martes, 7 de enero de 2025

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 7

LECCIÓN 7

Sólo veo el pasado.

1. Esta idea resulta muy difícil de creer al principio. 2Sin embargo, es la razón fundamental de todas las anteriores.

3Es la razón por la que nada de lo que ves significa nada.
4Es la razón por la que le has dado a todo lo que ves todo el significado que tiene para ti.
5Es la razón por la que no entiendes nada de lo que ves.
6Es la razón por la que tus pensamientos no significan nada y por lo que son como las cosas que ves.
7Es la razón por la que nunca estás disgustado por la razón que crees.
8Es la razón por la que estás disgustado porque ves algo que no está ahí.

2. Cambiar las viejas ideas que se tienen acerca del tiempo es muy difícil porque todo lo que crees está arraigado en el tiempo, y depende de que no aprendas estas nuevas ideas acerca de él. 2Sin embargo, ésa es precisamente la razón por la que necesitas nuevas ideas acerca del tiempo. 3Esta primera idea acerca del tiempo no es realmente tan extraña como pueda parecer en un principio.

3. Observa una taza, por ejemplo. 2¿Estás realmente viendo la taza, o simplemente revisando tus experiencias previas de haber levantado una taza, de haber tenido sed, de haber bebido de ella, de haber sentido su borde rozar tus labios, de haber desayunado, y así sucesivamente? 3¿Y no están acaso tus reacciones estéticas con respecto a la taza basadas asimismo en experiencias pasadas? 4¿De qué otra manera sino sabrías que esa clase de taza se rompe si la dejas caer? 5¿Qué sabes acerca de esa taza sino lo que apren­diste en el pasado? 6No tendrías idea de lo que es si no fuera por ese aprendizaje previo. 7¿Estás, entonces, viéndola realmente?

4. Mira a tu alrededor. 2Esto se aplica igualmente a cualquier cosa que veas. 3Reconoce esto al aplicar la idea de hoy indistintamente a cualquier cosa que te llame la atención. 4Por ejemplo:

5Sólo veo el pasado en este lápiz.
6Sólo veo el pasado en este zapato.
7Sólo veo el pasado en esta mano.
8Sólo veo el pasado en ese cuerpo.
9Sólo veo el pasado en esa cara.

5. No te detengas en ninguna cosa en particular, pero recuerda no omitir nada específicamente. 2Mira brevemente cada objeto, y luego pasa al siguiente. 3Tres o cuatro sesiones de práctica, cada una de un minuto más o menos de duración, bastarán.


¿Qué me enseña esta lección?

Esta lección me suscita una pregunta que considero procedente. ¿Cuándo sería la primera vez que nombramos las cosas, que determinamos un valor a algo, que decidimos que tal cosa es buena o mala?, y lo más importante, ¿por qué decidimos darle ese valor o significado?

Verdaderamente, el ego percibe un permanente error de sí mismo, pues piensa que es lo que recuerda de él. Para el ego, la vida comienza con el nacimiento y termina con la muerte. Sin embargo, esta visión está basada en criterios de temporalidad y, si es así, está sujeta al cambio, y todo lo que es variable no es real. Lo real no está sujeto al cambio.


La respuesta que nos ofrece el ego ante cualquier circunstancia es una respuesta acuñada bajo el acúmulo de las experiencias recordadas. Sin embargo, eso nos mantiene presa del error, pues nos limita la capacidad de dar una respuesta original fruto de la capacidad creadora de la que somos portadores. Desde este punto de vista, cuando transcendemos la personalidad egoica y nos abrimos a la realidad de lo que realmente somos, un Ser Espiritual, estamos en condiciones de afrontar la vida con una consciencia del eterno presente. Dicho de otra manera, vivir en el presente nos ofrece continuamente la oportunidad de dar una respuesta nueva, diferente y liberadora. Hacer consciente el presente nos hace co-creadores de una realidad cuyo tinte estará acorde con la energía que hemos decidido activar.

Ante cualquier situación de nuestra vida, es importante respirar profundamente y hacernos conscientes de ese estado presente, que nos invita a utilizar con certeza el potencial creador del que somos portadores. Yo decido en cada momento presente a quién servirá mi mente, al Ser o al ego.

Las Enseñanzas Místicas nos revelan que el alma humana se encuentra en un proceso de crecimiento espiritual, llamado “evolución” y, en la actualidad, está experimentando las lecciones que le ofrece el Plano Físico con la intención de tomar conciencia de los “atributos” divinos con los que cuenta. La humanidad, en términos místicos, la “Oleada de Vida Humana”, está llamada a Ser Dioses Creadores. En la fase de crecimiento actual, utiliza el mundo material para espiritualizar sus vehículos: el Cuerpo Mental, el Cuerpo Emocional y el Cuerpo Etérico. Se encuentra matriculado en la “escuela de la vida” y requiere llevar varios cursos para alcanzar la meta trazada. Cada uno de esos cursos puede ser superado eficientemente o, por el contrario, se deberá repetir para alcanzar el nivel necesario. La rueda de encarnaciones permite volver una y otra vez, con la intención de ir avanzando y evolucionando.

En ese proceso de crecimiento, el alma cuenta con la colaboración de Entidades Espirituales que le ayudan a la hora de elegir las asignaturas que le quedan por integrar. De este modo, los llamados “Ángeles Archiveros” ponen a elección del alma el contenido de esas asignaturas. Podemos decir que ese alma toma la decisión de cuáles serán las experiencias que ha de vivir para favorecer su aprendizaje.

Esta elección queda impresa en el alma y nace con ella al producirse el nuevo nacimiento físico. Formará parte de su genoma espiritual. Esta es la razón por la que es recomendable mantener una consciencia espiritual de la vida, pues en la medida en que seamos capaces de conectar conscientemente con la voz de nuestro Ser Espiritual, conseguiremos oír su mensaje y dirigir nuestros pasos por las sendas que debemos recorrer.

Cada nueva encarnación se nos presenta como la oportunidad de superar toda época pasada. Si en nuestro presente nos encontramos ante una situación delicada, podemos saber que dicha situación responde a una actuación pasada, donde pusimos en circulación una energía erróneamente. Tenemos dos opciones: afligirnos y lamentarnos como víctimas de lo que nos está ocurriendo y culpar a la vida de todo; sufrimos y sentimos ira; nos castigamos y castigamos a los demás, o, por el contrario, nos preguntamos para qué estoy viviendo esta experiencia; dónde está la causa que da origen a la misma, pues sabemos que si conocemos dicha causa y la podemos cambiar, estaremos creando un nuevo presente donde la situación que viviremos será más grata y armoniosa.

