sábado, 9 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Piscis (IV)


VUELTA HACIA GALILEA

31 Saliendo de nuevo de los confines de Tiro, se fue por Sidón hacia el mar de Galilea, atravesando los confines de la Decápolis.

En este pasaje, Jesús-Amor afronta la última parte de la travesía por las Aguas de Piscis. Sale de Tiro y se dirige hacia el mar de Galilea, atravesando los confines, los límites de la Decápolis, es decir, culminando sus Trabajos en cada uno de los Diez Séfiras, las diez ciudades divinas.

32 Le llevaron un sordo y tartamudo, rogándole que le impusiera las manos, 33 y tomándole aparte de la turba metiole los dedos en los oídos y escupiendo, le tocó la lengua, 34 y mirando al cielo, suspiró y dijo: "Efeta", que quiere decir "ábrete"; 35 y se abrieron sus oídos y se le soltó la lengua hasta hablar correctamente.

No podría ser de otra manera. La penetración del amor en la morada de Piscis, cuando alcanza su ciclo de aprendizaje, nos permitirá realizar grandes obras, entre las que se encuentran principalmente, el hacer que los sordos, oigan y los tartamudos hablen correctamente.

¿Quién es ese hombre sordo y tartamudo?

En primer lugar, diremos que, al tratarse de un representante masculino, se está refiriendo a la voluntad, al impulso activo que nos lleva a iniciar las empresas. Esa voluntad está sorda y tartamudea; lo que nos revela, que no ha sabido prestar su capacidad auditiva para oír; o lo que es lo mismo, su voluntad no ha sabido tomar consciencia del nuevo impulso que ha de movilizarse. Ha tenido la oportunidad de oír, pero no lo ha hecho, lo que le ha llevado a la condición de estar sordo. Igualmente, su palabra no es fluida, sino que tartamudea, con lo cual imposibilita la comprensión del que escucha. Debemos ver en esta dificultad expresiva, una mala canalización de los deseos en la dinámica exteriorizadora, es decir, no derramamos correctamente nuestro amor sobre el mundo, y nuestras emociones salen por nuestra boca enturbiando la comprensión de nuestras palabras, que se hacen incomprensibles. Los psicólogos encuentran la causa de la tartamudez en trastornos emocionales, en complejos profundos de la naturaleza emocional, cuando descartan traumatismos físicos. Esta visión está confirmando lo que decíamos anteriormente, cuando nos referíamos a la represión de los deseos. Debemos liberar los sentimientos; dejar que se manifiesten con total libertad, pues al convertirlos en obras, de sus resultados extraeremos la consciencia que nos revelará si debemos seguir en esa línea o por el contrario debemos tomar otro camino.

Para dejar de tartamudear, debemos depositar la saliva de Jesús-Amor en nuestra lengua. Hagamos que nuestros deseos se expresen en términos de amor y nuestra lengua hablará de nuevo correctamente.

De este punto podemos extraer conclusiones de mucho interés, como por ejemplo es, reconocer en los demás, el nivel de su consciencia emotiva, dependiendo de su capacidad de fluidez en la palabra, así como del estado de sus oídos. Yo he tenido la oportunidad de comprobar por propia experiencia, y además por la observación de otros compañeros, cómo mi estado anímico contribuye en la fluidez de las palabras cuando se trata de comunicarme con los demás. En los momentos de congestión emocional, bien sea por causa de ira, soberbia, vanidad o celos, mis labios tenían dificultad para expresar los sentimientos en forma de palabras. En cambio, cuando disfruto de paz interior y mi corazón se funde con el corazón de los demás hombres, entonces, mis labios se convierten en el canal por el cual se exteriorizan conceptos muy claros y llenos de calor humano, así como de poder para despertar las consciencias.

Es una experiencia que todos habrán de vivir para comprender qué uso estamos haciendo de nuestra naturaleza Piscis.

36 Les encargó que no lo dijesen a nadie, pero cuanto más se lo encargaba, mucho más lo publicaban, 37 Y sobremanera se admiraban diciendo: Todo lo ha hecho bien, a los sordos hace oír y a los mudos hablar.

No debemos olvidar que Jesús está transitando por el Elemento Agua, el que representa el mundo interno. Aún no ha llegado la hora, ni el momento para darse a conocer públicamente. Es por ello que aconseja a las tendencias emocionales, a los deseos, que no lo publiquen. Pero todo es vano, las emociones-Agua, y lo público-Tierra, son colaboradores, y serán los deseos los que se encarguen de dar a conocer la Obra del Amor.


Caer en la tentación de seguir a Jesús, tan sólo por los milagros que realiza, no es el propósito, pues los sentimientos suelen ser muy inestables para mantenerse fieles a la verdad. Pero es tanta la admiración que sienten por el Amor, que no pueden dejar de quedar presos de la admiración, pues el amor lo hace todo bien: los sordos, oyen y los mudos, hablan.

viernes, 8 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Piscis (III)

LA MUJER CANANEA

24 Partiendo de allí, se fue hacia los confines de Tiro. Entró en una casa, no queriendo ser de nadie conocido; pero no le fue posible ocultarse, 25 porque luego, en oyendo hablar de Él, una mujer cuya hijita tenía un espíritu impuro entró y se postró a sus pies.

Llegado a este tramo del camino, donde la dinámica activa es la de Piscis, nos resultará imposible ocultar la semilla que llevamos dentro. La Nueva Consciencia -el Amor Universal-, ha recorrido un largo trayecto hasta alcanzar las "tierras acuosas" de Piscis; ha ido creciendo y ha conquistado estados de energías que le permiten ahora realizarse externamente, exteriorizando la pureza que emana de su corazón.


En Piscis, desprenderse de los sentimientos forma parte de sus Trabajos. Su propósito es dar vida a un mundo inspirado por su fuerza creadora -el amor-, a imagen y semejanza del creador. Ya hemos visto, en los puntos anteriores, cómo el hombre, cuya consciencia no ha alcanzado el nivel Crístico, utiliza la puerta de Piscis para dar salida a la imagen del mundo que él cree perfecto. La sociedad, esta construida dando forma a todas esas imágenes en su conjunto. Podemos decir, que nuestra sociedad es como unos grandes almacenes donde podemos encontrar todo lo creado por el hombre para garantizar nuestros sueños, nuestras apetencias, nuestras felicidades.

El mundo social, donde vivimos, es la copia exacta de la calidad de nuestras emociones. Si analizamos uno por uno todos los aspectos que dan forma a nuestra sociedad, nos veremos reflejados en ellos, aunque a veces rechacemos las creaciones de los demás.
En este conglomerado de imágenes-deseos, no impera la armonía, no se cree en la unidad, y esto ocurre por la sencilla razón de que, en un momento, nos interesamos por un tema en particular, por una persona en concreto, y al rato, apenas cambie nuestro ánimo, nuestros sentimientos, abandonamos esa conquista que tanto nos interesó, para entregarnos, completamente entusiasmado, a una nueva aventura.

