sábado, 19 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Sagitario (II)

PREDICACION AL PUEBLO Y CURACIONES NUMEROSAS

7 Se retiró Jesús con sus discípulos hacia el mar, y una numerosa muchedumbre de Galilea, de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de Transjordania y de los alrededores de Tiro y Sidon, una muchedumbre grande, oyendo lo que hacía, acudía a El.

Cuando el Fuego de Sagitario ha sido capaz de restablecer el principio activo que moviliza nuestra consciencia a actuar, es decir, cuando la voluntad de amar se ha convertido en nuestro único ideal, nuestro único propósito, movilizamos al ejecutor de nuestro motor interno, la consciencia, y entonces nos situamos de nuevo en Tiphereth -Mundo del Deseo- o, lo que simbólicamente se denomina Mar. Ese torrente de luz-amor, fluyendo en el nivel emocional, se convierte en un faro que guía las naves de cuantos buscan oír el nuevo mensaje, de cuantos desean comer del nuevo alimento.

Esta secuencia en el desarrollo de la consciencia se repite una y otra vez. Es preciso que el Agua-emoción no rechace en ningún momento el nuevo impulso proveniente del Fuego. Esta es la razón por la que, aun encontrándose en la dinámica de Sagitario-Fuego, se pone de manifiesto el nivel emocional.
Cuando la voluntad ejecutiva de Sagitario anuncia y se revela en los planos internos, se produce un hecho que caracteriza las cualidades propias de este signo: se movilizan, no tan solo las tendencias más cercanas a nosotros, es decir, nuestro entorno más próximo, sino que, esa luz llega a lugares recónditos, es capaz de penetrar más allá de las fronteras materiales. En astrología convencional, Sagitario rige sobre el extranjero, queriéndonos con ello decir, que se trata de un impulso cuyo propósito es ampliar los limites donde se proyectaba nuestra consciencia.

Por lo tanto, uno de los Trabajos que debemos afrontar con la dinámica de Sagitario, es ser capaces de proyectar nuestra luz-consciencia lo más lejos posible, para que alcance los lugares más alejados y recónditos
Esas tierras, que debemos conquistar, las encontraremos en primer lugar en nuestro interior. Debemos ser capaces de comprender todos los idiomas, de poder llegar a todos los pueblos; es decir, debemos alcanzar una actitud de comprensión hacia todas las voces que anidan en nuestro interior y lograr que entre todas haya entendimiento; esto es, que Trabajen en la misma Obra. Hoy en día, el impulso sagitariano lleva a un importante sector de la sociedad a manifestarse en contra del racismo, la marginación, la xenofobia, aspectos estos, que son interpretados como voces a las que hay que acallar y eliminar, pues son consideradas como inferiores. Sin embargo, cuando actuamos con la consciencia Crística, nuestro amor no tan solo no excluye, sino que es capaz de unificar todas las corrientes.

9 Le dijo a sus discípulos que le preparasen una barca, a causa de la muchedumbre, para que esta no oprimiese, 10 pues curaba a muchos, y cuantos padecían algún mal se echaban sobre El para tocarle.

A través de este pasaje, alcanzamos a ver un aspecto del amor que hasta ahora no habíamos analizado. Actuar con discernimiento, con lógica, forma parte del buen hacer. Es importante explicar este impulso tan característico de la etapa en la que nos encontramos.

¿Quién no se ha dejado llevar por el poderoso impulso del optimismo o de la rebeldía, que surge como fruto de la injusticia? ¿Quién, descubriéndo su naturaleza elevada, o participando de una experiencia iluminadora, no se ha comportado con tanto ardor que ha puesto en peligro su propia "obra"?

Es preciso actuar como Jesús lo hizo, cuando nuestra consciencia se percata de que una avalancha de emociones incontroladas, como consecuencia de la importante revelación recibida, amenaza con poner fin a la existencia de Jesús-Amor. Es preciso pedir a nuestros fieles obreros que nos preparen una barca; es decir, tenemos que prepararnos para no perecer ahogados por las emociones desenfrenadas que, aunque persiguen nobles anhelos, carecen de control.

La revelación Crística en nuestra consciencia no puede llevarnos a comportamientos ilógicos; debemos saber frenar nuestro poder gestador, el emocional, y proceder a una maduración de la energía -volvemos a repetir- por muy elevada que esta sea.

11 Los espíritus impuros, al verle, se arrojaban ante El y gritaban diciendo: Tu eres el Hijo de Dios. 12 El insistentemente les reprendía para que no le diesen a conocer.

El mundo está lleno de almas que dicen ser la reencarnación de Jesucristo; está lleno de profesionales del ocultismo, del esoterismo, del curanderismo; expertos y sabios de alto renombre social, que dicen dominar todas las mancias. Lo proclaman en todas las tribunas, en todos los medios de comunicación. Para ellos es importante hacernos saber que son los poseedores de un don especial, los verdaderos elegidos de Dios (Sagitario).

Sin embargo, cuando se contrasta estos comportamientos con los de Jesús, no podemos evitar afirmar que, en verdad, la luz no necesita publicidad pues, por mucho que pretendemos ocultarla, cuando se manifiesta, todos podemos afirmar que es luz.

Esos espíritus impuros conviven con nosotros. Ya hemos tenido ocasión de hablar de ellos cuando estudiábamos la dinámica de Tiphereth-consciencia. En verdad aparecen por esa puerta para tentarnos pues, cuando todas las tendencias, la fiel muchedumbre, nos sigue y aclama, es fácil quedar aplastado por ella; es decir, podemos caer en manos del orgullo, la vanidad, el egocentrismo. Jesús no puede permitirlo, y por ello les pide que guarden silencio. Los verdaderos Trabajos Espirituales se producen a niveles internos, en la consciencia, en el silencio externo.

Sagitario debe aprender de esta dinámica, pues una mala canalización de sus energías puede llevar a la gula de poder, a la prepotencia, a la vanagloria.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Sagitario (I)

CURACION EN SABADO DEL HOMBRE DE LA MANO SECA


1 Entró de nuevo en la sinagoga, donde había un hombre con una mano seca 2 y le observaban a ver si le curaba en Sábado para poder acusarle. 3 Y dice al hombre de la mano seca: Levántate y sal al medio. 4 Y les dice: ¿Es lícito en Sábado hacer bien o mal, salvar una vida o matarla? Y ellos callaban, 5 y dirigiéndoles una mirada airada, entristecido por la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. La extendió y fuele restituida la mano. 6 Saliendo los fariseos, luego se concertaron con los herodianos contra El para perderle. 


Con el capitulo III de Marcos, abordamos los Trabajos correspondiente al signo de Sagitario, tercero del Elemento Fuego. En cábala, toda fuerza que se manifieste en tercer lugar, la exteriorizadora, está bajo la regencia de Binah-Ley. Por lo tanto, tenemos que adelantar que, la enseñanza propia de Sagitario, tiene como propósito exteriorizar la ley del Fuego, la moral, la consciencia. El Sagitario tiene como misión revelar al mundo el camino de la unidad, el cual se expresa en el mundo actual, donde prevalece la conciencia de división y separación, como el camino del bien y el camino del mal. 


