La serpiente, aparece como la más astuta (2º He de Binah = Marte) de cuantas bestias habitaban en el campo (Mundo del Deseo).
La tentación de utilizar con precipitación y con individualismo los poderes divinos. Esta es una de las aportaciones de Marte-Gueburah.
La serpiente podemos interpretarla como el "ardor", la pasión por conocer. Fijémonos como tienta a Eva, la representante del inconsciente humano, de las emociones, lo femenino. La lleva a malgastar la energía divina, lo cual, propicia la identificación con la separación, con el dolor, con el miedo, con el sufrimiento, con el trabajo.
Marte-Serpiente, nos abre los ojos a la individualidad.
Marte propicia el descubrimiento de nuestra desnudez, la pérdida de la pureza.
Vemos como Saturno-Jehová, es el supervisor de Marte-cuerpo emocional: ¿dónde estás? Se dirige a la conciencia.
Marte es el impulso maldito que nos lleva a cometer errores, a generar karma. Se establece enemistad entre Marte y los deseos-Mujer.
Marte, lleva al Sol y a la Luna a abrir los ojos, descubriendo la unidad separada: la individualidad.
A la Luna , Saturno-ley, la "castiga" con la multiplicación de las preñeces. Igualmente, a parir con dolor.
A partir de la separación propiciada por Marte, la Luna-mujer ha de buscar a su marido-Sol, el cual, "te dominará".
Al Sol, Saturno le dice: Por ti será maldita la tierra (conciencia).
Con trabajo (Marte) comerás de ella el tiempo de tu vida (al perder la luz, difícilmente podrá alimentarse de esa plenitud anímica del anterior período de unidad).
Te dará espinas y abrojos (la conciencia se despertará a través de esas espinas).
Con el sudor de tu rostro comerás el pan. (Cada vida, cada rostro, nos pone a elaborar pan-conciencia. Con ella tenemos que alimentarnos).
Hasta que vuelvas a la tierra (Es decir, hasta que adquieras la conciencia de unidad de Hesed-Paraíso). Pues de ella has sido tomado. (En efecto, de la unidad ha surgido la individualidad). Ya que polvo eres, y al polvo volverás. (Ya que esencia cósmica creadora eres, y a ella volverás).
El Sol-Adam, pone a la Luna-mujer , el nombre de Eva, que significa: Ser que transmite la vida (las experiencias).
Adam y Eva, Sol y Luna, cubrieron sus cuerpos con túnicas de pieles. (Envoltorios para que adoptasen una identidad en el Plano que se encuentran).
Saturno-ley-Instructor revela: He ahí al hombre hecho como uno de nosotros. Conocedor del Bien y del Mal. Expulsémosle del Paraíso, no vaya ahora a tender su mano al Árbol de la Vida y comiendo de él, viva para siempre.
Hecho como uno de nosotros: se refiere a que tenía sus mismas cualidades y poderes creadores.
Conocedor del Bien y del Mal. ¿Qué es el bien y qué es el mal?.
Bien = Fuego. Mal = Agua. Conocer = Aire.
Es conocedor, porque ha actuado con sus emociones en el propósito de crear a niveles materiales. Sin embargo, no estaba preparado su cuerpo mental para comer de ese Árbol del Saber. Al no conocer el arte de la creación, la fase de las reglas y límites, se las salta. Se "come" la fase Vav-Binah, pasando de los deseos-He directamente a los logros (2º He-frutos).
Si come del Árbol de la Vida , esto es, sí utiliza todos los poderes divinos sin estar preparado para ello, estando inmaduro como hemos visto, lo que hará será perpetuar su error y malgastará su potencial creador.
Es preciso que Binah-Jehová-Ley, lo sitúe en conexión a su estado anímico: Lo arroja del Edén y lo manda a labrar la tierra-conciencia de la que había sido tomado (Hesed).
El hombre, dotado de un triple cuerpo y un triple alma (Físico-etérico; emocional y el mental) es expulsado de la Tierra de la Unidad.