Somos libres para elegir, ¿por qué elegir sufrir?

Todas las Escuelas Iniciáticas que enseñan estas verdades forman parte del "sueño". En verdad, sus mensajes tratan de revelarnos que somos los "soñadores del sueño". Ya lo hemos adelantado en otra ocasión: Un Curso de Milagros también forma parte del sueño, pero nos ayuda a conocer lo que es real y lo que no lo es.


Las lecciones que tratan sobre la evolución y la involución son lecciones orientadas a la mente que se encuentra identificada con la separación, con la dualidad. En verdad, el Hijo de Dios, como única Creación de Dios, es Perfecto, Inocente, Impecable y Pleno. Lo que ocurre es que nos encontramos identificados con las falsas creencias fruto del pensamiento del ego, que nos lleva una y otra vez a proyectar una realidad ilusoria donde la vía de aprendizaje es el mundo de la percepción.

Ejemplo-Guía: "El comportamiento de nuestro hijo nos desespera"

Retomo el primero de los ejemplos con los que estamos "practicando" a lo largo de las lecciones, para aplicar las enseñanzas de este importantísimo ejercicio.

En las reflexiones precedentes hemos visto cómo el pasado se convierte en la visión que condiciona nuestras interpretaciones y, como consecuencia de ello, nuestro comportamiento.

A pesar de que el concepto pasado y el concepto tiempo, en general, no son reales, son una creación de la mente cuando se encuentra al servicio del ego, dentro de la ilusión, donde damos credibilidad al tiempo. Podemos hablar de un pasado reciente o consciente y de un pasado ancestral o inconsciente (para la mayoría de los humanos). El primero de ellos, nos condiciona en lo relativo al aprendizaje adquirido desde nuestro nacimiento hasta el momento actual. En cambio, el pasado ancestral hace referencia al aprendizaje adquirido en vidas anteriores.

Hago esta diferenciación ilusoria, pues me gustaría plantear una primera pregunta que considero importante: ¿Quién es nuestro hijo? ¿Quién es nuestro padre/madre? 

Una respuesta al ejemplo-guía que estamos analizando desde el punto de vista del pasado reciente tal vez no nos ofrezca datos tan evidentes para poder comprender el para qué vivimos las vivencias con nuestro hijo que estamos experimentando.

Tal vez en nuestro pasado reciente, hayamos recibido una educación desde pequeños, que nos ha enseñado a tener un tipo de creencia con respecto a los temas que se interpretan como conflictivos en nuestra relación actual con nuestro hijo. Tal vez mi padre era muy estricto y selectivo y ahora yo sea un padre con esas mismas condiciones, lo que se convierte en una fuente de conflicto en mi actual relación con mi hijo.

Pero siendo así, podríamos seguir preguntándonos: ¿Y para qué he tenido yo que encontrarme en mi infancia un padre con esas características, hasta el punto de que me ha condicionado en la edad adulta?

Si abordamos el escenario del pasado ancestral, y pudiésemos recibir una lectura de los encuentros mantenidos con nuestro actual hijo en otras vidas, tal vez esa información nos permitiría conocer el para qué de la experiencia actual. Tal vez, vuestra relación entonces no alcanzó el nivel de armonía deseado y os encontráis, de nuevo, con el propósito de daros una nueva oportunidad.

Aquí nos paramos, pues esto que estamos diciendo forma parte de las enseñanzas del ego, pues si nos damos cuenta estamos diciendo que aprendemos dependiendo del factor tiempo, y no podemos olvidar que el tiempo es una ilusión y lo utilizaremos mientras decidamos seguir necesitándolo.

Lo importante de este mensaje es darnos cuenta de que la vida, a cada presente y solo en el presente, que es eterno, nos ofrece la oportunidad de corregir nuestros errores. Hemos podido tomar consciencia de que la relación con nuestro hijo es una deuda pendiente. Pero eso no nos ayudará a vivir íntegramente la experiencia de relación. Para lograr ese objetivo, en verdad el más importante, debemos colapsar el tiempo, hacerlo presente continuo y perdonar nuestro pasado; dicho en términos del Curso, debemos convertirnos, de forma natural, en hacedores de milagros. Así queda citado en el Texto del Curso:
“El milagro no hace nada. 2Lo único que hace es deshacer. 3Y de este modo, cancela la interferencia a lo que se ha hecho. 4No añade nada, sino que simplemente elimina. 5lo que elimina hace mucho que desapareció, pero puesto que se conserva en la memo­ria, sus efectos parecen estar teniendo lugar ahora. 6Hace mucho que este mundo desapareció. 7Los pensamientos que lo origina­ron ya no se encuentran en la mente que los concibió y los amó por un breve lapso de tiempo. 8El milagro no hace sino mostrar que el pasado ya pasó, y que lo que realmente ya pasó no puede tener efectos. 9Recordar la causa de algo tan sólo puede dar lugar a ilusiones de su presencia, pero no puede producir efectos”. (T-28.1:1-9)

Reflexión: Si lo que percibo es interpretado como un recuerdo del pasado, como algo aprendido y que nos condiciona, ¿qué te impide darle un significado diferente?

Capítulo 17. IV. Los dos cuadros (3ª parte).

IV. Los dos cuadros (3ª parte).

8. La relación especial te ofrece el marco más imponente y falaz de todas las defensas de las que el ego se vale. 2Su sistema de pensamiento se ofrece aquí, rodeado por un marco tan recargado y elaborado, que el cuadro casi desaparece debido a la imponente estructura del marco. 3En el marco van entretejidas toda suerte de fantasías de amor quiméricas y fragmentadas, engarzadas con sueños de sacrificio y vanagloria, y entrelazadas con hilos dora­dos de auto-destrucción. 4El brillo de la sangre resplandece como si de rubíes se tratase, y las lágrimas van talladas cual diamantes que refulgen tenuemente a la luz mortecina en que se hace el ofrecimiento.

