sábado, 13 de mayo de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 133

LECCIÓN 133

No le daré valor a lo que no lo tiene.

1. En el proceso de enseñanza a veces es beneficioso, especial­mente después de haber pasado revista a lo que aparenta ser teórico y estar más allá del alcance de lo que el estudiante ha aprendido, volver de nuevo a las cuestiones prácticas. 2Esto es lo que vamos a hacer hoy. 3No vamos a hablar de ideas sublimes de alcance mundial, sino que simplemente nos vamos a ocupar de los beneficios que te aguardan a ti.

2. No pides demasiado de la vida, al contrario, pides demasiado poco. 2Cuando dejas que tu mente se ocupe de asuntos corporales, de las cosas que compras y de lo que es eminente de acuerdo con los valores del mundo, estás invitando al pesar, no a la felicidad. 3Este curso no pretende despojarte de lo poco que tienes. 4Tampoco trata de sustituir las satisfacciones que el mundo ofrece por ideas utópicas. 5En el mundo no se puede hallar ninguna satisfac­ción.

3. Hoy vamos a hacer una lista de los verdaderos criterios con los que poner a prueba todas las cosas que crees desear. 2A menos que éstas satisfagan estos válidos requisitos, no vale la pena desearlas en absoluto, pues lo único que harían sería reemplazar, a aquello que es más valioso. 3Tú no puedes establecer las leyes que gobier­nan el mecanismo de elección, ni tampoco puedes establecer las alternativas entre las que elegir. 4Pero sí puedes elegir; de hecho, tienes que hacerlo. 5Mas es aconsejable que aprendas cuáles son las leyes que pones en marcha cuando eliges y cuáles son las alter­nativas entre las que eliges.

4. Hemos subrayado ya que sólo hay dos alternativas entre las que elegir, aunque parezca haber muchas. 2La gama ya ha sido establecida, y no es algo que podamos cambiar. 3No sería justo para contigo que el número de alternativas fuese ilimitado, y que tu decisión final se demorara hasta que las hubieses considerado a todas en el tiempo, en vez de llevársete directamente al punto donde sólo puede llevarse a cabo una elección.

5. Otra ley benévola, relacionada con esto, es que no hay transi­gencia posible con respecto a lo que tu elección te ha de brindar. 2Lo que elijas no puede aportarte solamente parte de sus resulta­dos, pues en esto no hay términos medios. 3Cada elección que llevas a cabo o bien te aporta todo o bien no te aporta nada. 4Por lo tanto, si aprendes los criterios mediante los cuales puedes dis­tinguir entre lo que es todo y lo que no es nada, elegirás la mejor alternativa.

6. En primer lugar, si eliges algo que no ha de durar para siem­pre, lo que estas eligiendo carece de valor. 2Un valor temporal no tiene valor alguno. 3El tiempo jamás puede anular ningún valor real. 4Lo que se marchita y perece jamás existió, y no tiene nada que ofrecerle al que lo elige. 5Éste se ha dejado engañar por algo que no es nada, pero que se ha manifestado en una forma que él cree que le gusta.

7. En segundo lugar, si eliges quitarle algo a alguien, te quedas sin nada: 2Esto se debe a que cuando le niegas a alguien su dere­cho a todo, te lo niegas a ti mismo. 3No reconocerás, por lo tanto, las cosas que realmente posees, y negarás que estén ahí. 4El que trata de apropiarse de algo se ha dejado engañar por la ilusión de que puede ganar mediante la pérdida de otro. 5Las pérdidas, sin embargo; sólo pueden ocasionar más pérdidas. aEso es todo.

8. El siguiente criterio que debe examinarse es aquel sobre el que se basan los demás. 2¿Por qué razón tiene valor para ti lo que eliges?, 3¿Qué es lo que hace que tu mente se sienta atraída por ello? 4¿Qué propósito tiene? 5En esto es en lo que es más fácil caer en el engaño. 6Pues el ego no reconoce lo que quiere. 7Ni siguiera dice la verdad tal como la percibe, ya que necesita el halo del que se vale para proteger sus objetivos del deslustre y del enmoheci­miento a fin de que tú puedas ver cuán "inocente" es él.

9. Mas su camuflaje no es más qué un fino velo, que sólo podría engañar a los que les place ser engañados. 2Sus objetivos son obvios para todo aquel que se toma la molestia de examinarlos. 3En esto el engaño es doble, pues el que se ha dejado engañar no sólo no se dará cuenta de que simplemente no ha ganado nada, 4sino que además creerá haber apoyado las metas secretas del ego.

10. Sin embargo, a pesar de que trata de mantener dicho halo claramente dentro de su campo visual, no puede dejar de percibir el deslustre de sus bordes y el enmohecimiento de su médula. 2Sus inconsecuentes errores le parecen pecados porque ve el deslustre como si fuese el suyo propio, y el enmohecimiento como un signo de su profunda bajeza. 3Todo aquel que todavía desea conservar las metas del ego y protegerlas como si fueran las suyas propias, no comete errores de acuerdo con los dictados de su guía. 4Este guía le enseña que lo que es un error es creer que los pecados son tan sólo errores, pues, de ser así, ¿quién pagarla por sus pecados?

11. Y con esto llegamos al criterio de elección más difícil de creer porque, si bien es evidente, se halla oculto bajo muchas capas de oscuridad. 2Si sientes el más mínimo vestigio de culpabilidad con respecto a lo que has elegido, es que has permitido que los objetivos del ego nublen las verdaderas alternativas. 3Y de este modo, no te das cuenta de que sólo hay dos, y la alternativa que crees haber elegido parece temible y demasiado peligrosa para ser la nada que realmente es.

