demás. Toda dinámica contraria a este trabajo de dar con generosidad, producirá una obstrucción en nuestro organismo físico, que bajará nuestras defensas y propiciará el asentamiento de la enfermedad.

Los buenos aspectos a esta Casa, nos advierten de la facilidad que encontraremos para ver recompensado nuestros trabajos.

Los malos aspectos, por el contrario, marcarán la ruta que nos indicará, no tan sólo las dificultades que vamos a tener para adquirir bienes materiales, sino también el uso que damos a éstos, cuando somos poseedores.


Sintetizando lo referido, obtendremos la siguiente síntesis:
  • Dinero, fortuna financiera.
  • Lo que se adquiere por esfuerzo individual y el uso que se hará de ello.
  • La posesión y la propiedad. Deseos de poseer cosas.
  • "Yo tengo". Conciencia de la persona con respecto al dinero y las posesiones.
  • Deseos ó insatisfacción que motivan a actuar.
  • Se es consciente de lo que se quiere. Consciente personal.
  • Salud. Bienes. Ganancias o pérdidas.
  • Substancia vital que el "yo" ha de utilizar.
  • Substancia química del cuerpo. El alimento. Metabolismo.
  • Seguridad material. Deseo de controlar cosas y personas.
  • Herencia. Deudas personales.
  • Anatomía: Cuello, garganta.

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