sábado, 16 de septiembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 259

LECCIÓN 259

Que recuerde que el pecado no existe.

1. El pecado es el único pensamiento que hace que el objetivo de alcanzar a Dios parezca irrealizable. 2¿Qué otra cosa podría impe­dirnos ver lo obvio, o hacer que lo que es extraño y distorsionado parezca más claro? 3¿Qué otra cosa sino el pecado nos incita al ataque? 4¿Qué otra cosa sino el pecado podría ser la fuente de la culpabilidad y exigir castigo y sufrimiento? 5¿Y qué otra cosa sino el pecado podría ser la fuente del miedo, al eclipsar la creación de Dios y conferirle al amor los atributos del miedo y del ataque?

2. Padre, hoy no quiero ser presa de la locura. 2No tendré miedo del amor ni buscaré refugio en su opuesto. 3Pues el amor no puede tener opuestos. 4Tú eres la Fuente de todo lo que existe. 5Y todo lo que existe sigue estando Contigo, así como Tú con ello.

¿Qué me enseña esta lección?

La creencia en el pecado, está tan arraigada en nuestro inconsciente colectivo e individual, que hemos desarrollado una aptitud hacia el castigo, que condiciona nuestra vida, pues pensamos que en la medida en que nos sometemos al sufrimiento, al sacrificio, con el fin de redimir nuestras culpas, nos liberaremos de ese pesado fardo.

El pecado es el origen del miedo. El miedo es la ausencia del Amor, por lo tanto, el pecado adquiere protagonismo cuando decidimos renunciar al Amor, cuando decidimos, escindirnos de la relación de Unidad con nuestro Padre.

Esa falta de Amor, nos llevó a fabricar una condición ilusoria basada en la separación de la Fuente Primordial. El pecado nos llevó a la culpa y, la creencia en la violación del Precepto Divino de no comer del Árbol del Bien y del Mal, propició la visión de un Dios "temerario", el cual debía estar muy enfadado con su Hijo y al cual, había que complacer para calmar su ira.

Nuestras desgracias se las atribuimos al pecado, al divorcio establecido entre el Hijo y Su Padre. Nuestro Creador, con la intención de enderezar nuestro camino, nos impone pruebas y castiga nuestras debilidades. Esa falsa creencia, atormenta nuestra alma y nos condiciona al dolor y a la muerte.

Hoy proclamo que me libero de la creencia en el pecado. Y que en el mundo del sueño, en el que soy el soñador, lo que llamo error es un estado que permite corrección.

Ejemplo-Guía: "Ataco, cuando me creo separado"

El ataque encuentra su causa en la creencia en la separación y la visión de la separación da lugar a la creencia en el pecado. Todo ello, es una ilusión. Carece de significado. Al carecer de significado, fabricamos un mundo donde impera la demencia, pues damos credibilidad a lo irreal.

Dar traslado, en nuestras vidas,  a estas afirmaciones, nos lleva a reflexionar sobre la causa oculta que se esconde en cada relación y de la cual, somos totalmente inconsciente. Quizás comprendamos ahora, la razón por la cual el miedo prevalece sobre el amor, a la hora de mantener una relación. Si al ver al otro, estamos viendo un cuerpo separado del nuestro, en esa visión va implícita el temor oculto de ser atacado.

El otro desea lo que yo tengo. No es un pensamiento carente de sentido, cuando en verdad, el otro está representando la proyección de nuestro mundo interno. Por lo tanto, lo que yo deseo, el otro lo desea. Es así como nosotros lo creemos. Ese enfoque de deseos, nos lleva al enfrentamiento en algún punto del camino. Cuando esto ocurre, tenemos dos opciones, nos enfrentamos al temeroso deseo de ser desposeído de nuestras posesiones o decidimos vencer nuestros miedos y apostamos por liberarnos de aquello que nos oprime interiormente. Ese gesto interno exige una visión nueva que se llama perdón. El perdón es la manifestación más cercana al Amor, en este mundo. Por lo tanto, el perdón es el antídoto más eficaz sobre el pecado, sobre el miedo.

La visión interna proyectada sobre el otro, nos lleva a percibir fuera lo que ocultamos en nuestro interior. Si nos sentimos pecadores (visión de la separación), esa visión es muy dolorosa para reconocerla, así que decidimos luchar contra ella, pero no lo hacemos interiormente, sino fuera de nosotros. Ese es el motivo por el que condenamos exteriormente, aquello que estamos condenando a nivel interno.