12. Todas las cosas o bien son valiosas o bien no tienen ningún valor; o bien son dignas de que se las procure o bien indignas de ello; son también completamente deseables o bien no merecen que se lleve a cabo el más mínimo esfuerzo por conseguirlas. 2Esto es lo que hace que elegir sea fácil. 3La complejidad no es sino una cortina de humo que oculta el simple hecho de que tomar decisiones no es algo difícil. 4¿Qué ganas tú con aprender esto?. 5Ganas mucho más que simplemente poder tomar decisiones con facili­dad y sin dolor.

13. Al Cielo se llega con las manos vacías y las mentes abiertas, las cuales llegan a él sin nada a fin de encontrarlo todo y reivindicarlo como propio. 2Hoy intentaremos alcanzar este estado, dejando a un lado el auto-engaño y estando sinceramente dispuestos a darle valor únicamente a lo que en verdad es valioso y real. 3Nuestras dos sesiones de práctica largas, de quince minutos cada una, deben comenzar con lo siguiente:

4No le daré valor a lo que no lo tiene y solo iré en pos de lo que es valioso, pues eso es lo único que deseo encontrar.

14.   Recibe entonces lo que le espera a todo aquel que trata de lle­gar sin lastres hasta las puertas del Cielo, las cuales se abren de par en par con su llegada. 2Si notas que empiezas a sobrecargarte con fardos innecesarios, o si crees que tienes ante ti decisiones difíciles¡ responde de inmediato con este simple pensamiento:

3No le daré valor a lo que no lo tiene, pues lo que tiene valor me pertenece.


¿Qué me enseña esta lección?

Ya hemos visto que no podemos servir a dos señores a la vez. Si nuestra mente se identifica con el mundo fabricado por el ego, vivirá como una amenaza todo aquello que proviene del mundo espiritual.

En lo referente al libre albedrío, lo dicho para el punto anterior es de aplicación, ya que, o elegimos vivir en la luz o vivir en la oscuridad. Si elegimos vivir en la luz, estaremos sirviendo a nuestro Yo Verdadero y la mente se expresará de manera creativa.
Ahora bien, si elegimos vivir en la oscuridad, estaremos sirviendo a las ilusiones fabricadas por la personalidad egoica, cuya temporalidad nos pone de manifiesto que no es real.

Cuando tomamos una elección u otra, lo hacemos basados en el valor que damos a aquello que es susceptible de ser elegido. Si damos valor a lo ilusorio y temporal, estaremos apostando por un mundo irreal y la experiencia que extraemos de ese mundo  es la infelicidad, el dolor, el sufrimiento.

En cambio, si nuestra consciencia está despierta se identificará con todo aquello que le aporte un valor real, es decir, aquello que no está sujeto al cambio. Esos valores son los llamados valores eternos, como el Amor, la Fe, la Justicia, la Armonía, la Paz y la Felicidad.

Darle valor a lo efímero nos conducirá al encuentro con el miedo, con la culpa, con el castigo, con la falta de libertad, con la muerte.

Ejemplo-Guía: "Dime a qué le das valor y te diré si serás feliz"

Permitidme una pista que nos ayudará a responder esta cuestión: si nos produce miedo perder aquello a lo que le damos valor y significado, es la evidencia más clara, de que nuestro propósito se dirige hacia una meta errónea. 

Tan sólo el Amor tiene el inmenso poder de liberarnos de todo apego, de todo temor, de toda pérdida, y este poder, es la Esencia con la que hemos sido creados. Cuando amamos desde el desapego, lo que estamos haciendo es poner de manifiesto nuestra naturaleza divina, la única que es real y verdadera.

El Amor es abundancia y plenitud, mientras que el miedo, la separación, es escasez y necesidad. Si actuamos desde el miedo, daremos valor a todo aquello que es temporal, y el miedo se perpeturará. Si actuamos desde el Amor, daremos valor tan sólo a lo esencial, al Ser que se encuentra más allá de todo cuerpo.

Cuando actuamos desde el Amor, sentimos que actuamos como Dios, en el sentido más humilde de la expresión y con la certeza de que Amar es dar, expandir, compartir y que esas expresiones nos conducen a ser consciente de nuestra condición de "bien-ser".

Cuando actuamos desde el miedo, nos sentimos vulnerables, pecadores y merecedores de castigo, de dolor, de penalidades, de pérdidas y para protegernos de esa escasez, nos defendemos desde el ataque y con ello, perpetuamos el ciclo del dolor y de la muerte.

¿A qué le das valor? El objeto no es lo que realmente importa, lo que debemos ver es el pensamiento que asociamos a ese "ídolo" externo. ¿Cuál es el deseo que se encuentra detrás de eso que valoras? ¿Por qué le das ese valor? ¿Para qué de las valor?

Bonita reflexión, la que nos ofrece esta Lección, ¿no creéis?

Reflexión: ¿Qué te hace sentir la siguiente afirmación?: En el mundo no se puede hallar ninguna satisfacción.

viernes, 12 de mayo de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 132

LECCIÓN 132

Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era.

