sábado, 30 de marzo de 2024

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 90

LECCIÓN 90

Éstas son las ideas que vamos a utilizar en este repaso:

1. (79) Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto.

2Hoy quiero darme cuenta de que el problema es siempre alguna forma de resentimiento que quiero abrigar. 3Quiero comprender también que la solución es siempre un milagro al que le permito ocupar el lugar del resentimiento. 4Hoy quiero recordar la simpli­cidad de la salvación, reforzando la lección de que sólo hay un problema y sólo una solución. 5El problema es un resentimiento; la solución, un milagro. 6E invito a la solución cuando perdono la causa del resentimiento y le doy la bienvenida al milagro que entonces ocupa su lugar.

2. Para las aplicaciones concretas de esta idea puedes usar las si­guientes variaciones:

2Esto supone un problema para mí que quiero que se resuelva.
3El milagro que se encuentra tras este resentimiento lo resolverá por mí.
4La solución de este problema es el milagro que el problema oculta.

3. (80) Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto.

2La única razón de que parezca tener problemas es que estoy usando el tiempo indebidamente. 3Creo que el problema ocurre primero, y que debe transcurrir cierto tiempo antes de que pueda resolverse. 4No veo el problema y la solución como acontecimien­tos simultáneos. 5Ello se debe a que aún no me he dado cuenta de que Dios ubicó la solución junto al problema, de manera que el tiempo no los pudiera separar. 6El Espíritu Santo me enseñará esto si se lo permito. 7Y comprenderé que es imposible que yo pudiera tener un problema que no se hubiese resuelto ya.

4. Las siguientes variaciones de la idea de hoy resultarán útiles para las aplicaciones concretas:

2No tengo que esperar a que esto se resuelva.
3La solución a este problema ya se me ha dado, si estoy dispuesto a aceptarla.
4El tiempo no puede separar este problema de su solución.


¿Qué me enseñan estas afirmaciones?

Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto.

El problema encuentra su origen en la creencia de que somos capaces de tener problemas, y esa creencia, reside solo y exclusivamente en la mente dual, en la mente del ego. Todo problema es el fruto de un pensamiento anclado en el resentimiento. Toda solución es el fruto de un pensamiento alimentado por el Amor.

¿Vas a elegir desde el pasado o desde el ahora?
¿Vas a elegir desde la culpa o desde la inocencia?
¿Vas a elegir desde el resentimiento o desde el perdón?

Permítaseme reconocer que mis problemas se han resuelto.

El despertar de la consciencia, lleva implícito, la comunión con nuestra verdadera identidad. Cuando tengamos la certeza de que somos Seres de Luz y que, temporalmente, nuestro espíritu se encuentra espiritualizando la materia a través de nuestras acciones de amor, entonces, sabremos reconocer que todos los problemas se han resueltos. El problema dejará de existir como tal.

¿Acaso piensas que tu Padre te ha abandonado?
¿Acaso crees que tu hogar es la oscuridad?
¿Acaso el Sol ha dejado algún día de brillar?

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