sábado, 14 de junio de 2014

El Tarot: "La Torre - El Ayn"

El Ayn corresponde a la decimosexta letra fuerza, y al igual como ocurría con el Daleth, el Heith y el Lamed, con el Ayn abordamos la fase de transición entre Elementos, en esta ocasión entre el Elemento Tierra y el Elemento Fuego. Debemos decir, que con el Ayn protagonizamos una de las experiencias más dolorosas y difíciles con las que se encuentra el ser humano.

La razón de lo que decimos, debemos buscarla en la dinámica descrita, ya que si en el Samekh se nos anunciaba a la conciencia que el final del ciclo había llegado, ahora, ese "consejo" se hace imperativo, pues el espíritu debe continuar su andadura creadora y no puede heredar las energías materiales, pues su origen no es material.

Por lo tanto, el Ayn es la letra fuerza que nos conduce al final de todas las experiencias materiales, es el momento en el que fruto se desprende de la semilla que encierra para que ésta tome contacto una vez más con la tierra que ha de darle cobijo y garantía de que un nuevo proceso creador tendrá lugar.

El Ayn se sitúa debajo del Zain. Recordemos que esta letra fuerza aparecía como el canal por el cual se exteriorizaban los sentimientos y deseos. Pues bien, el Ayn realiza funciones 2º He con respecto al Zain, o lo que es lo mismo, es el fruto de estas expresión emotiva. Con ello debemos entender, que el resultado de toda proyección emocional debe conducirnos al desapego voluntario y consciente de todo lo material. El deseo debe servir para causas espirituales, debe ser expresión de amor unificador, de amor desinteresado. ¿Acaso conoces otra fuerza que no sea el Amor, que nos lleve al desapego?.

El Séfira que rige esta letra fuerza es Netzah, el centro de la Belleza, del Verdadero Arte de la Existencia. Toda idea de compartir subyace en la enseñanza de este Centro, por lo tanto, el Ayn debe convertirse en el canal por el cual adquirimos la virtud interna de Pacificar, de Unificar, está claro que para lograr este objetivo debemos estar libres de apegos y tendencias egoístas dictadas por nuestro cuerpo emotivo.

Zodiacalmente se traduce como la fase de transición entre Virgo y el signo que da comienzo al nuevo ciclo, Aries.
En el Tarot, se corresponde con el Arcano nº 16, conocido por la Torre Fulminada. La simbología que se expresa en esta lámina representa maravillosamente la idea transmitida.

Vemos una torre decapitada por un rayo, lo que provoca la precipitación al vacío de dos personajes que se encontraban en la cima. Se trata de los personajes que descubríamos en el Arcano anterior, atados a la piedra del destino. Cuando no realizamos el trabajo de desapego, es decir, cuando no aceptamos voluntariamente bajarnos de nuestras posesiones materiales, entonces, las exigencias del destino lo hará por nosotros, provocando una circunstancia kármica en nuestra vida que nos llevará a abandonar involuntariamente aquello que no estábamos dispuestos a abandonar.

Por lo tanto, si el Ayn aparece en el tiraje supondrá que una experiencia material ya no cuenta con energía suficiente para mantenerse, por lo que haremos bien poniéndole fin de un modo consciente. Debemos estar dispuestos a proyectar nuestras iniciativas al abandono de hábitos, sentimientos, ideas y actitudes que son añejas y deben ser renovadas.

viernes, 13 de junio de 2014

El Tarot: "El Diablo - El Samekh"


