sábado, 13 de junio de 2020

Entre verdades...


Estoy delante de una silla. Mis ojos, aporta una información inconfundible a mi mente. No tengo la menor duda de que es una silla. La reconozco en mi mente. Tengo una imagen, un recuerdo claro que me permite reconocerla, darle nombre e incluso conocer su uso.
La observo, es de madera. Su respaldar está formado por tablas anchas, dispuestas horizontalmente. Su asiento es, igualmente, de madera, y su base está formada por cuatro patas redondas que le permite afianzarse al suelo. Sin duda es una silla. Desde muy pequeño, me enseñaron que ese objeto se llama silla y me enseñaron, igualmente, cuál debe ser su uso.

Si alguien me preguntase, ¿estás seguro de que ese objeto que se encuentra delante de ti es una silla? ¿Podrías decirme, si es verdad o falso, si te confirmo que ese objeto es una silla?
Es verdad… desde pequeño te enseñaron que ese objeto se llama silla y si te preguntara por su uso, estoy seguro que sabrías describírmelo. Por lo tanto, si ambos coincidimos en que ese objeto que está delante de ti es una silla, entonces, ambos tendremos razón y podemos decir que somos dueños de esa verdad.
Pero, quisiera hacerte una pregunta más…, y si te dijera que ese objeto, no es tan sólo una silla ¿qué pensarías? ¿Estarías de acuerdo? Y si admites, que no es tan sólo una silla, entonces, ¿pondríamos en duda la verdad compartida de que ese objeto es una silla?

He preguntado a otros…, les he mostrado ese objeto…, lo he colocado delante de cada uno de ellos y les he preguntado… ¿qué es ese objeto?
  • Es el resultado de una idea, de un diseño que he creado en mi mente…
  • Es el resultado de la semilla que un día alguien sembró, dando lugar a una planta que con el tiempo creció hasta convertirse en un grandioso árbol, cuya madera ahora toma vida en ese objeto…
  • Es un magnífico material que podrá utilizar para calentarme en tiempo de frío…
  • Es un recuerdo, de aquel maravilloso día en el que te compartí…
  • Es una oportunidad para divertirnos jugando a su alrededor…
  • Es una buena herramienta para elevarme cuando no logro alcanzar una zona elevada…
  • No es nada, simplemente un objeto…
¿A quién debo creer? Mis ojos no me engañan, estoy viendo una silla. Sin embargo, esa realidad adquiere otros matices, otro sentido, si le aportamos un valor, es decir, si le aportamos un juicio. Cuando así lo hacemos, la “verdad” que con tanta certeza ocupaba nuestra mente, adquiere un significado añadido que, verdaderamente, viene a confundirnos impidiéndonos alcanzar la verdad.

Esto mismo ocurre, cuando en nuestra vida decidimos mirar de frente nuestra propia existencia, nuestra propia identidad. Desde pequeño, nos han enseñado a darle un valor especial al “juicio”. “Esto es bueno”, “Esto otro es malo”. Si no actuamos según las reglas, entonces, probaremos el correctivo del castigo…, y para conseguir agradar a los demás, es preciso comportarse de una manera determinada… Todos hemos crecido con la disciplina de la culpa, el miedo y el juicio condenatorio.  Todos estos valores, nos han alejado de la visión real de quienes somos. Hemos crecido con la percepción errónea de que nos encontramos separados unos de otros. Hemos olvidado el origen de nuestra creación como Hijos de Dios y no nos sentimos herederos legítimos de sus Poderes Creadores, a pesar de que ha sido escrito, de que hemos sido creados a su imagen y semejanza.
Cuando nos miramos, no vemos quienes realmente somos, sino que nos identificamos con los ropajes pasajeros  en los que nos encontramos, transitoriamente, encarnados… Pero ese ropaje no es nuestra verdadera identidad… Nuestra verdadera identidad no es diferente a la de los demás… Todos formamos parte de una misma Oleada de Vida, la Humana. Cuando ponemos en uso el poder creador heredado de Dios, somos capaces de crearnos una personalidad separada, y nuestros sentimientos se identifican con la conquista de la individualidad.

Tenemos un ejemplo claro en el desarrollo de una vida que nace de la acción generadora de unos padres. Esa criatura, al nacer y durante los primeros años de su existencia no tiene una conciencia propia e individualizada y se alimenta de la conciencia que le aportan sus padres. Tan sólo cuando alcanza la edad de la adolescencia, cuando adquiere el Cuerpo de Deseos, se produce en él, el despertar de las emociones, que le induce a conquistar su propia individualidad. Esa es la razón por la que el adolescente da muestra de su rebeldía y se siente “separado” de sus padres.