La Lección de hoy nos está aportando la clave principal que acabaría con las luchas, las guerras, las oposiciones, las rivalidades, las acusaciones, los maltratos, las violaciones, los asesinatos, etc. 

Una vez más tenemos que hacer énfasis sobre la importancia de la elección, mejor dicho de volver a elegir. De ser conscientes de elegir de manera diferente a como lo hemos estado haciendo.

Cuando nos encontremos frente al otro, no veamos a un desconocido, a alguien separado de nosotros. Veamos la verdad. Veamos lo real. Ese "otro" no es "otro. Es nuestro hermano y junto a él, formamos la Filiación del Hijo de Dios. Nuestras mentes son una con la Mente de nuestro Creador.

Recordemos que no somos pecadores, que gozamos de la inocencia del Hijo de Dios. Que ningún "otro" puede hacernos daño, ni atacarnos, si nosotros no le otorgamos ese poder, pues nosotros no somos un cuerpo, sino Espíritu, y el Espíritu es invulnerable.

Dejemos de relacionarnos con el "otro" desde la visión del cuerpo, pues esa visión favorece el ataque y por lo tanto el pecado. Veámonos como realmente somos.

Reflexión: ¿Pensamos que el correctivo del pecado debe ser el castigo?

viernes, 15 de septiembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 258

LECCIÓN 258

Que recuerde que Dios es mi objetivo.

1. Lo único que necesitamos hacer es entrenar nuestras mentes a pasar por alto todos los objetivos triviales e insensatos, y a recor­dar que Dios es nuestro objetivo. 2Su recuerdo se encuentra oculto en nuestras mentes, eclipsado tan sólo por nuestras absurdas e insignificantes metas, que no nos deparan nada y que ni siquiera existen. 3¿Vamos acaso a continuar permitiendo que la gracia de Dios siga brillando inadvertida, mientras nosotros preferimos ir en pos de los juguetes y las baratijas del mundo? 4Dios es nuestro único objetivo, nuestro único Amor. 5No tenemos otro propósito que recordarle.

2. No tenemos otro objetivo que seguir el camino que conduce a Ti. 2Ése es nuestro único objetivo. 3¿Qué podríamos desear sino recordarte? 4¿Qué otra cosa podemos buscar sino nuestra Identidad?

¿Qué me enseña esta lección?

La repetición, es una técnica que favorece el proceso de aprendizaje.

Un Curso de Milagros, es un curso de entrenamiento mental. Dentro de ese entrenamiento, es preciso recordar, permanentemente, las nuevas ideas, las nuevas creencias que se van adquiriendo a lo largo del curso. En este sentido, la repetición reforzará aquellas verdades que nos conectan con la Realidad que Somos.

Dicho entrenamiento, nos permitirá romper la dinámica y los viejos hábitos, que han controlado y dirigido nuestra vida.

No debemos caer en la tentación que nos tenderá la arcaica creencia en la culpa, cuando seamos testigos de que hemos caído en aquellos errores con los que ya no queremos identificarnos. El ego sabrá cómo tratar esa “caída” para hacernos creer en nuestra debilidad; para hacernos creer en nuestra pecabilidad. Nos invitará a sentir apetencia por el castigo, pues es, según su sistema de pensamiento, la vía más directa para salvarnos.

Recordar a Dios, nos invita a vivir el Pensamiento Divino en cada presente, o lo que es lo mismo, hacer del ahora un Instante Santo.

Llegará un día, en que no sea necesario estar permanentemente recordando esa idea, pues más allá de un concepto, Dios ocupará la totalidad de nuestra Mente.

Ejemplo-Guía: ¿Qué efectos tendrá en nuestra vida, recordar que Dios es nuestro objetivo?

Sabrás de lo que te hablo, cuando comparta contigo, que en el mundo del sueño el olvido es muy sutil, tanto, que parece tenerle ganada la partida a la capacidad de recordar.

Sabes, al igual que yo, que para andar el camino, es preciso manifestar la firme voluntad de recorrerlo. Muchas podrán ser las vicisitudes que nos encontremos en esa aventura, pero si nuestro objetivo es vago, si no contamos con la fortaleza de una firme decisión, es muy posible que abandonemos a mitad del trayecto.

Sabes, que la repetición favorece el hábito y que el énfasis en el hábito se convierte en un carácter, lo que dará lugar a una vivencia, a una experiencia, a una nueva percepción.

Tal vez estés cansado de andar los tortuosos caminos por los que te ha conducido el ego. Sabes, que puedes elegir cambiar tu ruta y dejar a un lado al viejo guía.