1. ¿Qué es lo que mantiene al mundo prisionero sino tus propias creencias? 2¿Y qué puede salvar al mundo excepto tu propio Ser? 3El poder de las creencias es ciertamente formidable. 4Los pensa­mientos que albergas son poderosos, y los efectos que las ilusio­nes producen son tan potentes como los efectos que produce la verdad. 5Los locos creen que el mundo que ven es real, y así, no lo ponen en duda. 6No se les puede persuadir cuestionando los efectos de sus pensamientos. 7Sólo cuando se pone en tela de juicio la fuente de éstos alborea finalmente en ellos la esperanza de libertad.

2. La salvación, no obstante, puede alcanzarse fácilmente, pues todo el mundo es libre de cambiar de mentalidad, y al hacerlo todos sus pensamientos cambian también. 2Ahora la fuente de los pensamientos ha cambiado, pues cambiar de mentalidad signi­fica que has efectuado un cambio en la fuente de todas las ideas que tienes ahora, que jamás hayas tenido o que algún día puedas tener. 3Liberas al pasado de todo lo que antes pensabas. 4Liberas al futuro de todas tus viejas ideas de ir en busca de lo que real­mente no deseas encontrar.

3. El único tiempo que queda ahora es el presente. 2Aquí, en el presente, es donde el mundo queda liberado. 3Pues al dejar que el pasado quede cancelado y al liberar el futuro de tus viejos temo­res, encuentras escape y se lo ofreces al mundo. 4Has esclavizado al mundo con todos tus temores, dudas y aflicciones, con todo tu dolor y todas tus lágrimas; y todas tus penas lo oprimen y lo man­tienen prisionero de tus creencias. 5La muerte lo azota por doquier porque albergas en tu mente amargos pensamientos de muerte.

4. El mundo en sí no es nada. 2Tu mente tiene que darle signifi­cado. 3Y lo que contemplas en él es la representación de tus deseos, de modo que puedas verlos y creer que son reales. 4Tal vez pienses que no fuiste tú quien construyó este mundo, sino que viniste en contra de tu voluntad a lo que ya estaba hecho, un mundo que no estaba precisamente esperando a que tus pensa­mientos le confiriesen significado. 5Pero la verdad es que encon­traste exactamente lo que andabas buscando cuando viniste.

5. No hay ningún mundo aparte de lo que deseas, y en eso radica, en última instancia, tu liberación. 2Cambia de mentalidad con res­pecto a lo que quieres ver, y el mundo cambiará a su vez. 3Las ideas no abandonan su fuente. 4Esta idea central se menciona con frecuencia en el texto, y debes tenerla presente si quieres entender la lección de hoy. 5No es el orgullo el que te dice que fuiste tú quien construyó el mundo que ves y que ese mundo cambia según tú cambias de mentalidad.

6. Pero sí es el orgullo el que sostiene que has venido a un mundo que está completamente separado de ti, que es insensible a lo que piensas y totalmente diferente de lo que pudieras pensar que es. 2¡El mundo no existe! 3Éste es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar. 4No todo el mundo está listo para acep­tar esto, y cada cual irá tan lejos a lo largo del camino que conduce a la verdad, como se permita a sí mismo ser guiado. 5Regresará e irá todavía más lejos, o tal vez, retrocederá un poco para luego regresar de nuevo.

7.  Mas la curación es el regalo que se les hace a aquellos que están listos para aprender que el mundo no existe y que pueden aceptar esta lección ahora. 2El hecho de que estén listos hará que la lección les llegué en una forma que ellos puedan entender y reconocer. 3Algunos la entienden de súbito al borde de la muerte y se levantan para enseñarla. 4Otros la encuentran en una expe­riencia que no es de este mundo, lo cual les demuestra que el mundo no existe porque lo que contemplan tiene que ser la ver­dad a pesar de que contradice claramente al mundo.

8. Y algunos la encontrarán en este curso y en los ejercicios que hoy llevaremos a cabo. 2La idea de hoy es verdad porque el mundo no existe. 3Y, si en verdad éste no es más que un producto de tu imaginación, puedes entonces liberarlo de todo lo que jamás pensaste que era, cambiando simplemente todos aquellos pensamientos que le daban su apariencia. 4Los enfermos se curan a medida que abandonas todo pensamiento de enfermedad, y los muertos resucitan cuando permites que los pensamientos de vida reemplacen a todos los pensamientos de muerte que jamás alber­gaste.

9. Ahora tenemos que subrayar nuevamente una lección que ya se ha mencionado antes, pues contiene los sólidos cimientos de la idea de hoy. 2Eres tal como Dios te creó. 3No hay lugar en el que puedas sufrir, ni tiempo que pueda alterar tu eterna condición. 4¿Cómo iba a poder existir un mundo de espacio y tiempo, si tú sigues siendo tal como Dios te creó?

10. ¿Qué es la lección de hoy sino otra manera de decir que cono­cer tu Ser es la salvación del mundo? 2Liberar al mundo de toda clase de dolor no es otra cosa que cambiar de mentalidad con respecto a ti mismo. 3El mundo no existe aparte de tus ideas por­que las ideas no abandonan su fuente, y tú mantienes el mundo intacto en tu mente mediante tus pensamientos.

11. Mas si tú eres tal como Dios te creó no puedes pensar estando separado de Él, ni fabricar lo que no comparte Su intemporalidad y Su Amor. 2¿Son acaso éstos inherentes al mundo que ves? 3¿Crea acaso este mundo tal como Él lo hace? 4A menos que lo haga, no puede ser real ni tiene existencia alguna. 5Si tú eres real, el mundo que ves es falso, pues la creación de Dios es diferente del mundo desde cualquier punto de vista. 6Y así como fue Su Pensamiento el que te creó, así también son tus pensamientos los que dieron lugar al mundo y los que tienen que liberarlo para que puedas conocer los Pensamientos que compartes con Dios.

