lunes, 22 de marzo de 2021

Astrología Cabalística: "Los Planetas - Introducción"

LOS PLANETAS: "Nuestros Dioses Internos”




Cuando estudiábamos el Origen espiritual de las Doce Esencias Zodiacales con las que Elohim construyó el universo solar, donde nos movemos y tenemos nuestro ser, decíamos, que dichas Energías, se manifestaron constituyendo los "materiales" con los que el Gran Arquitecto pudo edificar su Obra.

Si profundizamos en este acontecimiento trascendente, la lógica nos conduce a reflexionar sobre las funciones de los Planetas, los cuales, surgieron físicamente a partir del 4º Día de la creación, protagonizando un papel ejemplar.

Busquemos una vez más el curso de la Verdad, en ese río de sabiduría que nos ha legado la tradición cabalística.

He aquí la traducción de Fabre de Olivet del Génesis, en lo concerniente al 4º Día de la creación:

"Declarando aún su voluntad, dijo, El, los Dioses: Habrá en la Expansión etérea de los cielos, centros de luz, destinados a operar el movimiento de separación entre el día y la noche, y a servir de signos a venir, y para las divisiones temporales, y para las manifestaciones fenoménicas universales, y para las mutaciones ontológicas de los seres. Y serán, esos centros de luz como focos sensibles encargados de hacer estallar la luz inteligible en la Tierra: y esto fue hecho así. Determinó, El, el Ser de Seres, la existencia potencial de esta Dualidad de Grandes centros luminosos, destinando el mayor a la representación del día y al menor a la representación de la noche; y determinó también la existencia de las facultades virtuales del universo, las estrellas. Preponiéndolas en la expansión etérea de los cielos, esos centros sensibles, para que estallara la luz inteligible en la Tierra. Y para representar simbólicamente en el día y en la noche y para operar el movimiento de separación entre la luz y la oscuridad y considerando esas cosas, El, el Ser de Seres vio que serían buenas. Y tal fue el occidente y tal fue el oriente, el objetivo y el medio, el término y el arranque de la cuarta manifestación fenoménica".

La traducción de Fabre de Olivet arroja muchísima claridad sobre la cuestión que nos planteábamos. Esos centros de luz a los que se refiere el texto sagrado, son los astros que constituyen el gran Cuerpo Divino, y su misión no es otra que la de llevar la Inteligencia, la divina, a la Tierra, para que todo ser creado pudiese alimentarse de esas Esencias Cósmicas -los zodiacales- y crecer en el proceso evolutivo de la conciencia.
Análogamente a lo que ocurre en las obras físicas, en las que los materiales de construcción necesitan de los obreros para su elaboración y utilización, los Planetas se comportan como esos "obreros cósmicos" que en su tránsito por los Doce Signos van activando y mezclando los diferentes Elementos necesarios para toda construcción.

¿Cuál es la verdadera propiedad de los planetas?

La respuesta ya ha sido dada por Fabre de Olivet, el cual analizando la palabra estrella en su terminología hebrea, deduce la idea de "fuerza virtual y fecundante del universo". En verdad, esto viene a confirmar la filosofía que fundamenta a la astrología, pues no cabe el menor género de duda, de que los astros son agentes transmisores y activos cuya misión espiritual es canalizar las Energías Cósmicas y hacerlas llegar hasta la Tierra con el propósito de establecer a nivel microcósmico, el orden que rige a niveles macrocósmico.
Decíamos al hablar de los signos, que en la medida en que el universo ha sido creado con esas Doce Esencias, el hombre como fruto de la Obra divina, es portador igualmente de esas Energías. Ahora debemos añadir, que los Planetas, como creación externa del Cuerpo Divino, están en analogía con el hombre, y podemos decir, que la evolución de los Planetas y del Ser Humano es paralela, es decir, cada Planeta es el receptáculo material con vida espiritual que cobija los diferentes estados de conciencia. Así pues, la interrogante planteada por la ciencia, si en otros planetas hay vida o no, recibe respuesta afirmativa desde el punto de vista espiritual.

TEORÍA NEBULAR DE MAX HEINDEL

Max Heindel, el fundador de la Orden de Misterios Rosacruz de California, en su obra "Concepto Rosacruz del Cosmos", nos revela que todos los Planetas del Sistema Solar están habitados y son los campos de evolución de diferentes clases de espíritus en diverso grado de desarrollo.

La evolución de los Planetas la explica del siguiente modo: El Sol central es la vibración más elevada, y en él se encontraban todos los Planetas. Sin embargo, en el transcurso del tiempo, la evolución hizo que se fueran constituyendo zonas cristalizadas especialmente en los polos. Dicha materia, fue gradualmente gravitando hacia el Ecuador, siendo por último expelida junto con los espíritus que en ella había. Así pues, de un modo sucesivo, fueron desprendiéndose todos los Planetas que hoy conocemos -con excepción de Neptuno, y Plutón que pertenecen a otro Sistema Solar-, los cuales, empezaron a girar en torno del Sol-Padre, marcando órbitas alrededor de él de acuerdo al grado de vibración necesario al desarrollo de los espíritus que se encontraban evolucionando en el Planeta.