Sabes, estoy seguro de ello, que no podrás fracasar en tu nueva elección y sabes, igualmente, de que para conseguir alcanzar el éxito, debes elegirlo como tu única elección.

Sí, lo sabes. Sabes, que elegir recordar a Dios como tu único objetivo, te llevará a dejar de ver (de desear) el mundo viejo. Tus ojos mirarán con una mirada nueva, inocente y libre. Nada te atará. Nada de atemorizará. Nada te privará.

Reflexión: ¿Qué nos impide recordar?

jueves, 14 de septiembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 257

LECCIÓN 257

Que no me olvide de mi propósito.

1. Si me olvido de mi objetivo no podré sino estar confundido e inseguro acerca de quién soy, y así, mis acciones no podrán sino ser conflictivas. 2Nadie puede estar al servicio de objetivos con­tradictorios, y servirlo bien. 3Tampoco puede desenvolverse sin que se abata sobre él una profunda angustia y depresión. 4Resol­vamos hoy, por lo tanto, recordar lo que queremos realmente, para así unificar nuestros pensamientos y acciones de manera que tengan sentido y para llevar a cabo únicamente lo que Dios quiere que hagamos este día.

2. Padre, el perdón es el medio que Tú has elegido para nuestra salva­ción. 2No permitas que nos olvidemos hoy de que no tenemos otra volun­tad que la Tuya. 3Y así, nuestro propósito tiene asimismo que ser el Tuyo si queremos alcanzar la paz que Tú has dispuesto para nosotros.

¿Qué me enseña esta lección?

¡La Luz Permanentemente Encendida!

Sí, nuestra consciencia acaba de iluminarse con la verdad de lo que Somos, y se propone el firme propósito de servir a nuestro Ser Espiritual.

Pero se requiere una ardua voluntad en la confirmación del nuevo propósito, para no dejarnos llevar por los hábitos adquiridos, mientras que servíamos al ego.

Servir a dos señores o amos a la vez no es posible.

Es importante, que no nos sintamos culpables, si en nuestro deseo de servir al Espíritu, caemos, nuevamente, en el error de servir al ego. La culpa, exige castigo, y el castigo nos conecta, de nuevo, con el error.

Si cometes un error, y tomas consciencia de ello, ponte en manos del Espíritu Santo y pídele Expiación. Él deshará el error y tendrás la oportunidad de corregirlo. Tengo la certeza de que esto es así.

No tengo otro propósito que el de perdonar. Esto es así, porque quiero limpiar el error de que he pecado. En la medida en que me perdono, estoy capacitado para perdonar el error en los demás. El camino del perdón nos conduce a la visión verdadera de que no hay nada que perdonar, pues la creencia en el pecado es una ilusión.

¡La Luz Permanentemente encendida!


Ejemplo-Guía: "¿Por qué nos olvidamos...?

Sin ánimo de frivolizar sobre un tema tan trascendente, me pregunto por qué el recuerdo de Dios, en el momento de nuestra creación, no nos fue incorporado de "serie", es decir, por qué no recordamos automáticamente.

Cuando analizamos aquellas funciones que el cuerpo realiza de manera autómata, como por ejemplo respirar, o aquellas otras que se manifiestan a través de una necesidad, como alimentarse, beber, etc, podemos observar una constante que garantiza el funcionamiento de dicha función. 

El dejar de hacerlo, es decir, el dejar de respirar de manera voluntaria o el dejar de alimentarse o beber, nos lleva a tomar una decisión, nos lleva a elegir. Esa es la clave. Esa es la respuesta a la cuestión que hemos planteado. Olvidamos lo que realmente somos, porque lo hemos elegido.

Estaríamos en un error interpretativo si pensáramos que la capacidad de recordar no nos ha sido incorporado de "serie". Pero, al igual como ocurre con las funciones automatizadas del cuerpo, podemos elegir alterar dicha función, es decir, podemos elegir olvidar.

Un Curso de Milagros nos dice, que la comunicación directa con Dios se interrumpió al inventarnos otra voz. Cuando decidimos olvidar su Voz, Él nos dio otra Voz para que hablase por Él, pues ya no podía compartir Su conocimiento, libremente, con nosotros.

Es por ello, que el Curso nos revela que el Espíritu Santo nos insta tanto a recordar como a olvidar. A recordar lo que somos y a olvidar lo que no somos.

¿Es posible olvidarse del ego?

Podemos olvidarnos del ego por completo en cualquier momento que así lo elijamos porque el ego es una creencia completamente inverosímil, y nadie puede seguir abrigando una creencia que él mismo haya juzgado como increí­ble. 