12. ¡Libera al mundo! 2Tus verdaderas creaciones están esperando a que lo liberes para concederte la paternidad, y no una paterni­dad de ilusiones, sino una de verdad como la de Dios. 3Dios com­parte Su Paternidad contigo que eres Su Hijo, pues Él no hace distinciones entre lo que Él es y lo que sigue siendo Él Mismo. 4Lo que Él crea no está separado de Él, y no hay ningún lugar en el que el Padre acabe y el Hijo comience como algo separado.

13. El mundo no existe porque es un pensamiento separado de Dios, concebido para separar al Padre del Hijo y aislar una parte de Dios Mismo, destruyendo de esta manera Su Plenitud. 2¿Podría acaso ser real un mundo que emana de esta idea? 3 ¿Dónde se le podría encontrar? 4Niega las ilusiones, pero acepta la verdad. 5Niega que seas una sombra superpuesta brevemente sobre un mundo moribundo. 6Libera a tu mente, y contemplarás un mundo liberado.

14. Nuestro propósito hoy es liberar al mundo de todos los pensa­mientos vanos que jamás hayamos tenido acerca de él y acerca de todos los seres vivientes que vemos en él. 2No pueden estar ahí, 3ni nosotros tampoco. 4Pues nos encontramos, junto con todos ellos, en la morada que nuestro Padre creó para nosotros. 5Y noso­tros, que seguimos siendo tal como Él nos creó, queremos liberar hoy al mundo de cada una de nuestras ilusiones para así poder ser libres.

15. Comienza cada una de las dos sesiones de quince minutos de práctica de hoy con lo siguiente:

2Yo que sigo siendo tal como Dios me creó quiero liberar al mundo de todo lo que jamás pensé que era. 3Pues yo soy real  porque el mundo no lo es. aY quiero conocer mi propia realidad. 4Luego simplemente descansa, alerta pero sin tensión, y permite que en la quietud se efectúe un cambio en tu mente, de manera que el mundo pueda quedar libre junto contigo.

16. No es necesario que te des cuenta de que cuando envías estos pensamientos para bendecir al mundo, la curación les llega a muchos de tus hermanos en remotos lugares del mundo, así como a aquellos que ves a tu alrededor. 2Y te percatarás de tu propia liberación, aunque tal vez aún no comprendas del todo que nunca habrías podido liberarte solo.

17. Haz que la liberación que a lo largo del día envías a todo el mundo mediante tus ideas sea cada vez mayor, y siempre que sientas la tentación de negar el poder de este simple cambio de mentalidad, di:

2Libero al mundo de todo lo que jamás pensé que era, y en lugar de ello elijo mi propia realidad.

¿Qué me enseña esta lección?

Somos la realidad de Dios, pues hemos sido creados como una expansión de su Mente. Es por ello, que creados a su Imagen y Semejanza, somos portadores potenciales de Sus Atributos Divinos.

Si nuestras creencias dan valor a la Unidad, al Amor, a la Paz, a la Abundancia, a la Justicia, a la Armonía, a la Felicidad, estaremos creando un mundo acorde a las Leyes Divinas y esta realidad lleva el sello inmutable de la eternidad y la perfección.

Ahora bien, si nuestras creencias dan valor al miedo, a la culpa, al castigo, a la separación, al sufrimiento, al sacrificio, estaremos fabricando un mundo basado en la ilusión y llamado a la destrucción y a la muerte.

Somos como Dios nos ha creado; dotados con la capacidad de elegir lo que nuestra mente quiere ver. Podemos regocijarnos en el victimismo y sentirnos como dianas donde se dirigen todos los dardos del castigo y de la venganza ajena, o por el contrario, no dar valor a ese mundo de necesidad y escasez y sí en cambio, accionar nuestra voluntad de crear un mundo basado en la Unidad y el Amor.

Ejemplo-Guía: "El mundo que ves, es el mundo que deseas"

A lo largo de las últimas Lecciones, venimos analizando cómo el mundo que vemos, el mundo que percibimos, es el mundo que deseamos, sin embargo, no somos conscientes de que esto sea así, es decir, no nos vemos implicados en las experiencias que vivimos, o lo que es lo mismo, en nuestras creaciones, en nuestros hijos.

Tal vez lleguemos a aceptar que las experiencias que catalogamos como positivas, son el resultado de nuestro buen hacer, pero cuando las experiencias nos muestran otro rostro bien distinto, nos excluimos de la relación causa y efecto y nos limitamos a juzgar y a buscar culpables que nos liberen de la realidad de ser los únicos hacedores de lo que nos pasa.

La dinámica es bien fácil de entender. Tan sencilla como sembrar una semilla y hacerle un seguimiento permanente hasta que alcanza su estado de planta y nos ofrece sus frutos. Si alguien nos preguntase el porqué ha surgido ese fruto, estaremos en condiciones de explicarle el proceso.

En este sentido, no podemos negar lo que hemos percibido, es más, podemos incluso incluirla en nuestra réplica de creencias y defender con serios argumentos lo que hemos aprendido con nuestra observación.

