sábado, 6 de febrero de 2021

Astrología Cabalística: El Lenguaje Astrológico (II)

NOMENCLATURA Y SIMBOLOS DE LOS PLANETAS

En siete Días Cósmicos o de Manifestación, programó Elohim su Obra. Su propósito es el común a todo lo creado, evolucionar. Entre su posición en la gran escalera de la evolución y el último peldaño, aún existen Seis Planos de Conciencia. La meta es fundirse con el ABSOLUTO. Su peldaño inmediatamente superior está habitado por los Zodiacales. Ante esa necesidad de progreso, Elohim hace uso de su poder creador, y de sí mismo, de ese inmenso océano de Luz, emergen numerosas chispas de Vida, conocidas como Espíritus Virginales.
La creación del hombre en estado germen tuvo lugar, pero su manifestación física, tal y como la conocemos hoy día, no se produjo hasta el Cuarto Día de la Creación, en el cual nos encontramos en la actualidad. Paralelamente a este proceso de condensación de lo que nació como un germen de luz hasta alcanzar el estado de cristalización actual, los diferentes planetas que forman nuestro Sistema Solar, también emergieron en el Principio como Chispas de Luz, llevándose a cabo su evolución en el Sol, vehículo físico de Dios.
Hubo un momento en el proceso de la evolución de la conciencia, dentro de ese Sol, en el que las Oleadas de Vida evolucionantes se estacaban, produciéndose un endurecimiento que hacía peligrar su progreso futuro. Así fue como se hizo necesario que cada planeta se fuese desprendiendo de ese Sol y situados a la distancia necesaria para que los seres que evolucionan en cada uno de ellos, puedan continuar su proceso.
Debemos conocer, que cada planeta cuenta con un Espíritu de alta evolución que dirige y guía a los seres que tiene a su custodia. Igualmente debemos saber, que el orden que presentan los planetas con respecto a la distancia que los separa del Sol, no es casual, ya que están dispuestos según el grado de cristalización adquirido dentro de la masa solar. Siguiendo esta idea, diremos que con excepción de Júpiter, donde se dieron condiciones especiales, los planetas más evolucionados y por tanto los seres evolucionando con ellos, son los que más cerca están del Sol, debido a que almacenan una mayor cantidad de calor, luz –conciencia-.
Cada planeta debemos entenderlo como la manifestación de un estado de conciencia. Ya hemos hablado de doce estados de energías/conciencia conocidas por Zodiacales. Ahora diremos, que los planetas son los embajadores ejecutivos de estos doce estados. Más adelante veremos, como sin la colaboración de los planetas, las energías de los signos no llegarían a nuestra conciencia. Podemos decir, aplicando la ley de analogía, que los signos son los materiales para la obra, y los planetas los obreros especializados que mezclándolos, construyen el edificio de la vida.
Ambos, signos y planetas, encuentran una clasificación dentro del gran esquema divino conocido como Árbol Cabalístico.
Los planetas, al igual como ocurre con los signos pueden ser clasificados en:
  • Planetas Positivos: los que en el Árbol Cabalístico se sitúan en la columna de la derecha (Neptuno, Urano, Júpiter y Venus).

  • Planetas negativos: los que en el Árbol Cabalístico se sitúan en la columna de la izquierda (Plutón, Saturno, Marte y Mercurio).
El Sol y la Luna se consideran positivos o negativos dependiendo de su relación con los demás planetas.

Esta clasificación de planetas "positivos" o "negativos", está basada en la observación de los efectos, sin embargo, si juzgamos a un planeta como maléfico, independientemente de su situación y relación en la Carta Astral, estaremos precipitándonos y pecando de ignorancia, ya que, como hemos dicho, cada planeta está habitado por una Jerarquía Espiritual, embajadores de la divinidad. Ellos son los encargados de enseñarnos a utilizar las diferentes herramientas con las que Dios construyó el Universo. Así debemos acercarnos a Ellos, con todo el respeto y amor del mundo, pues son nuestros mejores Maestros.
Una clasificación que bien nos puede ser útil para la aplicación de este estudio, es la que nos describe a los planetas como rápidos: Luna, Mercurio, Venus, y lentos: Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. En masculinos/Activos: Sol, Marte, Júpiter, Saturno, Neptuno y Plutón, o en Femeninos/Pasivos: Luna, Venus y Neptuno. Mercurio es neutro.