En el pasaje evangélico, Marcos sitúa a Jesús entrando de nuevo en la sinagoga que, como hemos visto a lo largo de esta obra, simboliza la consciencia. Diremos pues que, la naturaleza del Amor, alcanza el nivel de la consciencia, siempre con el propósito de curar y enseñar. En la sinagoga-consciencia, en este caso hace referencia a la consciencia de Sagitario, se encuentra con un hombre con una mano seca. El hombre representa la tendencia activa que está en analogía con el impulso motor de la voluntad. Así, podríamos traducir este encuentro como el descubrimiento de una voluntad, cuyo poder ejecutivo, la mano con la que actúa, está seca, carece de ella. No es una situación que debamos eludir si en verdad queremos que nuestra consciencia Crística, tras haber conquistado nuestra consciencia moral, se convierta en Obra.

No podemos permitir que la fuerza masculina, encargada de movilizar nuestra consciencia, permanezca imposibilitada de hacerlo.

Desde la lógica del mundo del rigor y la ley, desde la Columna de la Izquierda, la morada de los fariseos y escribas, el Sábado, es decir, la ley, no puede consentir que ese hombre con una mano seca -que aunque el autor no lo diga, seguramente seria la izquierda- que se encuentra pagando su karma por haber violado las leyes naturales, sea curado en ese día. Esto mismo tiene una interpretación más fácil de entender. Si hemos cometido un error debemos pagar, y ningún perdón nos liberará de ello. Esa es la lógica de la ley antigua.

Sin embargo, Jesús, el nuevo soplo, la Nueva Consciencia, profundamente conmovido, plantea una cuestión que resume maravillosamente los Trabajos que el Alma debe realizar cuando se encuentre en la consciencia de Sagitario: 

¿Es lícito en Sábado hacer bien o mal, salvar una vida o matarla? En efecto, Sagitario debe preguntarse, ¿seguiré la voz de Binah, que por su regencia en la dinámica VAV del Sagitario me lleva a practicar la ley con el propósito de velar por el cumplimiento del bien y del mal? o, ¿seguiré esa otra voz que ha sido conquistada en la etapa anterior -Leo-Hochmah-Amor, y que me impulsa a practicar el perdón? 

Los fariseos callaron y no reconocieron que es más importante salvar una vida, aunque con ello no estemos respetando la ley del Sábado. 

Viene a mi mente el recuerdo de una experiencia que me lleva a reflexionar sobre este complejo tema. He sido testigo en el hospital donde trabajo, cómo enfermos que requerían una transfusión de sangre con urgencia, se han negado a ello argumentando su filiación religiosa. Muchos de estos casos, llegan a las tribunas judiciales pues, el médico se ve impotente para ayudar a salvar la vida de estos pacientes.

La cuestión que se plantea a niveles de consciencia, es la siguiente. ¿Debemos aplicar la ley inscrita en la religión y dejar morir a un ser humano, o por el contrario, debemos dejar a un lado esos preceptos prohibitivos y, dejándonos llevar por el amor, salvar la vida de ese ser?

Jesús, viendo la dureza de corazón en los representantes de la ley, dice al hombre, es decir, a nuestra voluntad activa en la consciencia: "extiende tu mano"; esto es, actúa con amor y perdona tus propias culpas.

La extendió, actuó, practicó el perdón y, entonces, le fue restituida la mano, la capacidad de movilizar la Nueva Consciencia en obras.

Los fariseos, cuando son testigos de que su antigua ley, sus creencias, se tambalean haciendo peligrar su situación social, es decir, cuando nuestra antigua consciencia deja de tener sentido, deja de tener seguidores, entonces recurren a los argumentos herodianos, para ir contra la Nueva Consciencia y perderla. Estos herodianos son las tendencias que siguen a la autoridad reinante en nuestra naturaleza material desde mucho antes de que se produjera en nosotros el nacimiento de la consciencia Crística. 

Habría que hablar mucho de esa autoridad herodiana con relación a nuestra personalidad física pero, en este punto, tocamos un aspecto de interés: las dos personalidades del ser, la herodiana y la de Jesús, la material y la espiritual, hablan diferentes idiomas. La primera persigue con extremo celo su perpetuidad, y su propósito es el apego y la posición pues, ambos aspectos, le aportan seguridad. Sin embargo, la dinámica de la vida nos enseña, que el aspecto material de la vida no es eterno, y sí, en cambio, esta sujeto a la ley natural del Yod-He-Vav-2º He; es decir, del mismo modo que nace, debe morir. Ahora bien, la personalidad espiritual no persigue la perpetuidad, pues ella sabe que es eterna. Su propósito no es poseer, sino dar; no es apegarse, sino la libertad. Su crecimiento y desarrollo no están sujetos a la ley material -JEHOVÁ-; el Espíritu tiene principio, pero no tiene fin. 

Cuando, en nuestra evolución, decidimos conquistar la consciencia Crística, es lógico que vayamos igualmente desligándonos de la Ley de Jehová -Yod, He, Vav, 2º He-, al tiempo que nos hacemos más participes de nuestra eternidad. Dejamos de alimentar las necesidades del Cuerpo Material, abandonamos antiguos hábitos, y los obreros que habían construido ese mundo se ven de pronto amenazados de perder sus empleos. Es por ello que buscamos a los seguidores de la autoridad que ha gobernado esa personalidad, la herodiana, y le pedimos recursos para que no desaparezca su mundo.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Leo (III)

DEFENSA DE LOS DISCÍPULOS SOBRE LA OBSERVANCIA DEL SABADO

23 Caminando El a través de las mieses en día de sábado, sus discípulos, mientras iban, comenzaron a arrancar espigas. 24 Los fariseos le dijeron: Mira, ¿cómo hacen en Sábado lo que no está permitido? 25 Y les dijo: nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre él y los suyos? 26 Cómo entró en la casa de Dios, bajo el pontífice Abiatar, y comió los panes de la proposición, que no es licito comer sino a los sacerdotes, y los dio asimismo a los suyos? 27 Y añadió: El Sábado fue hecho a causa del hombre, y no el hombre por el Sábado 28 Y dueño del Sábado es el Hijo del hombre.


Si tuviésemos que buscar un alimento para representar el manjar Crístico, este seria, sin duda, el trigo con el que se elabora el pan de vida. ¿Por que el trigo?, se preguntará el estudiante. Pues, porque representa un largo y laborioso proceso de elaboración semejante al que se lleva a cabo en la consciencia. Con este pan de vida celebraría Jesús junto a sus discípulos, la consagración de la misa. Alimentarse del pan místico significa recibir el Cuerpo de Cristo; es decir, el fruto de su Trabajo, el Amor y el Perdón.

Es por ello que, cuando estamos analizando la dinámica del signo de Leo, aparece caminando a través de las mieses pues, con ello, nos está indicando con que tipo de frutos debemos alimentar nuestra consciencia. Astrológicamente, el pan está representando al signo de Virgo, ya que, como hemos dicho, con su colaboración culmina un proceso creativo. Esto mismo ocurre con dicho signo, el cual cierra los trabajos creadores iniciados en Aries. El mes de Virgo es el mes de las cosechas y, en él, a niveles internos debemos alimentar nuestra consciencia con el ideal de servicio.

Si situamos al signo de Leo en el Ascendente, Virgo, ocupará la Casa II, sector que nos anuncia con que tipo de energía se alimentará la personalidad inscrita en el Ascendente, en este caso, Leo. Si hemos dicho que Virgo es la capacidad de servicio adquirida tras la culminación de un largo proceso creativo, diremos ahora que la consciencia-Leo-Cristo debe alimentarse de esa esencia, de ese alimento, es decir, de la necesidad de servir pues, en esta actitud se encuentra la síntesis de todo un aprendizaje de vida.

