I. La invitación al Espíritu Santo
1. La curación es un pensamiento por medio del cual dos mentes perciben su unidad y se regocijan. 2Su gozo exhorta a todos los miembros de
Todo un concentrado de sabias afirmaciones, es lo que nos ofrece este primer punto del Capítulo 5. "La curación es un pensamiento", y para que así sea, dicho pensamiento debe ver la unidad en todo lo creado, esto es, debe reconocer que es un rayo de Luz emanado de Su Creador y que comparte el Estado de Unidad con el resto de Luces emanadas del Creador.
El efecto al que da lugar el pensamiento emanado de una Mente Recta, es duradero, es eterno, razón por la cual, el Hijo de Dios goza de la Plenitud del Espíritu Santo, de su impecabilidad, de su pureza, de su inocencia. La curación es el efecto del pensamiento recto y es una manifestación del poder del Espíritu.
Si no elegimos el pensamiento recto que nos lleva a la plenitud, a la curación, los efectos que percibiremos serán los de la enfermedad, que también podríamos llamar, estado de desconexión con la visión de la unidad o separación.
Ser sano es ser pleno. Ser sano es tener plenitud.
Otras de las enseñanzas que se extraen de este punto, es la referente a la falsa creencia de que al dar se pierde aquello que se da. Nos aclara este punto que este mundo es un mundo de ideas, es decir, no es en la forma donde debemos encontrar las causas, sino en el pensamiento. El ego no lo entiende así y niega que el dar es recibir, reforzando esta creencia con el pensamiento que dar es perder. Nos dice, Jesús, que, si compartimos una posesión física, ciertamente dividimos su propiedad. Ese gesto es propio de las leyes que imperan en el sistema de pensamiento del ego, que como sabemos está basado en la identidad del cuerpo. Pero estas enseñanzas, no van dirigida al ego, sino al Espíritu, pues, lo que trata es de hacernos conscientes de nuestra verdadera identidad: Ser o poseer; Espíritu o ego.
2. Demos comienzo a nuestro proceso de re-despertar con unos cuantos conceptos simples:
2Los pensamientos se expanden cuando se comparten.
3Cuantos más creen en ellos, más poderosos se tornan.
4Todo es una idea.
5¿Cómo, entonces, puede asociarse dar con perder?
El pensamiento, la idea, se concibe en nuestro interior; al compartirla la expandimos y observamos el alcance de su contenido. Cuando esa idea alcanza su madurez llevándola a la práctica, el fruto que adquirimos nos permite renovar nuestros pensamientos, los cuales serán cada vez más perfectos.
El pensamiento, es la causa que da lugar a lo percibido. Si esto es así, en la medida en que la calidad de nuestro pensamiento sintonice con el canal de la Unidad, nuestras creaciones gozarán de salud y plenitud y serán duradera. Mientras que, si ese pensamiento sintoniza con la frecuencia del canal de la separación, nuestras creaciones llevarán el sello de lo perecedero.
3. Ésta es la invitación al Espíritu Santo. 2He dicho ya que puedo ascender hasta lo alto y hacer que el Espíritu Santo descienda hasta ti, mas sólo puedo hacer eso a instancia tuya. 3El Espíritu Santo se encuentra en tu mente recta, tal como se encontraba en la mía. 4
Utilizamos la acción de sintonizar con el canal apropiado, en un intento por ofrecer una idea que nos resulte familiar y que nos permita comprender la acción que se requiere para conectar con el Espíritu Santo.
Tenemos que ser conscientes, de que tanto canal como frecuencia, están a nuestra disposición. Lo único que tenemos que hacer es seleccionar dicho canal para poder acceder a su comunicación.
Si lo pensamos, estamos haciendo esa elección de forma permanente. Unos nos sentimos atraídos por un tipo de canal en concreto, a diferencia de otros, que tienen la libertad de elegir con el que más se identifican. Lo importante es conocer que existe un canal que te ofrece un tipo de información basada en la Unidad-Amor, y otros, lo hacen con una información basada en la separación-miedo.
La elección es nuestra. Se nos pide que pensemos tal y como pensó Jesús, esto es, sintonizando el canal del Espíritu Santo.
4. El Espíritu Santo es la única parte de
De este punto, me gustaría resaltar la enseñanza compartida por Jesús: La Inspiración del Espíritu Santo es para todos. Ya lo decíamos en el anterior punto, se trata de conocer cuál es el dial a través del cual podemos sintonizar la frecuencia de donde procede la Inspiración Universal. No es un privilegio exclusivo por ser de una condición u otra.
Cuando nuestra voluntad nos lleva a sintonizar con el canal de la Inspiración Universal, lo está haciendo con la frecuencia a través de la cual, nuestra mente vibra al unísono con la visión del Espíritu Santo y con la Mente de Cristo. Dicha conexión favorece el estado de corrección de los estados erróneos de la mente y Un Curso de Milagros la define como la llamada a la Expiación.
6. Dios honró incluso las creaciones falsas de sus Hijos porque ellos las habían hecho. 2Pero también bendijo a Sus Hijos con una manera de pensar que fuese capaz de elevar sus percepciones a tal altura, que casi pudieran llegar hasta Él. 3El Espíritu Santo es
El Espíritu Santo es la Mente de la Expiación, el canal a través del cual se alcanza la corrección de la mente, sin la cual, no se produciría el despertar que ha de llevarnos a la percepción verdadera y a las puertas de la Mentalidad-Uno.
7. El Espíritu Santo -
2En primer lugar, su universalidad es perfectamente inequívoca, y nadie que la alcance podría pensar ni por un momento que compartirla signifique cualquier otra cosa que no sea ganar.
3En segundo lugar, es una percepción que es incapaz de atacar, y, por lo tanto, es verdaderamente receptiva. 4Esto quiere decir que si bien no engendra conocimiento, tampoco lo obstruye en modo alguno.
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