DEJA A CAFARNAUM SECRETAMENTE (YESOD)
35 A la mañana, mucho antes de amanecer, se levanto,
salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. 36 Fue después Simón y los
que con el estaban, 37 y hallado, le dijeron: Todos andan en busca de ti. 38 El
les contesto: Vamos a otra parte, a las aldeas próximas, para predicar allí,
pues para esto he salido. 39 Y se fue a predicar en las sinagogas de toda
Galilea, y echaba los demonios.
Abordamos, en este pasaje, el estudio de uno de los
aspectos más oscuros de la naturaleza psíquica del ser, la que representa la
parte oculta de su consciencia, su inconsciente.
En la dinámica diaria de nuestras vidas, tras el
atardecer, tras la puesta del Sol, la luz cede la hegemonía a las tinieblas. El
Sol cede su potestad a la Luna y, del estado de vigilia, nos entregamos al
estado de sueño, donde nuestra consciencia se adormece y delega su protagonismo
a las tendencias inconscientes. Esta es la situación donde nos sitúa Marcos con
su narración:
...mucho antes del amanecer, se levantó, salió y se
fue a un lugar desierto, y allí oraba.
La noche y el sueño anteceden al nuevo amanecer. Si el
dia-consciencia-vigilia esta regido por el Sol, la noche-inconsciencia-sueño
esta regida por la Luna, planeta que cabalisticamente se sitúa en el Séfira
Yesod, mientras que el Sol lo hace en Tiphereth.
Nos encontramos por lo tanto que, la naturaleza
Crística ha penetrado en los dominios del Séfira Yesod, el cual, situado en la
Columna del Centro, la que determina los diferentes Trabajos que se realizan en
la consciencia, representa el inconsciente. El amor debe alcanzar este alejado
mundo pues, de lo contrario, el Trabajo de Unificación quedaría en la fase de
cristalización inacabado y, mientras nuestros deseos se identifican con el impulso
Crístico, nuestros hábitos adquiridos, que forman parte de nuestros impulsos
instintivos, se oponen a el, generándose una lucha interna entre la consciencia
y la inconsciencia. Esta dinámica es muy frecuente y, vemos a muchos aspirantes
a la Luz que, aun teniendo sentimientos muy elevados, están aún prisioneros de
hábitos de los que son incapaces de salir.
Para lograr llevar a cabo los Trabajos en este difícil
nivel, es preciso que la naturaleza Crística se levante antes de que amanezca;
es decir, en plena oscuridad nocturna. Pero, ¿qué haremos levantándonos a las 4
o las 5 de la madrugada, con el sueño que tendremos a esa hora? ¿Cómo
ayudaremos a nuestra Obra Crística madrugando tanto?
En verdad, esta norma ha sido cumplida fielmente en
todos los monasterios donde se cultiva el "cuerpo espiritual". Antes
del amanecer, los monjes se levantan y, buscando el recogimiento interno -su
desierto personal-, se entregan a la oración; es decir, buscan dialogar con
Dios. No nos vamos a preguntar si su alto ideal se ha mantenido siempre firme y
este habito les ha conducido a la iluminación, siendo aceptado de buen grado.
En verdad, podemos llevarnos toda una vida haciendo gestos externos sin que
nuestro corazón no acompañe con el sentimiento para descubrir que, al final, no
hemos avanzado ni un solo metro del punto donde nos encostrábamos.
El Trabajo Crístico se dirige a nuestra consciencia; y
es ahí hacia donde debemos orientar nuestros Trabajos. Si no somos capaces de
ello, nos convertiremos en actores que, a fuerza de repetir un mismo guión,
terminaremos por aprender el verdadero mensaje del papel.
El inconsciente es ese baúl donde almacenamos un gran
poder de energía. ¿De dónde procede esa energía?.