Una descripción magnífica la que nos aporta este punto, para describir los amargos efectos que acompaña a la relación especial en nombre de mantener un encuentro de amor. Ya hemos tenido ocasión de desnudar el demente objetivo del ego y descubrir que, detrás de ese deseado encuentro con el amor, se oculta el deseo demente de la venganza. 

Amores quiméricos y fragmentados; culpas que nos llevan a elegir el sacrificio; victorias que nos vanaglorian; combates que nos autodestruyen y todo ello, regado de un mar de lágrimas en nombre del sufrimiento y del dolor.

9. Examina el cuadro. 2No dejes que el marco te distraiga. 3Este cuadro se te ofrece para que te condenes, y si lo aceptas creerás estar condenado. 4No puedes conservar el marco sin el cuadro. 5Lo que valoras es el marco, pues en él no ves conflicto. 6No obs­tante, el marco no es más que la envoltura del regalo de conflicto. 7El marco no es el regalo. 8No te dejes engañar por los aspectos más superficiales de este sistema de pensamiento, pues en ellos se encierra todo el sistema en sí, sin excluir ningún aspecto. 9En este regalo rutilante habita la muerte. 10No permitas que tu mirada se pose en los destellos hipnóticos del marco. 11Mira el cuadro y date cuenta de que lo que te ofrece es la muerte.

El ego nos seduce para vendernos el cuadro y, para ello, pone más énfasis en adornar el marco que en revelar sus propias intenciones, esto es, en mostrarnos el contenido del cuadro. El ego nos hablará de amor, pero lo que nos está ofreciendo será que renuncies a tu libertad y que se la ofrezcas a él. Ese es el precio a pagar para ganarte su amor. Pero si ese es el precio, lo que está ofreciendo no es amor verdadero, sino amor condicionado, lo que significa que, aunque renunciemos a nuestra libertad y nos entreguemos en cuerpo y alma al ego, este no podrá satisfacernos con el amor, sino que nos ofrecerá su sucedáneo, el miedo.

10. Por eso es por lo que el instante santo es tan importante para la defensa de la verdad. 2La verdad en sí no necesita defensa, mas tú necesitas ser defendido contra tu aceptación del regalo de muerte. 3Cuando tú, que eres la verdad, aceptas una idea tan peligrosa para la verdad, la amenazas con su destrucción. 4Y ahora se te tiene que defender, para poder así conservar intacta la verdad. 5El poder del Cielo, el Amor de Dios, las lágrimas de Cristo y la ale­gría de Su espíritu eterno son convocados para defenderte de tu propio ataque. 6Pues tú los atacas al ser parte de Ellos, y Ellos tienen que salvarte, pues se aman a Sí Mismos.

Entrega tu relación especial al Espíritu Santo, para que te libere del pasado de donde procede el recuerdo amargo del desamor. La Expiación corregirá nuestra percepción y ello nos permitirá ver al otro desde la unidad y no desde la separación. El tiempo de aprendizaje se acortará y el instante santo nos mostrará el momento en el que decidimos ver la verdad de lo que somos y poner fin a la ilusión.

11. El instante santo es una miniatura del Cielo, que se te envía desde el Cielo. 2Es también un cuadro, montado en un marco. 3Mas si aceptas éste regalo no verás el marco en absoluto, ya que el regalo sólo puede ser aceptado cuando estás dispuesto a poner toda tu atención en el cuadro. 4El instante santo es una miniatura de la eternidad. 5Es un cuadro de intemporalidad, montado en un marco de tiempo. 6Si te concentras en el cuadro, te darás cuenta de que era únicamente el marco lo que te hacía pensar que era un cuadro. 7Sin el marco, el cuadro se ve como lo que representa. 8Pues de la misma manera en que todo el sistema de pensamiento del ego radica en sus regalos, del mismo modo el Cielo en su totalidad radica en este instante, que se tomó prestado de la eter­nidad y se montó en el tiempo para ti.

¡Espectacular! Cuánta belleza contiene este punto. Recogiendo de nuevo, Jesús, la metáfora del marco y del cuadro, ahora nos presenta una nueva visión donde nos enseña dónde debemos mirar cuando busquemos la verdad, es decir, no debemos mirar el marco, sino el contenido, esto es, el cuadro. Ese es el verdadero regalo que debemos aceptar en nombre de la verdad, y para poder recibir ese regalo, debemos obviar el valor del marco, pues tan solo nos muestra lo superficial, lo que provoca nuestra distracción.

El instante santo es una miniatura del Cielo, una muestra que se nos envía desde el Cielo, desde nuestro verdadero Hogar. 

El instante santo es una miniatura de la eternidad, una muestra de intemporalidad, montada en un marco de tiempo, donde el tiempo es lo superficial.

lunes, 6 de enero de 2025

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 6

LECCIÓN 6

Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí.

1. Los ejercicios que se han de llevar acabo con esta idea son muy similares a los anteriores. 2Es necesario, una vez más, que para cualquier aplicación de la idea de hoy nombres muy concreta­mente la forma de disgusto de que se trate (ira, miedo, preocupa­ción, depresión, etc.), así como lo que percibes como su causa. 3Por ejemplo:

4Estoy enfadado con ______ porque veo algo que no está ahí.
5Estoy preocupado acerca de _____ porque veo algo que no está ahí.

2. Conviene aplicar la idea de hoy a cualquier cosa que parezca disgustarte, y puede usarse provechosamente durante el trans­curso del día con ese propósito. 2No obstante, las tres o cuatro sesiones de práctica que hoy se requieren deben ir precedidas, como en días pasados, por un minuto más o menos de búsqueda mental, seguido de una aplicación de la idea a cada pensamiento de disgusto descubierto en dicha búsqueda.

3. Una vez más, si te resistes a aplicar la idea a algunos de los pensamientos que te causan disgusto más que a otros, recuerda las dos advertencias mencionadas en la lección anterior:

2No hay disgustos pequeños. 3Todos perturban mi paz men­tal por igual.
4Y:
5No puedo conservar esta forma de disgusto y al mismo tiempo desprenderme de las demás. 6Para los efectos de estos ejercicios, pues, las consideraré a todas como si fuesen iguales.


¿Qué me enseña esta lección?

Puede resultarnos difícil aplicar esta lección, pues podemos pensar que cuando respondemos con una emoción ante una situación, tenemos motivos para ello. Por ejemplo, vivimos un desamor. En ese momento, podemos sentirnos muy apenados, y ese sentimiento puede acompañarnos durante mucho tiempo.

Dos aspectos importantes. Por un lado, el juicio, la interpretación que hacemos de la acción percibida, está basada en el error, pues vivimos la experiencia como si fuéramos víctimas, que nada tenemos que ver con el efecto recibido. Nuestro ego interpreta que la culpa está en el otro, olvidando que ese otro es su propio espejo, su mejor maestro.

Por otro lado, quedarnos con la emoción negativa nos mantiene prisioneros del pasado, es decir, nuestras percepciones están condicionadas por los recuerdos que hemos vivido y nuestras respuestas responden a la calidad de la experiencia vivida.

Esta lección nos abre una puerta que, si tenemos el valor de cruzarla, nos aportará una gran confianza, un poder transmutador; me estoy refiriendo al eterno presente. Vivir en el presente nos ofrece la oportunidad de renovarnos permanentemente. Podemos perdonar a cada presente. Es un soplo de aire puro y vitalizador. Nos permite crecer cuando nosotros tomamos consciencia de que tenemos la capacidad de elegir, o lo que es lo mismo, nos convierte en verdaderos creadores de nuestra vida.

Todos tenemos esa cualidad. El poder de decisión hará que en el futuro, que no es más que el próximo presente, cosechemos lo que ahora sembramos. Si quiero ser feliz y tener paz interior, ¿a qué esperamos?, ¿a que cambien las cosas exteriormente? Hagámoslo realidad ahora y nos acompañará por siempre.

  
El enfoque Cabalístico:


Todo proceso creador se inicia con la activación de Kether-Voluntad. Este Centro de conciencia, conjuntamente con Hochmah-Sabiduría y Binah-Inteligencia Activa, forman lo que se conoce como “Triángulo Superior”, correspondiéndose su actividad con el Plano Emanativo, donde se expresa la Mente en estado puro. Dicha “triada” representa al Yo Espiritual y, a nivel de Elemento, está en analogía con el Fuego.


La emanación de una idea a ese nivel es abstracta; es un impulso que, al igual que la semilla, requiere ser acogido por una tierra fértil para que tenga garantía de arraigarse y crecer. Esa “tierra” está representada cabalísticamente por Hesed-Gracia, Gueburah-Justicia y Tiphereth-Equilibrio. Esta “triada” desarrolla su actividad en el Plano de Creación, donde el potencial activo principal son los sentimientos y las emociones. Estamos hablando del Yo Emocional y, a nivel de Elemento, está en analogía con el Agua. En este plano, el impulso de la idea es captado por las emociones y se produce un primer filtro en los términos, atracción o repulsión. 

El tercer Plano, es el de Formación y en él desarrollan sus trabajos Netzah-Belleza; Hod-Razón y Yesod-Fundamento. Cuando la idea alcanza este nivel, ha dejado de ser un impulso y ahora goza de una primera imagen, activando los órganos de percepción: siento atracción por ella y la considero bella y hermosa o, por el contrario, su imagen me lleva a ejercer un juicio, una crítica para determinar su valor. En este plano, la criatura se encuentra formada y lista para salir a alcanzar el nivel exterior. Podemos decir que es la antesala de la realidad, del presente. Es el Plano del pensamiento humano, de las creencias.

Tan sólo nos queda abordar el último Plano, el Físico. En dicho nivel encontramos a Malkuth, el representante de los ropajes materiales. Cuando la semilla alcanza esta fase, podemos decir que se encuentra en su máxima maduración. Se corresponde con la etapa de los frutos.

La energía se puede manifestar en forma ondulatoria o en partículas corpusculares. Cuando lo hace en ondas, estamos hablando de los Cuerpos Espirituales (Cuerpo Mental, Emocional y Etérico); cuando lo hace corpuscularmente, estamos hablando del Cuerpo Material (Cuerpo Físico).

Si alcanzado el nivel Malkuth, lo emanado en Kether se convierte en una experiencia presente y manifestada, podemos decir que lo que vivimos es consecuencia de lo que hemos emanado mentalmente. De la calidad de la idea emanada así dependerá la calidad del resultado obtenido. Por lo general, no somos conscientes de lo que ocurre con la energía cuando se manifiesta en su estado ondulatorio, es decir, cuando se encuentra en los Planos Emanativos, de Creación y Etéricos. Habitualmente nos hacemos conscientes cuando esa energía se hace corpuscular y alcanza una identidad física.

Pero es evidente que la causa no la podemos encontrar en esa fase última, sino que tendremos que remontarnos al inicio. Esa fase de inicio, cuando se manifestó, tuvo lugar en un presente, el cual daba vida a un potencial futuro. Cuando abordamos los trabajos de la segunda y tercera fase, la emocional y la racional, podemos decir que ese potencial futuro ya se ha convertido en pasado, pues está condicionado por la idea original.

Esta reflexión está muy en sintonía con la teoría del desdoblamiento del tiempo, cuyo descubridor y defensor es Jean-Pierre Garnier Malet. Os dejo un resumen de su teoría, que estoy seguro os gustará y cuya práctica os puede aportar muchos beneficios:

En dicha teoría, el autor afirma que todo tiene su "doble". Esto ha sido avalado, por ejemplo, en el sistema solar y al nivel de las partículas. En el universo todas las partículas están desdobladas; todas las estrellas, todas las galaxias tienen su doble, y como nosotros somos un conjunto de partículas, entonces surge la pregunta: ¿dónde están las partículas desdobladas? Si yo soy un saco de partículas, en una piel física, ¿dónde están las partículas desdobladas de mi saco? Estas partículas desdobladas son una extensión de la persona basada en esta regla universal.

Somos seres multidimensionales, y según la teoría del desdoblamiento del tiempo, nuestros "yoes" habitan en diferentes dimensiones, pero no son conscientes [de lo que hacen] los unos de los otros, pues las diferencias de vibración de cada dimensión hacen que sea imposible verse. Uno de nuestros yoes que vive en un futuro va a una velocidad mucho más rápida que la que experimentamos nosotros en esta dimensión (la llamada tercera dimensión). Por otro lado, nuestro yo del pasado vive en una dimensión más lenta que en la que habitamos nosotros en nuestro presente.

