LECCIÓN 89
Éstas son las ideas que vamos a
repasar hoy:
1. (77) Tengo derecho a los milagros.
2Tengo derecho a los milagros
porque no me gobiernan otras leyes que las de Dios. 3Sus leyes me
liberan de todos mis resentimientos y los reemplazan con milagros. 4Voy
a aceptar los milagros en lugar de los resentimientos, los cuales no son sino
ilusiones que ocultan los milagros que se encuentran tras ellos. 5Voy
a aceptar ahora solamente aquello a lo que las leyes de Dios me dan derecho,
de manera que pueda usarlo en beneficio de la función que Él me ha dado.
2. Puedes usar las siguientes
sugerencias para las aplicaciones concretas de esta idea:
2Detrás de
esto hay un milagro al que tengo derecho.
3No voy a
abrigar ningún resentimiento contra ti, [nombre], sino que te voy a ofrecer el
milagro al que tienes derecho.
4Visto
correctamente, esto me ofrece un milagro.
3. (78) ¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!
2Mediante esta idea uno mi
voluntad a la del Espíritu Santo y percibo las dos cual una sola. 3Mediante
esta idea acepto mi liberación del infierno. 4Mediante esta idea
expreso que estoy dispuesto a que todas mis ilusiones sean reemplazadas por la
verdad de acuerdo con el plan de Dios para mi salvación. 5No haré
excepciones ni sustituciones: 6Lo que quiero es todo el Cielo y
sólo el Cielo, tal como la Voluntad de Dios ha dispuesto que lo tenga.
4. Las variaciones que pueden
resultar útiles a la hora de aplicar concretamente la idea son:
2No quiero
excluir este resentimiento de mi salvación.
3(Nombre],
dejemos que los milagros reemplacen todos nuestros resentimientos.
4Detrás de
esto se encuentra el milagro que reemplaza todos mis resentimientos
¿Qué me enseñan estas afirmaciones?
Tengo derecho
a los milagros.
Los milagros son mi condición
real. Si me identifico con la dualidad y con la separación, es decir, si me
expreso en mi condición temporal, estaré negando mi verdadero origen y negaré
el poder de los milagros. En todo momento y en todo lugar, puedo elegir entre
el ego o el Espíritu; entre lo irreal y lo verdadero; entre la ilusión y el
milagro.
¿Qué milagros vas a ofrecer hoy?
¡Que los
milagros reemplacen todos mis resentimientos!
¡Qué así sea! El Amor y el perdón disuelven el
resentir. Podemos quejarnos de nuestra suerte; del devenir; del karma. Podemos
justificar nuestra oscuridad y culpar a los demás de nuestras penalidades. Pero
esa actitud nos demuestra que permanecemos identificados con el ego, alimentando
la creencia de la separación y ocultando nuestro temor a Dios.
¿Qué resentimientos oscurecen tu luz?
¿Qué resentimientos te privan de la paz?
¿Qué resentimientos te impiden ofrecer los milagros?
Gracias por tu ayuda.Gracias, Espíritu Santo.!!!
ResponderEliminarGracias a ti por tu gratitud.
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