Con el Samekh, la decimoquinta letra fuerza, alcanzamos la etapa final del ciclo de los elementos. La energía que surgió como una chispa emanada en la etapa Aries-Aleph, culmina su proceso, tras un largo recorrido, en la fase Samekh-Virgo.
Ya veíamos en la etapa anterior, Noun, el peligro que acecha al alma humana. La experiencia de perpetuar la felicidad material no es el objetivo de la vida, sino la de adquirir y acumular experiencias que nos acerquen cada vez más a la perfección.
Cuando abordamos los dominios del Samekh, la luz que se encontraba profundamente enterrada en la materia, se exterioriza y se produce una potenciación de la imaginación. El hombre escrutará e intentará comprender desde un punto racional el porqué de las cosas, convirtiéndose en un incansable investigador de la verdad que se esconde en el mundo de las formas. Podemos decir, que la materia se convertirá en una fuente de inagotable conocimiento.
En el ciclo zodiacal, el Samekh está bajo la regencia del signo Virgo y siguiendo la dinámica del signo Vav del elemento Tierra, podemos esperar que el individuo sienta la necesidad de abandonar cualquier apego que lo mantenga prisionero del mundo de los goces materiales.
Por otro lado, a nivel sefirótico, el Samekh queda bajo la regencia de Tiphereth, el centro dador de la conciencia. De esta relación debemos concluir, que nos encontramos ante una vivencia que enriquecerá nuestra conciencia a través de la vía de la experiencia. La persona sabrá dilucidar la verdad con una excelente lucidez.
La lámina del tarot que representa esta etapa es el Arcano Mayor nº 15 que lleva el nombre de el Diablo. La simbología del Arcano no presenta a un diablo que se yergue sobre una piedra cónica, con dos figuras humanas desnudas atadas a esa piedra con una cuerda anudada alrededor de sus cuellos. Ese encadenamiento nos sugiere la situación descrita anteriormente, en la que referíamos como el hombre, la voluntad, se encuentra prisionera de las realidades materiales y a las fuerzas superiores.
Cuando este Arcano aparece en el tiraje, debemos decidir poner fin a un ciclo que termina y disponernos para afrontar nuevas fuerzas que deben abrirse paso entre las viejas tendencias que nos ha mantenido en una situación de seguridad. Se producirán circunstancias de las que sabremos extraer importantes verdades que enriquecerán nuestras vidas. Podemos entregarnos a un proceso de selección, de investigación, de análisis, tras los cuales sacaremos conclusiones muy valiosas para nuestro crecimiento espiritual.
El final de todo ciclo, es el momento propicio para sacar conclusiones de las acciones acometidas. El Samekh pondrá ante nuestras vidas, el libro contable de nuestros "debes y haberes". Si nuestras acciones han propiciado la unidad y la estabilidad, ahora, nuestra mente se iluminará con la evidencia de la Unidad Cósmica y nuestra conciencia se abrirá a planos hasta ahora desconocidos. Ahora bien, si de nuestras acciones han dado pie a la semilla de la desarmonía y la división, esa misma energía adquirirá rostro y tendremos que darle cabida en nuestra vida, al objeto de restituir nuestros errores. Diremos pues, que el Samekh no permitirá liquidar nuestras deudas kármicas.

jueves, 12 de junio de 2014

El Tarot: "La Templanza - El Noum"


El Noun corresponde a la decimocuarta letra fuerza, y en esta fase del camino debemos anunciar un sutil peligro. Ya hemos dicho que con el Mem, el hombre se disponía a construir los pilares de nuestra sociedad estructurando para ello las edificaciones que sean necesarias.
Bien, en el momento que afrontamos con el Noun, esa voluntad se interioriza, es decir, se personaliza, y aquello que era una construcción sin nombre y apellidos, ahora pasa a ser una edificación con plena identificación y personalidad. En ese proceso, la consciencia que ya se encontraba identificada con el mundo de lo material, se densifica aún más, llevándonos a olvidar por completo nuestra procedencia espiritual, y si se trata de una experiencia, la misma se convertirá en un obstáculo que debemos saber sortear para no quedar prisionero de ella.
A la vista de una proyección mundana, el Noun será portador de resultados muy satisfactorios, ya que representa la materia en plena fase de maduración y perfeccionamiento. Pero al igual como es lícito saborear las mieles del fruto cuando éste llega a su apogeo, igualmente es comprensible que pretendamos gozar de lo construido. Pero tan sólo una advertencia, actuemos al igual que lo hace el fruto, es decir, debemos convertirnos en nuevas semillas para dar continuidad a la creación, de lo contrario, quedaremos estáticos y nos convertiremos en rezagados.
Zodiacalmente, el Noun está representado por el signo de Tauro, y sefiróticamente, es Gueburah quien ejerce su influencia. De este Séfira recibe el impulso que lleva a esta Fuerza a proceder con individualismo y espíritu separador. Pero igualmente, será de este Séfira que deberá sacar el coraje necesario para romper los apegos.
En el Tarot, el Noun se corresponde con la lámina nº 14, llamada La Templanza. Representa la figura de un Ángel quien sostiene en sus manos dos jarras, depositando el contenido de una de ellas en la otra. Se trata de los fluidos acuosos del He-Agua-Emoción. El Noun actúa como canal-receptáculo de las energías del He, es decir, se convierte en la parcela donde las emociones, los deseos se hacen más firmes, identificándose con una causa que le aporta satisfacción, de ahí que resulte tan difícil el desapego de los placeres mundanos. El control de los deseos nos permite adquirir la virtud de la Templanza, es decir, nos dota de la capacidad de controlar el potencial de nuestras emociones de modo que estas al expresarse en el mundo no sean portadoras de desorden y caos.
En el terreno adivinatorio, cuando esta lámina aparece en el tiraje debemos tener presente que de tratarse de asuntos de orden material, el resultado será totalmente satisfactorio. Si por el contrario nuestra pregunta está encaminada a asuntos de orden espiritual, debemos saber que nos anuncia que existe una gran distancia en los objetivos que perseguimos y la situación que nos rodea. 