Los obreros de Jesús, las diferentes tendencias que sirven a la obra Crística, se alimentan del potencial Crístico, de su sabiduría, de sus habilidades para vivir en el mundo sin generar nuevos procesos kármicos; pero lo hacia en Sábado y, en ese día sagrado para la ley antigua, estaba prohibido hacerlo.

¿Qué significado oculto encierra este pasaje evangélico?

Mientras que nos encontramos construyendo nuestra consciencia por la Vía de la Izquierda, por la senda de la experiencia material, es necesario respetar los preceptos del sábado, pues estos nos enseñan a inscribir en nuestro comportamiento que es necesario respetar la ley. Sin embargo, cuando los campos están listos para la cosecha y hemos agotado el ciclo de aprendizaje en esa Columna del Rigor, entonces, la observancia del sábado no es necesaria, y aquellos que se encuentran en la conquista de la Nueva Consciencia pueden alimentarse de las espigas de trigo, es decir, del fruto obtenido tras mucho bregar en esa senda.

Astrológicamente hablando, podemos decir que, mientras nuestra consciencia se encuentra aprendiendo por la Vía de la Izquierda, no habremos conquistado los Trabajos correspondientes a los Doce Arquetipos Cósmicos. Ahora bien, cuando hemos conquistados esos Trabajos de Unificación aparece Jesús, el cual, es capaz de rodearse de esas Doce Esencias, representando cada unas de ellas a un Arquetipo Zodiacal, y llevarlas a Trabajar para la Nueva Obra donde, el Sábado-Rigor cede su lugar al Amor-Jesús.

Jesús, dirigiéndose a los escribas-ley, les recuerda la actuación del rey David, el cual comió del pan sagrado de las proposiciones destinado tan solo a los sacerdotes. David simboliza la procedencia genealógica de la estirpe de Jesús. por mediación de su padre, José. Este dato nos revela, la rama espiritual en la que debemos situar a David, es decir, la Columna de la Derecha. El representa un peldaño en la escalera evolutiva que desemboca en la persona de Jesús. Siendo esto así, el Amor-Perdón le recuerda a la Ley-Rigor que, el Padre del Pueblo Judío, uno de los Padres de la Ley, trabajando para la construcción de la nueva naturaleza-amor, "violó" la propia ley.

En la conducta diaria, debemos interpretar este pasaje como la llamada a una reflexión dirigida al comportamiento. Si, cuando imperaban en nosotros la ley y el rigor con total libertad, en alguna ocasión hemos sido tocados por el perdón, ahora que nos encontramos en ese estado de consciencia, ¿por qué criticamos y censuramos el haber comido del alimento que ha hecho nacer la Nueva Consciencia?

"En verdad -proclama Jesús en una hermosa frase-, el Sábado, es decir, la ley, fue hecha a causa del hombre; esto es, para servir a la elaboración de la consciencia humana, y no el hombre por el Sábado; o lo que es lo mismo, para someterse a la ley".

El Hijo del Hombre es el verdadero dueño del sábado. Esa condición, que se atribuye Jesús. en este punto, viene a reafirmar que, el logro de la consciencia Crística, está en manos del Trabajo Humano, realizado en el mundo material. Cuando hayamos conquistado este Plano, donde verdaderamente impera la Ley de Jehová, entonces seremos dueños de la ley, del sábado, y habremos construido en nuestra naturaleza, la personalidad llamada Jesús, el Hijo del Hombre.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Leo (II)

VOCACION DE LEVI Y RESPUESTA A CIERTAS CRITICAS

13 Salió de nuevo a la orilla del mar, y toda la muchedumbre se llegó a El, y les enseñaba. 14 Al pasar vio a Levi el Alfeo sentado al telonio, y le dijo: Sígueme. El, levantándose, le siguió. 15 Estando sentado en la mesa en casa de éste, muchos publicanos y pecadores estaban recostados con Jesús y con sus discípulos, pues eran muchos los que le seguían.

Gracias a este pasaje podremos comprender una dinámica oculta, inscrita en el signo de Leo, que tan solo se revela en la relación cabalística de este signo. Veámoslo:

El Árbol Cabalístico recoge, en su esquema sefirótico, la Obra Creadora de Dios. En sus diferentes Planos, nos encontramos con el rostro divino -Plano Emanativo-, con el rostro humano -Plano Creativo-, con la Obra divina en su fase externa, el Universo, -Plano de Formacion, y por ultimo, con la fase de Actividad -Plano de Acción (ver árbol).

Igualmente, el orden de los Séfiras en relación con los materiales utilizados por Dios para realizar su Obra, los Zodiacales, nos permite comprender la naturaleza de los Trabajos correspondientes a cada Centro de consciencia. Así podemos hablar de un Orden Zodiacal y de un Orden Planetario y, aunque su disposición es diferente, en verdad, analiza verdades desde diferentes puntos de manifestación. Es por ello que, cuando estudiamos el Orden Zodiacal, vemos al signo de Leo situado en la Esfera de Hochmah -Plano Emanativo, Fuego-. Desde ese nivel, Leo se manifiesta como el poseedor de la Luz del Padre-Kether. En el se gesta el primer impulso creador, despertándose la Fuerza del Amor incondicional, la cual suscita el afán de crear; el de ser fiel a la Voluntad del Padre o, lo que es lo mismo: sentir amor por el Programa que hemos venido a realizar.

Ya hemos hablado de la regencia de Hochmah sobre este signo, e igualmente hemos dicho que, este centro dirigió los Trabajos del Segundo Día de la Creación, del que el Elemento activo fue el Agua-Amor-Deseo. Por lo tanto, tenemos que establecer una relación entre el signo Leo y los Trabajos propios del Segundo Día de la Creación Es por ello que, los cabalistas, interpretan este signo como la Fuente de la Vida pues, en el se unen en secreto el Fuego y el Agua, siendo este ultimo Elemento oculto, puesto que no entraría en funciones -en el proceso creativo- hasta después de haber culminado los Trabajos del Fuego.

Sin embargo, en cada Día Cósmico se realizan Trabajos de Anticipación y de Recapitulación. Por lo que diremos que, la dinámica de Leo nos está disponiendo para crear en nosotros una consciencia que acepte convertirnos en la "tierra" donde ha de generarse la vida.

Si estudiamos el orden de los signos, siguiendo su disposición planetaria, observamos que Leo se sitúa en Tiphereth al estar regido por el Sol. Tiphereth se encuentra en el Plano de Creación, en el Mundo del Deseo donde actúa como motor de nuestras acciones. Por lo tanto, extraemos una nueva información sobre los Trabajos que debemos realizar con relación a Leo; debemos ser, como el corazón con respecto al cuerpo físico, el centro motor que hace llegar a los demás. el impulso creador para que no se queden nunca estancados, parados.

El Leo debe ser un gran dinamizador, el que alumbre el camino para aquellos que se hallan sumergidos en la oscuridad; debe ser, en definitiva, el que ayuda a los demás. a despertar su consciencia.
Ahora comprendemos la razón por la que Jesús "salió de nuevo de la orilla del mar". El ya había pasado por esa tierra acuosa que corresponde al transito por el Mundo Emocional. Lo hizo en la dinámica de Hesed y Gueburah, en el Mar de Galilea. Ahora de nuevo vuelve a la orilla del Mar, a la cercanía, como cercano al Agua es el Fuego de Leo; y toda la muchedumbre se llegó a El, y les enseñaba.

