miércoles, 27 de diciembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 361-365

LECCIONES FINALES

Introducción

1. En nuestras lecciones finales utilizaremos la mínima cantidad de palabras posible. 2Tan sólo las utilizaremos al principio de nuestras prácticas, y únicamente para que nos recuerden que lo que buscamos es ir más allá de ellas. 3Dirijámonos a Aquel que nos guía en nuestro camino y que imparte seguridad a nuestros pasos. 4En Sus manos dejamos estas lecciones, y de aquí en ade­lante le entregamos también nuestras vidas. 5Pues no queremos volver a creer en el pecado, que fue lo que hizo que el mundo pareciese un lugar feo e inseguro, hostil y destructor, peligroso desde cualquier punto de vista, y traicionero más allá de cual­quier esperanza de poder tener confianza o de escapar del dolor.

2. El suyo es el único camino para hallar la paz que Dios nos ha dado. 2Su camino es el que todo el mundo tiene que recorrer al final, pues éste es el final que Dios Mismo dispuso. 3En el sueño del tiempo este final parece ser algo muy remoto. 4Sin embargo, en verdad ya está aquí, como un amable guía que nos indica qué camino tomar. 5Marchemos juntos por el camino que la verdad nos señala. 6Y seamos los líderes de los muchos hermanos que andan en busca del camino, pero que no lo encuentran.

3. Consagremos nuestras mentes a este propósito, poniendo todos nuestros pensamientos al servicio de la salvación. 2La meta que se nos ha asignado es la de perdonar al mundo. 3Ésa es la función que Dios nos ha encomendado. 4Y lo que buscamos es el final del sueño, no como nosotros queremos que dicho final sea, sino como lo quiere Dios. 5Pues no podremos sino reconocer que todo aque­llo que perdonamos es parte de Dios Mismo. 6Y así, Su recuerdo se reinstaurará en nosotros completamente y en su totalidad.

4. Nuestra función es recordarlo a Él aquí en la tierra, tal como se nos ha dado ser Su Propia compleción en la realidad. 2No nos olvidemos, por lo tanto, de que nuestro objetivo es uno que com­partimos, pues en ese recordar es donde radica el recuerdo de Dios y lo que nos señala el camino que conduce hasta Él y hasta el Remanso de Su paz. 3¿Cómo no vamos a perdonar a nuestro her­mano, que es quien nos puede ofrecer esto? 4Él es el camino, la verdad y la vida que nos muestra el sendero. 5En él reside la sal­vación, que se nos ofrece a través del perdón que le concedemos.

5. No terminaremos este año sin el regalo que nuestro Padre le prometió a Su santo Hijo. 2Hemos sido perdonados. 3Y nos encon­tramos a salvo de toda la ira que le atribuíamos a Dios y que después descubrimos no era más que un sueño. 4Se nos ha resti­tuido la cordura, en la que comprendemos que la ira es una locura, el ataque algo demente y la venganza una mera fantasía pueril. 5Nos hemos salvado de la ira porque nos dimos cuenta de que estábamos equivocados. 6Eso es todo. 7¿Y se encolerizaría un padre con su hijo porque éste no hubiese comprendido la verdad?

6. Venimos a Dios y con honestidad le decimos que no habíamos entendido, y le pedimos que nos ayude a aprender Sus lecciones a través de la Voz del Maestro que Él Mismo nos dio. 2¿E iba Dios acaso a hacerle daño a Su Hijo? 3¿O bien se apresuraría a contes­tar de inmediato, diciendo: "Este es Mi Hijo, y todo lo que tengo le pertenece"? 4Ten por seguro que así es como responderá, pues éstas son Sus Propias Palabras para ti. 5Y nadie podrá jamás tener más que esto, pues en esas Palabras yace todo lo que existe y todo lo que jamás existirá por los siglos de los siglos, así como en la eternidad.


LECCIONES 361-365

Te entrego este instante santo.
Sé Tú Quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz.