Cuando Jesús penetra en el Mundo del Deseo, pone fin a ese desorden, a esa inestabilidad. Aquel que logra integrar armoniosamente los Elementos opuestos -Fuego, Agua- tiene el poder para expulsar a los espíritus impuros, de curar a los enfermos, de calmar los vientos, de andar por encima de las aguas, tiene el poder para que su comportamiento vaya más allá de las viejas costumbres rabínicas.

Para que nuestro comportamiento emocional dé lugar a un estado de armonía y paz, debemos conquistar la unidad interior, debemos sentir la unidad formando parte de los corazones de todos los hombres, debemos fundirnos con el sufrimiento, con el dolor, con la alegría y felicidad del otro.

El segundo decanato de Piscis, corresponde a los Trabajos de Recapitulación de Escorpio, donde la consciencia se encuentra orientada hacia las profundidades del ser para descubrir la luz que se oculta en él. Esta dinámica se ve reflejada en este pasaje, cuando el cronista nos dice, que Jesús no quiere ser conocido. Puede parecer una actitud egoísta por su parte al sentir ese deseo, sin embargo, no se trata de que conozcamos los hechos vividos por el Maestro, sino la trascendencia de su mensaje en cada etapa de su Camino Iniciático.

Debemos entender con este modo de actuar, que cuando nos encontremos en la dinámica de Piscis, en la que nos sentimos llamados a exteriorizar nuestros deseos para que todos los demás, lo compartan, podemos tener la necesidad de ocultarnos, esto es, de no dar a conocer nuestra identidad, una identidad que hablará de nuestros sentimientos. Pero esto no nos será fácil, pues ya no nos encontramos en Escorpio, sino en Piscis, donde los demás. nos descubrirán, pues habrán oído hablar de nosotros. No se trata de una simple referencia, de un rumor que hayamos escuchado tomando una copa en el bar de la esquina. Oír hablar de Jesús es un estado que debemos adquirir, pues como ya hemos dicho en otra parte, la capacidad de oír, es una cualidad receptiva del ser que le lleva a tomar consciencia de la verdad.

En Piscis debemos hablar con nuestras emociones, debemos amar a los demás. y hacerles llegar nuestros hechos de modo que puedan oír hablar de ellos y seguir nuestros pasos, que no son otros que las huellas que han de llevarnos al encuentro con la unidad.

Esa mujer, cuya hijita tenía un espíritu impuro, está simbolizando la realidad de nuestra naturaleza femenina, la emocional. Su hija enferma esta revelándonos que su Obra la ha llevado a dar frutos impuros, acciones inspiradas por los deseos inferiores. Esa mujer es el alma que, hasta ese momento, estaba identificada con la faceta Piscis del antiguo orden. Pero el proceso evolutivo exige que la rueda zodiacal comience en un grado más elevado de la espiral. Las energías espirituales que se desprenden de cada uno de los doce signos, serán utilizadas en un nuevo ciclo de aprendizaje donde, en esta ocasión, será el amor y no el rigor, el perdón y no el castigo, la libertad y no la prisión, la unidad y no la división, las cualidades que dirigirán los Trabajos.

Jesús es, desde este punto de vista, la nueva tierra que debemos habitar, es el Arquetipo Nuevo que debemos conquistar.

Esa mujer, es decir, nuestra alma emotiva, al terminar su ciclo y comprobar que su hijita está enferma, desea profundamente curar su Obra, y para ello, recorre el camino que ha de permitirle acercarse al Amor. Ella ha oído hablar de las obras del Maestro; ella toma consciencia de las nuevas obras y desea seguir ese camino y no el otro.

Piscis rige anatómicamente los pies, pues estos son verdaderamente los que nos llevan a andar los caminos hacia los que nos vemos impulsados por nuestros deseos. Los pies hablan de la virtud de nuestra alma emotiva. Si nos dirigimos hacia la luz, esos pies serán sagrados y dignos de ser besados por nuestros labios, la puerta de nuestro amor. En cambio, si esos pies nos llevan hacia tierras pantanosas, oscuras, sin duda se hundirán en el fango y correremos el peligro de perecer en la travesía.
Si, al mirarnos al espejo de Piscis, descubrimos que nuestra hijita está enferma, es decir, si al ver el resultado de nuestras acciones impulsadas por los deseos, comprobamos que no hay amor, y sí en cambio dolor, sufrimiento, maldad y egoísmo, entonces, agudicemos nuestros oídos, busquemos a aquellos que nos hablen del Maestro, de sus Obras de perdón y misericordia, y busquémosle para postrarnos a sus pies.

Nos dice la crónica que nos encontramos en los confines de Tiro. Tiro, traducido al lenguaje hebreo, significa la tierra de la resurrección. El Tau y el Reish se unen para llevarnos a la Morada de Tiphereth. De la suma de sus letras-numéricas, extraemos el 6. Ya hemos hablado de su correspondencia cabalística y zodiacal. El autor, una vez más, nos revela el lugar donde se encuentra transitando la consciencia. No cabe duda de que estamos en un punto importante, donde la consciencia del hombre debe sincronizarse con la consciencia divina, con la unidad Primordial.

26 Era gentil, siro-fenicia de nación, y le rogaba que echase al demonio de su hija. 27 Él le dijo: Deja primero hartarse a los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlos a los cachorrillos. 28 Pero ella le contestó diciendo: Sí, Señor, pero los cachorrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos. 29 Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija. 30 Y llegada a casa, halló a la niña acostada en la cama y que el demonio había salido.

El demonio en forma de serpiente penetró en la humanidad a través de Eva, la naturaleza femenina, es decir, la naturaleza de Deseo. Aquella penetración llevó a la humanidad a despertar a sus poderes creadores, y a descubrir que el afán de conocimiento, de conquista del mundo material le era posible haciendo uso de su Cuerpo de Deseo. El precio que la humanidad asumió en ese despertar, en ese contrato firmado con los Luciferes, sería el aprender por la vía del dolor y del sufrimiento.

Desde entonces, cuando el hombre, impulsado por su naturaleza femenina-deseos, se lanza a la conquista del Mundo Material, hace uso de los servicios contratados de los demonios-luciferes, los cuales, les instruyen en el arte de conocer. Las obras que recogemos de esas acciones, no son puras, pues no han sido inspiradas por las fuerzas del amor, energías estas, que ponen a nuestra disposición los Ángeles y Arcángeles. Dentro de la Oleada Luciférica, también existen diferentes escalas, dependiendo de los niveles de consciencia. Están los Luciferes que Trabajan con las energías creadoras superiores, las que nos permiten desarrollar el cerebro, y están los que Trabajan con las energías creadoras inferiores, las que nos permiten desarrollar las funciones sexuales. Dependerá de la calidad de nuestros deseos, para que nuestro contrato sea con unos u otros.