Coloca a un Querubín en la puerta: Arcángel al servicio de Hochmah-Urano, guardando el camino del Árbol de la Vida. Ese Urano debe ser conquistado para volver a la tierra paradisíaca.
De la unión de Adam-Eva, Sol y Luna, nace Caín, el cual responde a las características de la Columna de la Izquierda , y Sefiróticamente a Hod-Mercurio.
Caín es labrador. (izquierda).
Otro hijo, Abel, que es pastor, lo que está en relación con la Columna de la Derecha , y concretamente con el Séfira Netzah-Venus.
Vemos a Caín-Mercurio cabizbajo por no ser aceptada su ofrenda. "Si obra bien = erguido". Caín-Mercurio no obra bien, el pecado se encuentra a la puerta como fiera acurrucada, acechando. Debe dominarla. La fiera-Marte siente apego a ti, del mismo modo como Marte pertenece a la misma Columna que Mercurio. Dado que Caín es hijo de Saturno-Jehová, Mercurio es hijo de la Inteligencia creadora, representa la mente, y ésta debe dominar a los instinto-Marte.
Mercurio, debe contestar a la Ley sobre sus acciones. ¿Qué haces? ¿Qué has aprendido?
Mercurio-Caín no sabe dónde está su hermano. La mente material, no quiere saber dónde está el legítimo heredero: el Espíritu. La mente concreta mata a la mente creadora.
Saturno dice a Mercurio: Maldito serás de la tierra. Cuando labres, no te dará sus frutos. No adquirirás conciencia si se mata la voz del espíritu creador.
Mercurio andará por ella fugitivo y errante. Así es la mente cuando se desvincula de lo eterno. Es superficial, vacía y vegetativa.
Mercurio teme: Cualquiera que me encuentre me matará. Las mentes débiles temen ser desposeída de sus valores, de su poder, de su existencia.
Si alguien matare a Mercurio, será 7 veces vengado. (Aquel que no utilice a Mercurio, deberá retrasar sus trabajos evolutivos hasta que cada uno de los 7 planetas deposite su semilla en él).
Saturno, dejó en Mercurio una señal para que nadie que le encontrara le hiriera. Mercurio es un He para Binah-Saturno, por lo que goza de su protección salvadora. Mercurio trabaja para Urano. No podemos darle muerte.
Mercurio se alejó de la presencia de la Ley-Jehová. Habitó la región de Nod (Noun-Vav-Daleth), la tierra de la individualidad de la conciencia, al Oriente del Edén.
Hasta aquí se dan los primeros trazos primordiales de la organización planetaria de acuerdo a los Trabajos del Proceso Involutivo, donde la personalidad humana ha de descubrir, en primer lugar, su individualidad, los poderes con los que ha sido creado, y a partir de ese momento, centrar su atención en la conquista de la unidad de un modo consciente.
En este primer tramo, los planetas actúan como "obreros". La ruta está trazada. Los materiales dispuestos (12 Zodiacales). A partir de ese punto, la conciencia tendrá que labrar la tierra a base de ardua labor. La ronda de encarnaciones se pone en marcha, hasta que conquistemos y dominemos los deseos y la mente. Hemos de retornar a ese paraíso perdido; hemos de alcanzar el "pase" para que el Querubín-Urano, nos permita el Reencuentro.
Desde este punto de inicio, donde las claves han sido trazadas, se pone en movimiento un proceso de crecimiento en orden espiral, donde los distintos rostros planetarios, adquirirán nombres diferentes. La meta es alcanzar el peldaño llamado Jesús, pues con él, se producirá un renacer, una reorientación en los senderos. La involución cederá su hegemonía a la evolución.
Los Trabajos Involutivos de la conciencia, dieron comienzo con Adam-Eva-Caín, y culminarán, con Zacarías-Isabel-Juan. A partir de ese estado, nace Jesús-Cristo, y con ello, la apertura de nuevos Trabajos, donde los Planetas ya no tendrán el mismo papel.
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