Iba paseando por el parque, pensando en
asuntos de..., cuando de imprevisto note que algo me golpeaba en la cabeza.
Instintivamente me lleve la mano al lugar donde sentí el golpe..., y cual no
seria mi desagradable sorpresa, un pájaro -creo que se trataba de una paloma-,
acababa de depositar sus "necesidades" en mi "azotea"
física.
Como bien expresara Richard Bach, "Nada es Azar".
Amigo mío, mira que había sitio donde depositar las
"necesidades" del pájaro, pero en ese momento pasábamos y, ¡plaf!...,
y es que hay personas con suerte...
No es difícil analizar el significado de esta anécdota, si
aceptamos que la cabeza es el órgano -entre otras muchas cosas- que nos permite
pensar. Por otro lado, las aves están en analogía con el Elemento astrológico Aire-Pensamientos
e ideas. Así pues, ambos poseen la virtud de elevarnos del mundo terrenal.
Si añadimos el tercer símbolo -las "necesidades"- y
deducimos que su significado nos lleva a pensar en lo que ya ha dejado de ser
útil para nuestro crecimiento y por ello lo desechamos, podremos concretar
uniendo todos los datos, que la anécdota nos advertía sobre el contenido de
nuestros pensamientos.
Seguro que estábamos dedicando mucha atención -era el blanco
perfecto- a un asunto que deberíamos olvidar, pues ya ha dado sus frutos y poco
provecho le podría aportar.