El pasaje que acabamos de describir nos parecería confuso, si no conociéramos, que los Luciferes tienen su cuartel general en el Mundo del Deseo. Cada vez que tenemos un deseo, o lo que es lo mismo, cada vez que nos alimentamos de las emociones, ellos, también se alimentan, Si esto es así, es lógico pensar que si nuestra "hija" esta poseída por un demonio, lo que nos está indicando, es que alcanzado el final del ciclo emocional, aún no nos hemos liberado de los deseos impuros, seguimos alimentando nuestra naturaleza emotiva y por lo tanto seguimos pagando a nuestros obreros luciféricos.
Jesús nos revela esta dinámica cuando responde a la mujer que deje primero hartarse a los hijos, es decir, que deje agotar la naturaleza emocional de Piscis, pues si esta no culmina su proceso de conquista, estaremos reprimiendo, y ese alimento, producto de la represión, alimentaría a los "cachorrillos", esto es, a los Luciferes.

Es necesario que dejemos crecer la semilla de nuestros deseos, y no cortarla antes de que crezca. Las obras de nuestras acciones, nos dirán, si estamos amando correctamente. Nuestra alma humana, que conoce de su contrato con los Luciferes-cachorrillos, debe dar conocimiento de su verdadero estado a la Luz-Jesús, es por ello, que le contestó: "Sí, Señor, pero los cachorrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos".

En efecto, ya lo hemos explicado anteriormente. Nuestras emociones, o lo que llama el cronista nuestros hijos, pues se trata en verdad de nuestras creaciones, cuando se encuentran en la mesa para conseguir sus deseos, para comer, están alimentando a los cachorros que representando a los Luciferes, se encuentran debajo, ocultos en nuestra mesa, en nuestro Cuerpo de Deseo.

Ese reconocimiento por parte del alma humana, le vale para conseguir que sus Obras, su hijita, deje de estar poseída por el espíritu impuro. Su naturaleza emocional dejará de dar frutos negativos.

Es necesario que reconozcamos que con nuestros deseos estamos alimentando a los Luciferes; es muy importante que seamos conscientes de las energías con las que estamos trabajando, pues el propósito de la creación, es hacernos conscientes de los poderes y de las energías con las que hemos sido creado. El conocer, el oír, nos permite cambiar de alimentos, cambiar de rumbo, y cuando Jesús pase por nuestro lado, sepamos reconocerle y seguirle. Así nuestra hija se curará, y a partir de ese momento todo será diferente, nada permanecerá en la oscuridad.

jueves, 7 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Piscis (II)

LA VERDADERA PUREZA

14 Llamando de nuevo a la muchedumbre, les decía: Oídme todos y entended: 15 Nada hay fuera del hombre que entrando en el pueda contaminarle; lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. 16 El que tenga oídos para oír, que oiga.

Todos en verdad, tenemos oídos, sin embargo, pocas veces los utilizamos para permitirles que realicen la función para la que han sido diseñados: Oír.

Oír, no es simplemente recibir una información; la capacidad auditiva nos permite tomar consciencia de las cosas. Parémonos un momento para reflexionar sobre lo que hemos dicho. Cuando alguien nos habla, ¿somos verdaderamente conscientes de lo que nos dice, o simplemente escuchamos? Si supiésemos oír, entonces comprenderíamos que la energía que acabamos de recibir por la palabra del emisor, es creadora, que cada pronunciación es una fuerza viva que nos transmite la calidad de luz que hay depositada en ella. Cada frase no es tan solo un mensaje, sino que también es una enseñanza; por ello, es muy importante el saber oír.

Muchas veces necesitamos que nos repitan una y otra vez las mismas cosas. Cuando esto nos ocurre, está revelándonos, que somos duros de oído; no queremos tomar consciencia de lo que tenemos que aprender.

Recuerdo en estos momentos, mis propias experiencias con relación al tema que estamos tratando. Cuando desperté al mundo espiritual, mi cuerpo emocional estaba agotado de tanto experimentar en las bajas regiones del Mundo del Deseo. Para mí, encontrar la Luz fue como tomar una bocanada de aire cuando estaba a punto de ahogarme. La transformación de mi consciencia me llevó a identificarme con todo aquello que indudablemente iba a ayudarme a encontrarme mejor y a evolucionar más aceleradamente. Una de las medidas más rigurosas que adopté ante mi propósito de purificación, fue abandonar la dieta carnívora por una vegetariana; así mismo, dejé de fumar y de beber alcohol. Aquello me hacía sentir mejor, pero no me percaté de que yo era el único que me sentía bien, pues mi familia, al no comprender aquel cambio, al no encontrarse a mi nivel de consciencia, no entendía mi modo de actuar, lo que nos llevó a problemas de comunicación y de entendimiento. Yo, que buscaba la paz, tan solo logré hallar la guerra; yo, que creía estar muy alto, pronto descubrí que estaba realizando el vuelo de Icaro, y que debía bajar por mi propia voluntad, no llevando a situaciones extremas mis ideales.

Así comprendí, pude oír, que las voces de los demás me hablaban de amor y no de traición, como yo las estaba interpretando. Hoy mi alimentación es vegetariana, pero ya mi comportamiento no genera rechazo, sino todo lo contrario.

17 Cuando se hubo retirado de la muchedumbre y entrado en casa, le preguntaron los discípulos por la parábola. 18 Él les contestó: ¿También estáis vosotros faltos de sentido? No comprendéis -añadió, declarando pues todos los alimentos- que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede contaminarle, 19 porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y es expelido en las letrinas. 20 Decía pues: lo que del hombre sale, eso es lo que mancha al hombre, 21 porque de dentro del corazón del hombre, proceden los pensamientos malos, las fornicaciones, los hurtos, los homicidios; 22 los adulterios, las codicias, las maldades, el fraude, la impureza, la envidia, la blasfemia, la altivez, la insensatez. 23 Todas estas maldades, del hombre proceden y manchan al hombre.

Ya hemos comprobado, que no es fácil navegar en las Aguas de los Deseos sin correr el riesgo de naufragar en cualquier momento. No podemos olvidar que nos encontramos en la dinámica de Piscis, donde las emociones salen al exterior con una gran fuerza intentando conquistar el mundo material. Todo nos seduce en esta etapa y debemos hacer grandes esfuerzos para no dejarnos llevar por los instintos y pretender presentar como bueno aquello que esta "podrido".

En Piscis, no podemos asegurarnos de entender lo que oímos. Distinguir la Luz verdadera, en un mundo donde todos tratan de brillar, no resultará fácil. Jesús, tiene que explicar con más detalle lo que ha querido decir con su parábola. El amor está dispuesto a bajar el tono de su luz para conseguir penetrar en nuestro corazón y con ello despertar nuestra consciencia al nuevo latido espiritual.