miércoles, 11 de junio de 2014

El Tarot: "La Muerte - El Mem"

El Mem corresponde a la duodécima tercera letra fuerza, y al igual como ocurre con el Aleph, el He y el Teith, la fuerza predominante es el Yod, ya que su protagonismo nos lleva a iniciar los trabajos del Elemento Tierra, es decir, el Mem (letra madre) nos lleva a ser los sembradores de las experiencias de orden práctica.

Ya hemos dejado atrás la fase en la que nos acercábamos a la realidad a través de los sentimientos o del pensamiento. Ahora, nuestra voluntad nos impulsará a ser los brazos ejecutores de la realidad a nivel concreto. Por lo tanto, estamos ante un papel estelar, es más, es el momento de utilizar toda nuestra capacidad y aprendizaje para llevar a cabo la tarea esencial para la que hemos encarnado en este mundo, crear en la tierra a imagen y semejanza de las leyes del cielo. ¿Cuáles son esas leyes?, sencillamente las que se encuentren integradas en nuestra conciencia. El concepto bueno o malo, deja de tener sentido. Será el resultado de nuestras acciones quien nos advierta sí estamos en el camino correcto para nuestra evolución.

Existen claves que nos indicarán si las fuerzas con las que estamos construyendo son las apropiadas. Si construimos y nuestra obra se derrumba, debemos pensar en las causas que origina esa situación. Ese es nuestro papel estelar. Aprender.

En el Mem se dan cita los cuatro Séfiras primordiales. Hemos dicho que es el Yod del Elemento Tierra, por lo tanto se encuentra bajo la influencia de Kether. Al situarse debajo del Daleth (2º He-Yod) actuará como su He inmediato, es decir, si Hesed era la Tierra Paradisíaca que Dios pone al servicio del hombre, el Mem será esa Tierra en estado de perfeccionamiento. Ya sabemos lo que le sucedió a la humanidad en el Paraíso. Ahora con el Mem tendrá la oportunidad de restituir esa condición perdida de pureza original, y debe hacerlo construyendo en la Tierra con las pesas y medidas con las que se rige el Universo.

Por otro lado encontramos la influencia de Binah, ya que la correspondencia del Mem a nivel zodiacal es Capricornio, signo regido por Binah. De este signo y este Séfira, el Mem adquiere su especial virtud de construir.

Por último, al vincularse con el Elemento Tierra, queda bajo la regencia de Hesed, Séfira que gobierna sobre dicho Elemento. Por todo ello, podemos decir, que el Mem une todas las potencialidades que la Divinidad dispone en el Hombre, para hacer que cada acto se convierta en una acción creadora.