En la semilla, debemos ver el impulso motor de todas las cosas. Este impulso es la voluntad y cuando esa dinámica alcanza el nivel de los deseos, éstos se adueñan de ese "poder" motor para llevarnos a ver lo que la voluntad-deseo nos inspira. Una vez que hemos puesto en marcha ese motor, el proceso se culmina con los efectos, con la percepción y el logro de lo que hemos deseado, podemos decir, que hemos alcazado la fase de los frutos y estaremos en condiciones de degustarlo, de modo que tendremos la posibilidad de determinar si nos es grato o no.

Si nos fijamos bien, el potencial de los deseos nos lleva al mundo de la ilusión, al mundo de la dualidad, al mundo del juicio. El fruto, es tan solo un fruto, un efecto, no tiene más significado que aquel que nosotros le podemos dar. Para mi, puede tratarse del más dulce de los frutos, pero para ti, ese dulzor, te produce un rechazo, ¿Quién de los dos tiene la razón?

Si aplicamos esta dinámica al resto de nuestra vida, mejor dicho, a la percepción que experimentamos en lo que hemos llamado vida, las experiencias reflejan, nada más y nada menos, que lo que nuestros deseos han expresado. Si es dulce la experiencia, diremos esto es la felicidad; si es amarga, diremos esto un castigo del destino. Desde el punto de vista del Espíritu, de nuestro verdadero Ser, la dualidad es trascendida y el juicio se transforma en una nueva elección, la que nos lleva a amar.

Reflexión: ¿Qué opinas sobra la siguiente afirmación?: "lo que contemplas en el mundo es la representación de tus deseos".

jueves, 11 de mayo de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 131

LECCIÓN 131

Nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar.

1. El fracaso te acechará mientras persigas metas inalcanzables. 2Buscas la permanencia en lo pasajero, el amor donde éste no se encuentra, la seguridad en medio del peligro y la inmortalidad en las tinieblas del sueño de muerte. 3¿Quién puede triunfar cuando la contradicción es el marco de su búsqueda así como el lugar adonde va en busca de estabilidad?

2. Las metas que no tienen sentido son inalcanzables. 2No hay manera de alcanzarlas, pues los medios que empleas para ello están tan desprovistos de sentido como ellas mismas. ¿Quién puede esperar alcanzar algo valiéndose de medios tan desatina­dos? 4¿Adónde podrían conducirte?. 5¿Y qué pueden lograr que ofrezca alguna esperanza de ser real? 6Ir en pos de lo imaginario conduce a la muerte porque es la búsqueda de lo que no es nada, y mientras vas en pos de la vida estás clamando por la muerte. 7Quieres estar a salvo y tener seguridad, mientras que en tu cora­zón clamas por el peligro y por protección para el mísero sueño que urdiste.

3. No obstante, la búsqueda es inevitable aquí. 2Para eso viniste, y es indudable que harás lo que viniste a hacer. 3Pero el mundo no puede determinar la meta que debes perseguir, a menos que tú le otorgues ese poder. 4Y si esto es así, aún eres libre de elegir una meta que se encuentra más allá del mundo y de todo pensamiento mundano, y que procede de una idea que rechazaste, pero que aún recuerdas; una idea ancestral, pero a la vez nueva; un eco de un patrimonio olvidado, pero que encierra todo lo que realmente anhelas.

4. Alégrate de que tengas que buscar. 2Alégrate también de aprender que lo que andas buscando es el Cielo, y de que no puedes sino alcanzar la meta que realmente deseas. 3Nadie puede dejar de querer esta meta, ni nadie puede; en última ins­tancia, dejar de alcanzarla. 4El Hijo de Dios no puede buscar en vano, a pesar de que trata de demorarse, de engañarse a sí mismo y de pensar que lo que busca es el infierno. 5Cuando se equivoca, encuentra corrección. 6Cuando se extravía, se le conduce de nuevo a la tarea que le fue asignada.

5. Nadie permanece en el infierno, pues nadie puede abandonar a su Creador ni alterar en modo alguno Su perfecto, intemporal e inmutable Amor. 2Hallarás el Cielo. 3Cualquier otra cosa que bus­ques que no sea esto desaparecerá. 4Mas no porque se te vaya a quitar, 5sino porque realmente no la deseas. 6Alcanzarás la meta que realmente anhelas, y esto es tan seguro como que Dios te creó libre de pecado.

6. ¿Por qué esperar al Cielo? 2Se encuentra aquí hoy. 3El tiempo es la gran ilusión de que el Cielo se encuentra en el pasado o en el futuro. 4Mas esto no puede ser cierto si el Cielo es el lugar en el que la Voluntad de Dios dispone que Su Hijo esté. 5¿Cómo iba a ser que la Voluntad de Dios estuviese en el pasado o aún por cumplirse? 6Lo que Él dispone está aquí ahora mismo, sin pasado y completamente sin futuro, 7y tan alejado del tiempo como lo está una pequeña vela de una estrella distante, o lo que elegiste de lo que realmente deseas.

7. El Cielo sigue siendo la única alternativa a este extraño mundo que construiste y a todas sus idiosincrasias; a sus patrones cam­biantes y metas inciertas; a sus dolorosos placeres y trágicas ale­grías. 2Dios no creó contradicciones. 3Aquello que niega su propia existencia y se ataca a sí mismo .no es parte de Él. 4Dios no creó dos mentes, de las que el Cielo es el grato efecto de una, y la tierra, lo opuesto al Cielo desde cualquier punto de vista, el lamentable resultado de la otra.

