CUARTO REPASO
LECCIÓN 147
Mi mente alberga sólo lo que pienso con Dios.
(133)
No le daré ningún valor a lo que no lo tiene.
(134)
Permítaseme poder percibir el perdón tal como es.
¿Qué me enseña esta
lección?
(133) No le daré ningún valor a lo que no lo tiene.
Donde
tengas tus tesoros, allí pondrás tu corazón.
Si
deseas ver con los ojos del cuerpo, quedarás embelesado con los placeres que te
ofrece el mundo material y quedarás apegado al mundo de la ilusión.
Buscarás
encontrar, incansablemente, el recuerdo de esa etapa paradisíaca en la que tu
verdadero Ser formaba una Unidad con Todo lo Creado. Añorarás ese Estado de
Gracia y de Plenitud.
Pero
por mucho que busques, no lograrás encontrar en el mundo material, la paz, la
alegría, la dicha, la felicidad. Ese mundo material es temporal y está sujeto a
las leyes tenebrosas de la muerte. Te identificarás con lo que posees, con lo
que tienes y tu identidad será tan transitoria como aquello que crees poseer.
Le
das valor a lo efímero; proteges la escuela de tu pensamiento que ha forjado la
creencia de que eres tan sólo un cuerpo. Todo cuanto acometes, lleva el sello
del miedo, de la pérdida de la inocencia, de la culpa y del castigo.
Sustituiste el Amor por el temor; sustituiste la Gracia por la Culpa; sustituiste
la Salvación por la pérdida y el castigo.
No
le daré ningún valor a lo que no lo tiene.
¿A qué le das valor?
¿A qué le das valor?
(134) Permítaseme poder
percibir el perdón tal como es.
Tienes necesidad del perdón porque
crees que has pecado. Te sientes culpable de haber violado las Leyes de Dios y
reclamas la fuerza del perdón para que te libere de tus cargas.
Sin embargo, tu Padre, tu
Creador, no ve las cosas como tú las ves. Él no te contempla como un ser
pecador, pues Él te hizo perfecto como Él es Perfecto.
Para tu Padre, no es necesario
el perdón, pues Él no ve tu pecado. Si no ve el pecado, no es necesario el
perdón.
Si en tu interpretación del
mundo, en tus juicios, contemplas el pecado en el mundo, es necesario que
sepas, que ese rostro es tu propio rostro. Si has percibido el pecado busca en
tu interior la creencia que te ha llevado a verlo. Necesitarás perdonarlo en tu
interior.
¿Dónde ves el pecado?
¿Dónde ves el pecado?
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