Según esta interesante teoría, demostrada científicamente (así que no es un asunto de fe, sino de informarse de lo que ya ha sido comprobado y demostrado), cada vez que tenemos un pensamiento sobre algo que puede ocurrir, estamos creando un posible potencial futuro. Todo eso no se pierde, no se queda sólo en nuestra cabeza, sino que está "vivo" en algún lugar. Se crea un infinito mundo de posibilidades. Según la teoría del desdoblamiento del tiempo, nuestro yo futuro es capaz de conocer esas posibilidades. De hecho, hay muchos yoes que las están viviendo, pues en cada distinta dimensión estamos experimentando una realidad diferente o alternativa, fruto de los pensamientos que hemos tenido. Todo esto quedó demostrado hace mucho tiempo por la física cuántica, la cual afirma que nuestros pensamientos influyen en la realidad, y el "observador" altera lo observado. Existe en YouTube un vídeo muy conocido llamado "Dr. Quantum - Experimento Doble Ranura" que demuestra la función del observador en lo experimentado.

Jean-Pierre Garnier afirma que tenemos un yo corpuscular (hecho de carne, este que podemos ver, tocar, sentir con nuestras facultades físicas) y otro energético. Todas las partículas en el universo tienen su aspecto en forma de materia y en forma de "onda" o energía, y esto último puede materializarse en cualquier forma física. Y no olvidemos que nosotros estamos hechos de partículas.

Nuestros pensamientos se transportan por ondas que no tienen masa, son energía. Aquel que está desdoblado (nuestro yo "energético") va a fabricar el futuro de aquel que está en un tiempo ralentizado (nuestro yo presente). Pero el observador que se encuentra en un tiempo acelerado, el observador número 2 (el futuro), también puede desdoblarse en un tiempo todavía más acelerado, y ese nuevo observador número 3 va a crear el futuro del número 2. Sin embargo, el observador número 1 (en el tiempo presente) puede tener respuestas a preguntas que nunca se han realizado, pues tiene intercambio de información mediante aperturas temporales imperceptibles con el observador número 3; esto puede avalar las famosas intuiciones, donde sabes qué responderle a alguien que aún no te ha formulado la pregunta. Todo esto quiere decir que, mediante nuestros pensamientos, nos desdoblamos a posibles futuros. El "yo" desdoblado, que se mueve a una velocidad muchísimo mayor, puede a su vez desdoblarse en otras múltiples opciones de futuro. Y tú, el observador número 1 en tu presente, estás en comunicación con todos tus yoes desdoblados, cada cual viviendo una de las infinitas posibilidades de futuro, y hay un intercambio de información con ellos. Esto avala que en lo que te estés centrado en tus pensamientos será algo así como el futuro que eliges, y será la información que se actualice en ti por el "yo" que ha vivido ese futuro.

De nuevo, una vez más, entra en juego el "eres lo que piensas", que tan de moda y extendido se encuentra últimamente. Somos creadores de nuestra realidad, aunque a veces no nos guste, pues nos pone en la clara posición de ser responsables de que lo malo que estamos viviendo es fruto de nuestra creación. Hay que entender que siempre vivimos lo que imaginamos. Existimos como observadores de nuestro propio universo, y eso no está sujeto a ningún dogma, aunque desde la antigüedad ha sido aplicado en distintas creencias o filosofías, como la metafísica. El único postulado que hay en esta teoría [el desdoblamiento del tiempo] es que yo soy un observador de mi universo. Tenemos un cuerpo que es como cualquier otra partícula, que es dual: corpuscular a la vez que ondulatorio. Tenemos un cuerpo energético que desdobla el cuerpo físico; realmente no es un doble, sino que desdobla un cuerpo y es ese cuerpo energético que va a buscar la información en tiempos diferentes y que nos aporta informaciones que nuestro cuerpo toma y que guardamos en el agua de nuestro cuerpo. Eso también es una regla, y hay que saber que si no tenemos información y no tenemos agua, no podemos visitar un espacio. Los antiguos decían que si no tenemos agua y espíritu, no podemos visitar un reino. La información y el espíritu, el reino y el espacio; hay tanto espacio desdoblado en el universo como estrellas en el cielo.

Ahora bien, ¿cómo podemos sacarle utilidad funcional a toda esta información? Si nosotros creamos un futuro con cada pensamiento que tenemos, y un "yo" nuestro energético, que vive en otra dimensión a una velocidad mucho mayor (por lo tanto, está mucho más adelantado en el tiempo) ya sabe las consecuencias de cada futuro creado con el pensamiento, ¿cómo podemos utilizar a nuestro doble para que nos entregue información sobre qué es lo mejor que podemos hacer para nosotros crear y vivir un futuro o vida que deseamos?

Práctica

Como se dijo anteriormente, nuestro doble habita en otra dimensión que funciona a una velocidad mucho mayor que la nuestra de este momento presente. Podríamos decir, por utilizar un ejemplo que no tiene por qué ser totalmente preciso, que un minuto en nuestra dimensión actual es, para el doble que vive en el futuro, algo así como un mes. La vibración es mucho más alta en su dimensión y el tiempo, al ser relativo, no es el mismo. Sin embargo, existe un momento donde nuestro doble puede comunicarse con nosotros, y es durante el sueño.

Existe una fase llamada sueño paradoxal o REM. En esos momentos es cuando nuestro cerebro mayor actividad tiene; si hemos visto a alguien dormido que está atravesando esa fase cuando lo observamos (también ocurre con las mascotas), podremos observar cómo sus ojos bajo los párpados se mueven rápidamente. En ese momento es cuando nuestro doble tiene acceso a nosotros, y nosotros a él. Nuestro doble accede a nuestra información (nuestro problema, aquello por lo que pedimos consejo o guía) ya que ésta se encuentra almacenada en el agua de nuestro cuerpo. ¿Y cómo nos comunicamos conscientemente con nuestro doble para expresarle nuestros problemas y que nos ayude en las soluciones, pues él conoce las distintas opciones futuras y sabe cómo proceder?

