Reflexionando sobre el “programa”
que nos enseña el Ángel Mumiah, el último de los 72 Ángeles de la Cábala, me ha
suscitado la siguiente pregunta: ¿qué ocurre en nuestras vidas cuando nuestro inconsciente
se encuentra bloqueado?
Esta cuestión me lleva a buscar
la respuesta en el análisis de las “fuerzas” que intervienen en la dinámica de
dicha Entidad, en este caso Yesod-Luna. Nos revela las Enseñanzas Cabalísticas,
que la función principal de Yesod es la de actuar de “antesala” a la vivencia
última de la experimentación, es decir, es el negativo que dará lugar a la
realidad. Actúa como si fuese un receptor de TV, que recibiendo las “señales”
de los demás Centros-Planetas, la convierte en imagen (negativo) de lo que será
nuestra realidad: Malkuth-Cuerpo Físico.
Yesod es, igualmente, la parcela
del “inconsciente”, actuando como un almacén, donde vamos custodiando las
diferentes energías-materiales, procedentes de los demás centros. Toda empresa,
toda institución, todo hogar, alberga en sus espacios una zona donde “almacenar”
el potencial que está disponible para ser utilizado.
La posición de Yesod en el Árbol
Cabalístico es relevante a este respecto. Para que Yesod se encuentre
bloqueado, en términos cabalísticos, los Senderos que lo comunican con los
Centros que se relaciona directamente, deben tener la siguiente orientación. Desde
Tiphereth, Netzah y Hod (Conciencia, Sentidos y Juicio) deben orientarse hacia
Yesod (senderos de Ida), y desde Malkuth (Mundo Físico y experimental) se
orienta a Yesod (Sendero de Retorno). El hecho de que Tiphereth, Netzah y Hod
se orienten hacia Yesod, nos está indicando que existe un propósito de “proyectar”
hacia el mundo físico, los programas elaborados por dichos centros. Ahora bien,
desde Malkuth (terreno donde se ha de materializar) nos llega información que
nos indica que no existe interés por experimentar.
Nos encontramos ante la siguiente
situación: la señal nos llega al receptor, hasta la TV, pero los componentes
internos de ese receptor están en mal estado y no permite la emisión de la
imagen-información a la pantalla. El inconsciente, el almacén, está “preñado”
de proyectos, de información, pero no la utilizamos para comunicarnos con el
ego y contribuir a su aprendizaje. La persona tiene una información que es
incapaz de hacerla realidad, de llevarla a la práctica.
Esta dinámica se traducirá en una
profunda frustración, pues por un lado, desea y tiene claro lo que debe hacer,
pero, por otro, no consigue hacerlo realidad. La desvalorización está
garantizada, pues el ego se alimenta de los logros que va adquiriendo a través
de la experimentación. Su identidad depende de sus percepciones, de sus gustos
y apetencias, y si no consigue hacerlas realidad, no tiene nada.

El varón de nuestro ejemplo,
cuando alcanzó la edad para afrontar la vivencia de crear un hogar, se encontró
con las circunstancias de que no podía hacerlo, pues su capacidad creadora
estaba alterada y su esperma no acababa de fecundar el óvulo de su compañera. Esta
experiencia se convierte, en origen, en la causa de lo que, pasado unos años,
dio lugar a un Linfoma Hodgkin.
Técnicos en Biodescodificación,
determinaron que la causa de su enfermedad se debía a una profunda
desvalorización, y al analizar detenidamente su caso, le hablaron que esa
desvalorización tenía su desencadenante en el hecho del sentimiento que le
causaba la imposibilidad de tener descendencia.
Biológicamente no podía tener
hijos por un proceso natural. Gracias a los avances de la ciencia, la
aplicación de otros métodos, como la concepción in vitro, ofreció la
oportunidad a nuestro protagonista de conseguir el objetivo que tanto añoraba,
crear una familia, pero su inconsciente almacenaba la creencia de que él no “valía”
para consumar ese proyecto. En su Carta Astral, los planetas ubicados en el
signo de Virgo en magnífica relación con la Luna en Capricornio, favorecía la
aportación de la ciencia para conseguir materializar su programa existencial.
La posición de la Luna en
Capricornio en Casa IV, nos habla, como hemos dicho, de sus vivencias
infantiles, de sus antepasados y de su “proyecto sentido”, y bucear en las
emociones de su madre durante el periodo de su gestación, concretamente en lo
concerniente a las experiencias de relación con su esposo, nos aportará una
información muy interesante. Esta búsqueda queda orientada, astrológicamente,
por la posición de un importante bloque de planetas en el signo de Libra
(relación de pareja), los cuales, forman aspecto de Cuadratura (fricción) con
la posición de la Luna en Capricornio. El ambiente de su gestación y,
posteriormente, de su hogar infantil, estaba impregnado de un clima poco
armonioso, hasta tal punto, de que habría que preguntarse si había sido un hijo
deseado.
Debemos poner un broche feliz a
este análisis, pues a la fecha de hoy, nuestro protagonista se encuentra en una
fase de superación de su enfermedad. Ha realizado un magnífico trabajo interno
y está desbloqueando la dinámica de Yesod, con la única arma posible, abrir el
Sendero que lo une a Malkuth, esto es, vivir la experiencia de dar vida,
inspirado por el Amor y no por temor. Como Mumiah diría, esto es Renacer a una
nueva realidad.