Aquí Marcos nos da las claves para que comprendamos cuál es la condición anímica que debemos alcanzar para poder enseñar; y estas cualidades, sin duda alguna, están recogidas en las virtudes que se adquieren al desarrollar positivamente los Trabajos de Leo.

Cuando el Fuego, es decir, cuando el Espíritu, se acerca al Agua tiene la voluntad de Crear, de generar vida; es necesario que se acerque al Elemento Acuoso, pues en él encontrará la "tierra" fértil, ese óvulo femenino dispuesto para ser fecundado. Por lo tanto, tenemos una primera impresión de lo que es enseñar. Podríamos traducirlo como la voluntad de crear, de generar vida, de expandirnos a través de los demás. El Fuego es Luz, y el Agua, Oscuridad; por lo tanto, enseñar es iluminar el mundo tenebroso con el propósito de que adquiera consciencia de la Verdad.

Leo, en términos de astrología convencional, es el signo de la enseñanza. Ahora comprendemos por que esto es así. En él se dan las circunstancias propicias donde el Fuego tiene el propósito de alumbrar el mundo interno de las emociones. El se siente Luz, preñado de ese impulso creador; lo que le convierte en un ser generoso a la hora de dar; se convierte en un Sol que despliega desinteresadamente sus rayos hacia el mundo, con el único propósito de aportar consciencia en él.

Sigamos con el pasaje evangélico y, veamos quien era ese misterioso personaje al que Jesús., al pasar, le invitara a seguirlo. Su nombre profano, Levi el de Alfeo, nos sugiere a la tribu de Levi, consagrados al culto religioso en las distintas ciudades levíticas. Sin embargo, tendremos que recurrir una vez mas al conocimiento cabalístico para averiguar el mensaje espiritual que encierra ese nombre:

LEVI= Lamed-He-Vav-Yod (30+5+6+10= 51= 6).

Traducido a numerología, nos lleva a sintetizar los Trabajos en la letra Vav =6.

Esta letra sagrada esta en correspondencia cabalística con el centro sefirótico Tiphereth. El mensaje esta en sintonía con la dinámica que estamos estudiando, Leo, pues, ya hemos visto la relación existente con ese Séfira Por lo tanto, ¿qué representa ese Levi de Alfeo? Se trata de un aspecto de la consciencia identificada con el proceso de asimilación del Fuego y del Agua, cuya misión es superar el mundo de las tinieblas gracias a la Luz resplandeciente del Agua.

Astrológicamente, el Vav esta regido por el signo Fijo de Agua, Escorpio. Este signo, dentro del proceso de asimilación de los trabajos de interiorización, es la fase que continúa la labor de Leo. Dado que ambos realizan labores creadoras de consciencia en el Séfira Tiphereth, podríamos decir que, Levi está simbolizando un aspecto de la naturaleza Crística. -consciencia de amor- que se encuentra estancada en el pasado y que debe estar dispuesta a seguir a Cristo en ese momento. En Escorpio, como ya estudiaremos en su momento, la energía del Fuego se encuentra en los dominios del Agua corriendo el peligro de ser sometida por esta ultima; es decir, utilizamos el poder del Espíritu para gratificaciones egoístas creando un aspecto de la personalidad que cultiva la vanidad.

En cambio Cristo, en este pasaje, está representando a Leo; el proceso inverso, el Fuego dominando al Agua; es por ello que, trata de elevar la condición emocional que se encuentra en nuestra consciencia -Levi =6=Tiphereth- pues, si no lo hace así, correremos el peligro de convertirnos en Levi de Alfeo. ¿Cómo debemos vencer esta tentación?

Debemos penetrar en su casa y sentarnos a su mesa, donde nos encontraremos con sus tendencias, los publicanos y los pecadores.

En efecto, con esta aportación, Marcos nos aclara el estado anímico descrito anteriormente gracias al uso de la cábala. Levi de Alfeo es la consciencia que se encuentra en fase de oscuridad -Vav- y que anhela vencer sus tinieblas. En su estado, en su consciencia, nos encontramos las tendencias que se han desviado del camino de la luz, y ahora son interpretadas como "publicanos y pecadores". Ese encuentro es muy importante puesto que, es frecuente ver como no siempre actuamos del mismo modo que Jesús., sentándonos a la mesa con ellos. Si así lo hiciéramos, tal vez rechazásemos tal compañía. Aceptar comer donde lo hacen nuestras culpas es demasiado; y entonces decidimos no perdonarnos, dejamos nuestro mundo oscuro alimentándose de su propia oscuridad, mientras que decidimos pasar de largo acompañados, muy orgullosos, de nuestra luz, de nuestras virtudes.

Si así obramos, no estamos actuando de acuerdo a la dinámica del verdadero amor. Aquí Jesús. -Leo- nos enseña que, el amor nunca juzga el comportamiento; el amor no se queda estancado en términos de pasado; el amor nunca ataca; en cambio, siempre esta dispuesto para ser compartido pues, al ser portador de Luz, siempre eleva la condición y el estado de aquel que lo recibe.

Hoy día, cuando se escriben estas líneas, estamos viviendo en el mundo del Vav, donde reina la confusión, donde la consciencia se encuentra plenamente identificada con el "pecado" y, cuando mas hambre de luz existe para que podamos liberarnos del peso de la culpa que amenaza con aplastarnos, hasta dejarnos sin aliento. En estos días, digo, uno de los temas que más se debaten en las tribunas sociales, trata sobre si los reos deben cumplir en su totalidad las condenas que se les imputa. Todos las encuestas parecen indicar que, un elevado porcentaje, más del 90%, está de acuerdo con que, en caso de asesinato y violación, deben cumplirla íntegra. En el resto de los casos, este porcentaje nunca baja del 60%, lo cual nos indica que, nuestra sociedad difícilmente aceptaría sentarse a la mesa con esos "pecadores".

¿Qué significa sentarse a la mesa de Levi?

Ya hemos adelantado parte de la respuesta a esta cuestión pero, no estaría de mas repetir que, el Trabajo de la consciencia Crística viene a marcar un rumbo diferente en la vida interna y externa de aquel que desea conquistarlo. Cuando se alcanza ese estado de vibración, cuando la moneda en uso es el amor, entonces, los conceptos, los antiguos conceptos y las antiguas leyes, adquieren otro sentido en nuestras vidas. Ahora, el rigor no es la única solución pues, el amor nos abre unas anchas perspectivas; nos permite comprender la situación del otro, del "pecador", y no deseamos, con nuestras acciones, castigarlo mas de lo que verdaderamente el se castiga. Podemos, en ese debate social, pensar que la cárcel es necesaria para el asesino; pero también debemos valorar si esa cárcel reúne las condiciones necesarias para ayudar a rehabilitarse a ese "pecador". Si no es así, tenemos el deber moral de presentar ideas que vayan encaminadas a obtener mejoras en este sentido.