Justo cuando te vas a quedar dormido, has de exponerle a tu doble el problema sobre el cual deseas solución o inspiración. Has de hacerlo con todo lujo de detalles, describirle las circunstancias al completo, pues él no sabe exactamente "dónde" estás, aunque haya visitado todos los futuros potenciales, conociendo miles y miles de diferentes opciones. De esta forma él podrá hacer una síntesis con toda la información y actualizarla en ti para darte la mejor de las soluciones. En la petición que hagas, tras describir el problema, pides una solución para el problema y para todos los implicados, la que mejor sea de todas las posible, y que sea actualizada en ti. La sensación que has de tener cuando te quedas dormido es de despreocupado y confiado (esto es muy importante, clave), teniendo la seguridad y certeza de que tu doble encontrará la solución para ti y el  problema quedará solucionado. Durante el sueño, tu doble actualizará en ti (tu cuerpo, tu agua) la información requerida. Puedes despertar siendo una persona totalmente distinta; esto ha sido registrado en los casos de personas con remisiones espontáneas de enfermedad o curaciones milagrosas, que de un día para otro han sanado totalmente.

Tras esto, existe un periodo llamado "cuarentena", lo cual significa que hay un periodo de equivalencias entre nuestro doble y nosotros mismos que puede llegar hasta cuarenta días para que los cambios, la materialización, se dé en nuestro plano.

En el periodo de cuarentena te puede llegar información en forma de intuición. Esta puede venir de nuestro doble o de informaciones parasitarias. La forma de diferenciarlo es estar atento al estado en el cual te encuentras cuando recibes la intuición. Si estás en un estado de benevolencia, positivo, bien o incluso neutro, viene del doble. Si estás negativo, entonces viene de una información parasitaria, como por ejemplo haber conectado con un cúmulo de pensamientos o de energía negativa, algo también conocido como "egregor".

Si te vas a dormir con preocupaciones en la cabeza, ansiedad y demás, vas a tener problemas para contactar con el doble, y lo harás con informaciones parasitarias.

La solución a los problemas puede llegar en forma de intuiciones. Tu doble no se puede comunicar contigo directamente, pero sí que puede enviarte información mediante otras vías; así que hay que estar muy atento a las señales.

Cada noche puedes pedirle al doble lo que te plazca: repetir las peticiones anteriores, hacer una sola o varias a la vez. Lo que hemos de entender es que nuestro doble es nosotros mismos, así que hemos de desarrollar la confianza en él, la relación, el trato. Puedes tener una charla de unos minutos con él antes de dormir, donde repases en qué estado está tu vida, las preocupaciones que tienes, sueños, anhelos... como si se lo contaras a tu mejor amigo o a un hermano. Y pedirle ayuda, solución, consejo para todo ello.

En lo que es nuestro día a día, debemos estar en un estado de benevolencia que vaya un paso más allá del conocido "no hagas al otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti", para estar en el "no pienses lo que te gustaría hacerle al otro lo que no te gustaría que el otro pensara hacerte a ti". Si somos conscientes del potencial de nuestros pensamientos, y además sabemos que aquello que das, lo recibes multiplicado, hemos de ser muy cuidadosos respecto a lo que pensamos de los demás.

Cualquiera puede imaginar un potencial (pensamiento sobre el futuro) y luego basta con que se actualice en sí mismo. No hay que olvidar que vivimos en la fábula que imaginamos. Cualquier pensamiento fabrica futuro; ese futuro es sólo un potencial. Y puede ser actualizado por cualquiera bajo algunas condiciones (la práctica descrita anteriormente). Si quiero que todo vaya bien, basta con pensar en hacer futuros agradables. Se puede decir que una ley científica conduce a otra ley científica, que obliga a pensar en hacer al prójimo lo que me gustaría que el prójimo pensara que me hiciera a mí. Es el único medio de tener un potencial común que permita vivir bien en comunidad.

Lo que pensamos es lo que va a ser vivido. O sea que más vale tener cuidado porque quien siembra vientos, cosecha tempestades. Entonces más vale sembrar tranquilidad para cosechar tranquilidad. Si te imaginas un porvenir maravilloso, vivirás la consecuencia de tu pensamiento. Tu porvenir será, pues, maravilloso.

Reflexión: ¿Qué experimenta tu cuerpo cuando de tu mente emanan pensamientos y emociones positivas? 

Capítulo 17. IV. Los dos cuadros (2ª parte).

IV. Los dos cuadros (2ª parte).

5. El ego siempre se mantiene alerta por si surge cualquier ame­naza, y la parte de tu mente en la que el ego fue aceptado está ansiosa por conservar su propia razón, tal como la entiende. 2No se da cuenta de que es completamente demente. 3Mas tú tienes que darte cuenta exactamente de lo que esto significa si quieres que se te restituya la cordura. 4Los dementes protegen sus siste­mas de pensamiento, pero lo hacen de manera demente. 5todas sus defensas son tan dementes como lo que supuestamente tie­nen que proteger. 6No hay nada en la separación, ni "razón", ni atributo, ni ningún aspecto que no sea demente. 7Y su "protec­ción", que es parte de ella, es tan demente como toda ella. 8Por lo tanto, la relación especial, su principal defensa, no puede sino ser demente.

El ego tiene miedo al amor verdadero, pues interpreta que su aceptación significaría el final de su sistema de pensamiento, o lo que es lo mismo, su inexistencia. El amor verdadero es la manifestación de la unidad, mientras que el ego es la manifestación de la separación.

Es por ello que el ego se mantiene alerta por si surge cualquier amenaza procedente del amor. Toda su estrategia se basa en el miedo y cuando establece una relación de amor especial, siempre oculta su intención, la de vengarse del daño que atesora en el recuerdo de su pasado y que le ha llevado a sentirse atraído por la persona que se lo causó.

Tal vez nos estemos preguntando: ¿cómo es posible que nos sintamos atraídos por una persona, inducidos por el demente deseo de vengarnos de ella? Pero como bien nos enseña este punto, el sistema de pensamiento del ego es totalmente demente y todas sus defensas son tan dementes como lo que supuestamente tienen que proteger.

Intentemos describir cómo se produce esa dinámica. Tenemos un primer encuentro entre dos personas que se sienten atraídas por la percepción de los sentidos. El ego no va a renunciar a sus creencias, lo que le llevará a proyectar sobre la otra persona todo lo que rechaza de sí mismo, y cuando lo haga, lo llevará a juzgarla despiadadamente en un intento de pulir sus faltas. Se siente tan culpablemente que, para limpiar ese peso, decide juzgar condenatoriamente al otro, el cual, al sentirse atacado, intentará defenderse, utilizando el mismo mecanismo mental. El conflicto está servido, y la relación, si sobrevive, será un verdadero milagro. Se habrá establecido un vínculo entre ambas personas basado en el odio, en la culpa, en el miedo y en el desamor.