Él nos revela que la impureza no está en lo que comemos, sino en el deseo que nos lleva a comerlo. Si en nosotros hay pasión y falta de amor por los seres vivos, entonces, no tendremos escrúpulos para matar a un animal y alimentarnos de él. Somos totalmente indiferentes a su dolor, a su evolución. Ahora bien, distinto es no desear matar, no tener necesidad de alimentarse de la carne de un hermano menor, y verse en la situación en la que, ineludiblemente, se tenga que hacer uso de ese alimento. La verdadera impureza se encuentra entonces en nuestro Cuerpo Emocional, en aquello que sale de él por la puerta falsa, con el único propósito de satisfacer las pasiones y el placer.

miércoles, 6 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Piscis (I)


LAS TRADICIONES RABINICAS

1 Se reunieron en torno de Él fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén, 2 los cuales vieron que algunos de los discípulos comían pan con las manos impuras, esto es, sin lavárselas, 3 pues los fariseos y todos los judíos, si no se lavan cuidadosamente, apegados a la tradición de los ancianos, no comen; 4 y de vueltas de la plaza, si no se asperjen, no comen y otras muchas cosas que guardan por tradición: el lavado de las copas, de las vasijas y de las bandejas.

Hagamos una pausa en este punto de las Escrituras, para adentrarnos en estos nuevos Trabajos que, de un modo tan simbólico, son presentados por Marcos.

Acabamos de dejar atrás uno de los tramos más difíciles de superar de todo el camino que nos lleva a la consumación del Trabajo Crístico, el de Escorpio. Una vez realizado la travesía de las emociones, lográbamos adquirir un aura especial, mágica, que nos llevará a curar todas las tendencias enfermas que se encuentran en nuestro mundo interno y por extensión, en el externo.

Ahora, abordamos un nuevo reto, el que nos viene dado por las energías de Piscis, tercer signo del Elemento Agua, donde la dinámica de Binah se manifiesta por su regencia sobre todos los signos Vav-dobles (Sagitario-Piscis-Géminis-Virgo).

La primera influencia de este Séfira, que descubrimos en este pasaje, la encontramos en los fariseos y los escribas, herederos de la tradición de la ley, una ley rígida y antigua, como la edad de los propios ancianos. Tenemos que entender que, en cada nuevo estadio donde penetra Jesús -la Nueva Consciencia-, nos saldrán al paso los representantes de la antigua consciencia, es decir, las creencias adquiridas en los Trabajos realizados cuando el proceso de aprendizaje se recibía a través de la vía del rigor, de la experiencia. Esas tendencias están protagonizadas por los "sabios de la ley", que ven con malos ojos que los discípulos de Jesús coman pan con las manos impuras. ¿Por qué? ¿Qué ley oculta se esconde en las extremadas medidas de pulcritud adoptada por los judíos?

Si observamos un cuerpo humano, podríamos aventurarnos a decir, que los brazos son la prolongación de la cabeza y de corazón, y con ello, estamos intentando de indicar que aquellas acciones que realizamos con nuestras extremidades superiores, están estrechamente relacionadas con nuestros pensamientos y sentimientos. Ellas moldean en graciosas u horrendas formas, lo que se encuentra formando parte de nuestra mente o deseos. Si nuestras ideas o emociones son impuras, entonces tendremos la imperiosa necesidad de lavarnos las manos antes de comer, es decir, antes de alimentar nuestra consciencia, debemos hacer que nuestras acciones-manos estén limpias, pues así, la luz penetrará en ella.

Sin embargo, esta necesidad pertenece al antiguo orden, ya que su función es hacernos tomar consciencia a través de la repetición, de que debemos actuar con pureza, para no ensuciar nuestra consciencia. Jesús nos revela una vez más, que existe un modo diferente de aprender sin necesidad de vivir una y otra vez la misma lección. Esa vía es la del amor. Los discípulos son los Obreros del amor, los que levantan el templo donde se ubicará la Nueva Consciencia. Ellos no necesitan lavarse para comer, pues no se sienten sucios. En verdad acaban de realizar con éxito una travesía que les ha llevado a la purificación. Pero los fariseos y escribas no han realizado dicha travesía, ellos se encuentran estancados en su doctrina, en su rigidez.

5 Le preguntaron, pues, fariseos y escribas: ¿Por qué tus discípulos no siguen la tradición de los antiguos, sino que comen pan con manos impuras? 6 Él les dijo: Muy bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón esta lejos de mi, 7 pues me dan un culto vano, enseñando doctrinas que son preceptos humanos".

8 Dejando de lado el precepto de Dios, os aferráis a la tradición humana.

Recordemos una vez más que el signo de Piscis está regido por el Séfira Binah, el cristalizador. Decimos esto, puesto que su influencia nos llevará a establecer como ley el impulso motor de las emociones: lo que siento, lo que amo. Mis deseos son ley. Cuando nuestras emociones se identifican con un precepto, es fácil comprobar como legislamos rápidamente normas, leyes que nos permitan seguir gozando de ellas. Así protegemos y damos credibilidad a nuestros actos. Este modo de actuar lo vemos reflejado en la sociedad diariamente. No importa el gobierno que se encuentre en el poder en ese momento, pues en verdad es una ley natural que todos cumplimos.

Lo importante en esta cuestión, es valorar la calidad de nuestras emociones, pues de ello dependerá el fruto de nuestros actos.

Jesús conoce bien el estado de consciencia de los fariseos y escribas. Él comprende el nivel donde se encuentran, su grado de compromiso con la espiritualidad, por ello, no exige a sus Obreros que respeten sus costumbres, a Él no le importa comer pan sin lavar previamente sus manos pues, en verdad, la pureza que Él viene a protagonizar se encuentra en su naturaleza interna, en su corazón.

Debemos tomar buena nota de este cambio de comportamiento, pues es cierto que, consciente o inconscientemente, nuestras emociones, en su deseo de conquistar el mundo que anhelan, ocultan su verdadera intención, adoptando disfraces de lo más variado. Pero aquello que no es fruto de un logro, no tarda en desvanecerse, en mostrar su verdadero rostro, y cuando esto ocurre, seremos testigos de que, por muy reluciente que tengamos las manos, nuestros sentimientos están oscurecidos.

8 Dejando de lado el precepto de Dios, os aferráis a la tradición humana. 9 Y les decía: En verdad que donosamente abrogáis el precepto de Dios para guardar vuestra tradición 10 Porque Moisés ha dicho: Honra a tu Padre y a tu madre, y el que maldiga a su padre o a su madre es reo de muerte. 11 Pero vosotros decís: Si un hombre dijere a su padre o a su madre: Corban, esto es, ofrenda, sea todo lo que de mi pudiera serle útil, 12 ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, 13 anulando la palabra de Dios por vuestra tradición que se os ha transmitido, y hacéis otras muchas cosas por el estilo.