Todo comienza en Kether, nuestro Yo Espiritual, el
encargado de transmitirnos la Voluntad del Padre. Él, al crearnos como parte de
Sí Mismo, a su imagen y semejanza, nos ha insuflado el ideal de desarrollar su
condición divina; es decir, cada chispa divina emanada de su Fuego Creador o,
lo que es lo mismo, todos cuantos formamos la Oleada de Vida Humana, somos
Dioses en Formación. Para conseguir este Propósito, la evolución del Ser se ha
ido desarrollando en sucesivos Periodos de Manifestación -Días de la Creación-
encontrándonos, en la actualidad, en el Cuarto Día-Periodo, adquiriendo en cada
uno de esos -Días, un Vehículo nuevo, el cual nos permitiría adquirir
experiencia en los correspondientes Mundos dispuestos por Dios para nuestro
progreso espiritual.
Cuando hablamos de que la energía. emana desde Kether,
lo que en verdad estamos queriendo decir es que, un nuevo Programa debe formar
parte de la consciencia del Ser Humano; un nuevo aprendizaje ha de elevar su
condición y, para ello, esa Energía-Programa-Lección, debe ir pasando
impregnando a cada uno de los distintos Cuerpos con los que evoluciona el
hombre. (Ver esquema).
ESQUEMA ACTUAL DE NUESTRO PROCESO EVOLUTIVO (4º DÍA)
DÍAS
|
MUNDOS
|
CUERPOS
|
SEFIRA
|
ELEMENTOS
|
CONSCIENCIA
|
1er DÍA
|
EMANATIVO
|
ESPIRITUAL
|
KETHER-HOCHMAH-BINAH
|
FUEGO
|
MINERAL
|
2º DÍA |
CREATIVO
|
EMOCIONAL
|
HESED-GUEBURAH-TIPHERETH
|
AGUA
|
VEGETAL
|
3er DÍA
|
FORMACIÓN
|
VITAL/ETERICO
|
NETZAH-HOD-YESOD
|
AIRE
|
ANIMAL
|
4º DÍA
|
ACCIÓN
|
FÍSICO
|
MALKUTH
|
TIERRA
|
HUMANA
|
Esquema 1
Hemos tenido ocasión de decir en otra parte de esta
obra, que el Árbol Cabalístico se divide en Tres Columnas fundamentales: la de
la Derecha, regida por Hochmah, cuyos Trabajos se especializan en el uso de la
energía emocional, el Amor; la de la Izquierda, regida por Binah, cuyos Trabajos
se especializan en el uso de la energía mental, la Inteligencia Activa y
Práctica; y la del Centro, regida por Kether, cuyos Trabajos se especializan en
el uso de energías en estado Emanativo, cuyo propósito es impregnar la
consciencia.
Centrémonos en los Séfiras que se encuentran en esta
Columna y veremos los diferentes pasos que sigue la energía para desarrollar el
estado Consciente.
Kether, el Creador, insufla un Programa de Vida.
Pongamos, por ejemplo, que su Voluntad se dirija hacia el Propósito de que nos
hagamos Conscientes del Proceso Creador: aprender a generar vida. En esa
primera etapa, ese Programa es percibido por nosotros a nivel intuitivo; es
decir, como un ideal que nos moviliza a actuar, pero desconocemos la razón.
Así, ponemos en marcha nuestra Voluntad y tomamos la decisión de crear.
En una segunda fase, la Energia-Programa desciende
hasta nuestra naturaleza emocional para ganar las "simpatías" de ese
centro motor, que ha de movilizar nuestros deseos para que acepte el Propósito,
y nos motiva a actuar en su logro. Ese Centro es Tiphereth. En ese momento, se
produce un hecho importante: la Voluntad Divina-Kether, ha bajado a los niveles
humanos-Tiphereth.
El Fuego y el Agua deben trabajar juntos, en armonía.
Si ello no ocurriera, se generaría un conflicto que estudiaremos mas adelante.
