I. Los regalos de la paternidad (1ª parte).
1. Te has dado cuenta de tu necesidad de curación. 2¿Le ofrecerías cualquier otra cosa a
Si te encuentras entre los que estamos leyendo y compartiendo este texto, sin duda, te habrás dado cuenta que el ego no es tu creador y que el sistema de pensamiento que te ofrece es demente y falso. Te habrás dado cuenta de que ese sistema de pensamiento debe ser sanado, corregido, por lo que has decidido recordar tu verdadera identidad y retornar a tu verdadero hogar, donde nos reencontraremos con el resto de la Filiación y con nuestro Hacedor.
Creer que estamos solos y que estamos separados del resto de la creación, forma parte del error en el que se sustenta el sistema de pensamiento del ego. Todo lo creado es Dios, pues nada que no haya sido creado por Él, existe. Tu existencia, al igual que la del resto de la Filiación, es una parte del Todo-Dios.
3. Si tú no formases parte de Dios, Su Voluntad no estaría unificada. 2¿Es concebible esto? 3¿Podría una parte de Su Mente no contener nada? 4Si nadie excepto tú puede ocupar tu lugar en Su Mente, y el que tú lo ocupases constituyó tu creación, sin ti habría un lugar vacío en
El Todo-Dios no podría ser el Todo sin una de sus partes. Dios no estaría completo sin una de sus Extensiones, de sus Creaciones. La Mente Una de Dios no puede estar dividida y escindida de uno de Sus Pensamientos. Lo que es eterno e infinito no lo puede colapsar el tiempo. La verdad no puede contemplar la ilusión y el error. Es verdad y lo será eternamente, o no es verdad y no lo ha sido nunca.
4. Esperar es posible únicamente en el tiempo, pero el tiempo carece de significado. 2Tú que inventaste las demoras puedes dejar atrás el tiempo reconociendo simplemente que ni los principios ni los finales fueron creados por lo Eterno, Quien no impuso límites a Su creación o a aquellos que crean como Él. 3 Desconoces esto debido simplemente a que has tratado de limitar lo que Él creó, y, por lo tanto, crees que la creación está limitada. 4¿Cómo, entonces, ibas a poder conocer tus creaciones habiendo negado lo infinito?
Resulta un esfuerzo inestable el estar conteniendo el poder de la
verdad. El desgaste de ese estado de pensamiento exige la fabricación de una
realidad virtual que nos lleve a creer lo que percibimos. El tiempo se
convierte, en esa realidad virtual, en el aliado de la ilusión, aportándoles
argumentos para probar la realidad de lo percibido, pero olvidando que es
virtual, es decir, es ilusoria.
¿Has probado en alguna ocasión unas gafas virtuales que te permitan
visualizar escenas tan nítidas y aparentemente verdaderas que tus sentidos
responden a ellas con la fuerza de la realidad? Yo he tenido ocasión de
experimentar esa vivencia. De hecho, aún las tengo. En una ocasión experimente
un viaje simulado a la Antártida, montado en un Kayak. Al principio pude
percibir el vértigo que me producía el movimiento del kayak en su contacto con
el agua. Una vez recuperado de esa primera impresión, tomé los remos para
desplazarme por el mar. Era impresionante. La sensación de desplazamiento era
totalmente real. Poco a poco podía ir describiendo el paisaje que se mostraba
ante mí. Pude ver a los pingüinos que me observaban sorprendidos desde pequeños
islotes de hielo. Más allá, descubrí a unas focas que jugueteaban zambulléndose
en las profundidades del agua, que, por sus transparencias, permitían ver a los
peces nadar.
Al final del trayecto, en el que tuve que ir sorteando los muchos
islotes de hielo flotando en el agua, alcancé una montaña de hielo por la que
debía escalar si quería alcanzar mi destino, la base donde se encontraba la
tienda de campaña que me daría refugio ante la tormenta que se avecinaba. Si
impresionante resultó el trayecto en kayak, imaginaros la experiencia de tener
que escalar esa montaña de hielo. Para mi mente perceptiva todo fue real. Cada
sensación, fue vivida con la misma intensidad que la aportada por la
experiencia física. Sinceramente esta experiencia me ha permitido comprender el
poder de la mente y valorar lo ilusorio de aquello que llamamos realidad.
Jesús, nos dice en este punto que el Hijo de Dios, la Extensión del Padre, es el universo. Nos dice, igualmente, que las leyes del universo no admiten contradicciones. Si no creemos que formamos una unidad en Dios, estaremos eligiendo creer que Él está fuera de nosotros, lo que propicia su negación desde el punto de vista del sistema de pensamiento del ego.
El Hijo de Dios es un Ser Espiritual y es el universo. El universo al que se refiere este punto apunta a esa idea, esto es, el universo es un Ser Espiritual y sus leyes no admite contradicciones, es decir, lo que es verdad no tiene opuestos.
6. Dios te ha dado un lugar en Su Mente que es tuyo para siempre. 2Pero sólo puedes conservarlo si lo das de la misma manera en que se te dio. 3¿Cómo ibas a poder estar solo allí cuando se te dio porque Dios no dispuso estar solo? 4No es posible reducir
Si alguna ver nos hemos preguntado ¿cuál es la esencia del amor?, este punto nos responde a ello: es dar sin límites.
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