EL
NIVEL EVOLUTIVO
Los aspectos que
forman los planetas en un tema natal no son debidos a una casualidad, sino que
marcan el itinerario que el alma ha recorrido a la largo de sus encarnaciones y
gracias a ello, podemos intuir el camino que le falta por recorrer. Si dos
planetas se encuentran en trígono en el sendero de ida, ello significará que su relación comenzó con el encuentro protagonizado en la conjunción de ida, donde los planetas conciliaron el pacto de realizar una experiencia en común, dando vista a un nuevo propósito.
Posteriormente
se encontraron en semisextil y en aquel momento el alma humana formuló un
propósito vago, impreciso, caracterizado por una emanación de energías,
propósito relacionado con la personalidad de los dos planetas en aspecto.
Luego, esos dos planetas
se habrán encontrado en semicuadratura, aspecto en analogía con Saturno, y en
esa relación el propósito inicial perderá parte de su espiritualidad-luz para
que en su día pueda encajar en el mundo físico en el que ha de implantarse. La
semicuadratura representará, pues, el mal necesario para que un propósito
espiritual pueda realizarse a un nivel inferior .
De nuevo esos dos
planetas se habrán encontrado en sextil, aspecto en analogía con Júpiter, y
entonces los deseos del individuo habrán interiorizado la idea primordial
dándole toda la magnificencia propia de ese pletórico mundo de los deseos.
Aquel propósito inicial se convertirá entonces en una apetencia irrenunciable,
en algo que ha de realizarse imperativamente, transgrediendo, si es preciso, las
leyes universales instituidas por Saturno-Binah.
Se habrán encontrado
en la siguiente etapa, en cuadratura, aspecto en analogía con Marte, y entonces
los deseos, que se expresaban positivamente en el sextil, se expresarán
negativamente en la cuadratura, viviendo los efectos que unos deseos disparados
en todas direcciones hayan podido producir en el mundo y en las gentes. En el
aspecto positivo, la cuadratura significará un duro trabajo de
acondicionamiento, pero en el aspecto negativo, significará el intento violento
de amoldar la realidad material al propósito, haciendo que el individuo sea
capaz de violentar y de cometer todos los atropellos por intentarlo.
Será después de todas
esas singladuras que se producirá el trígono, en analogía con Venus, que
significará el comienzo de una realización material armónica, después de que el
propósito haya crecido en las ramas superiores del Árbol de la Ciencia del Bien
y el Mal. Para que ese propósito llegue a su término, deberá pasar aún por el
examen crítico de la sesquicuadratura, en analogía con Mercurio, y por la
formación de la imagen interior del quincuncio, en analogía con la Luna, para
alcanzar la oposición en analogía con Malkuth-Tierra.
Llegados a este
punto, el individuo ha aprendido todo lo que la acción conjunta de dos planetas
puede aportarle en el orden de realizaciones materiales; conoce el bien y el
mal que esas fuerzas pueden producir y comienza entonces el sendero de retorno,
en el curso del cual serán incorporados al individuo los efectos de su acción creadora
en el mundo material, a fin de llevar a su conciencia los conocimientos
necesarios para hacer de él un creador .
Ya con lo dicho,
estamos en condiciones de responder a la pregunta que tantos estudiantes se formulan:
¿En qué punto nos encontramos en el camino?
En el capítulo
dedicado a los Aspectos Planetarios, hemos visto el modo de averiguar cuando un
aspecto-sendero es de ida o de retorno. Si esta información la trasladamos al
Árbol Cabalístico, tendremos un mapa significativo de nuestra evolución actual.
Los senderos de Ida, se dibujan con una flecha hacia abajo (podemos utilizar un
color determinado para diferenciarlo de los de retorno), y los senderos de
Retorno se dibujan con una flecha hacia arriba.
En el árbol hay 22
senderos, pero tres de ellos son impracticables: los que conducen a Kether.
Estos senderos nos indican la circulación de las energías cósmicas en nuestro
microcosmos particular, constituido por los cuerpos físico, de deseos y del
pensamiento que poseemos. Pero los cabalistas dicen que los senderos no son 22
sino 32 y en el "Sepher Yetzirah" se especifican los trabajos a
realizar en cada uno de esos 32 senderos. Esos diez senderos suplementarios
están constituidos por los Séfiras en sí. Es decir, cada Séfira-Planeta
representa en sí mismo un sendero y comporta un trabajo específico a realizar.
