domingo, 18 de abril de 2021

Astrología Cabalística: "Los Aspectos Planetarios - 1ª parte"

LOS ASPECTOS


Los planetas, que cabalísticamente ejercen funciones VAV, el activo, son los encargados de mezclar las Esencias Zodiacales, para que en esa agitación pueda surgir igualmente nuestro mundo.

Algunos de esos productos mezclados se complementan y nos dan la sensación de bienestar, otros, se repelen y nos impulsan a luchar contra el opuesto.

Estas mezclas se producen cuando dos o más planetas activan un punto determinado de nuestro espacio físico, emotivo o mental. La relación entre dos planetas se conoce con el nombre de Aspecto.

Pueden ser de dos clases, armónicos o inarmónicos. La relación es armoniosa, cuando sus vibraciones se interpenetran positivamente, dando lugar a un impulso adecuado. Un buen aspecto, es una garantía de progreso en el dominio en que el aspecto se produce.

Un aspecto inarmónicos, pone a disposición de la voluntad una cantidad excesiva de energía difícil de canalizar a través de la conducta humana. Da lugar a un acto desmesurado, desorbitado. Integra energías que no pueden convivir en un mismo molde. Los malos aspectos producen actitudes incoherentes, anormales, asociales, perjudiciales, generan situaciones kármicas.

El Zodíaco tiene 360 grados, la mitad supone 180 grados y ése es el punto máximo de separación en que pueden encontrarse dos planetas. Cuando dos planetas están separados por 180 grados, se dice que están en Oposición. Los malos aspectos derivan de la Oposición, de manera que si dos planetas están separados por la mitad o el cuarto de 180 grados, diremos que el aspecto que forman es malo (utilizamos este término dado que es el que habitualmente se utiliza en la jerga astrológica convencional, en verdad, desde el punto de vista de la cábala, no existen malos o buenos aspectos, ya que ambos trabajan para el crecimiento de la conciencia). Dos planetas formarán malos aspectos si entre ellos existe una separación de: 

45 grados:
Semicuadratura.
135 grados:
Sesquicuadratura.
90 grados:
Cuadratura.
180 grados:
Oposición.

Los buenos aspectos o armónicos derivan de la división del Zodíaco en tercios. Así, los buenos aspectos se formarán cuando entre los planetas exista la siguiente separación: 

30 grados:
Semisextil.
120 grados:
Trígono.
60 grados:
Sextil.
150 grados:
Quincuncio.

Existe otro aspecto, la Conjunción que es la superposición de dos planetas en un mismo punto del zodíaco. Será favorable si los planetas son armoniosos entre sí y desfavorables si son inarmónicos. 

En la Cábala, la relación entre dos planetas recibe el nombre de Sendero. Cada planeta es portador de una enseñanza. Representan valores que sólo tienen un significado si mutuamente se accionan y su relación en el horóscopo nos dirá si la acción mutua del uno sobre el otro ha sido larga o corta, si son viejos conocidos o la relación entre ellos es reciente. En la relación entre dos planetas consideraremos pues un sendero de Ida y un sendero de Retorno.

Los senderos de Ida son los que conducen involutivamente al mundo material. Los senderos de Retorno son los de evolución a los mundos espirituales. Teniendo en cuenta que la posición de los planetas en el Arbol Cabalístico, de arriba hacia abajo es de: Urano, Saturno, Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio, Luna y Ascendente, si el situado más abajo va hacia uno situado más arriba, será sendero de Retorno. ¿Cómo sabremos cuál planeta va a cuál otro?.

Dos planetas pueden estar separados como máximo por 180 grados, de modo que tomaremos un planeta cualquiera y a partir de su posición contaremos el número de grados que lo separa del otro. Si el número es inferior a 180 grados, diremos que este planeta va al otro. Si es superior, será el otro el que va a éste.

Cuando dos planetas se encuentran en los extremos de un Sendero, ello indicará que ha existido anteriormente un largo proceso de familiarización entre sus respectivas vibraciones, son viejos conocidos. Los malos aspectos, serán menos malos cuando se produzcan en el itinerario de retorno. Se trata de tensiones entre conocidos.

La diferencia entre el sendero/aspecto de ida y de retorno, es que en el primero, somos los generadores de la acción, es decir, estamos aprendiendo a utilizar las energías que ponen a nuestra disposición los signos donde se encuentran los planetas, y lo estamos haciendo de acuerdo a las herramientas que pone en nuestras manos los planetas. En cambio en el retorno, seremos los receptores de las energías, es decir, cosecharemos lo que hemos sembrado. En la Ida seremos los agentes activos del karma y en el retorno, los agentes pasivos del mismo.

El punto de arranque de la relación entre planetas es la Conjunción. Se considera un aspecto de Conjunción, cuando los planetas están separados por menos de 6 grados. En el caso del Sol y de la Luna, se admite una separación de 10 grados.

Con la Conjunción estamos iniciado un trabajo determinado. Se planta una nueva semilla que ha de dar su fruto en el futuro. Es el momento Yod. Si la Conjunción es de Ida, se trata de un potencial latente. Si es de Retorno, el nativo está en posición de una gran sabiduría que lo capacita para dar elevadas respuestas ante la vida. En este caso se cierra un ciclo de experiencia.

Este aspecto está en relación sefirótica con Kether.

El Semisextil se produce cuando existe una separación entre los planetas de 30 grados. Se trata de un aspecto llamado menor. Está vinculado con el Séfira Hochmah.

En la relación de Ida, se trata de un primer encuentro entre dos fuerzas que aún no se conocen. Es un encuentro armonioso donde la providencia de Hochmah-Amor aparecerá para poner al individuo en relación con la experiencia que ha de permitir iniciar el nuevo aprendizaje. En esta relación no cabe esperar resultados favorables de inmediato. Agrupa signos cuyo Elemento no se complementan, aunque esto no significa que no estén llamados a complementarse. Está trabajando para un objetivo lejano, conciliando fuerzas que aún no pueden ser domesticadas, pero que un día lo serán. Anuncia predisposición favorable hacia algo.

En el Retorno supone un último toque favorable tras una larga jornada en la que fuerzas incompatibles entre sí han aprendido a servirse.

La Semicuadratura se produce a los 45 grados de separación. Se trata del primer mal aspecto. La Semicuadratura puede ser portadora de catastróficos efectos. No tiene efectos inmediatos, ya que se trata de la gestación del mal, de una causa. No se presenta realmente a la conciencia como un mal. Puede valer un encuentro desafortunado, pero que de momento nada permite prever que lo sea. "Casualmente", propulsará al individuo hacia una actuación en desacuerdo con las leyes naturales. Puede tratarse de una inclinación emotiva aparentemente inocente o de un pensamiento que ha de conducir a un acto desmesurado. Es aconsejable que no haga nada sin haberlo meditado profundamente y sin prever el futuro que pueda tener aquella relación, aquel pensamiento y sentimiento.

La Semicuadratura de Retorno no será tan maligna. Ese mal aparece ya elaborado, con nombres y apellidos. El mal que entro en la vida del individuo por la puerta de la Semicuadratura de Ida, ha de salir inevitablemente cuando se produzca la Semicuadratura de Retorno. Señalará un efecto kármico. Hay que pedir comprensión respecto a la situación que vive, no-cooperación con ese mal. Siendo un aspecto menor, su fuerza no es excesiva y el mal es soportable.

Sefiróticamente está regido por Binah.

...continuará

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