LECCIÓN 10
Mis
pensamientos no significan nada.
1. Esta idea es
aplicable a todos los pensamientos de los que eres -o te vuelves- consciente
durante las sesiones de práctica. 2La razón de que se pueda aplicar
a todos ellos es que no son tus pensamientos reales. 3Hemos hecho
esta distinción con anterioridad y la volveremos a hacer de nuevo. 4Todavía
no tienes base de comparación. 5Cuando la tengas, no te cabrá la
menor duda de que lo que una vez creíste eran tus pensamientos en realidad no
significaban nada.
2. Esta es la
segunda vez que usamos este tipo de idea. 2Sólo la forma es
ligeramente distinta. 3Esta vez la idea se introduce con "Mis
pensamientos" en lugar de "Estos pensamientos", y no se
establece expresamente ningún vínculo con las cosas que se encuentran a tu
alrededor. 4Lo que enfatizamos ahora es la falta de realidad de lo
que piensas que piensas.
3. Este aspecto
del proceso de corrección comenzó con la idea de que los pensamientos de que
eres consciente no significan nada y de que se encuentran afuera en vez de
adentro; luego se subrayó el hecho de que son del pasado y no del presente. 2En
lo que ahora estamos haciendo hincapié es en el hecho de que la presencia de
esos "pensamientos" significa que no estás pensando en absoluto. 3Esto
no es más que otra forma de repetir nuestra afirmación previa de que tu mente
está realmente en blanco. 4Reconocer esto es lo mismo que reconocer
la nada cuando piensas que la ves. 5Como tal, es el requisito previo
para la visión.
4. Cierra los ojos
durante estos ejercicios, e inícialos repitiendo para tus adentros la idea de
hoy muy lentamente. 2Luego añade:
3Esta idea me ayudará a liberarme
de todo lo que ahora creo.
4Estos ejercicios consisten, al
igual que los anteriores, en escudriñar tu mente en busca de todos los
pensamientos que puedas encontrar, sin seleccionarlos ni juzgarlos. 5Trata
de evitar cualquier tipo de clasificación. 6De hecho, si te resulta
útil, puedes imaginarte que estás viendo pasar una procesión compuesta de un
extraño repertorio de pensamientos que tienen muy poco o ningún significado
personal para ti. 7A medida que cada uno de ellos cruce tu mente,
di:
8Mi pensamiento acerca de _____ no significa nada.
9Mi pensamiento acerca de _____ no significa nada.
5. La idea de hoy puede servir,
obviamente, para cualquier pensamiento que te perturbe en cualquier momento. 2Se
recomiendan además cinco sesiones de práctica, en las cuales debes escudriñar
tu mente durante no más de un minuto aproximadamente. 3No es
recomendable alargar ese período de tiempo, y en caso de que se experimente
incomodidad el mismo debería reducirse a medio minuto o menos. 4Acuérdate,
no obstante, de repetir la idea muy despacio antes de aplicarla concretamente,
así como de añadir:
5Esta idea me ayudará a liberarme
de todo lo que ahora creo.
¿Qué me enseña esta lección?
Cuando leí esta Lección por primera vez, no fui consciente de la importante enseñanza que nos aporta.
Hoy, cuando me encuentro recapitulándola, la considero una Lección básica en el proceso de educar nuestra mente a la hora de afrontar las experiencias que hacemos "real" en el mundo de la percepción.
Muchos, nos hemos acercado a UCDM en un intento de encontrar una vía que nos permita cambiar nuestras vidas. La respuesta del Curso a nuestra búsqueda nos invita a desaprender lo aprendido y a iniciar un nuevo proceso de aprendizaje, donde la principal enseñanza es el dominio de nuestra mente, pues es nuestra mente la única causa de todo cuanto experimentamos en nuestras vidas.
Ejercitar nuestra mente, se convierte en el propósito fundamental de las Lecciones del Libro de Ejercicio del Curso.
Si antes de tomar consciencia del mensaje de este Ejercicio, alguien nos dijese que aquello que pensamos no significa nada, no le hubiésemos prestado atención alguna y seguramente lo hubiésemos tachado de loco. Sin embargo, ahora tenemos la oportunidad de entender la razón por la que UCDM nos revela que nuestros pensamientos no significan nada y que cuando creemos que estamos pensando, en realidad no lo estamos haciendo, lo que sí hacemos es "proyectar" lo que deseamos y lo hacemos realidad para nosotros.
Cerremos los ojos. Dejemos que fluyan las imágenes que se proyectan desde nuestra mente. Todas ellas están basadas en recuerdos tintados por sentimientos y emociones, recientes o pasadas. Dejémoslas fluir, no las juzguemos. Si las reprimimos, las mantendremos. Si las dejamos fluir, se desvanecerán, pues no son reales. Tal vez ahora, en este instante, nos demos cuenta del inmenso poder que tiene nuestra mente. Tal vez ahora, seamos más conscientes de que tenemos la capacidad de elegir y que esa potestad emana de nuestra voluntad.
Estamos acostumbrados a dar un profundo significado a nuestros pensamientos y para defenderlos atacamos a todos los que entran en conflicto con ellos. Sin embargo, ese pensamiento cuando procede de la creencia dual y de la separación, cuando carece de la certeza de la Unidad y de Amor, entonces, alimenta el error y la ilusión, pues la separación no es real.