Nos indica Un Curso de Milagros, que "Cuando despiertas al amor, estás simplemente olvidando lo que no eres, lo cual te capacita para recordar lo que sí eres".
Os dejo una referencia extraída del Capítulo 5 del Texto, concretamente el punto II, titulado "La decisión de olvidar". Ciertamente, para recordar:

II. La decisión de olvidar

1. A menos que primero conozcas algo no puedes disociarte de ello. 2El conocimiento, entonces, debe preceder a la disociación, de modo que ésta no es otra cosa que la decisión de olvidar. 3Lo que se ha olvidado parece entonces temible, pero únicamente porque la disociación es un ataque contra la verdad. 4Sientes miedo porque la has olvidado. 5Y has reemplazado tu conocimiento por una con­ciencia de sueños, ya que tienes miedo de la disociación y no de aquello de lo que te disociaste. 6Cuando aceptas aquello de lo que te disociaste, deja de ser temible.

2. Sin embargo, renunciar a tu disociación de la realidad trae consigo más que una mera ausencia de miedo. 2En esa decisión radica la dicha, la paz y la gloria de la creación. 3Ofrécele al Espí­ritu Santo únicamente tu voluntad de estar dispuesto a recordar, pues Él ha conservado para ti el conocimiento de Dios y de ti mismo, y sólo espera a que lo aceptes. 4Abandona gustosamente todo aquello que pueda demorar la llegada de ese recuerdo, pues Dios se encuentra en tu memoria. 5Su Voz te dirá que eres parte de Él cuando estés dispuesto a recordarle y a conocer de nuevo tu realidad. 6No permitas que nada en este mundo demore el que recuerdes a Dios, pues en ese recordar radica el conocimiento de ti mismo.

3. Recordar es simplemente restituir en tu mente lo que ya se encuentra allí. 2Tú no eres el autor de aquello que recuerdas, sino que sencillamente vuelves a aceptar lo que ya se encuentra allí, pero había sido rechazado. 3La capacidad de aceptar la verdad en este mundo es la contrapartida perceptual de lo que en el Reino es crear. 4Dios cumplirá con Su cometido si tu cumples con el tuyo, y a cambio del tuyo Su recompensa será el intercambio de la percepción por el conocimiento. 5Nada está más allá de lo que Su Voluntad dispone para ti. 6Pero expresa tu deseo de recor­darle, y ¡oh maravilla!, 7Él te dará todo sólo con que se lo pidas.


Reflexión: El acto volitivo de recordar lo que realmente somos.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 256

LECCIÓN 256

Dios es mi único objetivo hoy.

1. La única manera de llegar a Dios aquí es mediante el perdón. 2No hay otra manera. 3Si la mente no le hubiese concedido tanto valor al pecado, ¿qué necesidad habría habido de encontrar el camino que conduce a donde ya te encuentras? 4¿Quién tendría aún incertidumbre? 5¿Quién podría estar inseguro de lo que es? 6¿Y quién podría seguir durmiendo entre espesas nubes de duda con respecto a la santidad de aquel que Dios creó libre de pecado? 7Aquí sólo podemos soñar. 8Pero podemos soñar que hemos perdonado a aquel en quien todo pecado sigue siendo imposible, y esto es lo que elegimos soñar hoy. 9Dios es nuestro objetivo, y el perdón, el medio por el que nuestras mentes por fin regresan a Él.

2. Y así es, Padre nuestro, como queremos llegar a ti por el camino que Tú has señalado. 2No tenemos otro objetivo que oír Tu Voz y hallar el camino que Tu sagrada Palabra nos ha señalado.

¿Qué me enseña esta lección?

Hoy puedo proclamar, libremente, que soy Dios en formación. Esta misma proclamación, no hace mucho, me hubiese sentenciado a morir quemado en la hoguera.

Tomar consciencia de que estamos viviendo en un sueño, nos permite proclamar lo que verdaderamente Somos, con la certeza de que se producirá el despertar definitivo que nos permitirá expresarnos con la Plenitud de la que somos portadores.

Hoy proclamo que Dios es mi único objetivo, y con ello, estoy expresando mi voluntad de Ser Uno con Todo lo Creado; estoy expresando, que mi único objetivo sea Amar por encima de todas las cosas; estoy expresando, que mi única creencia sea cumplir mi función de perdonar, allí donde ante he visto el pecado.

Hoy proclamo que Dios es mi único objetivo; hoy sustituyo la culpa, por el perdón; sustituyo el miedo, por el amor; sustituyo el castigo, por la expiación; sustituyo el sufrimiento, por la dicha; sustituyo la tristeza, por la alegría; la depresión, por la felicidad.