8. Dios no está en conflicto, 2ni Su creación está dividida en dos. 3¿Cómo iba a ser posible que Su Hijo estuviese en el infierno, cuando Dios Mismo lo ubicó en el Cielo? 4¿Cómo podría él perder lo que la Voluntad Eterna le ha dado para que sea su morada para siempre? 5No sigamos tratando de imponer una voluntad ajena al único propósito de Dios. 6Él está aquí porque ésa es Su Voluntad, y lo que Su Voluntad dispone se encuentra aquí ahora, más allá del alcance del tiempo.

9. Hoy no elegiremos una paradoja en lugar de la verdad. 2¿Cómo iba a poder el Hijo de Dios concebir el tiempo para que anulase la Voluntad de Dios? 3Al hacer eso, niega lo que él mismo es y con­tradice lo que no tiene opuestos. 4Cree haber hecho un infierno en contraposición al Cielo y morar en un lugar que no existe, mien­tras que el Cielo es el lugar que no puede encontrar.

10. Deja hoy atrás esos pensamientos tan absurdos y haz que tu mente se vuelva receptiva a ideas verdaderas. 2Nadie que se pro­ponga alcanzar la verdad puede fracasar, y es la verdad lo que nos proponemos alcanzar hoy. 3Dedicaremos diez minutos a este objetivo en tres ocasiones hoy, y pediremos que se nos conceda poder ver el despuntar del mundo real para que reemplace las imágenes descabelladas que en tanta estima tenemos por ideas verdaderas que ocupen el lugar de los pensamientos que no tie­nen significado, efectos, ni fundamento o sustancia basados en la verdad.

11. Esto es lo que reconocemos al iniciar nuestras sesiones de prác­tica. 2Comienza con lo siguiente: 

3Pido que se me conceda ver un mundo diferente y tener  pensamientos distintos de aquellos que inventé.
4El mundo que busco no lo construí yo solo, y los pensamientos que quiero tener no son los míos.

5Durante varios minutos observa tu mente y contempla, aunque tus ojos estén cerrados, el mundo insensato que crees que es real. 6Revisa asimismo los pensamientos que son compatibles con dicho mundo que tú crees que son verdad. 7Luego descártalos y deslízate por debajo de ellos hasta llegar al santo lugar donde no pueden infiltrarse, 8Debajo de ellos hay una puerta en tu mente, la cual no pudiste cerrar completamente cuando quisiste ocultar lo que se encuentra más allá.

12. Busca esa puerta hasta que la encuentres. 2Pero antes de tratar de abrirla recuerda que nadie que se proponga alcanzar la ver­dad puede fracasar. 3Y es esto lo que estás pidiendo que se te conceda hoy. 4Nada excepto esto tiene ahora significado; ahora no valoras ni persigues ninguna otra meta, no hay nada que se encuentre a este lado de la puerta que realmente desees y sólo andas en pos de lo que se encuentra detrás.

13. Empuja la puerta, y ve cuán fácilmente se abre sólo con tu intención de cruzarla. 2Allí ángeles alumbran el camino, disi­pando toda oscuridad, y tú te yergues en una luz tan brillante y tan diáfana que puedes entender todo lo que allí ves. 3Un breve momento de sorpresa, tal vez, haga que te detengas antes de que te des cuenta de que el mundo que ves ante ti, en la luz, refleja la verdad que siempre has conocido y de la que no te habías olvi­dado totalmente mientras vagabas en sueños.

14.  Hoy no puedes fracasar. 2Contigo va el Espíritu que el Cielo te envió para que algún día pudieras aproximarte a esa puerta y deslizarte fácilmente con Su ayuda más allá de ella hasta llegar a la luz. 3Hoy ha llegado ese día. 4Hoy Dios cumple la promesa que antaño le hiciera a Su santo Hijo, y Su Hijo recuerda la que le hizo a Él. 5Éste es un día de júbilo, pues hemos llegado al lugar y momento señalados en los que encontrarás el objetivo de toda tu búsqueda aquí y de toda la búsqueda del mundo, las cuales fina­lizan al unísono al cruzar tú el umbral de esa puerta.

15. Recuerda tan a menudo como puedas que hoy debe ser un día de especial gozo, y abstente de abrigar pensamientos desalentado­res y quejas banales. 2La hora de la salvación ha llegado. 3Hoy es el día señalado por el mismo Cielo como un tiempo de gracia para ti y para el mundo. 4Si te olvidas de este feliz hecho tráelo nueva­mente a tu conciencia repitiendo lo siguiente:

5Hoy busco y encuentro todo lo que deseo.
6Mi único propósito me lo brinda.
7Nadie que se proponga alcanzar la verdad puede fracasar.


¿Qué me enseña esta lección?

Si realmente nos proponemos alcanzar la verdad, tendremos que renunciar a servir al ego. Ello significa dejar de creer en la realidad que nos muestra, pues nada temporal y transitorio, puede ser real.

Las verdades que nos ofrece el mundo material, se resume, precisamente, en que nada material puede ser real. Esa es su gran verdad. A partir de este punto, tan solo nos queda encontrar aquello que sí es verdaderamente real, pues esa verdad nos habla de eternidad y no de temporalidad.

Si preguntamos a un arquitecto donde se encuentra la esencia verdadera del proyecto que ha mandado construir, nos dirá que se encuentra en la fuente de donde ha emanado la idea original, en su mente. La verdad de su creación no es la construcción física del edificio, sino la energía mental de donde ha emanado.