Hoy, cuando me encuentro recapitulándola, la considero una Lección básica en el proceso de educar nuestra mente a la hora de afrontar las experiencias que hacemos "real" en el mundo de la percepción.
Muchos, nos hemos acercado a UCDM en un intento de encontrar una vía que nos permita cambiar nuestras vidas. La respuesta del Curso a nuestra búsqueda nos invita a desaprender lo aprendido y a iniciar un nuevo proceso de aprendizaje, donde la principal enseñanza es el dominio de nuestra mente, pues es nuestra mente la única causa de todo cuanto experimentamos en nuestras vidas.
Ejercitar nuestra mente, se convierte en el propósito fundamental de las Lecciones del Libro de Ejercicio del Curso.
Si antes de tomar consciencia del mensaje de este Ejercicio, alguien nos dijese que aquello que pensamos no significa nada, no le hubiésemos prestado atención alguna y seguramente lo hubiésemos tachado de loco. Sin embargo, ahora tenemos la oportunidad de entender la razón por la que UCDM nos revela que nuestros pensamientos no significan nada y que cuando creemos que estamos pensando, en realidad no lo estamos haciendo, lo que sí hacemos es "proyectar" lo que deseamos y lo hacemos realidad para nosotros.
Cerremos los ojos. Dejemos que fluyan las imágenes que se proyectan desde nuestra mente. Todas ellas están basadas en recuerdos tintados por sentimientos y emociones, recientes o pasadas. Dejémoslas fluir, no las juzguemos. Si las reprimimos, las mantendremos. Si las dejamos fluir, se desvanecerán, pues no son reales. Tal vez ahora, en este instante, nos demos cuenta del inmenso poder que tiene nuestra mente. Tal vez ahora, seamos más conscientes de que tenemos la capacidad de elegir y que esa potestad emana de nuestra voluntad.
Estamos acostumbrados a dar un profundo significado a nuestros pensamientos y para defenderlos atacamos a todos los que entran en conflicto con ellos. Sin embargo, ese pensamiento cuando procede de la creencia dual y de la separación, cuando carece de la certeza de la Unidad y de Amor, entonces, alimenta el error y la ilusión, pues la separación no es real.
Nuestra capacidad para proyectar pensamientos debe dejar libre a la mente para que pueda expresar la percepción
real y verdadera, la que sirve de cauce para alcanzar el verdadero conocimiento
a través del Espíritu Santo. Ese pensamiento debe estar libre del filtro
emocional que enturbia la visión verdadera del Ser.
El
pensamiento no sublimado está al servicio del ego, que permanece en la creencia
de la escasez. Su lema es obtener, poseer y, para ello, trata de tener siempre
la mente ocupada en el logro de esos objetivos. La necesidad se convierte en su
lema y el sufrimiento en su vía de aprendizaje.
Ejemplo-Guía: "El comportamiento de nuestro hijo nos desespera".
Apliquemos la lección de hoy al ejemplo-guía.
Ejemplo-Guía: "El comportamiento de nuestro hijo nos desespera".
Apliquemos la lección de hoy al ejemplo-guía.
No es el primer día que vamos al "gimnasio" donde estamos ejercitando nuestra mente. Aún sentimos las agujetas, causadas por los ejercicios de los primeros días, pero ya nos estamos habituando al nuevo ritmo. Aún nos aguardan muchas horas de ejercicios para conseguir que nuestros "músculos" adquieran dureza y robustez, pero si tenemos confianza y persistencia, poco a poco vamos a ir comprobando el logro de nuestros esfuerzos.
Si estamos experimentando una vivencia de conflicto con nuestro hijo, es evidente que nuestros pensamientos se encuentran al servicio de nuestras emociones, las cuales nos darán motivos suficientes para que juzguemos en términos temporales de pasado y estemos pretendiendo "sanar" las viejas heridas que, ahora, son dolorosas. Esta situación, por lo general, nos llevará a actuar de manera descontrolada y careceremos del dominio suficiente para aplicar convenientemente lo que nos aconseja las lecciones.
Digo todo esto, basándome en la experiencia. Recordad que nuestros músculos, es decir, nuestra mente, se encuentra en proceso de ejercitamiento y aún no tenemos un pleno control de la misma. Pero, el hecho de conocer que esto puede pasar, nos ayudará a identificarlo cuando nos pase, es decir, cuando nos encontremos en plena vivencia del conflicto, debemos recordar que aquello que estamos pensando en ese momento no significa nada. Es el momento adecuado para cerrar los ojos y dejar que los pensamientos fluyan libremente, sin que le aportemos nuestra carga emocional. Busquemos aquietar nuestra mente evitando dirigir nuevos pensamientos. No sigas el eco de sus voces. Tan sólo déjalos fluir. Concéntrate conscientemente en tu mente, sabiendo que puedes elegir en todo momento, pues cuentas con el inmenso poder de la voluntad.
No le des importancia, ni te preocupes por lo que la otra persona pueda pensar cuando observe tu gesto. Tal vez te sorprenda comprobar, que muestra menos agitación. Eso es así, por la razón de que has dejado de proyectarle tu ataque. No interpretes tu acto como una acción de cobardía. El desenfreno de la acción es un acto causado por el miedo y el temor. No tengas miedo. Cuando aquietas tu mente estás buscando a la Voz de tu verdadero Ser. Cuando lo oigas, su mensaje será de amor.
Reflexión: ¿Cuál crees que es la clave para saber que lo que estamos pensando es real?
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