sábado, 29 de febrero de 2020

Expresar las emociones, cura...

Se trata de una verdad compartida y verificada por los psicólogos. La represión y bloqueo de las emociones, los miedos y fobias, se convierten en la causa que originan ciertas enfermedades, especialmente, las catalogadas como psíquicas o mentales.

Hoy, reflexionando sobre el Programa que nos transmite el Ángel Rehael, cuya esencia es Sumisión Filial, he podido comprender, desde un punto de vista espiritual, la razón por la cual, los conflictos emocionales reprimidos llegan a ocasionar importantes trastornos mentales.

El desarrollo de la idea principal expresada como "sumisión filial", nos aporta una primera clave para comenzar a entender la dinámica de dichos conflictos. Sumisión filial, significa que existe una actitud de respeto y una relación armónica entre hijo y padre. A estas alturas, por lo manifestado en otra parte de los escritos compartidos en el Blog, todos sabremos que en el Programa de cada Ángel intervienen las energías constitutivas procedentes de las Fuerzas Cósmicas (Zodiacales y Planetarias). En el caso de Rehael, perteneciente al Coro Angélico de los Potencias, la regencia planetaria corre a cargo de Gueburah-Marte y de Hod-Mercurio. Si nos fijamos en la posición de ambos Séfiras en el Árbol Cabalístico, comprobaremos que Gueburah está por encima de Hod. 

En la relación entre los distintos Séfiras que forman parte del “Organigrama Cósmico” (Árbol Cabalístico), encontramos a Kether coronando el mismo y representando la figura primordial del Padre; a continuación y en orden descendente, encontramos a Hochmah representando al Hijo. Ese patrón de relación, se hace extensible con el resto de los Séfiras y en este sentido, podemos decir que Hochmah a su vez actúa como padre de Binah, y así sucesivamente con el resto, en orden descendente, por lo que, la figura de “padre” con respecto a Gueburah-Marte es Hesed-Júpiter y de Hod-Mercurio es Netzah-Venus.

Podemos aplicar esta misma vinculación-relación a la disposición de los Séfiras por Columnas. De este modo, la función “padre” de Gueburah-Marte-Deseos, es ejercida por Binah-Saturno-Ley, lo que traducido, significa que el trabajo primordial de Gueburah, ejercer orden en el mundo de las emociones, debe estar supeditada a las normas y leyes establecidas por su “padre” Binah.
Ahondando en esta idea, Gueburah-Marte-Deseos, ejerce como “padre” con respecto a Hod-Mercurio-Razón, o lo que es lo mismo, la razón debe comprender y permitir la expresión de los deseos y emociones, de modo que la realidad que manifestemos sea la expresión armónica de corazón y mente, de sentimientos y pensamientos, es decir, que actuemos en coherencia, estado imprescindible para que experimentemos la salud.

Podemos decir, que Gueburah-Deseos, se encuentra con dos “padres”, el procedente de Hesed-Abundancia y el procedente de Binah-Ley. Del primero, recibe el mensaje de ser “tolerante”, del segundo, recibe el mensaje de ser “austero”. Cuando esos mensajes, se transmiten a la figura del “hijo”, que como hemos visto recae en el Séfira Hod-Razón, debemos esperar que nuestro intelecto tenga sus propios puntos de vista, sus propias creencias, y cuando, el mandato sea: “ajusta tus emociones al orden establecido”, el pensamiento haga caso omiso de ello y decida no respetar ninguna norma, bloqueando o reprimiendo las instrucciones rigurosas proveniente de sus emociones. Puede ocurrir, que el mandato sea “gozar sin límites” y entonces, el pensamiento, se oponga a dar rienda suelta a los sentimientos con el pretexto de que no se ajustan a su código moral. En ambos casos se produce la dinámica contraria expuesta al principio, la “insumisión filial” y con ello el efecto nocivo para la salud, el desequilibrio mental.

Concluiremos diciendo que cuando existe una relación armoniosa entre hijos y padres, es sinónimo de gozar de una buena salud mental.

No es casualidad que encontremos, en los centros especializados en salud mental, la figura del parricida y del infanticida. Son grados extremos de la dinámica que hemos analizado y que, como hemos visto, es la consecuencia final de un desequilibrio entre los centros Gueburah-Marte y Hod-Mercurio. Cuando existe en una Carta Astral una difícil relación –Aspectos- entre ambos planetas, podemos deducir que esa persona necesita reconducir armoniosamente los trabajos de su cuerpo emocional y de su cuerpo mental, de modo que la “razón”, nunca bloquee a las emociones y, sí en cambio, le permita su expresión, hasta alcanzar, entre ellos, ese estado deseado de coherencia, o lo que es lo mismo, de Salud.

viernes, 28 de febrero de 2020

Significado Astrológico del Carnaval

Etimológicamente, encontramos dos referencias históricas relacionadas con el término carnaval:

  • Del latín vulgar, carne-levare, que significa “abandonar la carne” propuesto en la Edad Media por la Iglesia Católica.
  • Palabra italiana, carnevale, que significaba la época en la que se podía comer carne. Este concepto es el más utilizado en nuestros días.
¿Con qué definición debemos quedarnos? ¿Es posible que ambas definiciones sean correctas? 