No siempre se presenta, de un modo tan evidente a nuestra consciencia, la negativa a sentarnos con los pecadores en la misma mesa. A veces esta decisión se manifiesta de un modo más sutil y, cuando esto ocurre, tenemos grandes dificultades para ver con claridad que estamos obrando en contra del amor pues, tenemos muy claro que nuestro proceder es el correcto, el más cristiano. Recuerdo en estos momentos una experiencia que ayudará a esclarecer los argumentos antes descritos:

"J..., así llamaré al amigo que protagonizaría esta historia, en su juventud era muy amante de los placeres de la vida... comidas, alcohol y sexo. Sin embargo, en un momento de su existencia, cuando ya se encontraba saciado de experimentar tantos goces, decidió adentrarse en la búsqueda del espíritu. Su primer paso consistió en abandonar radicalmente sus hábitos alimenticios, cambió su dieta carnívora por la vegetariana, dejó de tomar bebidas con alcohol y se propuso llevar el celibato a su vida conyugal. Todo esto ocurrió en un corto periodo de tiempo. El Sr. J... podría ser todo un héroe a imitar por aquellos que tienen sed de espiritualidad y se encuentran prisioneros de los hábitos mundanos; sin embargo, él no se conformó con aplicar sus ideales a su propio desarrollo, sino que obligó a su familia a asumir ese cambio radical sin preocuparse de que ellos estuviesen en su mismo nivel de consciencia.

Paso un tiempo, no muy largo, y su siembra comenzó a dar sus frutos. Sus hijos le mentían y le temían; su esposa le plantea la separación y el Sr. J... apenas hacia vida social. La venda que cubría sus ojos le llevó a juzgar a su familia, antiguos amigos, y al resto de la sociedad que no compartían sus puntos de vista, como "publicanos", como "pecadores". Hasta tal punto llegó su fanatismo que se negaba a compartir la "mesa" con ellos; es decir, a relacionarse a su nivel.

La vida del Sr. J... se derrumbó; y tan solo un cambio de consciencia le salvó de aquella situación. La venda cayó de sus ojos, y comprendió que, las "manchas" del pecado, tan solo se limpian con Agua, es decir, con Amor.

16 Los escribas de los fariseos, viendo que comía con pecadores y publicanos, decían a sus discípulos: ¿Por qué es que come y bebe con publicanos y pecadores? 17 Y oyéndolo Jesús., les dijo: No tienen necesidad de medico los sanos, sino los enfermos; ni he venido yo a llamar a los justos, sino a los pecadores.

Qué hermosa lección para aquellos que se sitúan en las altas esferas de la sociedad, impartiendo y administrando las leyes y la justicia, los nuevos escribas del siglo XX.

Los doctores de la ley piensan que tienen los poderes y argumentos necesarios para poder sentenciar, juzgar, las acciones humanas. Ellos defienden y justifican su existencia advirtiéndonos que, de no ser por su sabiduría, la maldad se multiplicaría por mil. Sin embargo, no es esto lo que viene a enseñarnos Jesús con este pasaje. El nos dice que, no es a los justos a los que debe perdonar y salvar, pues ellos ya son salvos; es a los pecadores, a las tendencias enfermas -dice- a los que viene a sanar. El amor, ¡qué maravilla!, es el verdadero medico que nos restituye la salud.

Pensemos unos instantes en las causas que llevan a un hombre a pecar, a hacer el mal. Se me ocurren dos causas principales: el exceso de luz-amor, que nos ciega; y la falta de luz-amor, que nos mantiene en la oscuridad. Estudios de psicología, preocupados por el número cada vez más elevado de delincuencia y agresividad social, han llegado a la conclusión de que, el trato recibido en los primeros años del niño, fundamentan su posterior desarrollo social. Si en esos años se han dado situaciones de malos tratos, abandono o excesivos miramientos, el niño, al alcanzar la adolescencia, se mostrará agresivo y cruel consigo mismo y con los demás. La falta de ideales morales, así como las malas conductas, son influencias que generan personalidades conflictivas.

La dinámica del perdón debe aplicarse, en primer término, sobre uno mismo. Es importante repetir este mensaje hasta la saciedad puesto que, es imposible dar algo que no se tiene. Por lo tanto, digamos a nuestros escribas internos que ya se ha agotado su tiempo, el tiempo del rigor y del auto-castigo. Ahora, nuestra consciencia enferma permite que entre en nuestro hogar la naturaleza Crística, la otra consciencia que, sentándose en nuestra mesa, amándonos, aceptándonos, nos dirá: "sígueme y serás sanado".

18 Los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban. Vienen, pues, y le dicen, ¿Por qué, ayunando los discípulos de Juan y los fariseos, tus discípulos no ayunan?

19 Y Jesús, les dijo: Acaso pueden los compañeros del esposo ayunar mientras está con ellos el esposo? Mientras tienen con ellos al esposo no pueden ayunar. 20 Pero días vendrán en que les arrebataran el esposo; entonces ayunarán. 21 Nadie cose un pedazo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues el remiendo nuevo se llevaría lo viejo, y la rotura se haría mayor. 22 Ni echa nadie vino nuevo en cueros viejos, pues el vino rompería los cueros, y se perderían vino y cuero; el vino nuevo se echa en cueros nuevos.

El narrador nos describe con este pasaje el comportamiento que adoptan las diferentes tendencias que se albergan conjuntamente en nuestra consciencia. A pesar de que Juan bautizara a Jesús. y proclamara que Éste era superior a Él, a pesar de que Juan fue hecho preso y cedió de este modo su papel evangelizador a Jesús. -la Nueva Consciencia-, aún existen en nuestra naturaleza seguidores-discípulos de su doctrina, los cuales, junto a los fariseos -los practicantes de la ley antigua- ayunan, mientras que los discípulos de Jesús. no lo hacen.

Nos encontramos con los representantes de las dos Columnas cabalística: los seguidores de Juan-Columna de la Izquierda-Ley-Rigor y, los seguidores de Jesús-Columna de la Derecha-Amor-Perdón. ¿Por qué los primeros ayunan, y los segundos no? No podemos olvidar que estamos desarrollando la consciencia Crística, donde el alimento nuevo es el Amor. Mientras que nos situemos en la Columna de la Derecha, aquellos que representan a la otra se limitan a ayunar pues, no podemos alimentarnos de lo viejo al tiempo que estamos trabajando para lo nuevo. El rigor debe ayunar mientras que los obreros del amor deben alimentarse. Ese es el mensaje que nos transmite este punto. Así debemos actuar cuando nos encontremos trabajando en la dinámica de Leo-consciencia. Si nos dividimos y servimos a dos tendencias a la vez, entonces, nuestros escribas-ley se encontrarán satisfechos pues, seguiremos utilizando el rigor.

