lunes, 6 de mayo de 2024

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 127

LECCIÓN 127

No hay otro amor que el de Dios

1. Tal vez creas que hay diferentes clases de amor. 2Tal vez creas que hay un tipo de amor para esto y otro para aquello; que es posible amar a alguien de una manera y a otra persona de otra. 3El amor es uno. 4No tiene partes separadas ni grados; no hay ­diferentes clases de amor ni tampoco diferentes niveles; en él no hay divergencias ni distinciones. 5Es igual a sí mismo, sin ningún cambio en ninguna parte de él. 6Ninguna persona o circunstancia puede hacer que cambie. 7Es el Corazón de Dios y también el de Su Hijo.

2.  El significado del amor queda velado para todo aquel que crea que el amor puede cambiar, 2pues no se da cuenta de que un amor cambiante es algo imposible. 3Y así, cree que algunas veces puede amar y otras odiar. 4Cree también que se puede profesar amor sólo a una persona, y que el amor puede seguir siendo lo que es aunque se le niegue a los demás. 5El que crea estas cosas acerca del amor demuestra que no entiende su significado. 6Si el amor pudiese hacer tales distinciones, tendría que discernir entre justos y pecadores, y percibir al Hijo de Dios fragmentado.

3. El amor no puede juzgar. 2Puesto que en sí es uno solo, contempla a todos cual uno solo. 3Su significado reside en la unici­dad*4Y no puede sino eludir a la mente que piensa qué el amor es algo parcial o fragmentado. 5No hay otro amor que el de Dios, y todo amor es de Él. 6Ningún otro principio puede gobernar allí donde no hay amor. 7El amor es una ley que no tiene opuestos. 8Su plenitud es el poder que mantiene a todas las cosas unidas, el vínculo entre Padre e Hijo que hace que Ambos sean lo mismo eternamente.

4. Ningún curso cuyo propósito sea enseñarte a recordar lo que realmente eres podría dejar de subrayar que no puede haber dife­rencia entre lo que realmente eres y lo que es el amor. 2El significado  del amor es tu propio significado, el cual Dios Mismo comparte. 3Pues lo que tú eres es lo que Él es. 4No hay otro amor que el Suyo, y lo que Él es, es lo único que existe. 5Nada lo limita, y, por lo tanto, tú eres tan ilimitado como Él.

5. Ninguna ley que el mundo obedezca puede ayudarte a enten­der el significado del amor. 2Las creencias del mundo fueron con­cebidas para ocultar el significado del amor y para mantenerlo oculto y secreto. 3No hay ni un solo principio de los que el mundo defiende que no viole la verdad de lo que es el amor, y de lo que, por ende, eres tú también.

6. No busques tu Ser en el mundo. 2El amor no se puede encontrar en las tinieblas ni en la muerte. 3Sin embargo, es perfectamente evidente, para los ojos que ven y para los oídos que oyen la Voz del amor. 4La práctica de hoy consiste en liberar a tu mente de todas las leyes que crees que debes obedecer, de todas las limita­ciones que rigen tu vida y de todos los cambios que crees forman parte del destino humano. 5Hoy vamos a dar el paso más ambi­cioso de los que requiere este curso en tu avance hacia el objetivo que ha establecido.

7. Si hoy consigues tener el más leve vislumbre de lo que signi­fica el amor, habrás salvado una distancia inconmensurable hacia tu liberación y te habrás ahorrado un tiempo que no se puede medir en años. 2Juntos, pues, regocijémonos de dedicarle algún tiempo a Dios y de comprender que no hay mejor manera de emplear el tiempo que ésa.

8. Dedica hoy quince minutos en dos ocasiones a escaparte de todas las leyes en las que ahora crees. 2Abre tu mente y descansa. 3Cualquiera puede escaparse del mundo que parece mantenerte prisionero si deja de atribuirle valor. 4Deja  de otorgarle valor a sus míseras ofrendas y absurdos regalos, y permite que el regalo que Dios te hace los reemplace a todos.

