II.
Ya se nos ha enseñado que la curación es el pensamiento de dos mentes que perciben su unidad. En este nuevo apartado, se nos recuerda que la curación no es un acto creativo, sino reparador. Y en este sentido, debemos poner en manos del Espíritu Santo, nuestra voluntad de alcanzar la mentalidad milagrosa, la que ha de permitirnos corregir, expiar, nuestros errores mentales, los cuales están basados en la errónea creencia en la separación.
2. El Espíritu Santo es el espíritu del júbilo. 2Es
Si careciéramos de ese mecanismo de seguridad que ha de permitirnos corregir el error que fabrica nuestra mente, no sería posible recordar lo que realmente somos. Pero esa situación formaría parte del propio error de la mente, pues no podemos renunciar a lo que somos y, la Voz del Espíritu Santo, se hará oír pues la Voluntad del Padre forma parte de nuestra Realidad.
3. Tanto la separación como el principio que gobierna
Esfuerzo y deseo de aprender, son las expresiones que deben definir a nuestra voluntad. El término "esfuerzo" no debemos interpretarlo como una acción incómoda, dolorosa, ni como una exigencia cercana al concepto egoico del sacrificio. Ese esfuerzo debemos interpretarlo como una invitación a ver las cosas de otra manera, a una invitación a dirigir nuestra voluntad en la dirección que nos permita desaprender lo aprendido y a orientarnos hacia la visión correcta de la unidad.
Cada encuentro con uno de nuestros hermanos es una oportunidad para avanzar en la orientación del aprendizaje verdadero. En vez de percibirlos desde el miedo, como enemigos, veamos en ellos, la vía de aprendizaje que necesitamos para alcanzar la visión de la unidad.
4. Tú eres el Reino de los Cielos, pero permitiste que la creencia en la oscuridad se infiltrase en tu mente, por lo que ahora necesitas una nueva luz. 2El Espíritu Santo es el resplandor al que debes permitir que desvanezca la idea de la oscuridad. 3Suya es la gloria ante la cual la disociación desaparece y el Reino de los Cielos pasa a ocupar el lugar que le corresponde: 4Antes de la separación no tenías necesidad de dirección, 5pues disponías de conocimiento, tal como dispondrás de él de nuevo, pero como no dispones de él ahora.El Espíritu Santo se convierte en símbolo de la luz que disipa las tinieblas. Es decir, se convierte en el estado mental milagroso que nos permite ver la realidad por encima de la ilusión.
5. Dios no guía porque lo único que puede hacer es compartir Su perfecto conocimiento. 2Guiar entraña evaluación, ya que implica que hay una manera correcta de proceder y otra incorrecta, una que se debe escoger y otra que se debe evitar. 3Al escoger una, renuncias a la otra. 4Elegir al Espíritu Santo es elegir a Dios. 5Dios no está dentro ti en un sentido literal, más bien, tú formas parte de Él. 6Cuando elegiste abandonarlo te dio una Voz para que hablase por Él, pues ya no podía compartir Su conocimiento contigo libremente. 7La comunicación directa se interrumpió al tú inventar otra voz.
Este apartado parece estar definiendo un patrón cósmico, universal, que podemos identificar cuando analizamos las relaciones padres/hijo en el mundo temporal. Como padre puedo afirmar, que los hijos, una vez "separado" de su progenitor, comienzan una andadura evolutiva que le lleva a adquirir pensamientos separados de los padres. En ese crecimiento evolutivo, se llega a alcanzar un estado que permite reconocer los pensamientos erróneos y a corregirlos adquiriendo los verdaderos.
6. El Espíritu Santo te insta tanto a recordar como a olvidar. 2Has elegido estar en un estado de oposición en el que los opuestos son posibles. 3Como resultado de ello, hay ciertas decisiones que tienes que tomar. 4En el estado de santidad la voluntad es libre, de modo que su poder creativo es ilimitado y elegir no tiene sentido. 5El poder de elegir es el mismo poder que el de crear, pero su aplicación es diferente. 6Elegir implica que la mente está dividida. 7El Espíritu Santo es una de las alternativas que puedes elegir. 8Dios no dejó a Sus Hijos desconsolados a pesar de que ellos decidieron abandonarlo. 9La voz que ellos pusieron en sus mentes no era
No me imagino a un padre, que ame a sus hijos, que decida abandonarlos cuando éstos se encuentren perdidos. Es como si Dios, al ver el acto volitivo de Su Hijo que le llevó a la conciencia de la separación, le hubiese dicho: "como en mi mundo tan sólo existe la Unidad, no puedo bajar hasta tu nivel -la dualidad- para guiarte".