Por todo lo dicho, indiquemos una vez más que la manifestación material, ya sea sólida o gaseosa de los Planetas, no es más que el Cuerpo Externo de la expresión de su Espíritu planetario que lo anima y vivifica, y en él se desarrollan diferentes estados de conciencia.
Esta visión espiritual, nos lleva a adquirir un grado de responsabilidad con el uso y el trato que damos a los recursos naturales con los que nos dispensa el planeta en el que nos encontramos evolucionando.

Los Planetas, al igual como ocurre con el Cuerpo Físico de los seres humanos, está rodeado e interpenetrado por otros Planos o Mundos, es decir, en cada Planeta encontramos igualmente un Cuerpo Vital-Energético, un Cuerpo Emocional y un cuerpo Mental, vehículos-Planos, donde el Espíritu mora.

No es de extrañar pues, que si la evolución de conciencia en otros Planetas, como ocurre con Júpiter, Mercurio y Venus, es mayor que en la Tierra, los seres que allí evolucionan pueden encontrarse a un nivel tal que no requieran del Cuerpo Físico para evolucionar, sino que lo hacen en los vehículos superiores. De hecho así es, pero tal afirmación debe ser meditada por cada estudiante, el cual reconocerá internamente la respuesta.


¿Cómo nos influye los Planetas en nuestras vidas?

Con lo explicado hasta ahora, hemos podido comprender cómo los Planetas asumen el papel de "obreros cósmicos". Son los que "mezclan las Energías Divinas" y nos impulsan a comportarnos de un modo u otro.

Cada Planeta se especializará en unos Trabajos determinados, en la misma medida como ocurre en la vida física, donde aparecen las diferentes especialidades necesarias todas ellas para lograr el acabado final de la obra. Están los arquitectos, los albañiles, los carpinteros, los fontaneros, los electricistas, los decoradores, los pintores, los inspectores, etc. Cada uno realiza un papel personal y transmiten sus conocimientos de modo que sea posible lograr el objetivo. Su Trabajo debe estar organizado, sincronizado, deben tener un fin en común, pues de otro modo, cada uno interferirá la labor del otro, como ocurre en esas obras en las que el fontanero aparece cuando aún no ha terminado su labor el albañil. En el cosmos debe imperar el orden y como veremos en otra parte de estos estudios, cuando los Planetas se encuentran en aspectos disarmónicos, se dan las circunstancias en que no existe entendimiento entre los diferentes especialistas, es decir, mientras, que nuestros deseos nos incitan a satisfacer ciertos hábitos, tal vez nuestra mente nos hable en otro sentido, llevándonos a reprimirnos. Esto es simplemente la vida, y tendremos que aprender a ajustar los intereses de cada cual; tendremos que hacernos "Maestros Constructores", y dominar todas las especialidades. Siendo UNO, podremos decir que nos hemos convertido en un Sol Central, donde nuevamente se encuentran integrados todos los Planetas. Nuestra Conciencia es UNA.


A diferencia como piensa la astrología convencional, que nos describen a los Planetas como fuerzas que nos influyen desde el exterior, la astrología esotérica, nos enseña que dichas influencias se producen desde el interior, pues como ya hemos explicado, el hombre es un microcosmos que contiene todo un sistema solar. La gran organización cósmica permite la existencia de un importante número de seres en evolución con distintos grados de evolución cada uno. Desde el nivel superior donde aparece el símbolo supremo de la Corona-Kether, el Poder absoluto de la Voluntad Divina, hasta el nivel inferior, donde aparece el símbolo terreno de la Obra creada por Dios, la Tierra-Malkuth, existen, como ya hemos visto en otra parte de estos estudios, diferentes centros de conciencia, diferentes campos y niveles de evolución. Entre la Oleada de Vida Divina y la Humana, encontramos a los Serafines, a los Querubines, a los Tronos, a los Dominaciones, a los Potencias, a los Virtudes, a los Principados, a los Arcángeles y a los Ángeles. Cada uno de estas Jerarquías Superiores está bajo los servicios de Elohím y encuentran su campo de Trabajo en cada uno de los Centros-Séfiras, donde desarrollan una cualidad específica. Dado que cada uno de estos Centros-Séfiras está expresando una virtud divina, diremos, que las especialidades de cada Planeta encuentran ubicación dentro de cada una de Ellos.


 Así podemos desarrollar el siguiente esquema:


CENTRO-SEFIRA
ENTIDADES ESPIRITUALES
PLANETAS
KETHERSERAFINESSIN ROSTRO
HOCHMAHQUERUBINESURANO
BINAHTRONOSSATURNO
HESEDDOMINACIONESJÚPITER
GUEBURAHPOTENCIASMARTE
TIPHERETHVIRTUDESSOL
NETZAHPRINCIPADOSVENUS
HODARCÁNGELESMERCURIO
YESODANGELESLUNA
MALKUTHHUMANOSASCENDENTE


Neptuno y Plutón, como ya hemos advertido anteriormente, no pertenecen a nuestro Sistema Solar, por ello, no se encuentran representados en el esquema organizativo de Elohim. No obstante, una vez estudiado las características de ambos, podemos indicar que las vibraciones de Neptuno se acercan mucho a las de Kether, y las de Plutón a Binah, pero siempre a título orientativo.