9. Invoca a tu Padre con la certeza de que Su Voz te responderá. 2Él Mismo lo ha prometido, 3y Él Mismo pondrá una chispa de verdad en tu mente cada vez que renuncies a una creencia falsa, o a una tenebrosa ilusión de tu realidad y de lo que significa el amor. 4Él irradiará hoy a través de tus vanos pensamientos y te ayudará comprender la verdad del amor. 5Con amorosa ternura morará contigo a medida que dejes que Su Voz le enseñe a tu mente abierta y despejada el significado del amor. 6Y bendecirá la lección con Su Amor.

10. Hoy la legión de años que tendrías que esperar en el futuro para tu salvación desaparece ante la intemporalidad de lo que estás aprendiendo. 2Demos gracias por habernos librado de un futuro que hubiese sido igual que el pasado. 3Hoy dejamos atrás el pasado para nunca jamás volver a recordarlo. 4Y alzamos los ojos para contemplar un presente muy distinto, en el cual se vis­lumbra un futuro que en nada se parece al pasado.

11. El mundo que acaba de nacer aún se encuentra en su infancia. 2lo veremos crecer fuerte y saludable, para derramar su bendi­ción sobre todos aquellos que vengan a aprender a desprenderse del mundo que pensaban había sido engendrado con odio para ser el enemigo del amor. 3Ahora todos ellos se liberan junto con nosotros. 4Ahora todos ellos son nuestros hermanos en el Amor de Dios.

12. Nos acordaremos de ellos en el transcurso del día, ya que no podemos excluir de nuestro amor a ninguna parte de nosotros si queremos conocer a nuestro Ser. 2Por lo menos tres veces por hora piensa en alguien que te acompaña en esta jornada, y que vino a aprender lo mismo que tú tienes que aprender. 3Y cuando te venga a la mente, comunícale este mensaje de parte de tu Ser:

4Te bendigo, hermano, con el Amor de Dios, el cual quiero com­partir contigo.
5Pues quiero aprender la gozosa lección de que no hay otro amor que el de Dios, el tuyo, el mío y el de todos.

¿Qué me enseña esta lección? 

En el mundo perceptivo del ego, el Amor, adopta multitud de expresiones. Hablamos del amor de padres; amor de hermanos; amor de hijos; amor de parejas; amor a la patria; amor al trabajo, y, amor, amor, amor. 

La razón de que esto sea así, es que vivimos identificados con un mundo dual, donde un rayo de luz blanca, puede adquirir una diversidad de tonalidades. 

Al igual, como esa luz blanca, es apreciada en una multiplicidad de tonalidades y, sin embargo, su realidad no deja de ser blanca, el amor, cuando se expresa en el mundo dual del ego, lo hace manifestando una variedad de rostros y, a pesar de ello, su origen no sufre cambio, es decir, sigue siendo amor. 

El Amor es un Atributo de la Divinidad que debe conducirnos hacia la Unidad. Cualquier otra identificación que no haga referencia al Ser que Somos, nos llevará a creer que somos diferentes unos a otros; que nos encontramos separados de los demás y que la energía amorosa, adopta vibraciones distintas, en virtud al tipo de relación que experimentemos. 

Desde el punto de vista de la verdad, de la realidad, la dualidad es una ilusión y, por lo tanto, las diversas expresiones con las que se expresa el amor egoico, son un error. 

Allí donde el Amor se manifiesta, no existe el miedo, la culpa, el castigo, la separación, la enfermedad, etc. Existe la liberación, la inocencia, la pureza, la unidad. 

 

Ejemplo-Guía: "Amo a mi pareja, sin embargo, su manera de ser a veces..." 

Me gustaría compartir con vosotros, aprovechando las enseñanzas que nos ofrece esta lección, unas experiencias que he tenido la oportunidad de conocer, a lo largo de los años que he dedicado al estudio de temas espirituales. 

