El Pensamiento es Creador..., nuestro mundo es creado a su imagen y semejanza... Nuestra realidad es el reflejo de nuestros pensamientos. Si no somos felices con el mundo que nos rodea..., cambiemos nuestra manera de pensar con respecto al mundo... En este espacio, elaboraremos "nuevos platos" para alimentar nuestra mente con la única fuerza que verdaderamente es real, la Fuerza de Atracción, la Fuerza del Amor.
sábado, 13 de enero de 2024
Principio 13: Los milagros son a la vez comienzos y finales, y así, alteran el orden temporal.
UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 13
5. Tal vez te resulte difícil evitar resistirte, en una forma u otra, a esta última afirmación. 2Sea cual fuere la forma en que se manifieste dicha resistencia, recuérdate a ti mismo que en realidad tienes miedo de esa clase de pensamiento debido a la "venganza" del "enemigo”. 3No se espera que a estas alturas creas esta afirmación y probablemente la descartarás por considerarla absurda. 4Observa cuidadosamente, no obstante, cualquier señal de temor patente o encubierto que dicha afirmación pueda suscitar.
Mientras que dure la percepción errónea del ego, se creerá en la separación y en la negación del verdadero Ser.
Cuando alcanzamos la certeza de que el mundo que percibimos no es real, nos produce temor, pues no sabemos cómo interpretar la información que recibimos por la vía de los sentidos. El ego, siente un profundo pavor al pensar que el mundo que ha fabricado es contrario a la Voluntad de Dios y opta por competir con el Creador, dando significado a sus proyecciones. Ese significado ilusorio es lo que sustenta su identidad.
Carecer de significado, produce temor, pues pensamos que aquello que nos rodea nos hará daño. Juzgando lo malo podemos alejarnos de ello. Juzgando lo bueno nos sentimos protegidos y felices. Sin embargo, no olvidamos que, al determinar lo percibido como bueno, estamos reconociendo a su opuesto, lo malo, el aspecto rechazado.
Es por ello que debemos ver el mundo percibido
por el ego, sin significado, sin juicio. El único juicio, es el juicio final,
la Expiación, es decir, deshacer el error del juicio dual, para percibir desde
la visión de la Unidad.
Ejemplo-Guía: Mi cuerpo está enfermo.
El ego nunca va admitir que el cuerpo con el que se encuentra identificado, carece de significado, pues si lo hiciese, estaría aceptando que no es real, que es una ilusión y su existencia no tendría razón de ser. Es más, defenderá con todas sus estrategias la creencia de que el cuerpo y su vía de aprendizaje a través de la percepción, son la única identidad verdadera, pues se puede palpar y experimentar.
Desde el punto de vista de su sistema de pensamiento, no le falta razón, pues su verdad está cimentada en el "pensamiento original" que ha dado lugar al error, al que hemos llamado "pecado", al creernos separados de Dios, mejor dicho, al creernos expulsados de la Morada de Dios. El ego cree en el cuerpo, pues de él depende su existencia. Por lo tanto, encontrará argumentos para justificar que el cuerpo puede enfermar y defenderá que será el estado del que goce el cuerpo, el que afectará nuestro estado mental.
Aplicando la enseñanza de esta Lección, obtenemos una nueva visión.
La enfermedad, desde el puno de vista de UCDM, carece de significado, pues está fundamentada en la valoración de unos efectos procedentes de la percepción. Si no es real, si carece de significado, podemos preguntarnos desde la perspectiva del ego, ¿por qué siento dolor? ¿por qué sufro? Detrás de ese pensamiento, hallaremos el miedo, el temor de reconocer que, en verdad, esa creencia en el sufrimiento del cuerpo, no tenga significado, pues de ser así, si todo fuese una proyección, una ilusión basada en la mente que cree en la separación, entonces el ego se desvanecería.
Si el ego defiende su creencia en el mundo que proyecta, sin duda está proclamando que sus creencias se oponen a la Verdad de Dios. Esto hay que entenderlo como una necesidad de ir adquiriendo una visión diferente. Podemos sentir el dolor del cuerpo, pero no atribuirle la culpa de lo que estamos percibiendo, sino ver, que el cuerpo está manifestando una instrucción de la mente. Ello nos permitirá, en un primer término, establecer dónde se encuentra la verdadera causa de todo efecto.