En su lugar, Dios, se manifiesta a través del Espíritu Santo, Su Voz, y le encomienda la misión de iluminar la mente para permitirle recordar su verdadera y única realidad. Desde esa perspectiva, el Espíritu Santo es una de las alternativas que podemos elegir.
7.
La enseñanza continúa aportándonos información sobre el modo en el que se manifiesta en nuestro interior la Voz del Espíritu Santo. Esta información nos ayuda a reconocer si los pensamientos que llegan a nuestra mente proceden de Él o es una falsa ilusión.
- No da órdenes.
- No es exigente.
- No ataca.
- Favorece el recuerdo de lo que somos.
- Es serena y pacífica.
8. El Espíritu Santo es tu Guía a la hora de elegir. 2Reside en la parte de tu mente que siempre habla en favor de la elección correcta porque habla por Dios. 3Él es el último nexo de comunicación que te queda con Dios, comunicación que puedes interrumpir, pero no destruir. 4El Espíritu Santo es el vehículo mediante el cual
"Tanto el Cielo como la tierra están en ti porque la llamada de ambos está en tu mente". La mente está al servicio de la voluntad, si así lo decidimos. El acto volitivo lo hemos heredado de nuestro Creador. Cuando nuestra voluntad se alinea a la de Dios, nuestra mente sintoniza el canal por donde se emite la frecuencia divina y se conecta con lo verdadero. En cambio, cuando nuestra voluntad se dirige a fabricar una realidad diferente a la de Dios, el canal con el que se conecta es el que emite la frecuencia del sistema de pensamiento del ego.
Tal y como se recoge en este punto, la decisión es muy simple: ¿qué frecuencia elegiremos, la de Dios o la del ego?
Jesús nos revela en este mensaje que su ejemplo es la decisión correcta que debemos seguir para que nuestra voluntad sea la Voluntad del Padre. Jesús, representa el Amor y la superación del miedo. El Amor nos lleva a expandirnos y a crear. Al expandirnos, compartimos lo que somos y nos reconocemos en la Filiación Divina.
10. Te he asegurado que
La ansiedad, la depresión, el estrés, el enfado, las luchas, se apoderan de nuestra mente y guían nuestros pasos hacia un destino doloroso, en espera de que se produzca en nuestro interior una llamada de auxilio, de ayuda, para poder salir de esa red de sufrimiento.
Cuando nuestra mente vibre a la frecuencia del Espíritu Santo, ningún aliado del miedo tendrá cabida en ella. Caminaremos ligeros de equipaje y seremos incansables, pues la fuerza de la Vida nos inspira.
11. Cuando te sientas tentado por la voz falsa, recurre a mí para que te recuerde cómo sanar compartiendo mi decisión, haciéndola así aún más firme. 2Al compartir este objetivo, aumentaremos su poder para atraer a toda
La Enseñanza de Jesús, ofreciéndonos el Camino hacia la Plenitud, nos aguarda. Tan sólo nuestra decisión de seguir sus pasos, ha de permitirnos despertar del falso sueño en el que nos encontramos, a raíz de identificarnos con la separación y con el ego. Elegir la Luz, es elegir la Unidad.
12. Te he pedido encarecidamente que te comportes tal como yo me comporté, pero para eso tenemos que responder a la misma Mente. 2Esa Mente es el Espíritu Santo, Cuya Voluntad dispone siempre en favor de Dios. 3El Espíritu Santo, te enseña cómo tenerme a mí de modelo para tu pensamiento, y, consecuentemente, a comportarte como yo. 4El poder de nuestra motivación conjunta está más allá de lo que se puede creer, pero no más allá de lo que se puede lograr. 5Lo que juntos podemos lograr es ilimitado porque
¡Qué así sea!
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