Podríamos reflexionar, durante horas, sobre la participación de las emociones humanas en la elaboración de los códigos de leyes actuales, y al final concluiremos, que su función no es otra que la de rectificar los desordenes de la propia naturaleza emocional. Parece difícil entender cómo podemos establecer leyes inspiradas por nuestros deseos -lo que sentimos que debe ser-, por nuestra naturaleza humana, para castigar aquellas acciones que violan dichas leyes y que nos han sido inspiradas por nuestras propias emociones. Cuando nuestros deseos se hacen ley, pensamos que lo que amamos es lo correcto y no somos capaces de renovar esa energía, cuando en nuestro camino se cruza un proyecto más elevado.

Todos llevamos en nuestra persona un código de leyes emocionales que nos singulariza con respecto a los demás. Si mis deseos me determinan a amar tan solo a la raza blanca, estoy estableciendo un precepto que será ley en mi vida, y cuando me encuentre con un hombre de color, haré un juicio en contra de su persona y mis leyes caerán sobre él para permitirle aprender nuestra verdad.

Con Jesús, los códigos de leyes dejan de tener sentido, pues su amor viene a sustituir el rigor. Con Cristo en nuestra naturaleza pisciana, dejaremos de actuar con hipocresía, y nuestras acciones hablarán de la pureza de nuestras emociones.

martes, 5 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Escorpio (VI)

JESÚS EN GENESARETH Y SUS CERCANIAS

53 Hecha la travesía, llegaron a tierra de Genesareth y atracaron. 54 En cuanto salieron de la barca, le conocieron, 55 y corrieron de toda aquella región, y comenzaron a traer en camillas a los enfermos donde oían que Él estaba. 56 Adondequiera que llegaba, en las aldeas, o en ciudades, o en las alquerías, colocaban a los enfermos en las plazas y le rogaban que les permitiera tocar siquiera la orla de su vestido; y cuantos le tocaban quedaban sanos.

La tradición popular utiliza los refranes para revelarnos la sabiduría extraída de las experiencias de la vida. Es una verdad que todos conocemos; es por ello que recuerdo, en estos momentos, un dicho que arroja mucha luz sobre este pasaje:

"Tras la tormenta, llega la calma"; o, "Siempre que llovió, escampó".

En el punto anterior, nos enfrentábamos a la "tormenta" que nos refiere el refrán. El mar de nuestras emociones se encontraba enfurecido, y a punto estuvimos de perecer ahogados. Fue el Amor, quien evitó que esto sucediese, pero para que esto ocurra no pensemos que basta con mostrar nuestra debilidad sin más, no se trata de despertar en Cristo, su compasión, lo importante es haberle seguido hasta ese punto del camino. Es humano perder el equilibrio pero, cuando se ha alcanzado un nivel de consciencia, si nuestra búsqueda ha sido sincera, entonces, Jesús-Amor no dudará en situarse en nuestra "barca" calmando la furia del viento, y con ello, calmar al embravecido mar.

En ese momento, el aspirante descubre que el amor es el verdadero poder con el cual logrará poner orden en su vida. El amor es la panacea que nos permitirá salir victorioso de ese difícil trance, como es el usar correctamente la fuerza del deseo para crear.

Cuando la consciencia de la humanidad, ha evolucionado por la senda de la experiencia, los latidos de Escorpio nos ha sensibilizado para que orientemos sus energías hacia la generación y perpetuación de la vida a niveles materiales, pues es necesario que el hombre aprenda a crear vida, pues así estará adquiriendo la sabiduría necesaria para, cuando alcance la condición divina, poder crear un nuevo universo. La procreación, a niveles humanos y materiales, ha llevado al hombre a utilizar la mitad de la energía creadora, la sexual, para dar vida, para adquirir experiencia en el mundo físico y así alcanzar la sabiduría.

En el proceso evolutivo, el hombre conquista un nivel en el que ya no requiere continuar con las labores de procreación. Cuando esto ocurre, diremos que se produce, en él, la integración de los sexos, la unificación del Fuego y del Agua. A partir de ese logro espiritual, la energía sexual se orienta hacia arriba, y la procreación se lleva a cabo con la palabra, con el pensamiento, dando vida a niveles espirituales, es decir, nuestras acciones serán generadoras de consciencia.

Jesús ha alcanzado ese nivel, y ello le permite dominar las fuerzas de la naturaleza. Una simple palabra suya actuará como una orden para las fuerzas de la naturaleza: los Elementales. La presencia del Maestro en nuestra barca está representando un verdadero triunfo espiritual pues, aún estando sumidos en la oscuridad de la noche, aún cayendo en la debilidad de no reconocerle, si hemos sido capaces de "atraerlo" hasta la "barca", lo cual nos indica que hemos dado un importante paso hacia la Luz. Podemos decir, que estamos preparados para alcanzar tierra firme, o lo que es lo mismo, estamos en condiciones de afrontar nuevas experiencias, pues hemos sido capaces de realizar la travesía, superar las emociones.

Esa tierra que nos aguarda no puede ser otra que la de Netzah, si lo aplicamos cabalísticamente.

Habíamos partido en este capitulo VI, de la Morada de Gueburah, donde hemos movilizado a los "obreros". Posteriormente, alcanzábamos el "otro lado", frente a Betsaida, donde el Amor-Jesús, nos enseña a caminar por las Aguas, sin hundirse, es decir, a superar las emociones sin quedar ahogados en ellas. Ese dominio esta representado por Tiphereth, y ahora alcanzamos la orilla, donde pisamos tierra, la tierra firme de Genesareth, donde Jesús curaba a cuantos se le acercaban, lo que nos está indicando, que hemos adquirido el control del Mundo Emocional, lo que nos lleva a poder sanar a los que tocan nuestra orla, nuestra aura de amor.

Si recurrimos una vez más al lenguaje hebreo para descifrar el nombre de Genesareth, llegamos a la conclusión de que sus letras: Guimel, Noun, Sameck, Reish y Teith, suman 25, que es igual a 7. El séptimo Séfira en el orden cabalístico pertenece a Netzah, la tierra del equilibrio, de la armonía, de la paz, de la curación, pues toda enfermedad, no es más que un desorden interior, una falta de armonía con las leyes cósmicas, un desajuste de la personalidad humana y la personalidad divina, un desacuerdo entre la luz y las tinieblas, entre el Fuego y el Agua. Por lo tanto, tomemos buena nota de los Trabajos que debemos desarrollar en la dinámica de Escorpio, pues en verdad, estamos acostumbrados a identificar a este signo con la muerte, con el dolor, con la enfermedad, cuando en verdad, en él se oculta la fuerza de la vida, del amor, de la curación.

lunes, 4 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Escorpio (V)


JESÚS CAMINANDO SOBRE EL MAR

45 En seguida obligó a sus discípulos a subir a la barca y precederle al otro lado, frente a Betsaida, mientras Él despedía a la muchedumbre. 46 Después de haberlos despedido se fue a un monte a orar.