En el Tarot, el Mem está representando al Arcano 13, llamado La Muerte. Debemos decir, que el concepto muerte de esta lámina se ha tomado muy literalmente a la hora de emitir juicios interpretativos. Desde el punto de vista cabalístico obtenemos otro enfoque más interesante.

La muerte a la que se refiere este Arcano hace referencia al alejamiento que se produce desde que el Propósito comenzara su andadura en el Elemento Fuego, hasta alcanzar la fase de madurez y cristalización en la fase de Tierra. Ocurre al igual que al recién nacido. El espíritu deja el Mundo Espiritual para proyectar su consciencia en el nuevo ser, es decir, en el mundo material. Podemos decir, que ha muerto para lo espiritual, pero sin embargo supone un nacimiento para lo material.

Esa muerte es de tipo espiritual, y por lo tanto cuando esta lámina aparece en nuestro tiraje, debemos interpretarla como una etapa donde nuestra conciencia se identificará con el mundo de las formas, de lo práctico, dejando de lado otros valores más elevados y éticos.

Desde el punto de vista de un proyecto material, la aparición de este Arcano nos garantiza que contaremos con los materiales necesarios para poder llevar a cabo el propósito que nos mueve.

La lámina nos muestra la figura de un esqueleto que recolecta del suelo partes del propio cuerpo, con la intención de dar forma a una nueva estructura. Esa imagen nos aporta las claves para comprender que se trata de una voluntad orientada a reunir todos y cada uno de los materiales precisos para realizar la obra.

martes, 10 de junio de 2014

El tarot: "El Colgado - El Lamed"


El Lamed es la duodécima letra fuerza y al igual como vimos en el Daleth y en el Heith, representa la fase de transición entre elementos, en esta ocasión, entre el Aire y la Tierra, es decir, entre lo teórico y lo práctico.

El Lamed, trabaja en la segunda fila de letras del alfabeto, realizando funciones Vav, lo que lo sitúa bajo la influencia de Binah-Ley. Pero igualmente, le vemos debajo del Guimel, letra que realiza funciones Vav en la primera fila de letras, expresando las cualidades de la esencia divina. Por lo tanto, el Lamed se convierte en el 2º He del Guimel, esto es, en el resultado de la manifestación divina.

¿Cuál es entonces el trabajo del Lamed?. Sencillamente se convierte, por un lado, en el punto del camino en el que el alma decide llevar a la práctica sus ideas y teorías, y lo hace, no por capricho, sino porque es la voluntad de nuestra divinidad, el expresar en la tierra las leyes del cielo. Por lo tanto, con el Lamed se desarrollarán importantes trabajos que podríamos encuadrar en el marco del "laboratorio", es decir, experimentamos, para comprobar que lo que pensamos se puede llevar a la práctica.

En el Orden Sefirótico está bajo la tutela de Binah-Ley-Sacrificio. Esta fuerza hará que tengamos que sacrificar parte de nuestras ideas para que alguno de nuestros proyectos pueda llegar a buen fin. En la etapa anterior, la fuerza de nuestro pensamiento nos ha llevado de un lado para otro, y hemos establecidos muchos compromisos. Ahora tendremos que atender la demanda que nos llegue de esos lazos que hemos dejado en el camino, y quizás muchos de los proyectos compartidos puedan verse abortado.

En el orden zodiacal, se expresa la transición entre Géminis y Capricornio.

En el Tarot, representa el Arcano nº 12, conocido por el Colgado o el Ahorcado. Su simbología describe a un hombre colgado en un árbol por una pierna, encontrándose boca abajo. Muchos han querido ver en esta lámina la idea de castigo, de pago de culpa, pero si seguimos la idea que nos aporta las influencias sefiróticas, debemos ver otro matiz interpretativo, ya que el hecho de que esté boca abajo, es decir, proyectando el contenido de su cabeza hacia la tierra nos indica que es el pensamiento el que debe convertirse en acciones concretas.

Por lo tanto, cuando este Arcano aparece en el tiraje, debemos prepararnos para abandonar muchas iniciativas de tipo mental y para entregarnos en el terreno práctico, pero debemos hacerlo con cautela, ya que podemos caer en la tentación de pensar que lo sabemos todo, y encontrarnos que las cosas son muy diferentes a como habíamos pensado.