1. Y si necesito una palabra de aliento, Él me la dará. 2Si necesito un pensamiento, Él me lo dará también. 3Y si lo que necesito es quietud y una mente receptiva y serena, ésos serán los regalos que de Él recibiré. 4Él está a cargo a petición mía. 5Y me oirá y contestará porque Él habla en Nombre de Dios mi Padre y de Su santo Hijo.

¿Qué me enseña esta lección?

Un broche hermoso para celebrar el trayecto final del camino. Ya sobran las palabras. Todas ellas, han sido dichas. Cada peregrino, ha ido tomando nota en su mente  y en su corazón del mensaje recibido. Es importante que cada sílaba haya penetrado hasta lo más profundo del Ser. Allí, se producirá el reencuentro. Allí, se vivirá ese instante santo en el que recordamos lo que Somos, y somos tal como nuestro Padre nos creó.

Durante estos últimos cinco días, tan solo nos queda revivir, en cada uno ellos, la visión de la Unidad con el Universo y con todo lo creado. En cada uno de ellos, ofrecemos a nuestro Padre la ofrenda del instante santo. Ese es nuestro regalo. Lo compartimos con cada uno de nuestros hermanos y de este modo lo compartimos con Dios.

Este es mi instante santo del día. En el proclamo lo que Soy, un Ser Espiritual. Uno contigo hermano. Uno con mi Padre, con Cristo y con el Espíritu Santo. En este eterno presente, expando al mundo mi mente a través de la cual emana el rayo del Amor.

Manifiesto mi condición de inocencia, mi condición de impecabilidad. Tomo consciencia de los atributos con los que mi Padre me ha dotado e invoco el Principio de la Voluntad, del Amor y de la Inteligencia, para que sean mis herramientas creadoras.

Hoy expreso mi fidelidad a la función que tengo encomendada y me entrego a la tarea de perdonar al mundo y trabajar para su salvación.

Seguiré tus pasos Padre y proclamaré tu Palabra.

Amén

Reflexión: La Salvación es imposible si no contempla a todos nuestros hermanos.

martes, 26 de diciembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 360

LECCIÓN 360

Que la paz sea conmigo, el santo Hijo de Dios. Que la paz sea con mi hermano, que es uno conmigo. Y que a través nuestro, el mundo sea bendecido con paz.

1. Padre, Tu paz es lo que quiero dar, al haberla recibido de Ti. 2Yo soy Tu Hijo, eternamente como Tú me creaste, pues los Grandes Rayos permanecen en mí por siempre serenos e imperturbables. 3Quiero llegar a ellos en silencio y con certeza, pues en ninguna otra parte se puede hallar certeza. 4Que la paz sea conmigo, así como con el mundo. 5En la santidad fuimos creados y en la santidad seguimos. 6En Tu Hijo, al igual que en Ti, no hay mancha alguna de pecado. 7Y con este pensa­miento decimos felizmente “Amén”.

¿Qué me enseña esta lección?

Hemos recorrido un largo camino, desde la primera lección, hasta alcanzar este punto del proceso de aprendizaje.

Nuestros primero pasos, titubeantes, expectantes, pero al mismo tiempo, firmes y seguros de que al final del trayecto nuestra conciencia experimentaría un gran cambio. Dejaríamos de idolatrar al ser y cederíamos la tutela de nuestra identidad en manos de nuestro verdadero Ser.

Comenzamos a caminar, creyendo ser lo que no éramos. A cada paso, hemos ido despojándonos de capas representativas de nuestros errores, apegos, miedos, hasta alcanzar el punto en el que nos encontramos. Somos un Ser transformado, con una visión renovada y con lo que es más importante, con plena consciencia de lo que Somos.

Nos encontramos en este mundo, pero ya no formamos parte de él. Tenemos un cuerpo físico, temporal, con el que nos encontrábamos identificados, pero al que le hemos dado otra función, la que realmente, tiene, permitirnos expresar y testimoniar los Atributos Divinos con los que hemos sido creados.