Posteriormente, daremos un paso más y nos centraremos en observar a nuestra mente, al objeto de determinar a quién está sirviendo, a la lección del miedo o a la lección del amor. En ese encuentro con nuestra mente, descubriremos que el dolor emana desde el pensamiento, el cual, lo hacemos visible en el cuerpo. Por ejemplo, hemos tenido un conflicto con nuestro jefe y sus palabras nos han causado un profundo dolor. Al cabo de un tiempo, nuestro estómago se reciente mostrándonos síntomas de dolor. Podemos ir al médico y nos recetará algún medicamento que puede aliviar esos síntomas, pero si verdaderamente queremos restablecer su estado de armonía, es en nuestra mente dónde debemos descubrir la razón por la que nos hemos sentido dolidos. Al final de esa búsqueda, siempre nos encontraremos con una emoción, el miedo, la cual adoptará múltiples rostros.
Cuando hayamos adquirido práctica en el uso de
esa visión, estaremos preparados para dar un nuevo paso y aplicar, en su
totalidad, la enseñanza que nos aporta esta Lección. Desde esa visión,
cualquier efecto procedente del mundo físico, cualquier experiencia que
percibamos, no le daremos significado desde la mente del ego, sino que le daremos
el único significado que podemos darle en este nivel, una vivencia de amor.
Reflexión: ¿Te has planteado alguna vez, que el significado que das a las cosas está condicionado por la fuerza de tus deseos?
viernes, 12 de enero de 2024
Principio 12: Los milagros son pensamientos.
Los milagros son pensamientos. Los pensamientos pueden representar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de experiencia. Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual.
UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 12
Si nuestros ojos viesen la verdad, entenderíamos, que la capacidad de ver, de percibir, tiene su origen, su causa, en la mente y, esa mente tan sólo serviría al Amor, a la Unidad, a la Voluntad de Dios.
Dejaríamos de juzgar y condenar. Dejaríamos de atacar, de sufrir, de enfermar, y ello sería así, pues donde existe Amor y Unidad, no hay lugar para el miedo y para la división.
En nuestro estado actual, nuestros ojos no ven la verdad, pues nuestra mente sirve al ego, el principio de la separación. Esta identificación, nos aleja del estado de Paz y de Felicidad, nuestra condición natural y, en cambio, nos sitúa en un estado de permanente disgusto, como consecuencia de juzgar y dar significado a las proyecciones de nuestra mente errada.
Buscamos la verdad, pero con los ojos de la ilusión. Buscamos la felicidad y la paz, pero con un espíritu combativo. Buscamos el amor y la armonía enarbolando banderas partidistas y evocando cánticos de guerra.
¿Qué podemos hacer para dejar de estar disgustados? Sencillamente, como dijera el Maestro Jesús, debemos ser como niños, es decir, debemos tener una actitud de aprender cosas nuevas, ser puros e inocentes en nuestras creencias. Desaprender lo aprendido y estar dispuestos para ver las cosas de otra manera.
Las verdades que hasta ahora nos han guiado, deben ser sustituidas por una nueva verdad. Esa "buena nueva" no ha de provenir de los argumentos del ego, sino que debemos ponernos en manos del Mensajero del Padre, el Espíritu Santo, para que ilumine nuestra mente y le inspire la Verdad del Cielo: Somos Uno con Todo lo Creado.
Para la mente del ego, acostumbrada a basar sus creencias a través de la percepción, no entiende un mundo sin significado y ello le produce una sensación de vacío, de miedo, de falta de referencia y de identificación.
Podemos caer bajo el error, si pensamos que al no dar significado al mundo que percibimos, carecemos de valores, esos mismos valores que nos han tratado de inculcar desde pequeño: esto es bueno, esto es malo. La dualidad que percibimos y nos hace sentirnos seguros, ficticiamente, se desvanece al carecer de significado.
Ejemplo-Guía: Mi cuerpo está enfermo.
En ese viaje nos encontramos y, conscientes de ello, podemos decir, que los métodos terapéuticos que se basan en la teoría de que toda enfermedad física tiene un "para qué", es decir, una lección adjunta dirigida a nuestra alma, son como sueños felices que elegimos proyectar dentro del mundo que estamos soñando. Pero sabemos que no es el fin de nuestro camino, sino un tramo más de él. Lo sabemos, porque aún podemos proyectar sueños más felices, en la medida en que dejemos de dar significado a los efectos y prestemos solo atención a las causas.