Hoy proclamo que Dios es mi único objetivo; hoy sustituyo mi falsa identidad, el cuerpo, por mi verdadero Ser, el Espíritu; hoy retorno a mi hogar, el Cielo, y dejo atrás, el mundo del apego y de la ilusión.

Ejemplo-Guía: "Soy Dios en formación"

Sí, es una manera de expresarlo. Podría haber prescindido del término formación, pues, en verdad, soy el Hijo de Dios, por lo tanto, no puedo ser diferente al Ser que me ha creado.

El aplicar el término "formación" es una definición "apropiada" dentro del sueño. De esta manera, el sistema de pensamiento y creencias del ego, podrá entender, que nos encontramos en un proceso de aprendizaje donde la única lección que debemos aprender es la que nos lleva a recordar que somos el Hijo de Dios y que somos Uno con todo lo creado.

Cuando nuestro objetivo nos lleva a creer en un mundo diferente al de Dios, estamos haciendo real la ilusión. Nada puede existir en realidad si está fuera de la Mente de Dios. Todo lo que se encuentra en Su Mente es eterno y no está sujeto al cambio, esto es el sello de lo verdadero. Por lo tanto, el mundo que ha fabricado el Hijo de Dios y al cual le ha otorgado realidad, no es más que un mundo ilusorio y pasajero, pues está sujeto a las leyes del cambio y la temporalidad.

Fruto de las experiencias extraídas del mundo de la percepción, sabemos que todo en el mundo físico está sujeto a las leyes del cambio. El sistema de pensamiento del ego, acepta que todo cambia, que nada permanece en su estado original, incluido las malas experiencias. Algunos dichos o refranes, refrendan ese pensamiento: "No hay mal que por cien años dure" ó, "siempre que llovió, escampó".

A pesar de ello, hacemos real lo vivido en el plano perceptivo. Hacemos que las experiencias negativas pervivan en nuestra mente al darle valor al pasado, cuando en realidad, el pasado, ya pasó y lo que ha pasado ya no es real.

Si nuestro objetivo es Dios, el tiempo deja de tener significado. Vivimos en el presente, una fase atemporal que nos permite vivenciar la eternidad. Si nuestro objetivo es Dios, nuestra visión intuye la verdad que encierra los ropajes físicos del cuerpo. Más allá de la densidad de la materia, vemos la poderosa fuerza del Espíritu. Más allá del pecado, vemos la inocencia. Más allá de la culpa, vemos la impecabilidad.

Si nuestro objetivo es Dios, elegimos el perdón como la única práctica empleada a cada instante; elegimos vivir en estado de paz permanente; elegimos expandir la esencia con la que hemos sido creados, la fuerza del Amor.

Reflexión: ¿Cómo perdonas?

martes, 12 de septiembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 255

LECCIÓN 255

Elijo pasar este día en perfecta paz.

1. No me parece que pueda elegir experimentar únicamente paz hoy. 2Sin embargo, mi Dios me asegura que Su Hijo es como Él. 3Que pueda hoy tener fe en Aquel que afirma que soy el Hijo de Dios. 4Y que la paz que hoy elijo experimentar dé fe de la verdad de Sus Palabras. 5El Hijo de Dios no puede sino estar libre de preocupaciones y morar eternamente en la paz del Cielo. 6En Nombre Suyo, consagro este día a encontrar lo que la Voluntad de mi Padre ha dispuesto para mí, a aceptarlo como propio y a concedérselo a todos Sus Hijos, incluido yo.

2. Así es como deseo pasar este día Contigo, Padre mío. 2Tu Hijo no Te ha olvidado. 3 La paz que le otorgaste sigue estando en su mente, y es ahí donde elijo pasar este día.

¿Qué me enseña esta lección?

El ego, fundamenta su enseñanza en adquirir medios, recursos, que potencien su única identidad, su cuerpo físico. De este modo, se las ingenia, para fabricar un mundo de necesidades que deben ser cubiertas pues, de no ser así, vive en la percepción de la carencia, de la pobreza, de la enfermedad, de la muerte.

Desde que nacemos, sentimos la necesidad de satisfacer nuestro apetito físico. Debemos alimentar ese cuerpo, recién nacido al plano material, y debemos asegurar su crecimiento. Pero no tan sólo debemos dar respuesta a esa necesidad clasificada como básica. En la medida en que vamos creciendo, sentimos otras necesidades, como las de protección, trabajo, dinero, familia, amigos, parejas, grupos, autoestima, valores, etc.