Nuestro mayor logro, debemos buscarlo en la nueva visión adquirida. Ahora somos conocedores de que siempre podemos ver las cosas de otra manera, y de que la mejor manera de verlas es desde la Unidad, pues somos conscientes de que no nos encontramos separados de nuestros hermanos, ni de nuestro Creador.

La visión de la Unidad, nos ha conducido a comprender que la función que ha de llevarnos a disfrutar de la Paz, de la Felicidad, de la Alegría, de la Dicha, de la Abundancia, de la Salud, de la Vida, es la de perdonar, la de Amar.

No importa lo que hagamos, lo que poseamos, la condición social que alberguemos, si no amamos, la felicidad será pasajera y transitoria. En cambio, cuando ponemos el Amor en todo lo que hacemos, entonces, recibiremos el fruto de lo que hemos dado. No podemos olvidar, que recibimos aquello que damos.

¡Hermano, qué la Paz sea contigo!

Ejemplo-Guía: " ............................................."

Esta Lección, tan solo te puedo ofrecer la invitación a que elijas por ti mismo el ejemplo-guía que deseas aportar. Alcanzado este punto, tan solo nos queda experimentar la percepción verdadera. ¿Cómo? Tú elijes cómo, pero estoy seguro, que lo harás desde tu Presencia de Ser, esto es, expandiendo la Esencia del Amor y compartiéndola con el universo.

¡Feliz camino!

Reflexión: ¡Qué la Paz sea con nosotros!

lunes, 25 de diciembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 359

LECCIÓN 359

La respuesta de Dios es alguna forma de paz. Todo dolor sana; toda aflicción queda reemplazada por la dicha. Las puertas de la prisión se abren. Y se comprende que todo pecado no es más que un simple error.

1. Padre, hoy vamos a perdonar Tu mundo y a dejar que la creación sea Tuya. 2Hemos entendido todas las cosas erróneamente. 3Pero no hemos podido convertir a los santos Hijos de Dios en pecadores. 4Lo que Tú creaste libre de pecado ha de permanecer así por siempre jamás. 5Ésa es nuestra condición. 6Y nos regocijamos al darnos cuenta de que los erro­res que hemos cometido no tienen efectos reales sobre nosotros. 7El pecado es imposible, y en este hecho descansa el perdón sobre una base mucho más sólida que el mundo de sombras que vemos. 8Ayúdanos a perdonar, pues queremos ser redimidos. 9Ayúdanos a perdonar, pues que­remos estar en paz.

¿Qué me enseña esta lección?

Hemos caído en el olvido de lo que realmente Somos. El acto volitivo de crear del Hijo de Dios, le llevó a fabricar una realidad ilusoria con la cual se identificó. Pasó de Ser Eterno, a creerse temporalmente frágil y limitado. Su visión de la vida, se resume en un breve transitar entre el nacimiento y la muerte.

Los capítulos de su vida, le hace protagonista de un personaje que viaja en pos de la felicidad, una felicidad que siempre se le acaba escapando, como si quisiera indicarle, que no es el camino que está recorriendo el que ha de llevarle a ese puerto, pues en su alforja, lo que lleva no saciará su hambre, ni su sed. Ha quedado presa de su naturaleza instintiva y sensorial y ha depositado toda su confianza en un falso amigo, la percepción.

Dejó de caminar de la mano de la Vida, de la protección de su Padre y decidió unirse a un falso aliado, el ego, el cual basa sus valores en la creencia del amargo pecado, en la pesada culpa, en el doloroso castigo, en el triste sufrimiento, en el vano sacrificio, en la escasez de la necesidad, en la demente enfermedad… Pero, con tales compañeros, el camino no goza de paz. Es imposible disfrutar de la alegría y de la felicidad, cuando para encontrarla, decidimos atacar a cuantos nos rodean, a juzgar y a condenar. A dar muerte si fuese necesario. ¿Qué corazón puede encontrar paz en este estado de ignorancia?

Hoy, una parte de la Tierra festeja el nacimiento del Cristo, el símbolo del Amor y del Perdón. Hoy es el día más propicio para recordar lo que hemos olvidado y así recuperar nuestra verdadera identidad.