En Leo, tenemos que ser fieles a la Nueva Consciencia, en este caso, a la que se encarga de crear con la fuerza del amor.

martes, 15 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Leo (I)


CURACION DE UN PARALITICO
1 Entrando de nuevo, después de algunos días, en Cafarnaúm, se supo que estaba en casa, 2 y se juntaron tantos, que ni aun junto a la puerta cabían, y Él les hablaba.
Cuando hemos estudiado los trabajos propios de cada uno de los Diez Séfiras decíamos que, Hochmah-Amor es el Centro donde ubicamos la Consciencia Crística. En el ámbito astrológico, debemos situar al Signo de Leo en este Séfira, dado que es el segundo signo dentro del Elemento Fuego. Por lo tanto, de esta correspondencia deducimos que Cristo está estrechamente relacionado con los Trabajos de Leo, signo que planetariamente está regido por el Sol.
Si situamos este planeta en el Árbol Cabalístico, debemos hacerlo en Tiphereth, por lo que diremos que, el Centro de la Consciencia-Cafarnaúm esta igualmente participando de la dinámica de los Trabajos de Leo-Cristo. Mientras que Hochmah, hace referencia al Espíritu-Cristo, Tiphereth lo hace a la naturaleza humana, Jesús.
Marcos nos indica que, "después de algunos días", es decir, una vez desarrollados los primeros Trabajos, entra de nuevo en Cafarnaúm, y se supo que estaba en casa. He ahí la clave para conocer la procedencia de Jesús, y de Cristo.
El signo de Leo se encarga de interiorizar el impulso de Aries o, lo que es lo mismo, el Hijo-Hochmah, recibe la Voluntad del Padre-Kether-Aries, y le es fiel. La fidelidad a lo Superior, a lo elevado, es la característica del Leo. ¿Acaso no es ese el principal mensaje de Cristo? ¡Hágase tu Voluntad en mí, Padre!
Aquellos que Trabajen en la Esfera de Leo, deben conocer que son portadores de un importante mensaje. Ellos deben ser los "Maestros" que, con su ejemplo, dejen la huella a seguir por los demás. Su enseñanza ha de estar basada en el Amor y la Libertad. Su poder es la Luz para poder alumbrar a cuantos se encuentran en la oscuridad.
En los Trabajos de Leo se vive la circunstancia descrita por el evangelista. Cuando el comportamiento está a la altura del Amor Crístico, son muchos los que se juntan en nuestra "casa". Con ello debemos entender que, cuando se vive esta dinámica, el poder del que somos portadores puede dominar todas las tendencias que habitan en nuestro ser. Cuando esto ocurre, corremos el riesgo de sentirnos superiores y decidimos no seguir avanzando en el proceso evolutivo. Nos decimos, ¿para qué movilizarnos más si ya tengo el poder? Si no utilizamos la naturaleza revitalizadora de la que somos portadores y sí en cambio la utilizamos en beneficio propio para sentirnos "dioses", entonces, ese Fuego nos quemará interiormente y nos imposibilitará para poder actuar; nos habremos convertido en "paralíticos".
3 Vinieron trayéndole un paralítico, que llevaban entre cuatro. 4 No pudiendo presentárselo a causa de la muchedumbre, descubrieron el terrado por donde Él estaba, y hecha una abertura, descolgaron la camilla en que yacía el paralítico 5 Viendo Jesús, la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Ese paralítico es nuestra consciencia estancada en la dinámica de Leo. Es una tendencia común en todos los signos conocidos astrológicamente como Fijos (Leo, Escorpio, Acuario y Tauro), el quedar prisionero de las energías de la que se es portador. En Leo, esa Energía es el Fuego, y el Fuego es la llama permanentemente viva que nos impulsa a crear. Quedar estancado, inmovilizado por el Fuego en la fase de su interiorización, es una negativa a utilizar el poder creador; con lo cual, la vida no seguirá la evolución.
Ya veíamos como la razón de este apego excesivo, que nos lleva a no crear, se encuentra en una errónea asimilación del poder divino; el orgullo y la soberbia se convierten en importantes enemigos de la Luz en este punto del camino. Al quedar inmovilizados, nuestra consciencia moral no actúa; por lo cual quedamos en una condición similar a la del paralítico.
Lo que ocurre a continuación parece sacado de una película trágico-cómica; sin embargo, nos está describiendo el modo de actuar si queremos curar esa tendencia enferma de nuestra consciencia.
En primer lugar, nos describe el número de tendencias que han servido a la consciencia paralítica. Son cuatro, como cuatro son las fases que nos llevan a la materialización de la energía. Sin duda alguna, si hemos utilizado la luz de nuestra consciencia y la hemos materializado convirtiéndola en una vía de enriquecimiento y poder, entonces, verdaderamente nos veremos imposibilitados para andar pues, de este modo, comprenderemos que nuestros pasos nos han llevado por mal camino; es decir, hemos hecho mal uso de las energías divinas.
Deben ser las experiencias obtenidas en ese mal uso las que decidan rectificar el comportamiento y acercarse hacia la verdadera fuente de vida-Leo, a Cristo. Esos cuatro acompañantes son el mensaje del Trabajo consciente que se ha realizado, y de la nueva consciencia adquirida por la vía de Malkuth-experiencia.
La muchedumbre impedía el paso directo. Esa muchedumbre simboliza la tentación de quedar atrapado por los elogios, los triunfos, la fama, el poder, e impide que, en verdad, podamos realizar la obra de rectificación.
Para conseguir ese objetivo, debemos descubrir en nuestra parálisis el terreno donde Él estaba. Debemos descubrir nuestra "tierra" interior donde habita el Amor, el Perdón, la Libertad. Ahí es donde debemos descolgar nuestra camilla y dar muestra de nuestra fe.
Jesús, ve la fe en ellos, de cada una de las tendencias representantes de cada uno de los Elementos y de cada una de las fases de los Trabajos que debemos realizar en la Obra Creadora. Si tenemos fe, es decir, si desplegamos nuestro amor hacia el Padre -Leo-, entonces de nuevo estaremos poniendo en marcha el motor de nuestra consciencia, y dejaremos de estar paralíticos Oiremos las palabras de Jesús. que nos dice: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Es muy importante esto que decimos pues, encierra la movilización de una energía. que verdaderamente está a nuestra disposición si somos capaces de despertar nuestra consciencia a ella.
Las Energías de Leo tienen el poder de liberarnos de nuestro Karma, de nuestras limitaciones, representado por el "paralítico". Cuando nos hemos negado a crear hemos generado una circunstancia correctiva que nos permitirá tomar consciencia de nuestro error. Esa circunstancia es la enfermedad física o anímica. Ahora bien, si una vez enfrentados a nuestro error tomamos consciencia de él, y recuperamos la fe en el amor, la única fuerza que nos llevará de nuevo a crear, entonces, nuestros "pecados" nos serán perdonados y, con ello, seremos curados.
6 Estaban sentados allí algunos escribas, que pensaban entre si: 7 ¿Cómo habla así este? Blasfema, quien puede perdonar pecados sino solo Dios? 8 Y luego, conociéndolo Jesús, con su espíritu que así discurrían en su interior, les dice: ¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? 9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu camilla y vete? 10 Pues para que veáis que el hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados -se dirige al paralítico, 11 yo te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. 12 Él se levantó, y tomando luego la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos se maravillaron y glorificaban a Dios diciendo: Jamás hemos visto cosa tal.
Cuando estudiábamos el transito de la naturaleza Crística por la Esfera de Tiphereth, hacíamos alusión al papel de los escribas, y decíamos que, ellos se definían como los sabios que interpretan la ley. Para ellos, lo mas importante es el cumplimiento de los mandatos de Jehová, los cuales se resumen, como ya hemos visto, en las cuatro fases creadoras: Yod-He-Vav-2º He. Siguiendo esta dinámica, la parálisis se correspondería con la fase de los frutos, de los efectos, la 2º He y, por lo tanto, era el resultado a una clara violación de la ley, por lo que se hace necesario que se padezca la enfermedad pues, de este modo, la personalidad humana aprenderá a no fallar más. No cabe otra solución pues, el aspecto de la divinidad que ellos conocen, así lo ha dispuesto.
Estos Escribas se hallan también en nuestra naturaleza anímica. Están sentados cuando Jesús. actúa, indicándonos que, mientras que es la consciencia Crística la activa, las demás voces quedan en espera; se encuentran pensando entre si.
¿En espera de qué? Pues de que se produzca alguna acción interna que viole la ley Mosaica que ellos se encargan de hacer cumplir. Pero, no se trata, en esta ocasión, de merecer un castigo por haber violado la ley sino, por no haber seguido las pautas establecidas para alcanzar la Luz.
Jesús, pone de manifiesto que, no es necesario permanecer en la Columna del Rigor para alcanzar la Iluminación. La fe y el amor, nos permitirán conseguirlo y quedar libre de nuestra culpa. Ese amor es la esencia que se encuentra oculta, petrificada, en el espesor y rigor de la ley. Jesús, se encarga de extraerlo de ella y de ponerlo en uso como moneda corriente para sobrevivir en la nueva tierra.
Para los Escribas, tan solo Dios puede perdonar los pecados; sin embargo, olvidan que el amor, el perdón, la misericordia, son el rostro visible de Dios. Jesús., con su Espíritu, conoce el pensamiento de estos Escribas, y les dice: "¿Por qué pensáis así en vuestros corazones?"
Esa es la pregunta que debemos hacernos cuando actuemos sin amor, petrificados en consciencia en la dinámica de Leo. Pensar con el corazón es una actitud peligrosa pues, estaremos enfriando el calor de la sangre que ha de movilizarnos a actuar. Puede ocurrirnos que, cierto día, mientras nos encontremos conduciendo nuestro coche, nos veamos en la necesidad de socorrer a un herido cubierto de sangre; y, mientras que nuestro corazón-consciencia nos induce a actuar, nuestra mente nos dice: ¡qué vas a hacer tonto, va a llenar la nueva tapicería del coche. Déjale ahí, que otro le socorra! Y pensando así en nuestro corazón, continuemos nuestro camino.
La mente siempre tiene razones para todo; y el Leo, signo de regencia del corazón, no debe dejarse guiar por ella.
"¿Qué es más fácil decir: Tus pecados te son perdonados, o decirle levántate, toma tu camilla y vete?"
En verdad, el poder de Cristo, actuando en su casa-Leo, al perdonar, lo que esta haciendo es dar una orden dirigida directamente hacia Malkuth-Efectos-Parálisis, sin necesidad de pasar por la fase Vav-Binah-Ley pues, debemos entender con ello que, cuando se ha conquistado la naturaleza emocional (recordemos los Trabajos en el Mundo de Deseo) aplicando la ley en ella, adquirimos la cualidad del Shin y, entonces, la ley va por dentro. Ese es el poder del amor Crístico; por eso puede liberarnos de nuestros pecados, porque sabe leer en los corazones arrepentidos.
El Leo también tiene ese poder si su código moral esta a la altura Crística. La dinámica contraria, es decir, una mala asimilación de esas energías, puede llevarle a adquirir una actitud despótica dando muestras de un complejo napoleónico. Sus órdenes serán arbitrarias y, más que curar, dañarán.
Las acciones del verdadero amor, actuando como verdadero perdón, dejarán a todos maravillados pues, comprenderán que no es preciso sufrir eternamente para despertar al amor.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Aries (XI)