Si trasladamos esta dinámica al razonamiento que planteábamos a la hora de encontrar el verdadero sentido de nuestra identidad, debemos decir, que nos encontramos identificados con la fase de la adolescencia, en la cual damos muestras de nuestra “rebeldía”, alejándonos cada vez más de nuestro origen.

Tan sólo cuando ese adolescente alcanza la madurez necesaria y afronta los trabajos de ser padres, se alcanza la plena comprensión de las virtudes y poderes de la que es portador. De igual modo, la humanidad, en la medida que vayamos tomando conciencia de las cualidades heredadas por nuestro “Padre”, el poder Creador de nuestro Pensamiento, aprenderá a utilizar las energías para hacer un uso creativo basado en el Amor.
Mientras que no consigamos ese estado de Conciencia de Unidad, seguiremos mirando al frente y percibiendo la separación con nuestros “compañeros de ruta”. Proyectaremos sobre ellos, nuestros propios valores internos, tanto los positivos, como los negativos. Trasladaremos nuestro propios juicios internos hacia los demás y nos descubriremos en ellos, pues ellos, actuarán como un espejo donde nos veremos plenamente reflejados.
  • ¿Quién eres?
  • Yo soy Hijo de Dios.

viernes, 12 de junio de 2020

Géminis y las afecciones de "bronquios"

Nos encontramos bajo las influencias del tránsito del Sol por el signo de Géminis. Es por ello, que vamos a dedicar una serie de artículos a analizar, desde varios puntos de vista,  las enfermedades más comunes relacionadas con este signo.
Los textos astrológicos coinciden en asignar al signo Géminis las siguientes zonas fisiológicas: los brazos, manos, hombros, pulmones, la glándula “thymus”, las costillas superiores, la tráquea, los bronquios, los capilares, la respiración y sobre la oxigenación de la sangre.
Para el desarrollo de este artículo, vamos a centrarnos en el estudio de las bronquitis.

BRONQUITIS

Wikipedia

Un bronquio es uno de dos conductos tubulares fibrocartilaginosos en que se bifurca la tráquea a la altura de la IV vértebra torácica, y que entran en el parénquima pulmonar, conduciendo el aire desde la tráquea a los bronquiolos y estos a los alvéolos. Los bronquios son tubos con ramificaciones progresivas arboriformes (25 divisiones en el hombre) y diámetro decreciente, cuya pared está formada por cartílagos y capas musculares, elásticas y de mucosa. Al disminuir el diámetro pierden los cartílagos, adelgazando las capas muscular y elástica. Separa el aire inhalado a los pulmones para ser utilizado.
Los bronquios son la entrada a los pulmones. Se dividen en dos, el derecho y el izquierdo, el derecho cuenta con tres ramas mientras que el izquierdo con dos.

La bronquitis es una inflamación de las vías aéreas bajas. Sucede cuando los bronquios, situados entre los pulmones, se inflaman a causa de una infección o por otros motivos.

Según su duración y etiología, se distingue entre bronquitis aguda, de corta duración, y bronquitis crónica, de larga duración.

Los síntomas incluyen:
Tos con mucosidad, a veces sanguinolenta. Si el moco de la bronquitis es verde amarillento y va acompañada de fiebre, lo más probable es que haya infección bacteriana.
Inflamación de los bronquios (ramificaciones de las vías aéreas entre la tráquea y los pulmones)
Inflamación (edema) de las paredes bronquiales.
Obstrucción de los alveolos.
Pitidos o sibilancias.
Fatiga.
Burbujeo (referido al efecto sonoro que se aprecia cuando se ausculta al paciente con un estetoscopio)
Dificultad respiratoria.
Malestar general
En la bronquitis crónica, también pueden presentarse los siguientes síntomas:
Inflamación de tobillos, pies y piernas.
Coloración azulada de los labios, provocado por los bajos niveles de oxígeno en sangre.
Propensión a sufrir infecciones respiratorias —como resfriados y gripe—.

Enric Corbera (Bioneuroemoción)

BRONQUIOS

1ª Etapa (Supervivencia) y 4ª Etapa (Relación).
Conflicto: Conflicto de amenaza de territorio, Disputas en el territorio, discusiones en la atmósfera familiar. Peleas, guerra.
Ectodermo + respiratorio = Defensa de su espacio de libertad frente a la sociedad.

Resentir:
Zona frontal-motora (muscular): "Yo quiero abrir los bronquios pero quiero espacio, libertad de confort".
Zona Parietal (Mucosa = Bronquitis): "El espacio que yo quiero no lo tengo". "El espacio que tengo no lo quiero y me encierro en el espacio que me imponen"
·         Bronquio izquierdo: Domina el miedo.
·         Bronquio Derecho: Domina el territorio afectivo.