Si tuviésemos que imaginar esta escena, difícilmente podríamos creer que el máximo representante del amor, actúe obligando a sus discípulos. Quizás esta acción corresponda más con una personalidad que pretende ejercer su autoridad con el propósito de adquirir beneficios propios, pero Jesús-Cristo, como ya hemos podido comprender, no se alimenta ya de la carne que se sirve en el Mundo Material, su alimento es el Amor, y si el autor utiliza este término, debemos entenderlo en el contexto de Escorpio, donde es necesario obligar a nuestros obreros internos a realizar un sobre-esfuerzo, pues es fácil caer en la tentación de ser seducidos nuevamente por la Serpiente -ardor conquistador- que tentó a Eva - la humanidad evolucionante- en el Cuarto Día de la creación en su recapitulación de los Trabajos del Agua -Segundo Día de la creación

Es necesario que tomemos buena nota de la observación que acabamos de hacer. Cuando nos encontramos en la faceta Escorpio, nuestra Nueva Consciencia, impregnada de amor universal, tendrá que ser enérgica con la naturaleza emocional, debe "obligarnos" a subir a la barca, ese receptáculo simbólico que nos permite permanecer seguros sobre el Elemento liquido, y estar dispuesto a cruzar al otro lado, frente a Betsaida.

¿Qué representa ese "otro lado"?, ¿qué representa Betsaida?

El otro lado, dentro de las tierras acuosas de Escorpio, está revelándonos el tercer decanato de dicho signo, donde se realizan los Trabajos de anticipación sobre la dinámica de Piscis. Veamos por qué esto es así. Si desmenuzamos en terminología hebrea el nombre de Betsaida y obtenemos su correspondencia numérica, obtenemos lo siguiente: Beith-Tzade-Daleth (2-18-4 = 24 = 6).

El resultado que extraemos del nombre, nos lleva al número 6, cuya regencia zodiacal corresponde al signo de Piscis, interpretando los Elementos-signos en su manifestación creadora, y cabalísticamente al Séfira Tiphereth. Por lo tanto, lo que Jesús está indicando a sus discípulos, es la ruta que deben seguir para sublimar las energías de Escorpio y aventurarse en las nuevas aguas de Piscis, donde nos aguarda la difícil tarea de dominar dicho Elemento.

Jesús, nos revela el cronista, tras despedir a la muchedumbre se fue a un monte a orar.

No puede pasarnos inadvertido la actuación del Maestro en unos momentos tan importantes como es el control de la energía emocional y la utilización de esta para expandir la Nueva Consciencia.

Es preciso profundizar un poco más en la dinámica que hemos de experimentar, cuando estemos conquistando el Arquetipo de Escorpio. El Agua surge en el proceso evolutivo continuando la Obra a partir del Fuego, el Elemento Primigenio que le precedió. Si el Fuego es Luz, y se encuentra interiorizado en el Agua dando vida al impulso y al deseo de amar, diremos que la Luz se encuentra prisionera del Agua.

La consciencia humana despierta con la actuación del Cuerpo de Deseo, el cual nos lleva a sentirnos dueños de la Luz, dueños de un poder que nos trasciende, pero del que no tenemos consciencia, pues no lo vemos externamente. Podemos decir, que navegamos por el mar de la vida sin referencia de ningún faro. Esa oscuridad exterior nos llevará, una y otra vez, a identificarnos con los objetos materiales, los amaremos, y querremos poseerlos. Y actuando así, caeremos en nuestra propia trampa, viviremos ajenos al espíritu, que permanecerá callado en nuestro interior, sin que su voz logre llegar a la consciencia del Yo Emocional.

Jesús, conocedor de este peligro, nos revela con su proceder el modo cómo hemos de actuar cuando sintamos que los instintos pueden asaltarnos. Debemos elevarnos hacia un monte para entregarnos a la oración, es decir, para hablar con nuestro Padre. Aunque el narrador nada nos dice sobre las palabras que Jesús dirigió en la oración, seguro que le pediría fuerzas para vencer las Aguas embravecidas del mar de Escorpio-Piscis.

A través de la oración, el hombre se comunica con Dios, pero no caigamos en creencias ya caducas que nos han situado a Dios en un cielo ajeno a nosotros. Dios está en nosotros; o lo que es lo mismo, nuestro verdadero ser es la chispa emanada de Dios en el Primer Día de la evolución, que ha ido adquiriendo sabiduría a lo largo de los Días y que cada vez adquiere dominio sobre los vehículos que han de enseñarle a ser Dios.

47 Llegado el anochecer, se hallaba la barca en medio del mar y Él solo en tierra. 48 Viéndolos fatigados de remar, porque el viento les era contrario, hacia la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar e hizo ademan de pasar de largo. 49 Pero ellos, así que le vieron andar sobre el mar, creyendo que era un fantasma, comenzaron a dar gritos, 50 porque todos le veían y estaban espantados. Pero Él les habló en seguida y les dijo: animo, soy yo, no temáis. 51 Subió con ellos a la barca, y el viento se calmó, y se quedaron en extremo estupefactos, 52 pues no se habían dado cuenta de lo de los panes: su corazón estaba embotado.

Esa noche a la que hace referencia el pasaje, no es otra que la noche de Escorpio, donde la consciencia espiritual, permanece en la oscuridad más densa. En esta hora, el mundo de las Tinieblas prevalece sobre el mundo de la Luz. Los doce discípulos deben hacer frente a este tránsito y deben hacerlo solos, mientras que el Maestro se encuentra velando por ellos en tierra. Es necesario que en nuestro aprendizaje vayamos conquistando las metas sin necesidad de muletas, y con ello no queremos decir, que la ayuda no sea necesaria. Ahora bien, si privamos al aspirante de experimentar por si mismo, si se lo damos todo hecho, él no habrá integrado en su consciencia el modo de alcanzar los logros. En este caso se trata de autodominio.

Nos encontramos en plena noche; nuestra Nueva Consciencia está, pero no a nuestro lado en esos momentos. En ese mismo instante, se levanta un fuerte viento, que les es contrario a los propósitos que les mueven, a la dirección que se han trazado. Si nuestro rumbo es la conquista del amor, esos vientos son los prejuicios, los intereses que se opondrán a que lleguemos a nuestra meta. ¿Qué haremos cuando el mar se enfurezca, cuando nuestras emociones se sientan tentadas por la pasión? En ese momento de duda, Jesús se acercará hacia nosotros en la cuarta vigilia de la noche, es decir, en la fase de maduración de las tinieblas, cuando estas son más densas y estamos a punto de zozobrar. Entonces, el amor, dominando la pasión enfurecida de las emociones, camina sobre las aguas, y en un gesto de autoseguridad, de autoridad -pasaba de largo-, les revelaba que debían dar ese paso que les permitiría trascender y dominar el Agua-Deseos.