Ahora, supongamos que, en verdad, nuestra Agua-Emoción decida Trabajar para
Crear. Se produciría entonces una primera fase de consciencia pues, nos
identificaremos con el Ideal que nos movilizo en primer término: Yo deseo
Crear, seria el sentimiento interno. Trabajar conjuntamente con el Programa
Divino nos permitirá sentirnos poseedores de su Fuego-Luz; es por ello que, en
esta fase, nos dejamos llevar por la voz de la consciencia; es decir, existe en
nosotros una disposición proclive a oír la voz del Padre que, con amor
infinito, nos habla interiormente con el propósito de que tomemos el camino
correcto para llevar a cabo el Programa Esencial.
De la unión del Fuego y del Agua surge la fecundidad
creadora. Si interpretamos al Fuego como el esperma masculino, y al Agua como
el ovulo femenino, veremos que, de su colaboración comienza la vida, la
formación de una criatura. En efecto, el siguiente paso que afrontamos,
cabalisticamente hablando, es penetrar en el Plano de Formación, donde nos
encontramos con Yesod-Inconsciente.
Verdaderamente, mientras que se produce la formación
del feto, de la criatura, y antes de pasar a la fase de su nacimiento, donde
seremos conscientes de la Obra Creadora, las energías se desarrollan en un
nivel donde somos inconscientes de los Trabajos. Esto, no significa que no
sepamos que hay vida en nuestro interior. No. Lo que aprendemos de esta
situación es que, la tercera fase de toda obra, es la consecución directa de
las dos primeras; y no dependen de nuestra atención directa los Trabajos que se
realizan.
Hemos puesto en marcha el motor interno, nuestra
Agua-Deseos; y decidido llevar a cabo la Voluntad del Padre-Dios. Ahora, es su
Inteligencia la que asume los Trabajos por nosotros y no necesitamos realizar
ningún esfuerzo. ¿Qué ocurriría si, en la fase anterior, nuestras emociones se
hubiesen revelado contra el propósito divino? Algo que todos hemos
experimentado en nuestras vidas, cuando nuestros deseos han bloqueado algún
tipo de impulso. La energía, que debe seguir su proceso, pasa al nivel Yesod,
donde se almacena como experiencia no integrada, no aprendida. El
comportamiento adoptado formaría parte de nuestro Cuerpo Etérico, donde se
habrá convertido en hábito.
Dado que no podemos eternizarnos en las experiencias,
en la evolución, Yesod, que si nos fijamos realiza la triple función Vav-Binah,
despliega un mecanismo de protección basado en un lenguaje simbólico.
El contenido del inconsciente se manifiesta,
fundamentalmente, de tres modos:
A través de los sueños (Luna). Las imágenes oníricas nos hablan
de los Trabajos que se están desarrollando en ese plano oculto. Es por ello
que, la interpretación de los sueños nos revela los Programas que debemos
realizar y que no hemos sido capaces de hacerlos conscientes aceptándolos con
nuestras emociones. Se ha descubierto, recientemente, por algunos médicos de
vanguardia, la función terapéutica del mensaje onírico. Para buscar soluciones
a la enfermedad del Cáncer, el Dr. Siegel pide a sus pacientes que escriban los
sueños, así como que realicen dibujos -proyecciones de nuestro inconsciente-,
describiendo su enfermedad.
Jung ha sido, quizás, quien más luz ha arrojado sobre
el valor terapéutico de los sueños.
A través de las Proyecciones. Proyectarnos es vernos reflejados en los demás. Valoramos o rechazamos, en los demás, aquellas tendencias que tenemos asimiladas o no. Las anécdotas simbólicas de cada día nos ponen en contacto con el mensaje que, formando parte de nuestro inconsciente, trata de transmitirnos nuestro Ego-Yo Superior.
A través de la Enfermedad. Trabajando directamente sobre la región más inferior del Cuerpo Etérico; la enfermedad se convierte en una de las más drásticas vías para hacernos aceptar la realización de los Programas que habíamos dejado pendientes.