Hoy es el día, en el que ese Espíritu de Luz debe nacer en nosotros con el propósito de que lo alimentemos y le permitamos crecer. Sí, hoy es el día, en el que proclamo mi Voluntad de Perdonar. Hoy sé, con plena certeza, que aquello que hemos llamado pecado, tan sólo fue un error, y el error tiene corrección.

Ejemplo-Guía: "El nacimiento del Cristo"

Dejando a un lado los matices mercantilistas con los que la sociedad de consumo está adornando la navidad, hemos de reconocer, que el Espíritu de la Navidad se deja notar en todos y cada uno de los corazones de los hombres. Es como si existiese una conexión mágica, que no alcanzamos a comprender, que nos hace vibrar de una manera especial, cuando nos hacemos sensibles al espíritu navideño.

Reconozco, que no puedo ser imparcial a la hora de hablar de la navidad. Me encuentro entre sus "fans" y respeto a todo aquel que la profunda nostalgia de sus corazones, le lleva a renegar de celebraciones que considera vanas y programadas habilmente por la sociedad consumista. Es cierto, que el espíritu de la navidad, nos invita al recogimiento y a compartir con los demás, nuestros deseos más puros y elevados. Las añoranzas de nuestros seres queridos que ya no están en este mundo, o el recuerdo de relaciones que antaño gozaron de salud y ahora son tan solo recuerdos, dejan profundas heridas que en estos días se sienten de una manera especial.

Más allá de todo ello, más allá de las percepciones que enturbian nuestra visión verdadera, debemos festejar el recuerdo de ese Espíritu que renace, cada año, en la Tierra, con el único propósito de hacernos conscientes de nuestra verdadera Identidad.

Todos somos Cristo, pero lo hemos olvidado. Todos somos Amor, pero no somos conscientes de ello. Todos somos Uno con todo lo creado, pero elegimos, la separación y la soledad.

A lo largo de estas Lecciones hemos tenido ocasión de hablar de la Visión de Cristo, lo que nos ha permitido reflexionar sobre la importancia de la función que tenemos encomendada en este mundo, la de perdonar.

Que mejor día que hoy, para expandir y compartir esa experiencia con el mundo. Celebrar el renacer de la Fuerza del Amor, ha de llevarnos a hacer real la experiencia del perdón. Miremos al mundo que nos rodea y percibamos que no hay nada que perdonar. Pasemos por alto, todo error y el error, dejará de tener significado.

Reflexión: El pecado es imposible.

domingo, 24 de diciembre de 2023

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 358

LECCIÓN 358


Ninguna invocación a Dios puede dejar de ser oída o no recibir respuesta. Y de esto puedo estar seguro: Su respuesta es la única que realmente deseo.

1. Tú que recuerdas lo que realmente soy, eres el único que recuerda lo que realmente deseo. 2Hablas en Nombre de Dios, y, por lo tanto, hablas en mi nombre. 3Y lo que me concedes procede de Dios Mismo. 4Tu Voz, entonces, Padre mío, es mía también, y lo único que quiero es lo que Tú me ofreces, en la forma exacta en que Tú eliges que yo lo reciba. 5Permí­teme recordar todo lo que no sé, y deja que mi voz se acalle, mientras lo recuerdo. 6Y no dejes que me olvide de Tu Amor ni de Tu cuidado, antes bien, ayúdame a mantener siempre presente en mi conciencia la pro­mesa que le hiciste a Tu Hijo. 7No dejes que olvide que mi ser no es nada, pero que mi Ser lo es todo.


¿Qué me enseña esta lección? 

Llega un momento en la vida del aspirante, en la vida de cada hombre, que deja de seducirle los regalos que le ofrece el mundo material. Cuando esto ocurre, podemos decir, que se produce el despertar de la consciencia a otra realidad verdadera, en la cual, lo único que nos conforta y hace sentir plenos, es la unidad con nuestro Padre.