Reflexión: ¿Eres capaz de mirar las cosas como si fuesen la primera vez que las ves? ¿Cómo te sientes?
jueves, 11 de enero de 2024
Principio 11: La oración es el vehículo de los milagros.
UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 11
Ya advertía en la Lección anterior de la importancia de la enseñanza transmitida en la misma. En esta nueva ocasión, se da un paso más en el desarrollo de la idea principal y nos sitúa en una posición privilegiada para dar un paso gigantesco en el logro de nuestro propósito, el retorno a nuestro verdadero Hogar.
Ante cualquier situación que estemos experimentando, entender, que lo que nos muestra el mundo es una ilusión proyectada desde nuestros pensamientos, igualmente, ilusorios, nos permitirá liberarnos del miedo, de la culpa, del castigo, del dolor, del sufrimiento, del conflicto, de la enfermedad, de la muerte.
Es cuestión de practica, ya lo hemos dicho. Hoy nos podemos dedicar a ello durante unas cuantas sesiones, pero dada la importancia de esta Lección, deberíamos tenerla presente en la medida de lo posible, y practicarla en todas las situaciones en las que nos encontremos.
Tal vez puedas preguntarte, ¿si mi pensamiento no significa nada y ello da lugar a un mundo sin significado, a qué debo dar significado?
Es como si nos quedáramos en blanco, sin saber qué hacer con nuestras vidas. Pero no olvidemos que UCDM es un curso de ejercitamiento mental. Su propósito no es indicarnos cómo debemos hacer las cosas, sino a darnos a conocer que podemos servir a la mente errada o a la mente correcta, La primera nos hace creer en que somos un cuerpo y que somos seres pecadores merecedores del castigo redentor y la segunda, nos lleva a entender que somos un ser espiritual tal y como Dios nos ha creado y dotado de sus mismos atributos creadores, siendo nuestro verdadero hogar, el Cielo y no la Tierra.
Con ello lo que pretendo decir, es que debemos orientar nuestros esfuerzos a nuestra mente. Podemos seguir viviendo nuestra vida, con nuestras experiencias de relación, con nuestro trabajo habitual, pero con una diferencia clara, al ver las cosas de otra manera, dejaremos de juzgar, de condenar, de ver un mundo separado. Dejaremos de ver ataque y en su lugar, veremos impecabilidad e inocencia. Ese uso de la mente, cuando se comparte, nos lleva a un estado de percepción diferente y experimentaremos una mayor paz y libertad.
Ejemplo-Guía: Mi cuerpo está enfermo.
Si aplicamos la enseñanza de esta lección a este ejemplo, podemos decir, que la enfermedad no es real, carece de significado y la única razón de que esto sea así, es porque el pensamiento que da lugar a la creencia en la enfermedad carece de significado, pues es fruto del error que nos lleva a pensar que somos un cuerpo y que el cuerpo puede enfermar.
El Hijo de Dios es perfecto, porque su Padre es Perfecto. Donde existe plenitud no cabe enfermedad. Tan solo, cuando la mente se pone al servicio del ego, dando credibilidad a la separación, es cuando se adopta la falsa creencia en que el cuerpo puede enfermar, cuando en realidad, el único error se encuentra en el nivel del pensamiento.
Hoy día están proliferando, dentro del mundo de las terapias de salud, nuevas metodologías que se fundamentan en novedosos paradigmas, los cuales se acercan a la visión de que la causa de la enfermedad no se encuentra en el cuerpo, sino en la mente.
Los avances que se vienen realizando en Física Cuántica, no tardarán en revolucionar los conceptos actuales de la medicina ortodoxa. Se pasará de una medicina orientada a tratar los efectos, para pasar a tratar las causas. Pero, aun así se seguirá dando protagonismo a la ilusión, al sueño, pues como ya hemos dicho, en verdad, el mundo en el nivel de la percepción basada en la separación, no tiene ningún significado.
Mientras que poco a poco vayamos despertando nuestras consciencias, podemos
seguir haciendo uso de la medicina en la que mayormente confiemos. Recordemos
que no importa el comportamiento, pero debemos tener presente, que lo que
estamos haciendo es suavizar las imágenes que percibimos durante nuestro sueño,
es decir, en vez de tener sueños de dolor, tendremos sueños más livianos.
Reflexión: ¿El significado que le damos a las cosas, depende del mundo que percibimos o depende de nuestras creencias?