Cada vez que alcanzamos a dar respuesta a esas necesidades, aprendemos que es importante conservarlas y, ante el temor de perderlas, decidimos apegarnos a ellas y a defenderlas con todo nuestro ardor.

No podríamos entender, que después de los esfuerzos que nos ha supuesto aprender, ahora se nos pida que nos desprendamos de ese saber y que comencemos de nuevo.

El ego es un adicto al apego, pues cambiar, lo interpreta como perder, y no está dispuesto a llevar a cabo esa renuncia.

Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos que el ego pueda realizar, se hace inevitable el derrumbamiento de sus estructuras, pues no son verdaderas, son ilusorias y lo ilusorio no puede perdurar. Cuando nos cansemos  de buscar la paz, la felicidad, allí donde es imposible hallarla, decidiremos cambiar el rumbo de nuestra nave y estableceremos un nuevo rumbo, que nos garantice arribar en un puerto seguro.

La única Verdad que debemos integrar en nuestra consciencia es la que nos lleva a ver lo que Somos. Debemos invertir la dirección de nuestro pensamiento y sustituir el apego por lo material y potenciar la visión de lo Espiritual. Nuestra única realidad es que Somos Espíritus y que la Filiación en Unidad, conforma la descendencia legítima de Dios.

Esa legitimidad nos capacita para hacer uso del potencial heredado de nuestro Padre. Estamos capacitados para crear y el primer paso para llevar a cabo esta acción, es elegir.

Hoy elijo pasar el día en perfecta Paz.

Ejemplo-Guía: "Elijo ver las cosas de otra manera"

Comenzamos esta reflexión, donde la habíamos dejado la Lección anterior, con la elección de la paz.

Ya hemos visto cómo elegir oír la Voz del Espíritu Santo, nos lleva a apreciar el valor del "silencio". Cuando elegimos el silencio, no estamos reprimiendo ninguna fuerza, lo que estamos haciendo es decidir si nos dejamos llevar por la voz que nos impulsa a actuar de una manera determinada.

Hacer el juego a los pensamientos que se dan cita en nuestra mente de forma impetuosa y desorganizada, es precisamente lo contrario a los beneficios que nos reporta elegir el silencio. Cuando aludimos a ese "estado" no nos estamos refiriendo a la acción que nos lleva a no hablar, aunque puede darse el caso de que el no hablar sea consecuencia de la elección de mantener nuestra mente en silencio.

El silencio al que nos referimos, es el silencio interior de esos pensamientos alborotadores que nos privan de la paz que Dios ha dispuesto para Su Hijo.

Todas las preocupaciones originadas por el mundo de la percepción, se convierten en motivos, en argumentos válidos para el sistema de pensamiento del ego, para mantenernos alejados de la felicidad y de la paz.

¿Cómo vamos a gozar de paz, cuando estamos en guerra contra el mundo?
¿Cómo vamos a gozar de paz, cuando sufrimos las limitaciones del cuerpo?
¿Cómo vamos a gozar de paz, cuando somos prisioneros de nuestros miedos?

El silencio, al que nos referimos, ya lo hemos dicho, no es represor. Ese silencio verdadero viene acompañado de comprensión y da lugar a una percepción nueva y correcta. Esta percepción nueva es fruto de una nueva visión, y esa nueva visión, a su vez, es el fruto de una nueva elección.

Si estamos en guerra, elegimos ver todo de otra manera y sustituimos la guerra por la paz.
Si sufrimos las limitaciones del cuerpo, elegimos ver el dolor de otra manera y sustituimos la enfermedad por curación.
Si tenemos miedo, elegimos ver esa ilusión de otra manera y sustituimos el miedo por Amor.

Nada externo a nosotros tiene el poder de hacernos sufrir, si no le otorgamos ese poder.

Reflexión: ¿Dónde buscamos la paz?

lunes, 11 de septiembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 254

LECCIÓN 254

Que se acalle en mí toda voz que no sea la de Dios.

1. Padre, hoy quiero oír sólo Tu Voz. 2Vengo a Ti en el más profundo de los silencios para oír Tu Voz y recibir Tu Palabra. 3No tengo otra ora­ción que ésta: que me des la verdad. 4Y la verdad no es sino Tu Volun­tad, que hoy quiero compartir Contigo.