Al igual como el guerrero, entrega sus armas, las mismas con las que ha defendido su feudo, sus posesiones, al sentirse cansado de tanta lucha, de tanta guerra, de tanto dolor, de tanta pérdida, de tanto sufrimiento, de tanta muerte, llega un día en el proceso evolutivo del ser, que deja de serlo, para convertirse, de pleno derecho, en el Ser.

No hay un límite trazado que se aplique a todos por igual. Cada uno de nosotros tenemos nuestro ritmo de crucero, pero lo que sí es de aplicación para todos, es que todos debemos alcanzar el mismo puerto, pues tan sólo hay, realmente, un solo puerto. Ese lugar común para todos, es el Amor, la Unidad y el Perdón.

No importa la edad, no importa el sexo, no importa el color de la piel, ni el lenguaje que hablemos. No importa, nuestro estado social, nuestra apariencia, no importa nuestras diferencias, pues en verdad, Todos Somos Uno en la Mente de Dios.

Cada vez que invocamos a Dios, estamos recordando nuestra verdadera identidad. Es necesario que invoquemos su Nombre y proclamemos Su Palabra, pues en el mundo de la percepción, son otras voces, otros reyes los que ocupan el trono de nuestras vidas.

Siempre aparecerá la figura de Herodes, que mandará matar a todas las criaturas recién nacidas, temeroso de que la profecía del Mesías se cumpla.

Siempre estará el Sanedrín y los falsos defensores de las leyes, que negarán la evidencia antes de admitir que la Ley del Amor está por encima de la Ley Antigua, que proclama el ojo por ojo y el diente por diente.

Hoy, quiero elevar mi mente y mi corazón hacia el Cielo e invocar a mi Padre, para que permita que la Luz del Amor, el Espíritu del Cristo nazca en cada uno de los corazones de los hombres.

Qué esa Luz, sea una sola Luz, y proteja e ilumine a toda la Humanidad.

¡Qué así sea!

Ejemplo-Guía: "Ser, o ser"

En la Lección anterior, hablábamos de la simplicidad del encuentro con la verdad. En esta ocasión, esa simplicidad se hace, igualmente, notoria, pues nuestra vida, nuestras experiencias, nos llevarán a la felicidad o al dolor, dependiendo de la elección que hagamos, de la identificación que adoptemos con la mente: Ser o ser.

Es posible que a estas altura, no nos hallamos planteado esta reflexión. El significado que extraigamos de cada una de las identificaciones, nos permitirá comprender, cuales son los efectos con los que nos encontraremos.

Por ejemplo, si al levantarnos por la mañana, con la intención de afrontar el día, nuestra mente se encuentra identificada con la personalidad "ser",  el sello característico del ego, la visión que tendremos de inicio llevará a nuestra mente a la percepción de que nos espera una dura jornada en la que nos enfrentaremos a todos nuestros miedos, a nuestras preocupaciones, a nuestras limitaciones. Comenzaremos el día desde el agotamiento. La sola visión de las cuestiones a las que hemos dado el significado al que estamos acostumbrados, se convierte en una pesada losa que nos oprime.

Pero, podemos elegir ver las cosas con la visión verdadera. Si nuestra mente nos recuerda que somos el Hijo de Dios, dotado con los mismos poderes creadores que nuestro Padre, Inocentes, Impecables, Invulnerables, Abundantes, Plenos, Sanos, Ilimitados, Santos, la vida que se nos presenta, se convierte en una inmejorable oportunidad para compartir esos principios. Nuestra voluntad se alinea con la de nuestro Creador y anunciamos nuestro deseo de que Su Voluntad, sea nuestra voluntad.Nuestra mente se guía por el ideal del servicio y damos gracias por la Presencia de Aquel cuya función es ofrecernos la Expiación para que nuestra consciencia despierte del sueño de la ilusión con la que se ha identificado. 

La visión del Ser, es unificadora, mientras que la del ser, es separadora.

¡Feliz Navidad!

Reflexión: No dejes que olvide que mi ser no es nada, pero que mi Ser lo es todo.