Esa es la verdad que hoy ocupa mi mente. Reconocer que lo esencial y verdadero pertenece al Ser Espiritual que nos da la Vida.

Ejemplo-Guía: "Por qué experimentamos el fracaso"

No puedo negar, que encontrar una respuesta a esta cuestión, es cuanto menos alentadora. ¿Quién no querría conocer el motivo por el cual no encuentra el éxito en sus iniciativas, o lo que viene a ser los mismo, no encuentra la felicidad?

Fue el sabio Confucio, el que dijo: "Ten cuidado con lo que pides no sea que se te conceda", y pienso que sus palabras llevan implícita una gran verdad.

Si aplicamos ese sabio consejo al tema que hemos elegido como ejemplo, debemos reflexionar sobre una cuestión: ¿verdaderamente estamos dispuestos a cambiar la orientación de nuestros deseos para conseguir la felicidad y el éxito?

Esa cuestión, nos sitúa en un punto de partida que no podemos obviar. Si deseamos el mundo  que nos ofrece la ilusión, los resultados que obtendremos será el fracaso. ¿Por qué? Sencillamente, no podremos encontrar la satisfacción plena en un mundo que tan solo puede ofrecernos temporalidad, cosas pasajeras.

Si buscamos la felicidad en un mundo que no existe, es lógico pensar que nuestra felicidad tampoco existirá. Lo que realmente estamos haciendo es creer en que nuestros sueños nos pueden ofrecen un mundo de felicidad.

Si el fracaso es el resultado de haber elegido ver un mundo falso e ilusorio, el éxito, será el resultado de elegir ver un mundo real y verdadero.

Por lo tanto, si elegimos la verdad que somos, nunca podremos fracasar, porque estamos buscando lo que es lícito, lo que es real. Ese Estado forma parte de nuestro verdadero Ser, pero lo hemos olvidado. Recordar nuestro origen y nuestra Fuente, nos llevará a la certeza de que la felicidad no es un logro, sino nuestra condición natural.

¿Estamos dispuestos a triunfar? Sí. Pues ya conocemos el camino. Se trata de elegir desde la certeza de que Somos el Hijo de Dios.

Reflexión: ¿Realmente, deseas encontrar la verdad?

miércoles, 10 de mayo de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 130

LECCIÓN 130

Es imposible ver dos mundos.

1. La percepción es congruente 2Lo que ves refleja lo que pien­sas. 3Y lo que piensas no es sino un reflejo de lo que quieres ver. 4Tus valores determinan esto, pues no puedes sino desear ver aquello que valoras, al creer que lo que ves existe realmente. 5Nadie puede ver un mundo al que su mente no le haya confe­rido valor. 6Y nadie puede dejar de ver lo que cree desear.

2. Sin embargo, ¿quién puede odiar y al mismo tiempo amar? 2¿Quién puede anhelar aquello que él no desea que sea real? 3¿Quién puede elegir ver un mundo del que tiene miedo? 4El miedo no puede sino cegar, pues ésta es su arma: que no puedes ver aquello que temes ver. 5El amor y la percepción, por lo tanto, van de la mano, pero el miedo oculta en las tinieblas lo que se encuentra ahí.

3. ¿Qué puede, entonces, proyectar el miedo sobre el mundo? 2¿Qué puede verse en las tinieblas que sea real? 3La verdad se ve eclipsada por el miedo, y el resto es todo imaginado. 4Mas ¿qué puede ser real en las ciegas imaginaciones nacidas del pánico? 5¿Qué es lo que quieres para que sea esto lo que se te muestra? 6¿Qué ibas a querer conservar de un sueño así?

4. El miedo ha dado lugar a todo lo que crees ver: 2a toda separa­ción, a todas las distinciones y a la multitud de diferencias que crees que configuran el mundo. 3Ninguna de estas cosas existe. 4El enemigo del amor las inventó. 5Mas el amor no puede tener enemigos, de modo que no tienen fundamento, existencia o con­secuencia alguna. 6Se les puede atribuir valor, pero siguen siendo irreales. 7Se puede ir en pos de ellas, mas no se pueden hallar. 8Hoy no iremos en su busca ni desperdiciaremos el día buscando lo que no se puede hallar.

5. Es imposible ver dos mundos que no tienen nada en común. 2Si vas en pos de uno, el otro desaparece. 3Sólo uno de ellos puede permanecer. 4Ambos constituyen la gama de alternativas que tie­nes ante ti, más allá de la cual no hay nada que puedas elegir. 5Lo real y lo irreal son las únicas alternativas entre las que puedes elegir. 6No hay ninguna otra.

6. Hoy intentaremos no transigir allí dónde es imposible hacerlo. 2El mundo que ves es la prueba de que ya has elegido algo que es tan completamente abarcador corno lo  es su opuesto: 3Lo que deseamos aprender hoy es algo más que la simple lección de que no puedes ver dos mundos. 4Esta lección enseña también que el mundo que ves es completamente congruente desde el punto de vista desde el que lo contemplas. 5Es un sólo bloque porque pro­cede de una sola emoción, y su origen se ve reflejado en todo lo que ves.

7. En seis ocasiones hoy, llenos de gratitud, dedicaremos gustosa­mente cinco minutos al pensamiento que pone fin a toda transi­gencia y a toda duda, y las transcenderemos todas como si de una sola se tratase. 2No haremos miles de distinciones sin sentido, ni intentaremos conservar una pequeña porción de la irrealidad cuando consagremos nuestras mentes a hallar sólo lo que es real.