Mucosas: Conflicto de separación: Es el que hace posible el contacto con el exterior: "Me amenazan en el territorio y tengo miedo de..."
Tonalidad de peligro: "Mi identidad se ve amenazada".
Bronquios, cáncer: Izquierda "Amenaza de la unidad de la pareja".
Bronquios hemorragia: Mira el sentido de fumar para tener más libertad. Si se añade el "miedo a morir ahogado" habrá levas para eliminar el polvo, el sentido biológico es que no te ahogues. "Tengo miedo a morir ahogado".
Bronquitis: ambiente familiar conflictivo, peleas, gritos. Falta de comunicación, silencio.


BRONQUITIS CRÓNICA

1ª Etapa (Supervivencia)
Fase de curación de un conflicto de territorio (4º etapa)
La tos quiere expulsar al enemigo que invade el territorio.
Ejemplo: Niño con bronquitis repetitivas, le tengo que decir a la madre que deje de discutir con su marido.
Conflicto:
En niños, conflicto de intercambios (padres).
En adultos: Cólera, ira no expresada. Peleas, disputas en el territorio.
Resentir: “Me siento invadida"


Jacques Martel:

Bronquitis:

La bronquitis (itis = ira) se caracteriza por la inflamación de la mucosa de los bronquios, conductos que llevan el aire de la tráquea hasta los pulmones. Es una enfermedad esencialmente ligada a la respiración y a la acción de tomar la vida y el aire con deseo y gusto (inspiración) para luego echarlos temporalmente con desapego (expiración). La inflamación significa que vivo ira, frustración o rabia con relación a ciertas emociones inhibidas, palabras que necesito expresar y dejar salir, una situación agobiante en la cual me siento oprimido, un conflicto teñido de agresividad y crítica (trastornos en el medio familiar, peleas, etc. ). Si esta situación conflictual implica peleas y enfrentamientos muy intensos, incluso podría llegar a desarrollar un cáncer de los bronquios.
Existe un trastorno interior, una perturbación que me impide manifestar mi ser auténtico, hacer respetar convenientemente mis derechos.
Intento comunicar con mis seres cercanos pero no consigo cierta paz interior.
La situación familiar es demasiado difícil. Siento entonces cierto desánimo frente a la vida y dejo de luchar para continuar mi camino. Tengo poca alegría de vivir y tengo un profundo cansancio interior. La tos indica que quiero liberarme expulsando algo o a alguien que me molesta y me hace enfadar. Si no deseo una bronquitis crónica, debo cambiar mi modo de ver la vida, mi actitud. Nací en una familia en la cual cada uno de los miembros vive experiencias similares a las mías. Mis padres, mis hermanos y mis hermanas aprenden como pueden, ellos también. Debo empezar a ver la alegría y el amor en cada experiencia de mi vida. Acepto que mi felicidad personal sea mi responsabilidad y dejo de creer que los demás me harán felices. Tomar mis decisiones y respirar por mis propios medios, es el primer paso hacía mi independencia.

Louise L. Hay:

Bronquitis:

Causa Probable: Ambiente familiar conflictivo. Peleas y gritos. A veces, silencio.
Nuevo modelo mental: Declaro la paz y la armonía en mi interior y en mi entorno. Todo está bien.


Lisa Bourbeau

Bronquitis:

Bloqueo físico: La bronquitis es una inflamación de la mucosa de los bronquios.

Bloqueo emocional: En metafísica, los bronquios se relacionan con la familia. La persona puede presentar una bronquitis como reacción a dificultades familiares (disputas o querellas).
Siente mucha ira y se siente amenazada en su territorio y en sus límites. Incluso puede desear cortar sus lazos con uno o varios miembros de la familia, pero no se atreve a hacerlo por un sentimiento de culpa. No se decide a moverse, es decir, a manifestar su oposición. Siente cansancio y desánimo. No tiene lo que desea, pero no lo dice. Es una persona a la que le ayudaría ocupar su lugar en la familia y no esperar a que se lo den.

Bloqueo mental: Si padeces esta enfermedad, es tiempo de que tomes la vida con más alegría y sencillez en lugar de tomar demasiado en serio lo que sucede en tu familia. Es necesario que te des cuenta de que no existen familias en las que todos estén de acuerdo todo el tiempo. Los demás miembros no pueden tener necesariamente las mismas convicciones que tú. En lugar de desanimarte por ello, vive tu vida como te plazca, sin dejarte influenciar por los deseos y las creencias de los demás. En lugar de creer en la inmovilidad, date permiso para actuar, es decir, para reaccionar sin sentirte culpable a fin de que te reafirmes en eso que representa tu lugar, tu territorio. Los demás también pueden vivir su vida a su manera.