Existe en la simbología expresada por el Arcano detalles que confirman el trabajo descrito en esta lámina. Por un lado, una de las piernas cruza formando una cruz sobre la otra. La cruz es el símbolo del cuaternario, del mundo material.

Por otro lado, los brazos del hombre forman un triángulo invertido. Esta figura queda bajo la tutela de Binah-Vav-Pensamiento. al encontrarse orientando su punta hacia la tierra, nos revela igualmente la teoría descrita anteriormente.

lunes, 9 de junio de 2014

El Tarot; "La Fuerza - El Khaf"

El Khaf es la undécima letra fuerza y su manifestación debemos describirla como la continuación de los trabajos emprendidos en su fase de inicio por el Teith (semilla del pensamiento), continuados por el Yod (interiorización del pensamiento) y ahora culminado por el Khaf, es decir, exteriorización del pensamiento.

El Khaf, en la tabla alfabética, se sitúa debajo del Beith, letra fuerza que, como ya vimos, representa la primera interiorización de la esencia divina, es decir, actúa como fuerza He.
Hemos dicho que el Khaf representa la fase de exteriorización del pensamiento, por lo cual, realiza funciones Vav dentro del Elemento Aire. Podemos decir, igualmente, que el Khaf es la puerta de salida de las fuerzas contenidas en el Beith, es decir, es el Vav de dicha Fuerza.

Si esto es así podemos determinar, que la fuerza moral interiorizada en el Beith se expresa de un modo consciente a través del Khaf, o lo que es lo mismo, la fuerza de la palabra se convierte en canal de expresión de nuestra consciencia. Quizás ahora podamos comprender el dicho, "no envenena lo que entra en el cuerpo, sino lo que sale".

El Khaf sefiróticamente está expresando las cualidades de Hochmah, dentro del segundo ciclo de letras, regido éste igualmente por Hochmah. Por lo tanto, la doble influencia de este Séfira, llevará al Khaf a manifestar a través de la expresión del pensamiento el potencial del amor.

Zodiacalmente representa al signo de Géminis. En el Tarot, el Khaf está representado por la lámina nº 11, la Fuerza. En la simbología que se describe en este Arcano, observamos una mujer abriendo sin esfuerzo las fauces de un león. Ese animal representativo del signo de Leo, ha llevado a muchos estudiosos a confundir la correspondencia zodiacal de esta lámina. Desde el punto de vista cabalístico, ya hemos visto como el Khaf se encarga de dar salida de un modo "controlado", razonable y comprensiblemente las energías que se encierra en el Beith-Leo. De ahí la representación de la lámina.
La idea de "fuerza" que se expresa en este Arcano debemos entenderlo como el poder que se atribuye a la expresión del pensamiento para movilizar la fuerza interna de nuestra conciencia. Si nos ponemos a pensar por unos instantes sobre el inmenso poder que tiene la expresión del pensamiento, sea hablado o escrito, comprenderemos que ninguna otra fuerza es comparable. Cuando al hablar o al escribir, damos salida a nuestra fuerza interna, es decir, cuando hablamos de las verdades que tenemos integrada en nuestra conciencia, somos capaces de mover a las masas, de convencer.

Cuando aparece esta lámina en el tiraje debemos esperar un especial protagonismo en el sentido de querer expresar en la sociedad nuestros pensamientos. Tan sólo nos moverá el propósito de expresar nuestras ideas, así que nos meteremos en muchas empresas e iniciativas. Como es evidente, dependerá de nuestra conciencia, para determinar si nuestro pensamiento defenderá los altos valores, o por el contrario, se pondrá al servicio de causas injustas.

domingo, 8 de junio de 2014

El Tarot: "La Rueda de la Fortuna - El Yod"

El Yod, corresponde a la décima letra fuerza y desde mi visión particular, representa uno de los mayores misterios que podemos encontrar con relación al Tarot.