Por todo ello, podemos deducir que, en el inconsciente, se dan cita energías creadoras de primera mano, las cuales están sirviéndonos por haber aceptado llevar a cabo la Voluntad del Padre. Todos los órganos involuntarios del Cuerpo Físico realizan esta función de servicio. Por otro lado, nos encontramos con las asignaturas pendientes que, de un modo u otro -como hemos visto-, saldrán al exterior con el propósito de enseñarnos por una vía más drástica y rigurosa, la Voluntad del Padre, la Voluntad de nuestro Yo Superior.
Será en la Cuarta Fase -utilizando términos
cabalísticos- cuando las energías elaboradas en las tres anteriores penetren en
la Esfera de Malkuth-Mundo de Acción y Físico. En este Plano la Obra se
materializa, alcanza su meta final haciéndonos conscientes.
En el ejemplo que hemos desarrollado, la Voluntad que
el Padre-Kether nos insufló nos llevó a tomar consciencia del deseo de generar
vida -Tiphereth-. Ahora, tras haber aceptado realizar ese Programa con nuestra
voluntad y, tras haberse puesto en marcha los Trabajos de Gestación-Formación
en un nivel inconsciente, la experiencia llega hasta su final con el nacimiento
del Ser; es decir, somos CONSCIENTES de que SOMOS CREADORES. Es el momento de
analizar los resultados de nuestra Obra para sacar conclusiones sobre nuestro
Trabajo en su conjunto.
Tras haber situado en el Árbol Cabalístico las
diferentes fases de la consciencia, estamos en condiciones de comprender los
Trabajos de la naturaleza Crística en la fase de Yesod-Luna.
Es necesario que, la Nueva Consciencia, sea capaz de
estar despierta, levantada; es decir, consciente (vigilia) antes del amanecer,
esa hora tenebrosa que hemos visto como la morada del inconsciente. Debe ser
así pues, no debe de haber en nuestra naturaleza psíquica ningún rincón donde
no penetre la Luz del Amor.
Para conseguir iluminar esa parte oscura de nuestra
psique, donde no somos consientes, es preciso que actuemos como Jesús: abramos
los ojos y miremos en nuestra oscuridad. Busquemos un lugar desierto; es decir,
donde no puedan interrumpirnos otras voces que nos confundan, donde nos
encontremos tan solo con ese ideal y, allí, oremos o, lo que es lo mismo,
establezcamos la comunicación con el Padre para que sea Él quien ponga orden y
unidad en ese mundo -el inconsciente-, donde las energías se encuentran
desordenadas.
A lo largo del proceso evangelizador de Jesús le
encontraremos orando en los momentos mas importantes de su Misión. Es por ello
que, debemos conocer el verdadero valor espiritual que posee el hacer uso de la
oración. Orar significa conectar conscientemente con el Centro Superior de
donde emana todo Poder, toda Energía, con Kether-Padre. Cuando oramos estamos
elevando nuestra condición humana pues, dejamos de oír las voces de los
vehículos inferiores para poder comunicarnos con la verdadera esencia, nuestro
Yo Superior.
Orar, podemos hacerlo en cualquier momento de nuestra vida; sin embargo, Jesús nos pone de manifiesto que existen momentos en los que debemos hablar con Dios-Padre para evitar "perdernos" en nuestro camino. Es muy importante que sepamos hacer un buen uso de la oración, que sepamos, cuando debemos buscar un lugar desierto para comunicarnos con nuestro Guía. Con esto no debemos entender que nos encontramos separados de nuestro Creador; esto no es posible. Pero, sí debemos comprender que, hemos de tomar decisiones con una total libertad. Debemos, individualmente, adquirir auto-consciencia pues, es el único modo de alcanzar y superar la prueba de ser agentes creadores.