Para dar una respuesta a estas cuestiones, tendremos que recurrir a la Astrología y tener en cuenta, que el carnaval coincide con el tránsito del Sol sobre el signo de Piscis. Si estudiamos las características de este signo, comprenderemos que, en efecto, es posible que ambas definiciones sean correctas, ya que, nos encontramos en la morada donde nuestra consciencia debe dar expresión a las emociones a niveles externos, es decir, tenemos que permitir que nuestros sentimientos y deseos, esos mismos que durante la etapa anterior, la escorpiana, han permanecido acallados en nuestro interior formando parte de nuestra personalidad emotiva, salgan al exterior y sean compartidos por los demás. 

A nadie se le escapa que, en el dominio de la emociones encontramos nuestro gran caballo de batalla. Cuando albergamos un sentimiento que no es acorde con el medio que nos rodea, solemos ocultarlo en nuestro interior, lo reprimimos, hasta encontrar la manera de satisfacerlo sin provocar una situación que nos produzca daño. Así de este modo, al relacionarnos con un mundo de normas y preceptos, nos vemos en la necesidad de mantener "controlados" esos sentimientos que no son bien vistos. 

El papel del carnaval, guarda una estrecha relación con la necesidad de encontrar una válvula de escape para esos sentimientos reprimidos. Cuando el signo del elemento Agua-Emociones, se activa, nos invita igualmente a sacar al exterior esos sentimientos, de modo, que tomando consciencia de ellos, podamos conocer su verdadero valor. 

“Carnevale”, o la época en la que se puede comer carne, nos está indicando, la misma invitación a la que nos referimos con relación al signo de Piscis. Es bueno, para el desarrollo de la consciencia, que nuestras emociones se vean satisfecha y para ello tendremos que adoptar esos rasgos externos que den cabida a las mismas. Tal vez tengamos que cubrir nuestro rostro con un antifaz o con una careta, tal vez, nuestra personalidad pasajera quede oculta tras un disfraz..., todo ello, forma parte de la dinámica oculta del signo Piscis. 

Ahora bien, no podemos olvidar que la dualidad de Piscis queda tutelada cabalísticamente por el Séfira Binah, cuya representación estelar en el proceso creativo, nos lleva a tomar consciencia del sentido de la Ley y el Orden. Por lo tanto, en Piscis encontramos un mensaje importante y de gran valor espiritual, el de la responsabilidad de nuestras acciones, ya que éstas, condicionarán nuestro presente inmediato, esto es nuestro futuro, pues, cosechamos lo que anteriormente hemos sembrado.

La Ley de Causa y Efecto, está muy vigente en la dinámica de Piscis, pues es en este signo, como hemos visto anteriormente, que damos salida a nuestros deseos, a nuestros sentimientos, a nuestro poder creador. Si la calidad de esos deseos es elevada, tengamos por seguro, que nuestra cosecha será digna y nos aportará un enorme beneficio espiritual alcanzado por la vía del amor; si en cambio, nuestras emociones son de baja calidad, entonces, nuestra cosecha nos aportará, igualmente, un importante beneficio espiritual, con la diferencia, de que nos llegará por la vía del rigor. 

Siendo así, tendremos que abordar el término "carne-levare", o lo que lo mismo, abandonar la carne, y con ello estaremos siendo fiel a las enseñanzas y atribuciones de Binah-Ley. La “carne” a la que se refiere el término carnaval no es otra que la se expresa a través de nuestro "cuerpo emocional", dando lugar al potencial de los deseos. Se dice, que las consciencias elevadas prescinden de comer, literalmente, carne. Su dieta es a base de vegetales. Pero el significado de comer “carne”, va más allá del puramente literal, está refiriéndose a la necesidad de alimentar nuestra consciencia con la energía de los deseos, pues por lo general, cuando nos alimentamos de ellos, nuestro comportamiento es egoísta y posesivo. 

Con la celebración del carnaval, estamos pues abordando un trayecto en el que tendremos la oportunidad de conquistar una etapa difícil e importante de la consciencia Crística, la consciencia del Amor. No en vano, el carnaval es el tiempo que precede a una etapa, no menos interesante, como es la Cuaresma, donde la naturaleza espiritual protagoniza uno de los episodios más memorables dentro de su proceso evolutivo. Pero este tema, lo abordaremos en una nueva ocasión.