En el Yod confluyen una variopinta gama de fuerzas. En primer lugar estamos obligados a decir, que representa un retorno a la unidad. Si sumamos los dos número que lo forman, comprobaremos que obtenemos la unidad. Si nos fijamos bien, es el primer número de dos cifras, y si le añadimos que supone un retorno al inicio, obtendremos que su principal trabajo se centrará en la tarea propia de Iniciar, aunque en esta ocasión ese impulso no es inconsciente como ocurría en el Aleph, sino que tiene una finalidad, la de ser ejecutores activos de la obra creadora.

No podemos obviar, que el nombre Sagrado de Jehová, está compuesto por el Yod como letra fuerza inicial, indicándonos que todo trabajo de creación, requiere la voluntad interiorizada, es decir consciente, de crear.

Jeroglíficamente, el Yod está representado por el dedo índice en actitud de mando. No se trata de un imperativo caprichoso, sino una disposición activa a ejecutar el trabajo de creación.

Ese trabajo de interiorización se produce a nivel mental. Ya vimos que en la etapa anterior un nuevo elemento cósmico adquiría protagonismo, el pensamiento. Con el Teith se iniciativa el trabajo de equilibrio, de unificación propio tras haber superado la etapa de los sentimientos. Ahora en el Yod, esa semilla mental se interioriza llevándonos a comprender las leyes que rigen la dinámica cósmica, a conocer el porque de las cosas, lo que nos llevará a actuar en sintonía con esa comprensión.

Si hacemos un alto en el camino, y nos paramos a analizar las diferentes rutas que nos llevan al Yod-10, obtendremos, sin duda alguna, una información muy particular de los trabajos que debemos realizar para ser co-protagonista consciente de la creación.

Hemos dicho que con el Yod tiene lugar la experiencia de iniciar en fase He, esto es, en fase interiorizadora. Si el He es el Principio Primordial del Amor, podemos traducir entonces el trabajo del Yod, como una voluntad proyectada hacia la implantación del Amor. Zodiacalmente, esta letra está regida por el signo Acuario, cuya expresión se puede resumir como la comprensión del Amor Divino llevándonos a proclamar el Amor Universal en nuestras relaciones.

Para alcanzar la cifra 10, podemos hacerlo de 9 maneras diferentes:

1 + 9; 2 + 8; 3 + 7; 4 + 6; 5 + 5; 6 + 4; 7 + 3; 8 + 2; 9 + 1.

Si tomamos las claves ya descritas para los número básicos comprendido del 1 al 9 y lo aplicamos en la relación anterior, podemos extraer una importante información, pero la más significativa nos lleva a la conclusión que el 10 se presenta como una meta vital en nuestra evolución. No es casualidad que los Séfiras que conforman el Árbol Cabalístico sean diez, y que el que corresponde con ese número sea precisamente Malkuth, representación del Mundo Material.

El hombre-mundo material-10, está estrechamente relacionado con el trabajo del Yod. Ese trabajo consciente de crear, pero crear simboliza actuar de acuerdo a las Leyes Divinas. Por lo tanto, tomemos el camino de cualquiera de las combinaciones antes expresadas para alcanzar el nivel 10, siempre, la meta final será tomar consciencia de nuestras fuerzas creadoras y hacer uso de ellas para que de este modo nuestra consciencia se enriquezca con el fruto de la obra realizada.

En el tarot, el Yod representa a la Rueda de la Fortuna. En esta lámina observamos como se produce una dinámica de importantes cambios. Así vemos como una figura es precipitada en la rueda de la vida, mientras que otra se eleva hacia la cúspide. Se trata del verdadero cambio que se produce cuando conseguimos superar el oscuro mundo de las emociones, que nos mantienen prisionero del individualismo, y damos paso en nuestra vida a otros valores mucho más sólidos, los que se fundamentan con la fuerza del pensamiento.

Podemos decir, que cuando el Yod aparece en nuestro tiraje, se producirá una situación que anuncia importantes cambios, pero seamos conscientes de que estos cambios han sido producidos por nuestro trabajo interno. Ya han dejado de interesarnos ciertas cosas a las que antes dábamos valor, para orientar nuestros pasos hacia metas donde se abrirán nuevas oportunidades e iniciativas.