Cuando esos egos vuelven a encontrarse, sienten la necesidad de quedar limpios del sentimiento de culpa que, inconscientemente, les acompaña. Y ese encuentro despierta en ellos el vínculo que han establecido y decidirán volver a intentarlo, dando lugar a una nueva relación especial, donde falta el amor y sobra todo lo demás.

6. No tendrás mucha dificultad ahora en darte cuenta de que el sistema de pensamiento que la relación especial protege no es más que un sistema ilusorio. 2Reconoces, al menos en términos genera­les, que el ego es demente. 3No obstante, todavía te parece que la relación especial es en cierto modo "diferente". 4Sin embargo, la hemos examinado con mucho más detenimiento que muchos de los otros aspectos del sistema de pensamiento del ego que has estado más dispuesto a abandonar. 5Mientras este aspecto conti­núe vigente, no obstante, no podrás abandonar los demás. 6Pues este aspecto no es diferente. 7Si lo conservas, habrás conservado todos los demás.

La demencia del sistema de pensamiento del ego tiene su origen en la creencia en que podemos crear un mundo real ausente de amor verdadero y sin respetar la Ley de Dios; esta es la Ley de la Unidad. Todo cuanto procede del ego debe ser transformado. Su sistema de pensamiento debe ser desaprendido. Ningún recuerdo del pasado debe ocupar nuestro presente. Si nos encontramos compartiendo una relación especial, pongámosla en manos del Espíritu Santo, para que la transforme en una relación santa. Ello significa que debemos sustituir el miedo por el amor, la culpa por el perdón.

7. Es esencial darse cuenta de que todas las defensas dan lugar a lo que quieren defender. 2La base subyacente de su eficacia es que ofrecen lo que defienden. 3Lo que defienden se ha deposi­tado en ellas para mantenerlo a salvo, y conforme operan te lo brindan a ti. 4Toda defensa opera dando regalos, y los regalos son siempre una miniatura -montada en marco de oro- del sistema de pensamiento que la defensa protege. 5Se trata de un marco muy elaborado, repleto de gemas, y profusamente tallado y pulido. 6Su propósito es ser valioso en sí mismo, y desviar tu aten­ción de lo que encierra. 7Mas no puedes tener el marco sin el cuadro. 8Las defensas operan para hacerte creer que sí puedes.

La relación especial no defiende la creencia en la igualdad, sino en la separación. Si lo hiciera, esto es, si viésemos al otro a nuestra verdadera imagen y semejanza, la relación se convertiría en santa, pues estaríamos unidos por lazos de verdadero amor.

Pero el ego defiende la separación por encima de todo y, cuando hace su defensa a favor de la relación especial, nos muestra precisamente los efectos que ocasiona la creencia en la separación.

Jesús utiliza en el mensaje recogido en este punto una metáfora entre el marco y el cuadro. El ego interpreta que lo esencial en su sistema de pensamiento es el valor del marco, para lo cual se esfuerza en convencer a nuestra mente de que realmente todo lo que hace por la otra persona responde a su amor por ella. Es su manera de adornar el regalo de la relación especial, cuyo contenido es el cuadro, con falsas promesas que ocultan la única razón que lo lleva a establecer esa relación, la de vengarse.

domingo, 5 de enero de 2025

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 5

LECCIÓN 5

Nunca estoy disgustado por la razón que creo.

1.  Esta idea, al igual que la anterior, puede aplicarse a cualquier persona, situación o acontecimiento que creas que te está causando dolor. 2Aplícala específicamente a lo que, según tú, es la causa de tu disgusto, y usa, para describir el sentimiento, el tér­mino que te parezca más preciso. 3El disgusto puede manifes­tarse en forma de miedo, preocupación, depresión, ansiedad, ira, odio, celos o un sinnúmero de otras formas, y cada una de ellas se percibirá como algo diferente. 4Mas no es cierto que sean dife­rentes. 5Sin embargo, hasta que aprendas que la forma no importa, cada una de ellas constituirá materia apropiada para los ejercicios de hoy. 6Aplicar la misma idea a cada una de ellas por separado es el primer paso que te lleva a reconocer finalmente que todas ellas son lo mismo.

2. Al aplicar la idea de hoy a lo que percibas como la causa específica de cualquier forma de disgusto, usa el nombre del disgusto de que se trate, así como la causa que le atribuyes. 2Por ejemplo:

3No estoy enfadado con ______ por la razón que creo.
4No tengo miedo de _____  por la razón que creo.

3. Pero una vez más, esto no debe sustituir a las sesiones de práctica en las que primero examinas tu mente en busca de lo que crees son las "causas" del disgusto, y las formas de disgusto que, según tú, resultan de ellas.

4. En estos ejercicios, incluso más que en los anteriores, es posible que te resulte más difícil ser imparcial y evitar concederles más importancia a unos temas que a otros. 2Tal vez te resulte útil encabezar los ejercicios con la siguiente afirmación:

3No hay disgustos pequeños.
4Todos perturban mi paz mental por igual.

5. Luego busca en tu mente cualquier cosa que te esté afligiendo, independientemente de si te está afligiendo poco o mucho.

6. Es posible también que te sientas menos dispuesto a aplicar la idea de hoy a algunas de las causas de los disgustos que percibes que a otras. 2De ocurrir eso, piensa en primer lugar en lo siguiente:

3No puedo conservar esta forma de disgusto y al mismo tiempo desprenderme de las demás.
4Para los efectos de estos ejerci­cios, pues, las consideraré a todas como si fuesen iguales.

7. Escudriña luego tu mente durante un minuto más o menos y trata de identificar las diferentes formas de disgustos que te estén perturbando, haciendo caso omiso de la relativa importancia que tal vez les atribuyas. 2Aplica la idea de hoy a cada una de ellas, usando el nombre de la causa del disgusto tal como la percibas, y el del sentimiento tal como lo experimentes. 3Los siguientes son ejemplos adicionales:

4No estoy preocupado acerca de _____ por la razón que creo.
5No estoy deprimido acerca de _____ por la razón que creo.

6Tres o cuatro veces al día serán suficientes.