8. Comienza tu búsqueda del otro mundo pidiendo que se te con­ceda una fortaleza superior a la tuya, y reconociendo qué es lo que persigues. 2No deseas más ilusiones. 3Y te preparas para esos cinco minutos vaciando tus manos de todos los vanos tesoros de este mundo. 4Esperas la ayuda de Dios, según dices:

5Es imposible ver dos mundos.
6Permítaseme aceptar la fortaleza que Dios me ofrece y no ver valor alguno en este mundo, para así poder hallar mi libertad y mi salvación.

9. Dios estará allí, 2pues habrás invocado el formidable e infalible Poder que, lleno de gratitud, dará este gigantesco paso contigo. 3No dejarás de advertir Su agradecimiento expresado en una per­cepción tangible y verdadera. 4No dudarás de lo que contemples, pues aunque se trate de una percepción, no se trata de una de la que tus ojos por sí solos hayan visto jamás. 5Y sabrás que la forta­leza de Dios te respaldó cuando tomaste esta decisión.

10. Rechaza hoy de inmediato cualquier tentación que se presente, recordando simplemente la gama de tus alternativas. 2Pues lo que ves, y lo único que ves, es lo irreal o lo real, lo falso o lo verdadero. 3La percepción es congruente con tu elección, y según elijas, expe­rimentarás el Cielo o el infierno.

11. Acepta una pequeña parte del infierno como real, y habrás con­denado tus ojos y maldecido tu vista, y lo que contemples será ciertamente el infierno. 2No obstante, la liberación que te ofrece el Cielo sigue estando a tu alcance como una de las alternativas que puedes elegir para que ocupe el lugar de todo lo que el infierno quiere mostrarte. 3Lo único que necesitas decirle a cualquier parte del infierno, sea cual sea la forma que adopte, es esto:

4Es imposible ver dos mundos.
5Lo único que deseo es mi libertad y mi salvación, y esto no forma parte de lo que quiero.


¿Qué me enseña esta lección?

“No se puede servir a Dios y a Mammón” ; “ Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”.

La mente puede servir al Espíritu, pero también puede servir al ego. Con ello queremos decir, que las verdades aceptadas por nuestra mente, condicionará nuestra forma de afrontar la vida.

Si creemos que la realidad es la que nos muestra el ego, entonces, daremos valor a la necesidad de poseer, pues ello, aparentemente, nos conduce a un sentimiento de felicidad. Pero ocurre, que ese sentimiento de felicidad no se mantiene en el tiempo, pues al basarse en lo temporal, lo cual está sujeto al cambio, la felicidad que percibamos será efímera.

Si creemos que la única realidad es la que nos inspira nuestro Ser Espiritual, entonces el orden de valores se dirigirá sólo y exclusivamente hacia aquello que es eterno, es decir, damos valor a la Unidad, al Amor, a la Paz, valores que sin duda nos conducirán a hacer real la felicidad.

Ejemplo-Guía: "Dime a quién sirves y te diré..., quién eres".

Con este ejemplo, estoy parafraseando el famoso refrán: "Dime con quién andas, y te diré quién eres". En verdad, ambos nos lleva a un punto de encuentro, ya que "andar con alguien" simboliza una atracción, un gusto, una creencia, una manera de servir a una manera de pensar.

En este sentido, si "andamos" con acompañantes que siguen a ciertos "ídolos", como todos aquellos que nos invitan a imaginar el mundo de los placeres materiales, dinero, poder, posesiones, belleza, prestigio, etc, lo que nos está revelando las características de nuestros acompañante, es que estamos sirviendo al ego, al Cesar, 
a Mammón, es decir, estamos sirviendo a la creencia del miedo, de la separación, del pecado, del dolor, etc.

En cambio, si "andamos" con acompañantes que no se sienten atraídos por el mundanal vocerío procedente del mundo ilusorio, es decir, cuyos deseos no se orientan hacia el mundo de la oscuridad, sino que anhelan el reencuentro con la Luz, entoces, el significado de dicha relación nos está revelando, que nos encontramos de camino hacia el Cielo, y que somos conocedores de que somos ciudadanos de un mundo irreal, del cual hemos elegido desapegarnos, en la medida en que dejamos de darle valor.

La propuesta de esta Lección, nos dota de una llave que ha de permitirnos cruzar la puerta que ha de conducirnos hacia la salvación. Nos aporta una serie de recomendaciones que debemos poner en práctica para sacar el mayor provecho:
  • El amor y la percepción, van de la mano, pero el miedo oculta en las tinieblas lo que se encuentra ahí.
  • Es imposible ver dos mundos que no tienen nada en común. Si vas en pos de uno, el otro desaparece.
  • Hoy intentaremos no transigir allí dónde es imposible hacerlo.
  • Comienza tu búsqueda del otro mundo pidiendo que se te con­ceda una fortaleza superior a la tuya, y reconociendo qué es lo que persigues. 
  • No desees más ilusiones.
  • Rechaza hoy de inmediato cualquier tentación que se presente.
Con estas recomendaciones, lo que se nos está invitando es a elegir permanentemente por la Luz y no prestar atención a las tinieblas, esto es, al mundo de la ilusión.

Reflexión: ¿Qué conclusión sacas de las siguientes afirmaciones?: Lo que ves refleja lo que pien­sas. Y lo que piensas no es sino un reflejo de lo que quieres ver.