Ellos, nuestros obreros, nuestras emociones más elevadas, no están aún a la altura, no han madurado aún lo suficiente y creen ver un fantasma, lo que les llevó a dar gritos de miedo.

Esa situación es necesaria vivirla para comprenderla. Cuando la Nueva Consciencia penetra en nosotros por primera vez, llevándonos a despertar a algo maravilloso, estamos dispuestos a abandonar todo lo viejo y a ponernos a trabajar con entusiasmo en obras de amor. Ahora bien, aún en nuestra naturaleza emocional existe un substrato de deseos que necesitan seguir alimentándose. Los nuevos y viejos deseos se mezclarán, y mientras que los primeros nos llevan a perseguir objetivos nobles, los segundos nos tentarán con continuar la Obra donde la dejamos, con volver al pasado.

Cuando nos encontramos en esa hora de oscuridad, es fácil confundir a la Nueva Consciencia con un fantasma, a pesar de convivir con ella durante el día, es decir, a pesar de ser conscientes de la necesidad de amar. Ver a Jesús como un fantasma es dudar del poder transformador del amor. Para los discípulos, o lo que es lo mismo, para nuestros deseos-obreros, en esa hora difícil, el amor no real, fantasmal, no es tangible, no se convierte en obras.

Cuando nos encontramos en ese tránsito anímico, debemos estar dispuestos a oír la palabra del Maestro que nos dirá: ¡Animo, soy yo, no temáis!

En verdad, no puede ser ningún otro. Ese ha sido el principal problema con el que se ha identificado la humanidad, hasta agotar la saciedad. Hemos confundido la energía emocional, el amor, con un fantasma, y en ese momento nos hemos puesto a gritar, impidiendo así reconocer la verdadera naturaleza.

Es hora de que abramos los ojos, de que nos quitemos las vendas que nos hemos colocado y que nos llevan a negar la realidad: la energía del mundo del Deseo, es el Amor. Todo lo creado sirve al amor, no importa el camino que tomemos; al final tan solo existe una meta, amar.

Cristo siempre ha estado ahí, junto a nosotros, cuando trabajamos con las emociones. Somos nosotros los que no hemos sabido reconocerlo. Su voz es poderosa: ¡animo, soy Yo, no temáis!, sin embargo, hasta ahora, pocos han dejado que subiera a su barca para calmar la furia del viento; pocos son los que se han percatado de que, en su naturaleza emocional, poseen una semilla, tan poderosa, que es capaz de dar de comer a multitudes y no agotarse nunca. Esa semilla es el germen del amor que, una vez sembrado, crecerá, y crecerá y se multiplicará.

domingo, 3 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Escorpio (IV)


VUELTA DE LOS DISCÍPULOS Y PRIMERA MULTIPLICACION DE LOS PANES

30 Volvieron los apóstoles a reunirse con Jesús y le contaron cuanto habían hecho y enseñado. 31 Él les dijo: Venid, retirémonos a un lugar desierto para que descanséis un poco, pues eran muchos los que iban y venían y no tenían tiempo ni para comer. 32 Fueronse en la barca a un sitio desierto y apartado. 33 Pero les vieron ir, y muchos supieron donde iban, y a pie, de todas las ciudades concurrieron a aquel sitio y se les adelantaron. 34 Al desembarcar, vio una gran muchedumbre, y se compadeció de ellos, porque eran ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles largamente.

Asistimos, en este pasaje, a un proceso al que no hemos hecho referencia hasta el momento: la dinámica de los decanatos. Expliquemos el significado de este concepto y comprenderemos lo que queremos decir.

Cada Elemento -Fuego, Agua, Aire y Tierra- expresa los tres atributos primordiales del Creador, lo que da lugar a la trinidad zodiacal, donde se definen los Trabajos Divinos en los diferentes estados de energía Así vemos, que hablamos de Aries, Leo y Sagitario, para describir al Fuego; de Cáncer, Escorpio y Piscis, para referirnos al Agua; a Libra, Acuario y Géminis, para conocer el Aire, y por ultimo, Capricornio, Tauro y Virgo, para testimoniar de la Tierra. En total se constituyen los Doce Trabajos Creativos que ha de conquistar el hombre para alcanzar la condición de que es portador, el poder divino.

Ahora bien, aplicando la ley cósmica que nos revela que "el Todo esta en la parte, y la parte en el Todo", diremos que cada signo contiene una participación de cada uno de los restantes signos de su Elemento. Si cada signo comprende treinta grados dentro de la Rueda Zodiacal, cada participación abarcará diez grados, y a esta parcela llamamos Decanato.

Si aplicamos estos conceptos al signo que estamos estudiando, Escorpio, obtendremos la clasificación interna del signo, donde el primer decanato -los diez primeros grados- están dando participación a los Trabajos de Cáncer El segundo decanato, correspondería a los Trabajos propios de Escorpio, y el tercero, correspondería a la dinámica de Piscis. Al encontrarnos en la parcela de Escorpio, el decanato de Cáncer, o lo que es lo mismo, los primeros Trabajos que debemos realizar en Escorpio, son recapitulatorios, ya que se refieren a la dinámica del estado anterior. Si nos fijamos en el comienzo de este capitulo VI, el pasaje evangélico trata sobre el hogar de Jesús. ¿Acaso no es Cáncer el Arquetipo del hogar, de la patria, de las raíces?

Seguidamente al primer decanato, nos adentramos en el segundo, donde la dinámica es la propia del signo, la de Escorpio, y no es casual que los siguientes puntos nos hablen de los Trabajos de los Apóstoles y del Juicio de Herodes. Finalmente, y aún estando en la morada de Escorpio, nos adentramos en un decanato anticipatorio, pues nos acerca a un estado de energía que aún no ha sido conquistado, la de Piscis. Es esta la razón por la que Jesús, tras reunirse de nuevo con sus obreros, les sugiere el retirarse a un lugar desierto para descansar. Ya hemos dicho en otra parte de esta enseñanza, que el desierto es esa "tierra" aún no conquistada. Esa tierra a la que Jesús guía a sus mandatarios no es otra que la tierra de Piscis.

Los Trabajos internos que debemos llevar a cabo en Escorpio han sido descritos detalladamente en los puntos anteriores. La divinidad, inteligentemente, dispone los procesos de aprendizaje de modo que podamos anticipar las etapas pues, de este modo, las almas inquietas pueden desarrollar un amplio campo de experiencias. En la practica diaria, vemos como algunos estudiantes se sienten con ánimo y preparación como para realizar dos cursos en un mismo año. Muchos de estos lo consiguen y su capacidad para aprender le permitirá avanzar en su proceso evolutivo.

La dinámica de Piscis se resume, a niveles humanos, en el despertar del amor por los demás, en el espíritu compasivo. Ese mismo espíritu fue el que suscitó la muchedumbre en Jesús, esa multitud de seguidores que tienen sed de conquista, acaban de descubrir la Luz que recorre su mundo, el emocional.

Ellos son como ovejas sin pastor, dice Jesús En efecto, se trata de impulsos emocionales que no tienen dueño, pues no han sido aún conquistados. No olvidemos, que nos encontramos en Escorpio, donde la dinámica nos lleva a amarnos a nosotros mismos. Si Jesús nos alienta a retirarnos a ese desierto-Piscis, después de habernos conquistado en nuestra naturaleza herodiana, nos está motivando a que nos movilicemos con una intención: despertar la compasión por los que se encuentran "descarriados".

Nuestra tarea humana debe llevarnos a ese encuentro, pues conquistarnos interiormente, lograr destronar al rey que ha dirigido nuestra vida, es agotador y requiere centrar toda nuestra capacidad regeneradora -los doce discípulos- en nosotros mismos. No podemos permanecer en ese estado permanentemente, pues de nuevo nos convertiremos en seres egoístas. Debemos retornar a la Luz y "contarle" a la consciencia los logros obtenidos. A partir de ese momento debemos descansar, debemos dirigirnos hacia el desierto, y allí fundirnos con aquellos que estén buscando la Luz, con el propósito de alimentarles.

35 Siendo ya hora avanzada, se le acercaron los discípulos. y le dijeron: El sitio es desierto y avanzada la hora; 36 despídelos para que vayan a las alquerías y aldeas del contorno y se compren algo de comer. 37 El respondiendo, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y le dijeron: ¿Vamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer? 38 Él les contestó: ¿Cuántos panes tenéis? Id a ver. Habiéndose informado, le dijeron: cinco y dos peces. 39 Les mandó que les hicieran recostarse por grupos de ciento y de cincuenta. 41 El, tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo y partió los panes y se los entregó a los discípulos. para que se los sirvieran, y los dos peces los repartió entre todos. 42 Comieron todos y se hartaron, 43 y recogieron doce canastos llenos de las sobras de los panes y de los peces. 44 Eran los que comieron de los panes cinco mil hombres.

Muchos detractores del evangelio han querido ver, en este pasaje, a un Jesús prestidigitador sacando de su sombrero tantos conejos como le viene en gana. Sin embargo, el estudio y la comprensión de la Obra Crística, nos revela que no era el propósito del Hijo de Dios mostrarnos la Voluntad del Padre, su propia condición divina, realizando milagros pues, El conocía la debilidad del corazón del hombre y no quería llamar su atención de un modo pasajero y espontáneo, sino despertar verdaderamente su consciencia.

¿Qué nos esta refiriendo entonces este pasaje?

El estudiante tiene las claves para descubrir las respuestas a esta cuestión Las hemos dado anteriormente, cuando hablábamos de la dinámica de Escorpio y la activación del tercer decanato, el correspondiente a Piscis, los Peces.

El cronista nos sitúa claramente en el tramo final de la hora de Escorpio: "Siendo ya hora avanzada"... En esa hora de anticipación, los discípulos que hasta ahora han alcanzado el nivel de Escorpio, no están capacitados para comprender lo que estaba sucediendo. ¿Cómo podían dar de comer a esa multitud, si ellos no habían tenido tiempo para hacerlo?, o lo que es lo mismo, ¿cómo puedo amar a los demás, cuando yo aún no he logrado amarme? Si no he conquistado la Luz en mis emociones, ¿cómo puedo alumbrar a otros?

Nuestra respuesta, será: "despídeles para que vayan a comprar comida". Esa es la respuesta que damos al mundo cuando nos encontramos trabajando para elevar nuestra consciencia emotiva a niveles internos. El autoconocimiento es necesario para reconocernos en los demás.

Jesús tiene necesidad de enseñarnos a conducir nuestras energías y por ello, nos dice: "Dadles vosotros de comer".

Es preciso trascender nuestro amor propio, y elevar nuestro corazón al cielo, para que la energía con las que contemos pueda llegar hasta los demás Sabemos que para poder amar a los demás, para poder alimentarles, tendremos que gastar doscientos denarios, es decir, tendremos que hacer que el amor-número 2-Hochmah, se manifieste en su tercera fase, la exteriorizadora, convirtiéndose en obra. Ese amor exteriorizado es precisamente el Trabajo de Piscis. Es el precio que debemos estar dispuestos a pagar si en verdad queremos saciar el apetito de las tendencias que están dispuestas a seguir y apoyar a la Nueva Consciencia.

Esa capacidad amorosa -doscientos denarios- es la que ha de permitirnos comprar el pan, ese alimento espiritual que ha de convertirse en el "Cuerpo de Cristo", es decir, en la Obra de Amor. Es con actos, y no emociones, con los que debemos alimentar a la humanidad, y esos actos deben estar motivados por la necesidad de amar.

Pero en este punto del camino, tan solo hemos llegado a Escorpio en su tercer decanato, y el fruto obtenido por haber realizado ese trayecto, se resume en cinco panes, Trabajo de Gueburah -la regeneración-, y dos peces, la facultad anticipada de amar a los demás -Piscis-. Esa consciencia es suficiente para los Trabajos que debemos realizar en Escorpio. Lo único que debemos hacer es utilizar la energía que disponemos y distribuirla adecuadamente. Jesús mandó que la multitud se recostara en grupos de cien y de cincuenta, así todos podrían comer. Con esto, el autor nos está aportando claves cabalísticas que nos permitirán comprender el uso que debemos dar a nuestras capacidades creadoras, a la Luz interiorizada en nuestro Cuerpo Emocional.

El 100, corresponde numéricamente a la Letra hebrea, Qof, cuyo atributo espiritual es Energía Vital Creadora; Voluntad Creadora; Impulso renovador. Mientras que el 50, corresponde a la letra Noun, cuyo atributo espiritual es Belleza Cósmica; Armonía Fecundadora. Por lo tanto, cuando logramos que los deseos humanos se eleven a las Fuentes del Amor Universal -Jesucristo- y nos convertimos en verdaderos Obreros de Dios poniendo orden en nuestro Mundo Material, entonces, estamos capacitados para fecundar la Tierra con el esperma de la Luz, de la Unidad, de la Vida Eterna.

Doce canastos se recogieron de las sobras de los panes y los peces, y cada uno de esos canastos hace referencia a las Casas Terrestres astrológicas, donde el hombre expresa las energías divinas y aprende a comportarse como un Dios creador.

En verdad, la multitud que hemos alimentado, no es otra, que el potencial global emocional que se encuentra en nuestro Mundo del Deseo, donde se cuentan en cinco mil las capacidades, es decir, el potencial de Gueburah, el potencial generador.