¿Cómo se puede medir el trabajo realizado sobre cada Séfira?
Se puede medir a
través de lo que nosotros llamamos sub-senderos, o sea, por la relación de cada
planeta con todos los demás, aparte las relaciones inscritas en el árbol.
Por ejemplo, la
relación entre Urano y Venus, Urano y Marte, Urano y Mercurio, etc. Los
senderos que no aparecen en el árbol y que constituyen la relación de cada
planeta con todos los demás son los que podemos llamar sub-senderos. Así, de
Urano a Malkuth tenemos 36 senderos y subsenderos y de Malkuth a Urano otros
36. Será preciso, pues, que veamos cuál es la tonalidad de cada Planeta-Séfira
para saber si su orientación es declaradamente material o si se encuentra
altamente espiritualizado.
Concluiremos con todo
lo dicho que si un sendero, el que va de Venus a Júpiter, por ejemplo, es de
retorno, los trabajos se verán muy dificultados o paralizados totalmente si los
sub-senderos que parten de Venus o de Júpiter son casi todos de ida.
Para saber en qué
punto de su evolución se encuentra un individuo será preciso contar el número
de aspectos ya formados por un planeta y el número de aspectos que quedan por
formar. En el sendero de ida los planetas forman nueve aspectos, incluida la
conjunción, y en el sendero de retorno 8, incluida la nueva conjunción. Debemos
excluir de esa cuenta los aspectos formados por el Sol, Venus y Mercurio entre
sí, puesto que Mercurio no se encuentra jamás a más de 30 grados del Sol y
Venus no llega nunca más allá del sextil. Son planetas que siguen el cortejo
solar como ejecutores de la voluntad del Ego. Tendremos así que en su
itinerario de ida y retorno efectúan:
- Urano-Satumo: 17 encuentros
- Urano-Júpiter: 17 encuentros
- Urano-Marte: 17 encuentros
- Urano-Sol: 17 encuentros
- Urano-Venus: 17 encuentros
- Urano-Mercurio: 17 encuentros
- Urano-Luna: 17 encuentros
- Urano-Ascendente: 17 encuentros
- Satumo-Júpiter: 17 encuentros
- Satumo-Marte: 17 encuentros
- Satumo-Sol: 17 encuentros
- Satumo-Venus: 17 encuentros
- Satumo-Mercurio: 17 encuentros
- Satumo-Luna: 17 encuentros
- Satumo-Ascendente: 17 encuentros
- Júpiter-Marte: 17 encuentros
- Júpiter-Sol: 17 encuentros
- Júpiter-Venus: 17 encuentros
- Júpiter-Mercurio: 17 encuentros
- Júpiter-Luna: 17 encuentros
- Júpiter-Ascendente: 17 encuentros
- Marte-Sol: 17 encuentros
- Marte-Venus: 17 encuentros
- Marte-Mercurio: 17 encuentros
- Marte-Luna: 17 encuentros
- Marte-Ascendente: 17 encuentros
- Sol-Luna: 17 encuentros
- Sol-Ascendente: 17 encuentros
- Venus-Luna: 17 encuentros
- Venus-Ascendente: 17 encuentros
- Mercurio-Luna: 17 encuentros
- Mercurio-Ascendente: 17 encuentros
- Luna-Ascendente: 17 encuentros
como saber si un aspecto de sextil entre urano y saturno es de ida o de retorno? eso es algo que no lo puedo entender pese a mis conocimientos de astrologia. En el arbol no puedo entender cuando estan en sendero de ida o de retorno
ResponderEliminarFíjate en su posición. Si la distancia entre urano y saturno es más corta que la de saturno a urano, diremos que es de Ida. Lo contrario es de retorno. Si no te queda claro, dime la posición de ambos planetas y te lo aclaro. Gracias.
Eliminarsi alguien puede responderme me devolvería la tranquilidad, ya que me devano el seso tratando de entender mi dirección de correo es dede_dotti@yahoo.com.ar
ResponderEliminarEl número 4 a qué corresponde?
ResponderEliminarTe dejo un enlace de este Blog donde podrás conocer el significado del número 4: http://nuevosarquetipos.blogspot.com.es/2012/02/el-lenguaje-sagrado-de-los-numeros-4.html
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