Orar, podemos hacerlo en cualquier momento de nuestra vida; sin embargo, Jesús nos pone de manifiesto que existen momentos en los que debemos hablar con Dios-Padre para evitar "perdernos" en nuestro camino. Es muy importante que sepamos hacer un buen uso de la oración, que sepamos, cuando debemos buscar un lugar desierto para comunicarnos con nuestro Guía. Con esto no debemos entender que nos encontramos separados de nuestro Creador; esto no es posible. Pero, sí debemos comprender que, hemos de tomar decisiones con una total libertad. Debemos, individualmente, adquirir auto-consciencia pues, es el único modo de alcanzar y superar la prueba de ser agentes creadores.
Desde nuestro actual estado de evolución y
consciencia, no podemos permitir que, los de "Arriba" realicen los Programas que
están destinados para nuestro desarrollo espiritual. En esa andadura, nos
enfrentaremos a distintas etapas como hemos visto en el ejemplo expuesto para
explicar el proceso del inconsciente. Así pues, cuando nos encontremos en la
fase en la que el Programa se realiza como cuando se pone un motor en marcha,
sin que participemos en el movimiento conscientemente, entonces, oremos pues, es
el momento de restablecer la comunicación con el Yo Superior para que vele por
nosotros mientras que esos Trabajos se realizan.
La acción de la Inteligencia Divina se pone muy
claramente de manifiesto en el proceso de creación de una criatura por parte de
la mujer. Ella sabe perfectamente que está gestando a un ser; lo siente e incluso llega a comunicarse con él conscientemente, sin embargo, no lo es
cuando se trata de llevar a cabo los Trabajos de Formación de todos y cada uno
de los órganos que forman el cuerpo de la criatura. ¿Qué inteligencia se
esconde detrás de ese misterio? Una sola respuesta viene a contestar esta
cuestión: el Yo Superior.
36 Fue después Simón y los que con el estaban, 37y
hallado, le dijeron. Todos andan en busca de ti. 38 Él les contestó: vamos a
otra parte, a las aldeas próximas, para predicar allí, pues para esto he
salido. 39 Y se fue a predicar en las sinagogas de toda Galilea, y echaba los
demonios.
Mientras que Jesús se encuentra en la esfera de Yesod,
en el inconsciente, los obreros que le siguen, y que han sido elegidos en la
estancia donde reinaba la Luz, la consciencia, no le encontraban. Esto ocurre
verdaderamente en nuestra realidad psíquica; cuando nos movilizamos
conscientemente para alcanzar el logro de un ideal y encontramos resistencia de
una parte de nuestra naturaleza que no está al corriente de nuestros
propósitos, y aparecen como obstáculos, como pueden ser, hábitos y creencias
adquiridos, anécdotas contrarias o estados de salud que ponen en dificultad el
Proyecto.
Con esto debemos aprender algo importante, debemos
alcanzar la unificación entre los dos estados de consciencia, entre lo
consciente y lo inconsciente. Jesús, tras haberse comunicado con su Padre a
través de la oración y haber sido hallado por sus obreros, por sus fuerzas
motoras, toma una importante decisión; ¡vamos a otra parte, a las aldeas
vecinas, para: PREDICAR ALLÍ, PUES PARA ESTO HE SALIDO.
En efecto, da la impresión, por las palabras recogidas
por Marcos, que Jesús no tenía claro qué hacer alcanzado ese punto del camino.
Sin embargo, tras haberse comunicado con Kether-Padre a través de la oración,
tiene muy claro su Designio, "predicar allí", pues, para esto había salido. Debe
conquistar las aldeas próximas, lo que constituye esa región del inconsciente.
El amor debe llenar toda esa tierra y llevar a ella la unidad.
Así debemos actuar sobre nuestro Yo inconsciente,
sobre nuestra oscuridad interior. Si descubrimos, en esa otra cara del Yo, un
rostro poco deseado, alimentado por nuestros errores pasados, no nos rechacemos
odiándonos. Actuemos como Jesús hizo; prediquemos el amor en la sinagoga, en el
estado de consciencia. Cuando así actuemos, los demonios serán vencidos. Se
refiere a esos demonios que habitaban en esa tierra desconocida. La oración es
la Luz que iluminará nuestro ser oculto, elevándolo al estado de unidad.
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