Cuando se acuñó este refrán, las especialidades
en medicina aún no se habían ocupado de los aspectos psicológicos de la
naturaleza humana. El mal de amores, pertenecería a ese aspecto del ser humano
que estudia, en la actualidad, la psicología.
Pero, verdaderamente, ¿podemos considerar el “mal
de amores” como una enfermedad? Bueno, si entendemos que el término enfermedad
es la ausencia de salud, de equilibrio, de armonía… podríamos decir, que cuando
nuestra naturaleza emocional se comporta de un modo inestable, entonces, sí
padeceremos del mal de amores, cuyos efectos suele manifestarse propiciando una
actitud pesimista, depresiva y pasiva.
El que padece del mal de amores, siente que
ha perdido la ilusión por vivir. Al no conseguir su objeto amado, o al haber
perdido a la persona amada…, la vida deja de tener sentido para él.
Ese tipo de sentimiento responde a una
naturaleza emocional que se encuentra prisionera de los instintos; se trata de
un sentimiento inmaduro que se identifica con el “recibir”.
El remedio para sanar esa naturaleza presa
del egoísmo, debemos buscarlo en la comprensión de que amar, tiene un
significado más hermoso, cuando verdaderamente somos capaces de Dar…, y ese
acto exige de nosotros un desapego de todo afán de posesión.
“El sólo decir te quiero, no logra amor duradero”.
Al igual que no podemos pretender que regando
una sola vez la planta que hemos sembrado, la semilla se convierta en un
frondoso árbol que de maravillosos frutos, el amor, hay que sembrarlo y alimentarlo constantemente, hasta que se
convierta en amor duradero.
Para conseguir esa realidad, nuestra
naturaleza emocional, por lo general, inestable y cambiante, debe perseverar en
alimentar ese amor, con gestos y acciones que le permitan crecer diariamente.
Si nos olvidamos de mantener esa disposición, aunque nuestros labios
pronuncien: te quiero…, no lograremos ese amor duradero que dará sentido a
nuestra vida…
“Hay amores que matan”.
Es curioso, como la esencia fundamental de la
existencia, el amor, tiene ese doble efecto en la naturaleza humana, dar la
vida y quitarla.Por amor, podemos y llegamos a hacer cosas maravillosas. El amor es la fuente de todos los milagros.
Por amor, mejor dicho, por un mal uso del amor, podemos y llegamos a hacer verdaderas monstruosidades.
Es el rostro dual de la energía, que igualmente afecta a la naturaleza emocional.
Cuando decimos que el amor, mata, es evidente que no nos estamos refiriendo al Amor Incondicional. El amor mata, cuando se expresa en su
polaridad negativa, propiciando la naturaleza posesiva y pasional. Se trata de
un sentimiento, que queda apegado en el proceso de crecimiento y madurez.
Astrológicamente, esa etapa se encuentra identificada en la fase Escorpio,
donde los sentimientos tienen la difícil prueba de superar el amor hacia sí
mismo. El narcisismo es la prueba. Pero es preciso pasar por ese curso, ya que,
difícilmente podremos dar aquello que no tenemos… y debemos sentirnos preñados
de amor, para que podamos dar a luz, esa criatura que hemos gestado, el amor.
Toda historia debe tener un final feliz…, y
la aventura del amor, la tendrá igualmente, cuando seamos capaces, en nuestras
acciones, de dar vida al Amor.
Ahora os dejo, una nueva entrega de refranes
que hablan del amor… Los he seleccionado alfabéticamente. Ya sólo queda una última entrega.
- “El Amor y la luna se parecen: menguan cuando no crecen”.
- “El amor y los celos, hermanos gemelos”.
- “El Casado por amor vive vida con dolor”.
- “El primer amor es
como la camiseta, siempre va pegada al pecho”.
- “El que escoge el amor, siempre escoge lo peor”.
- “En amores o en dinero, no existe amigo sincero”.
- “En cuestiones del amor no hay niveles ni color”.
- “En el amor como en las armas la confianza pierde al hombre”.
- “En el amor y la guerra todo hueco es trinchera”.
- “En este mundo al revés, no hay amor sin interés”.
- “En tristezas y en amor lloriquear es lo mejor”.
- “Es amor mal entendido el que no corrige a un hijo”.
- “Es tan corto el amor
y tan largo el olvido”.
- “Gran mal padece quien amores atiende”.
- “Guerra, caza y amores, por un placer mil dolores”.
- “Habiendo amor, habrá una olla, con agua, sal y cebolla”.
- “Hasta el mismo amor sincero, requiere algo de dinero”.
- “Hasta la sepultura
el amor fuerte dura”.
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