El Heith representa la octava letra fuerza del alfabeto
sagrado, y al igual que el Daleth significaba el paso de transición entre los
Elementos Fuego y Agua, en este punto del camino, supone la transición entre el
Agua y el Aire, es decir, alcanzamos un estado de maduración en el terreno de
las emociones y nos adentramos, aunque tímidamente, al mundo mental
representado por el Aire.
Podemos decir, que con la letra Heith, el hombre abandona el
mundo de la oscuridad interior y se aventura a la conquista del mundo externo.
Dicho de otro modo, dejamos la fase puramente interiorizadora y nos adentramos
en otro mundo bien distinto, donde lo particular debe dar paso a lo colectivo.
Durante el tiempo anterior protagonizado por las letras del
Elemento Agua, el hombre ha permanecido en permanente contacto con sus
emociones. En ese encuentro consigo mismo ha trabajado para satisfacer sus
necesidades emocionales, y ha establecido múltiples vínculos de relación
afectiva y sentimental. En la nueva etapa que se anuncia, el propósito va más
allá de todo deseo egoísta, ahora tratará de establecer un orden y un
equilibrio en su naturaleza emocional, de modo que cuando se proyecte en el
mundo, sus acciones no provoquen desorden y caos.
En el Heith las emociones se expresarán de un modo
sublimada, perfeccionada, no en vano actúa de 2º He dentro del Elemento Agua.
El fruto de nuestros sentimientos debe habernos convertido en expertos
conocedores de como debemos proyectar nuestros deseos. El arte, en especial el
de la convivencia se expresa con naturalidad en esta letra fuerza.
En el terreno zodiacal, el Heith está representando la
transición entre el signo de Piscis y el de Libra, es decir, entre el último
signo de Agua y el primero de Aire.
En el orden sefirótico se corresponde con el Séfira Hod, el
centro de la lógica, la razón, la verdad, la ley y el rigor.
Cuando nos acercamos al Tarot, la lámina que representa el
Heith es la correspondiente al Arcano nº 8 conocido por la Justicia. la
representación simbólica de este Arcano nos presenta a una mujer coronada
(poder sobre la naturaleza femenina y emocional) sentada (estabilidad), la cual
sostiene en su mano derecha una espada (reflejo de la ley y del
rigor-justicia), mientras que en la izquierda sostiene una balanza en su punto
fiel (símbolo del equilibrio).
Su trono se encuentra situado entre dos columna (dualidad
del mundo de los sentimientos).
Toda la simbología recogida en esta carta nos representa lo
dicho en relación a la letra Heith. La naturaleza emocional se encuentra en su
fase de dominio, lo que nos permite establecer una situación de equilibrio y de
orden el nuestra vida y en la de los demás. Si pensamos por un momento en la
función encomendada a la
Justicia Social , veremos que una de sus tareas primordiales
es establecer leyes que permitan controlar el despliegue individual y
desordenado de los sentimientos y emociones.
Podemos decir pues, que cuando la Justicia aparezca en
nuestro tiraje, nos anuncia una etapa de paz interna, de control emocional, de
disposición favorable a actuar de acuerdo con las leyes, a superar un tránsito
de apegos y de falta de libertad causada por nuestros deseos.
Tal vez los demás no entiendan bien nuestro proceder, pues
se trata de abandonar todo aquello que hasta ahora nos había seducido
emocionalmente. Nuestro cambio de actitud sorprenderá a muchos, pero no se
trata de una decisión tomada a la ligera, sino de una necesidad de adentrarnos
en otro campo de experiencias.
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