2. Hoy no dejaremos que los pensamientos del ego dirijan nues­tras palabras o acciones. 2Cuando se presenten, simplemente los observaremos con calma y luego los descartaremos. 3No desea­mos las consecuencias que nos acarrearían. 4Por lo tanto, no ele­gimos conservarlos. 5Ahora se han acallado. 6Y en esa quietud, santificada por Su Amor, Dios se comunica con nosotros y nos habla de nuestra voluntad, pues hemos decidido recordarle.

¿Qué me enseña esta lección?

Sí, nos encontramos en el camino. Nos hemos dado cuenta, de que hemos estado buscando la felicidad en el lugar equivocado. Nos hemos dado cuenta, de que la vida no puede ser sufrimiento, dolor, penalidades, castigos, luchas y finalmente, la muerte.

Sí, nos encontramos en el camino. Nos hemos propuesto ver las cosas de otra manera. Nos hemos propuesto, ver en nuestros hermanos, no el ropaje físico, sino la verdadera Esencia que habita en él. Nos hemos propuesto, perdonarnos y perdonar. Nos hemos propuesto renunciar a la visión errónea de la separación, del pecado y sustituirla por la visión correcta de la Unidad y de la Expiación.

Sí, nos encontramos en el camino. Nuestra propuesta es firme y, a pesar de ello, aún dejamos que la voz agonizante del ego, intente ganar nuestra atención reclamando su hegemonía, cuando en verdad, no tiene derecho alguno a recibir la legítima herencia que el Padre tiene dispuesta para cuando Su Verdadero Hijo, la reclame.

Hoy no dejaré que los pensamientos del ego dirijan mis palabras o acciones. Permaneceré con “la Luz permanentemente encendida” para no dejarme engañar por la ilusión, por la tentación. Apaciguaré ese murmullo rancio que trata de ilusionarme y, en su lugar, prestaré mis oídos para recibir la Verdadera Voz del Padre, el cual, me comunicará cuál es su Voluntad. Amén.

Ejemplo-Guía: "La fuerza del silencio"

Está todo dicho. Hoy no vamos a ocupar nuestra mente con dilemas racionales, con cuestiones que nos distraigan con divagaciones inútiles. Hoy vamos a practicar el silencio.

Está todo dicho. La Verdad, es una y sabemos dónde encontrarla, dónde gozarla, pues ya forma parte de nosotros. Siempre lo ha hecho.

Está todo dicho. Disfruta del silencio. Hagámoslo consciente en nuestra mente. 

Más allá de la dimensión que parezca adquirir nuestras experiencias, tenemos el poder de decidir, de elegir, a quién oír. Las voces del mundanal ruido no nos satisfacen. Seguir sus "consejos" nos lleva al sufrimiento y al dolor. En cambio, nuestra alma se funde en el gozo, cuando es la Voz del Espíritu Santo la que nos guía. Silencio. 

Silencio. Y observemos el mundo con la visión del que percibe la ficción de una película. Nada es real. Nada tiene significado. Desde esa visión, el vocerío se tornará en silencio y el silencio nos inundará de paz.

Está todo dicho. Silencio. Paz.

Reflexión: ¿Qué te aporta el silencio?

domingo, 10 de septiembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 253

LECCIÓN 253

Mi Ser es amo y señor del universo.

1. Es imposible que me pase algo sin yo mismo haberlo pedido. 2Aun en este mundo, soy yo el que rige mi destino. 3Lo que sucede es lo que deseo. 4Lo que no ocurre es lo que no deseo que suceda. 5Tengo que aceptar esto. 6Pues de esta manera se me conduce más allá de este mundo a mis creaciones -las criaturas de mi volun­tad- , las cuales moran en el Cielo junto con mi santo Ser y con Aquel que me creó.

2. Tú eres el Ser a Quien Tú creaste como el Hijo, el cual crea como Tú y es uno Contigo. 2Mi Ser, que es señor y amo del universo, no es sino la perfecta unión de Tu Voluntad con la mía, la cual no puede sino asentir gustosamente a la Tuya, de modo que pueda extenderse hasta Sí Misma.

¿Qué me enseña esta lección?

Lo que sucede es lo que deseo”. Si conseguimos tomar consciencia de esta verdad y
utilizamos esa cualidad divina innata en cada uno de nosotros, por ser Hijos de Dios, en desear ser Uno con nuestro Padre y con la Filiación, entonces, retornaremos a nuestro verdadero Hogar y pondremos fin a la hegemonía que le hemos cedido a la personalidad pasajera, al ego.

La cuestión esencial es contestar a la siguiente pregunta, ¿qué estamos deseando?