¿Qué me enseña esta lección?

Esta lección me invita a dirigir la mirada hacia mi interior, concretamente a mi estado emocional.

Los sentimientos se comportan como un filtro que condiciona la calidad y el estado del pensamiento. Cuando el sentimiento es de alegría, esperanza, satisfacción, mis pensamientos crean un estímulo positivo que me hace sentir bien. Cuando la emoción es negativa, el pensamiento sirve a la creencia de que somos víctimas de la desgracia. En ese momento, damos vida a emociones de disgusto.


Sin embargo, el impacto emocional se condiciona por la interpretación -juicio- que le damos a lo que nos ocurre. Lo irreal provoca una reacción nociva y tóxica en nuestra mente que queda condicionada por ese estímulo.

Este ejercicio nos enseña que, en cada momento, nuestra mente está eligiendo en un mundo que interpreta dualmente: bueno-malo, positivo-negativo, alegría-tristeza, placer-disgusto. Si esto es así, debemos ser conscientes del poder que poseemos, pues la elección es nuestra; nadie nos obliga a tomar una elección u otra. Elegir desde la dualidad es ceder el poder de nuestra mente al ego, el cual se fundamenta en la percepción errónea, esto es, en la separación. Recordemos el mensaje de la lección 1: "Nada de lo que veo significa nada", o lo que es lo mismo, "Nada de lo que percibo significa nada".

Somos Hijos de Dios y hemos sido creados a su Imagen y Semejanza, por lo que gozamos del más elevado Principio, el de la Voluntad, que nos lleva a actuar libremente. Si nuestra mente decide poner ese “poder” en manos de lo externo, es decir, en aquello que nos ocurre y que interpretamos como la causa de nuestra aflicción o de nuestros logros, estamos dando vida al error. Nada fuera de nosotros tiene el poder de cambiarnos. Es muy importante que tomemos el timón de nuestra mente y gobernemos nuestra nave con plena consciencia de que somos nosotros los que elegimos el destino.

Si ponemos en práctica este ejercicio con efectividad, puedo aseguraros que nos sorprenderá. Comprobaremos que, en la medida en que nuestra elección sea una u otra, así será la experiencia vivida. Podemos elegir. De ti depende tu elección, tan solo de ti. Quieres luchar, adelante… quieres perdonar, adelante… Tan solo es una elección, pero el resultado, tu estado, dependerá de esa elección.


Ejemplo-guía: "Una experiencia personal"

Hoy he podido recrear con la experiencia el mensaje que nos aporta esta lección. Os comparto la vivencia.


"Son las .6:45 AM. Recibo una llamada telefónica minutos antes de sonar la alarma del teléfono que me hace función de despertador. Es de la centralita del hospital donde trabajo. Me anuncian que se ha producido un fuego en la décima planta. No puedo evitar un sobresalto. Esa planta no está ocupada por pacientes, pero casualmente, en las dependencias de la misma, se encuentra custodiada la ropa de los Reyes Magos. Sí, hoy se celebra en el hospital la visita de sus Majestades los Reyes Magos, que tienen previsto visitar a los pacientes y niños del centro. Soy uno de los organizadores y la noticia del fuego me alarma. Gracias a Dios, la información que me trasladan me tranquiliza; se trata de un incendio a la altura de la décima planta, pero en el exterior. Se trataba, tan solo, de un letrero luminoso. Me tranquilizo y me dispongo a dirigirme al trabajo.


Nada más llegar, recibo una nueva llamada; en esta ocasión se trataba de uno de los pajes del Cortejo Real. Me anuncia que no puede asistir por encontrarse enferma. La dificultad era encontrar sustituto en el corto plazo de tiempo que teníamos.


Pasados unos minutos, recibo otra llamada. Se trataba de uno de mis colaboradores. No podía contar con él; se veía en la necesidad de atender un asunto de máxima urgencia.


Por fin alcanzo las dependencias de la décima planta. En mi cabeza se iban agrupando todos los contratiempos. Pronto percibí la amenaza de pasar a una situación de estrés que en nada me ayudaría. Esperaba encontrarme con los participantes del acto, pero no fue así. Lo que más me preocupaba era que el responsable de prepararlos tampoco estaba. Me pongo en contacto con él y, una nueva sorpresa, tenía dificultades para dejar la labor que estaba realizando. 


Bien, la situación parecía llegar a un punto que me invitaba a aquietar mi mente. No podía dejarme llevar por ese cúmulo de acontecimientos, a cual más preocupante.


Tenía dos opciones. Podía derrumbarme y pensar que era víctima de la mala suerte. Podría justificar todos aquellos acontecimientos culpando a la posición de las estrellas, las cuales estaban activando sectores conflictivos de mi carta astral. Pero, con ello, tan sólo estaría justificando lo que mi mente estaba interpretando.


Decidí verlo de otra manera. Nunca, en todos los años que llevaba organizando este acto, me había enfrentado a un reto semejante. Era cuestión de ver la oportunidad que me ofrecía la vida para poner en práctica el conocimiento asimilado. Así que, "a mal tiempo, buena cara". Me sentía disgustado, pero recordé que no lo estaba por la situación que creía, por esa serie de circunstancias adversas.


No entendía lo que estaba pasando. Cualquier solución que buscara por mí mismo no me ayudaría, pues mi estado mental estaba aportándome argumentos erróneos, desde la perspectiva del ego, el cual piensa que son los efectos y no las causas lo que hay que cambiar.


Entregué al Espíritu Santo la situación que estaba experimentando y aguardé su respuesta. 


Proyecté la voluntad y el motor de los deseos en conseguir que todo funcionara correctamente. Dejé de ver los obstáculos y, cuando lo hice, comenzaron a solucionarse lo que antes veía como problemas insuperables. 


Se localizó un nuevo paje. El responsable de vestir y engalanar a los Reyes y al resto del cortejo nos prestó su ayuda. Se unieron nuevos colaboradores, y aunque con treinta minutos de retraso, conseguimos comenzar la aventura de llevar la ilusión y la alegría a los pacientes y niños.


Doy gracias a Dios y al Espíritu Santo, que, encarnados en mis compañeros, han hecho posible que todos hayamos disfrutado de tan magnífica vivencia. 


Reflexión: ¿Cuál es la verdadera causa de aquello que te priva de la paz?