CURACIÓN DE UN LEPROSO- MALKUTH

40 Viene a Él un leproso, que suplicante y de rodillas le dice: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Enternecido, extendió la mano, le toco y dijo: Quiero, se limpio. 42 Al instante desapareció la lepra y quedo limpio.

Todos sabemos en que consiste la lepra. Se trata de una de las enfermedades mas importantes que sufre la piel y, sus efectos en el rostro y resto del cuerpo, por su apariencia externa, producen el rechazo de los demás. Esta enfermedad era padecida por los impuros; que eran maldecidos y marginados, abandonados para morir en soledad.

Tendríamos que preguntarnos, ¿qué representa la piel y qué relación tiene con este pasaje que sitúa a la consciencia Crística en el punto final de su trayecto, Malkuth-Tierra?

La piel, podríamos decir que es la parte más externa del ser material. Ella envuelve los tejidos imposibilitando que, en el contacto externo, los agentes invadan los órganos internos produciendo infecciones. Igualmente, otra de las funciones de la piel es colaborar en la percepción a través del sentido del tacto. Desde este punto de vista, la piel es un vehículo que favorece el amor o el odio, según interpretemos el "con-tacto" con los demás., con lo externo. A nivel de energía, el con-tacto se produce en el Plano Material, en el Mundo de Acción, y como resultado de esta experiencia, analizamos y juzgamos lo que es bueno o malo.

Por lo tanto, la piel y el Mundo Material están en analogía y, podemos adelantar que, las enfermedades de la piel, nos revelan el uso que hemos hecho del amor en el plano material; es decir, la lepra es el resultado de una falta de amor a niveles prácticos.

Los médicos deben saber que no existe un "antibiótico", un sistema inmunológico, mejor que el amar inegoístamente Siempre se ha dicho que, las personas que son optimistas son más longevos que los melancólicos; que la risa y la alegría favorecen la salud; y ello es verdad, por lo que hemos dicho.

El leproso que viene a Jesús no es otro que el representante de nuestra escasez de amor; el que ha actuado guiado por su egoísmo, por su insolidaridad; de ahí que ahora el mundo sea insolidario con él y lo rechace. Aquellos que se acercaban a los leprosos con amor tenían la propiedad de curarles; no tanto por los medicamentos como por elevar su condición emocional, enseñándoles a amar.

Nosotros debemos actuar como ese leproso del evangelio. Debemos acercarnos a Jesús-Amor y postrarnos a El de rodillas; es decir, en actitud de servicio. ¡Si quieres, puedes limpiarme! Esta suplica tiene un gran poder alquímico. Hemos reconocido nuestro error, ahora somos conscientes de que nuestros actos nos han llevado a recibir el correctivo adecuado; pero, lo mas importante de todo, podemos dejar de padecer esos tormentos si en verdad nos perdonamos, si nos acercamos a Jesús y decimos las palabras mágicas: ¡Si quiero amar! ¡Seré limpio!

Cuando mandamos ese mensaje a nuestro corazón, el cuartel general de nuestro Cristo interno, entonces, este, que ya esta movilizado, extenderá sus manos, actuara, y tocándonos nos dirá: ¡Quiero, se limpio!

No se trata de ningún milagro. En absoluto. Tan solo hemos andado el camino necesario para encontrarnos con el poder curativo. Hemos avanzado a nivel de consciencia y, ahora, cedemos todo el poder ejecutivo en la capacidad de amar que nos hará limpios.

43 Y amonestándole severamente, le despidió, 44 diciéndole: Mira no digas nada a nadie; sino vete, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés ordenó en testimonio para ellos. 45 Pero él, después de partir, comenzó a pregonar a voces y a divulgar el suceso, de manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en una ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares desiertos, y allí venían a El de todas partes.

Esta secuencia parece extraída de experiencias cotidianas de lo que ocurre en nuestros días. Cuando alguien con poderes curativos ha ayudado a otra persona enferma a restablecer su salud, no tarda en correrse la voz y, en poco tiempo, el curador se vera rodeado por una gran multitud de necesitados. Pronto se dirá que es un hacedor de milagros, y acudirán a él como moscas a un pastel, para que su gracia les sea compartida.