La respuesta la podemos conocer, si analizamos, sin juicios, nuestra vida. ¿Qué está ocurriendo en ella? ¿Experimentamos la felicidad o el castigo? ¿Experimentamos el Amor o el miedo? ¿Experimentamos la alegría o la desolación? ¿Experimentamos el perdón o la culpa? ¿Experimentamos la dicha o el sufrimiento? ¿Experimentamos la libertad o el apego? ¿Experimentamos la salud o la enfermedad? ¿Experimentamos la vida o la muerte? ¿Experimentamos la Unidad o la separación? ¿Experimentamos la eternidad o la temporalidad?

Sí, Somos Hijos de Dios y debemos hacer consciente esta realidad, no tan sólo con nuestro pensamiento, como una idea, sino también con nuestro sentimiento, deseando esa condición con toda la fuerza de nuestro corazón. Para ello, tenemos que tener certeza y confianza en el Ser que realmente Somos.

La condición divina nos dota de la capacidad heredada de nuestro Hacedor, la de crear. El potencial creador se encuentra en nuestra Mente, la cual, en el mundo del sueño, expresa nuestros pensamientos (ideas) y sentimientos (deseos). La armonía y coherencia entre pensamiento y sentimientos dará fortaleza y determinación a la mente recta. La falta de armonía y coherencia, dará lugar al error y, por ende, el cuerpo físico lo expresará (comunicará) a través de la enfermedad.

Ejemplo-Guía: "Lo que llamamos vida, en el mundo del sueño, ¿está programada?"

La Lección es clara sobre este aspecto: "aun en este mundo, soy yo el que rige mi destino". Ese "yo", no es ego, pues el ego o mente dividida, se percibe en el mundo de los efectos, en el mundo de las formas. La causa debemos buscarla en el origen, en el Principio, en lo Esencial, en lo Verdadero, en el Espíritu, en la Expansión de la Mente de Dios, en el Hijo de Dios.

Todo cuanto percibimos en este mundo, responde a la proyección manifestada por el Hijo de Dios, la cual ha dado lugar a la fabricación de un mundo ilusorio, irreal, al que hemos llamado mundo.

El sistema de pensamiento del ego no acepta el hecho de que el mundo que experimenta sea el resultado de la libre elección del Ser que niega. Para el ego, lo que no percibe a través de sus sentidos no es real. El Espíritu no es visible y por lo tanto lo niega.

Si el Hijo de Dios elige ver un mundo separado al de Dios, el germen de la división, fruto de su visión errada, dará lugar a un escenario donde se proyecte el guión de la separación. El cuerpo es la manifestación visible de que la separación es real. En base a esa evidencia se sustenta un sistema de pensamiento que profundiza en la búsqueda de la individualidad.

¿Si el mundo que percibimos está diseñado por nuestro Ser, en respuesta a la fuerza motora de los deseos, que libertad tiene el ego para cambiar lo percibido?

La capacidad de elegir toma vida en el mundo dual, en el mundo del sueño. Mientras que en el Cielo, la existencia es la Unidad, luego no procede la elección, en el mundo, la elección se convierte en una herramienta que ha de llevarnos a la percepción verdadera. Ver las cosas de otra manera; poner nuestra mente al servicio del Espíritu, son elecciones que pertenecen al mundo de la ilusión, pero que nos ayudan a recordar nuestra verdadera identidad.

La voluntad del Hijo de Dios, es favorecer ese despertar y para conseguirlo tiene un magnífico asesor , el Espíritu Santo, la Voz que habla por Dios y que a través de la Expiación ilumina nuestra mente para que alcance la percepción verdadera.

El ego o mente dividida, tomará conciencia de que su libre albedrío se encuentra limitado y a esta circunstancia la llamará destino. Se sentirá una víctima de ese destino, olvidando que su procedencia, su identidad, responde a su "fabricante", al Hijo de Dios. El ego y sus percepciones, incluida, las especificaciones del cuerpo, es la fabricación del deseo emitido por su hacedor, el Hijo de Dios. 

En la medida en que se va produciendo el despertar del mundo ilusorio, en la medida en que la percepción errada se transmuta a percepción verdadera, a través de la Expiación, aprendemos que nuestro libre albedrío adquiere la libertad de decidir cómo responder a las experiencias vividas, a nuestro destino. Podemos hacerlo, desde el victimismo o podemos hacerlo desde la visión de que somos los soñadores del sueño, es decir, de que somos los fabricantes de nuestra ilusión. En este sentido, elegimos tener sueños felices o responder felizmente a los sueños.

Reflexiones: Es imposible que me pase algo sin yo mismo haberlo pedido.