Las Jerarquías a la que nos hemos referido, tienen nombre y apellidos y están, igualmente, debidamente constituida y organizadas. En cada uno de los Séfiras encontramos un Coro de Angeles trabajando, a excepción de Malkuth que como ya sabemos es nuestro campo de manifestación. Así pues, podemos hablar de 9 Coros Angélicos. Además diremos, que en cada Coro hay 8 especializaciones, es decir, una por cada Séfira, exceptuando Kether y Malkuth (Kether no tiene rostro planetario).

Por todo ello, podemos hablar de 72 Rostros Angélicos, los cuales, representan cada uno una Lección, un Programa que la conciencia debe integrar. Podríamos decir, que la divinidad nos administra su Saber en pequeñas dosis para que podamos integrarlas con acierto. Cada uno de estos 72 Rostros tiene nombre, y en Cábala se les conoce como "Genios". Las posiciones de los Planetas en la carta natal están activándolos, dependiendo del grado que ocupe en cada momento. Dado que esta parte de la enseñanza la considero de un nivel superior, la trataremos en otra ocasión. Es imprescindible, antes de poder penetrar en este nivel, conocer bien las diferentes expresiones de los Planetas, como son sus manifestaciones mundanas y psicológicas.

Cuando nacemos, nos encontramos con 12 Esencias-Signos, sin embargo, tan sólo aquellas que están activas por la posición de Planetas llegarán a nuestra conciencia, motivándonos así a actuar. En la medida en que los Planetas se mueven progresan o transitan por otros signos, debe interpretarse como nuevas oportunidades que se nos presentan de aprendizaje.
Los Planetas son pues, los grandes agentes activadores del Zodíaco... Tratémosles como se merecen.


LEY DE BODE

Antes de pasar al estudio riguroso de cada uno de los Planetas, quiero ilustrar este capítulo con la explicación de la Ley de Bode, la cual nos aclarará el porqué no debemos considerar a Neptuno y Plutón como Planetas pertenecientes a nuestro Sistema Solar.

Es importante hacer esta matización debido a que la astronomía moderna trata de desvalorizar a la astrología, afirmando que el número de Planetas que componen nuestro Sistema Solar no son siete, sino nueve.
En todas las religiones, oímos hablar de los 7 Genios Planetarios: los indios, le llaman los 7 Rishi; los mahometanos, los 7 Arcángeles, y los cristianos, los 7 espíritus ante el Trono.
Los nueve planetas principales a los que hace referencia la astronomía son los siguientes: Plutón, Neptuno, Urano, Saturno, Júpiter, Marte, la Tierra, Venus y Mercurio. Sin embargo, gracias a la Ley de Bode, el místico demuestra que a pesar de que los telescopios han permitido descubrir nuevos Planetas, éstos no son de nuestro Sistema Solar. Veamos que dice dicha Ley:
Tomemos una serie de 4 y sumemos 3 al segundo, 6 al tercero, 12 al cuarto, y vamos sucesivamente doblando los tiempos sumados con anterioridad. La serie de números resultante, nos dará una aproximación muy cercana de la distancia relativa de los Planetas con respecto al Sol, claro está, con la excepción de Neptuno y Plutón.



Mercurio
Venus
Tierra
Marte
Asteroides
Júpiter
Saturno
Urano
Neptuno
Plutón
4
-
4
3
4
6
4
12
4
24
4
48
4
96
4
192
4
384
4
768
4
7
10
16
28
52
100
196
388
772


Dividiendo esta serie resultante por 10, tendremos que la distancia relativa de la Tierra al Sol es 1 (unidad astronómica), y el resto de los Planetas, estará expresando en términos comparativos, esa misma distancia.
Comparemos los resultados obtenidos con la realidad:


PLANETAS
LEY DE BODE
DISTANCIA REAL
MERCURIO
0,4
0,3871
VENUS
0,7
0,7233
TIERRA
1.0
1.000
MARTE
1,6
1,5237
ASTEROIDES
2,8
2,6
JÚPITER
5,2
5,2028
SATURNO
10.0
9,5388
URANO
19,6
19,1910
NEPTUNO
38,8
30,0707
PLUTÓN
77,2
39,4574

* Unidades Astronómicas: distancia media de la Tierra al Sol (92.900.000 millas). Unidad para indicar las distancias del Sistema intersolar.

Como se puede comprobar con la presente tabla, todos los Planetas se ajustan a las distancias determinadas por las observaciones realizadas científicamente, a excepción de Neptuno y Plutón, los cuales se encuentran fuera de esa órbita lógica que sitúa a los Planetas dentro de nuestro Sistema Solar.

Las influencias de dichos Planetas en relación al hombre, nos hace pensar que las cualidades que se desprenden de ellos son de tipo trascendente, espirituales. Pienso que son los mensajeros de otro Sistema Solar cercano, y en su condición de Planetas más externos, nos están permitiendo ampliar las fronteras de nuestra conciencia.

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