Pero, este fenómeno, que se da frecuentemente en nuestros días., parece no ser bien visto por Jesús pues, El amonesta severamente al leproso. ¿Cómo podemos entender que el máximo representante del Amor juzgue con rigor al necesitado de su Luz?

Estaríamos ante una evidente contradicción si interpretásemos este pasaje sin conocimientos cabalísticos. Veamos el por qué.

Decíamos que, el evangelista nos sitúa con este punto en la morada de Malkuth, el Mundo Físico. El Amor-Cristo acaba de penetrar en esa "tierra" para restablecer el desorden emocional en las acciones humanas. Si dentro de estos desordenes enumeramos el orgullo, la vanidad, la arrogancia, la soberbia, etc..., entonces, es fácil de comprender que Jesús no quiera aparecer como un Ser Superior pues, si así lo hiciese, los que se acerquen a El con el propósito de curarse, no lo harán por búsqueda interna, por esfuerzos propios, por arrepentimiento, sino que lo harán siguiendo lo fenomenológico, es decir, lo milagroso de lo externo.

Así se acercan muchos estudiantes al conocimiento espiritual, buscando adquirir poderes ocultos que le permitan sentirse superiores. Debemos saber que, el logro de las capacidades espirituales no son un fin ni una meta en el camino del desarrollo anímico, sino la consecución natural de un desarrollo interno.

Jesús, conociendo las tendencias del corazón humano, dirigió un mensaje "duro"; como duro es el Elemento en el que nos movemos cuando nos encontramos en Malkuth: "No digas a nadie..."; es decir, no te dejes llevar por las apariencias; busca en cambio los valores internos, "muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés ordeno en testimonio para ellos". Ese sacerdote interno simboliza al Trabajo Espiritual, la Consciencia Superior. Es en ella donde debemos realmente acudir pues, si nos hemos curado, ha sido solo gracias a nuestro encuentro con nuestra divinidad; es ella la que nos ha curado. Jesús representa la energía que hemos movilizado para lograr nuestros resultados, en este caso, la curación.

Cuando nos dirijamos a nuestro sacerdote ofrezcámosle lo que Moisés ordeno; es decir, debemos mostrarle el Trabajo realizado con respecto a la Ley-Moisés. Si en nuestro comportamiento humano estamos violando las leyes proclamadas por Jehová, y transmitidas a Moisés, entonces, difícilmente nos encontraremos con Jesús en nuestro camino ya que no habremos generado internamente esas circunstancias amando al mundo que nos rodea. Ahora bien, cuando se ha producido ese encuentro, entonces, si podemos estar seguros de que ha sido el cumplimiento de la ley la verdadera causa de que nos hayamos curado.

Sin embargo, a pesar de los consejos de Jesús, el leproso recién curado, comenzó a pregonar a voces y a divulgar el suceso.

Se trata de la actitud antes referida y adoptada por cuantos han sido participes de ese encuentro milagroso; y la razón de ello debemos buscarla en la estancia espiritual en la que se produce esta experiencia, el Plano Material. En esta “tierra”, es difícil no proclamar a voces las acciones del espíritu ya que, la consciencia se encuentra tan identificada con lo material, con lo tangible, con la percepción de los sentidos, que cuando la energía creadora aparece desintegrando lo constituido, violando las leyes conocidas gritamos ¡milagro!, ¡esa es la Verdad!, ¡sigámosla!. Nadie se pregunta como esa persona poseedora de las virtudes curativas ha logrado su poder. Todos piensan que es cosa del azar; sin embargo, olvidan que ningún árbol da frutos si antes no ha sido sembrado.

Para que Cristo se manifieste en Malkuth, hay que seguirlo hasta esta etapa. Si nuestra capacidad de amar no ha madurado, difícilmente podremos alcanzar su Gracia, nos conformaremos con festejarlo, pero no con seguirlo pues, hacerlo, significaría abandonar nuestra ciudadela, nuestros logros, nuestras seguridades, nuestros apegos, etc.

Si actuamos como lo hace la multitud y, no somos capaces de renunciar a nuestros deseos de posesión, entonces, nuestras acciones no alcanzarán el nivel Crístico; no son verdaderos actos de amor. Con este comportamiento estaremos obligando a Jesús-Amor a no entrar públicamente en una ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares desiertos, y allí venían a El de todas partes.

Se trata de unas circunstancias lamentables el hecho de que no permitamos a Jesús penetrar en nuestra ciudad. El no puede servir a la vanidad, ni a la soberbia; no puede alimentar lo superficial; El no puede caer prisionero de banalidades pues, lo único que se lograría seria darle "muerte". Cristo es el Arquetipo del Amor Universal, el Espíritu de la Libertad, y no puede ser apresado para servir tan solo un ideal. Sin embargo, esto no es así en la realidad que estamos interpretando en Malkuth. Allí donde percibimos algún rayo de poder espiritual lo compramos para nuestra exclusividad y uso, lo protegemos con todo un equipo de guardaespaldas bien armados, y nos creemos superiores al resto del mundo.

Si alguien posee algún conocimiento superior, alguna cualidad espiritual, inmediatamente trata de sacarle partido material, o de crear grupos sectarios, con el solo deseo de que nadie pueda arrebatarle el poder.

Esta es la razón por la que Jesús no penetra en ninguna ciudad; el Amor no es patrimonio de nadie en particular, es una Esencia que nos da la vida; y esta, se encuentra en todos y cada uno de los Hijos de Dios.

Para evitar caer prisionero de cualquier tendencia, Jesús se asienta en el desierto revelándonos el uso que debemos hacer del amor. El desierto, como ya hemos visto, es esa "tierra" aun no conquistada donde suelen habitar las bestias-deseos. Es ahí donde debemos dirigir nuestra capacidad de amar pues, así, estaremos dominando los impulsos incontrolados, las pasiones, que ponen en peligro la vida, la existencia de Jesús-Amor.

Con la curación. del leproso, es decir, con la penetración de la consciencia Crística en los Trabajos de orden practico, alcanzamos el final del recorrido trazado. Recordemos que, la ruta que hemos cubierto con el estudio de esos diez puntos trata sobre los Trabajos de la faceta evangelizadora de Cristo. Estos Trabajos se encuentran en analogía con la dinámica expresada por el Arquetipo Zodiacal de Aries pues, en este se concentra, como si se tratase de una semilla, el Programa que se ha de desarrollar en los Trabajos correspondientes a los demás. signos.

Hemos visto como, en este Capítulo I de Marcos, de un modo comprensible, el autor nos ha detallado las travesías que ha de recorrer la naturaleza Crística desde que nace como una Misión de manos de Juan, el Precursor, hasta que alcanza su punto final, con la curación. del leproso. Podemos ver en estos diez pasajes un resumen de los Trabajos que debemos asimilar para lograr conquistar la Consciencia Crística,

A partir de este punto, y en los sucesivos Capítulos, nos iremos deteniendo en cada uno de los Planos descritos en el estudio del Árbol Cabalístico; y relacionaremos cada Capítulo con cada una de las fases protagonizadas por los Signos Astrológicos.

Al final de nuestra andadura, estaremos en condiciones de conocer la ruta que hemos de seguir para conquistar la Personalidad Crística.