II. El mundo perdonado (1ª parte).
Cuando nuestra mente se une a la de Dios, es el Espíritu Santo quien se hace consciente en nosotros. El Espíritu Santo es la Mente compartida con nuestro Creador. Es la Mente Una, que a nivel de percepción se expresa como la Mente Recta.
Cuando vemos con la Mente Una, con la Mente Recta, percibimos correctamente el mundo, lo que significa que hemos recordado lo que somos, y esa visión se extiende hacia todo lo creado. La unidad sustituirá la ilusión de la separación, y el amor sustituirá al miedo. El perdón limpiará todo recuerdo de culpa procedente del pasado, y dará paso a la visión del instante santo, donde la forma será trascendida por los Grandes Rayos que emanan de cada ser.
2. Esta belleza no es una fantasía. 2Es el mundo real, resplandeciente, puro y nuevo, en el que todo refulge bajo la luz del sol. 3No hay nada oculto aquí, pues todo ha sido perdonado y ya no quedan fantasías que oculten la verdad. 4El puente entre ese mundo y éste es tan corto y tan fácil de cruzar, que nunca te hubieses podido imaginar que fuese el punto de encuentro de mundos tan dispares. 5Mas este corto puente es la cosa más poderosa conectada a este mundo. 6Este ínfimo paso, tan pequeño que ni siquiera has reparado en él, es un salto que te lleva a través del tiempo hasta la eternidad, y te conduce más allá de toda fealdad hacia una belleza que te subyugará y que nunca cesará de maravillarte con su perfección.
El apartado II del capítulo 17 se titula "El mundo perdonado". En este apartado, Jesús nos describe la belleza que contemplaremos cuando tomemos consciencia de la verdad. Esa verdad ha permanecido oculta por la densa niebla de la ilusión. La verdad es luz, y la luz es entendimiento. La verdad es eterna y siempre ha permanecido en nuestro interior, pues esa verdad nos aporta el Conocimiento de nuestra verdadera identidad. Ahora, sabemos que no somos un ego, que no somos un cuerpo físico, sino que somos el Ser Espiritual que ha sido creado a Imagen y Semejanza de Dios. Por tal motivo, somos eternos, puros, inocentes y dadores de amor.
3. Este paso, el más corto que jamás se haya dado, sigue siendo el mayor logro en el plan de Dios para
Tal y como nos enseña el Curso que estamos analizando, el Hijo de Dios no debe ser perdonado, sino despertado. Con ello debemos entender que es el estado de nuestra consciencia, esto es, el estado de "sueño", que nos impide ver la verdad de lo que somos. Ese estado de sueños nos lleva a la creencia de que lo que percibimos es lo verdadero, cuando, en realidad, son fantasías emanadas de una mente perdida en la trama de la pesadilla que se inventa la mente fuera de lo real.
Elegir tener un sueño feliz, donde el perdón ponga fin a la visión de la separación, es el estado previo al estado de despertar. En ese momento, cuando nuestros ojos se abren a la verdad, seremos conscientes de que todo lo percibido durante el sueño ha sido fruto de la ilusión.
4. Las estrellas se desvanecerán en la luz, y el sol que iluminó al mundo para que su belleza se pudiese apreciar desaparecerá. 2La percepción no tendrá razón de ser cuando haya sido perfeccionada, pues nada que haya sido utilizado para el aprendizaje tendrá función alguna. 3Nada cambiará jamás; y las fluctuaciones y los matices, así como las diferencias y contrastes que hacían que la percepción fuese posible cesarán. 4La percepción del mundo real será tan fugaz que apenas tendrás tiempo de dar gracias a Dios por él. 5Pues una vez que hayas alcanzado el mundo real y estés listo para recibir a Dios, Él dará de inmediato el último paso.
¿Cómo te imaginas ese instante santo?
Miraremos en nuestro interior y ya no veremos culpa ni pecado. Ya no tendremos necesidad de ocultarnos. Ya no tendremos necesidad de castigarnos, ni de juzgarnos. Ya no tendremos miedo, sino una profunda gratitud por el amor que compartimos con el Creador y con la Filiación.
Miraremos fuera de nosotros y no percibiremos nada, pues ya no necesitamos aprender nada.
Sí, las estrellas que nos han servido de guías en la oscuridad se desvanecerán en la luz y el sol que iluminó nuestra consciencia desaparecerá, pues ahora la belleza que visionamos nos hace Uno con lo creado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario