miércoles, 30 de julio de 2014

Significado espiritual de las enfermedades del Corazón

Estamos ante el órgano vital por excelencia. Si el corazón deja de latir, la vida se retira del cuerpo, abandonándolo a su muerte. Podríamos decir que el corazón es el órgano más importante de cuantos constituyen el cuerpo físico.

No es tan sólo una realidad material y científicamente demostrable, también desde el punto de vista espiritual, el corazón se presenta como una zona privilegiada, ya que en el, concretamente en su ventrículo izquierdo, se encuentra depositado el átomo-germen del cuerpo físico., en el cual se va grabando cada una de las experiencias vividas materialmente y que tras la muerte deberán ser analizadas en el proceso post-morten.

Si observamos la función primordial del corazón, diremos que estamos ante una majestuosa demostración de poder, pues gracias a su acción el ser logra expresar todas sus potencialidades internas. Se suele decir, aludiendo a aspectos del comportamiento humano, que tal o cual persona "posee un corazón de acero" o " tiene el corazón duro como una piedra"... o quizás, " he tenido una corazonada"... o porque no, " me partirás el corazón".

Hemos dotado al corazón de una personalidad emocional que verdaderamente no es tal, pues el corazón no sirve tan solo a los sentimientos, también lo hace al pensamiento.

El corazón es como la diana donde van a clavarse todos y cada no de los dardos. Difícilmente podríamos dejar a un lado la voz del corazón. Podemos intentarlo, pero nos mentiríamos si creyésemos que hemos actuado libre de considerar la voz que nos llega desde centro cardiaco.

Cuando sufrimos dramas emocionales, por asuntos relacionados con el amor, el corazón sufre enormemente, tenemos la sensación de que se nos parte a trozos, pero igualmente, cuando no acabamos de ver claro nuestro rumbo humano, también el corazón nos advierte de ese malestar.

Cuando actuamos fundamentalmente sin conciencia, los latidos del corazón nos advertirá del ritmo interpuesto en nuestros asuntos. Si existen bloqueos emocionales, producidos por posturas irreflexivas que se mantienen basándose en respuestas intransigentes, soberbias, etc, no es de extrañar, que los conductos cardiacos se endurezcan, llegando a bloquearse.

El exceso de fidelidad es mal compañero del corazón, pues no tardaremos en comprobar cuan difícil nos resulta poner fin a los fieles hábitos perniciosos, es más, en la mayoría de las ocasiones, ni tan siquiera nos daremos cuenta de que somos peligrosamente fieles a posturas que nos hacen daño.

Por ultimo, analizar la mala conciencia como un camino seguro que nos llevará a padecer del corazón. Aquellos que actúan con malicia, que producen dolor con pleno conocimiento de ello, se suele decir de ellos que tienen mal corazón. En verdad, están expuestos a enfermedades cardiacas.