Respetaré, por supuesto, el anonimato de los compañeros que han compartido conmigo sus vivencias, y me limitaré a exponer lo esencial del aprendizaje. 

Muchas parejas se han consolidado antes de que las partes o una de sus partes, haya encontrado lo que podríamos llamar el camino espiritual. Se habían conocido siendo personas sin inquietudes trascendentes y a lo largo de su relación, se produce un encuentro, una experiencia, que les o le invita a plantearse la vida desde otra perspectiva. He conocido casos en los que la "llamada" ha despertado a ambas partes de la relación, y, también he conocido casos en los que el cambio ha sido sentido, tan sólo, por una de las partes. 

Al cabo de los años de esas relaciones, he observado, que los ritmos evolutivos de las partes afectadas, condiciona el modo en cómo las parejas se aceptan entre sí. 

Por encima de todo y como punto en común válido para todas ellas, nos encontramos con el ideal del amor. En ese nivel de consciencia, suele confundirse el término amor conyugal, con el término amor fraternal.  

En muchos casos, el tema sexual, se convierte en una experiencia conflictiva, en la medida en que alguno de los amantes, interprete que mantener relaciones sexuales con otro fin que no sea el de procrear, es una violación de las leyes divinas. Ya tenemos sobre la mesa un "expediente de condenación", el cual adoptará el rostro insufrible de la culpa. 

Advertía, anteriormente, de la idealización del amor conyugal y del amor fraternal. Detrás de esa falsa idealización se suele esconder un deseo oculto de posesión y de encelamiento. Mentalmente, se pretende elevar la relación de pareja a una relación de amistad, sin embargo, ponemos límites a las expresiones y a las iniciativas del otro. 

Recuerdo, como un amigo me refería que amaba a su pareja, que creía estar viviendo con ella una experiencia de relación kármica en la que percibía una deuda de amor. Sentía que estaba con ella, por la razón de estar liberando esa deuda kármica. Pero reconocía, que, a pesar de su elevada consciencia espiritual, había ciertos comportamientos de ella que no podía aceptar. Esa reflexión le llevaba a perdonar lo que había juzgado como imperdonable del comportamiento de su compañera y se daba más tiempo para continuar con su experiencia liberadora. 

Con relación a este caso, habría que recordar lo que nos revela Un Curso de Milagros: 

"La Biblia dice que si un hermano te pide que camines con él una milla, que le acompañes dos. Ciertamente no sugiere que le retrases en su viaje. Tu dedicación a un hermano no puede tampoco retrasarte a ti. Sólo puede conducir a un progreso mutuo" (T-4.In.1:1-4). 

Las experiencias que estoy compartiendo con vosotros ya forman parte de un pasado lejano. Entonces, mi visión no estaba preparada para ver con los ojos de hoy.  

Pienso, que todos los casos que he expuesto, el amor es experimentado desde la conciencia de separación. En todos los casos, el miedo, es el principal protagonista. Su papel estelar lo caracteriza por el deseo de posesión, por el temor a perder, por el temor al dolor. Se trata de un aspecto del amor que aún no se ha expresado en su valor más elevado, el de la libertad. 

Toda relación, donde no exista la libertad, no existirá el verdadero Amor. 

Confundimos el Amor con el deseo. Cuando se Ama, no se desea, pues el deseo conlleva posesión. 

El Amor verdadero es expansión. El Amor verdadero está libre de todo juicio. 

Un Curso de Milagros nos dice: "Tu relación especial se convertirá en el medio de erradicar la culpabilidad en todos los que son bendecidos a través de tu relación santa. Será un sueño feliz, y uno que compartirás con todo aquel que se cruce en tu camino" (T-18.II.7:1-2).  

Si estás experimentando una relación especial, ten presente que tienes la oportunidad de perdonar todo pensamiento de culpa que puede, inconscientemente, atraerte a dicha relación. Trasciende todo apego y todo sentimiento de posesión. Ama desde la libertad y desde la unidad. 


Reflexión: ¿Cuántos tipos de amor practicas?

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