SIGNIFICADO DE LOS SIMBOLOS PLANETARIOS

Puede parecernos caprichoso el modo en como suelen presentarnos dibujado los planetas, sin embargo, nada más lejos de eso. Tres figuras aparecen representadas en cada símbolo:
  • El círculo, símbolo del espíritu-mente.
  • El semicírculo, símbolo del alma-imaginación, y
  • La cruz, símbolo de la materia.
Cuando combinamos estas tres figuras, aparecen los gráficos conocidos. En la medida en que se dispongan, se podrá determinar si la especialidad del planeta es espiritual, emocional o material.
El Sol es el planeta que simboliza el Principio de la Vida, lo Esencial, lo básico, el Espíritu, la Voluntad, el Poder Espiritual.
Cuando añadimos la cruz al círculo, aparecen dos planetas de cualidad contraria. Si la cruz está por encima del círculo, nos encontramos con Marte . En él, lo material prevalece sobre lo espiritual. Es el planeta de los deseos materiales, del egoísmo.
Si la cruz aparece por debajo del círculo, tenemos a Venus . En él vemos como lo espiritual domina a lo material, la sensibilidad, el arte como expresión del espíritu, se encarna en lo físico.
La Luna el planeta de la imaginación, está representado por el semicírculo, que como hemos dicho, se refiere al alma.
Cuando el semicírculo está por encima de la cruz, queda representado el planeta Júpiter , el cual expresa que los valores anímicos, prevalecen sobre los materiales. Es el poder ejecutivo, en el sentido de que los principios acumulados en el alma, se proyectan sobre los asuntos físicos.
Si la cruz queda por encima del semicírculo, es Saturno quien encarna esta figura. En esta ocasión, los asuntos materiales tienen prioridad a los anímicos: materialismo.
Igualmente, encontramos planetas que combinan los tres elementos. Mercurio es uno de estos planetas. En él, el semicírculo prevalece sobre el círculo, y ambos a su vez sobre la cruz queriéndonos indicar con ello, que la imaginación, lo perceptivo y emocional, lo espiritual, están por encima de lo material.
En cuanto al resto de los planetas, sus gráficos no representan la simbología transcendente. Estos planetas, llamados igualmente transpersonales, están representando los valores superiores del ser humano. En ellos, el círculo debería quedar por encima del semicírculo, y ambos por encima de la cruz. Sin embargo, se han adoptado una simbología que carece de significado oculto.

Astrología Cabalística: "El Lenguaje Astrológico" (I)

La astrología desde el punto de vista espiritual va más allá de ser una ciencia común, fundamentada en cálculos matemáticos. Cada símbolo, cada elemento, cada relación, cada fórmula, cada ley, debemos entenderla como trazos de un alfabeto, con el que Dios, el Supremo Creador, se comunica con su propia creación, el Hombre.

Así pues, debemos acercarnos al estudio de la astrología con el respeto que merece la relación sagrada del hombre con Dios. Si aprendemos a identificar cada uno de esos gráficos simbólicos que se recogen en los Mándalas astrológicos y profundizamos en su interpretación, conoceremos, sin duda, la respuesta que nos plantea la vida, conoceremos, en definitiva, la ruta que hemos de recorrer en virtud del camino ya recorrido.
Como ocurre con el estudio de todo lenguaje, lo primordial, lo básico e imprescindible para lograr más tarde poder componer y leer cualquier escritura, es aprender el alfabeto, y este capítulo está dedicado a este propósito.
En el principio de los tiempos, cuando Elohim, el Ser Supremo, se propuso llevar a cabo su Obra Creadora dando lugar a un Sistema Solar que sirviera de marco evolutivo a las diferentes Oleadas de Vida que lanzaría al mundo, recibió la ayuda de Grandes Jerarquías de Luz cuyo estado evolutivo era un peldaño más elevado que el Suyo. Siguiendo una Ley Cósmica por la cual, lo superior ha de servir siempre a lo inferior, estas Grandes Jerarquías, conocidas en términos esotéricos como Zodiacales, tuvieron que reducir, atenuar, el tono de su Luz, al tiempo que Elohim, hizo un trabajo de adaptación para poder construir con las elevadas vibraciones de la Energía. De esta unión, surgiría el universo que hoy conocemos.
En aquellos albores, todo era energía en estado de Caos, por lo que Elohim desplegó un Plan Organizador y estableció un orden. Siete Días Cósmicos de Manifestación fueron proyectados y la energía fue desplegada según sus características primordiales. De este modo aparecieron Cuatro Elementos Básicos. La Divinidad, representante de la Unidad, se expresó, no obstante, en su manifestación Trina. Tres principios creadores se activaron, adoptando cada uno de ellos una función en particular. Estos Principios se conocen en términos cabalísticos como Kether, el Yod Primordial, para definir el impulso motor de la Voluntad; Hochmah, el He Primordial, para determinar el impulso interiorizador del Amor, y por último, Binah, el Vav Primordial, para expresar el Principio exteriorizador, estructurador de la ley. Cada Elemento adoptaría esta disposición, de modo que aparecieron tres estados diferentes de expresión para cada Elemento –cardinal, fijo y común-.
Así fue como Elohim contó para llevar a cabo su Magna Obra con Doce Esencias Zodiacales. En cada una de estas, están trabajando distintas Jerarquía Espirituales. Estas Entidades han colaborado directamente con el Dios de nuestro Sistema Solar, y podemos considerarlas Guías de las diferentes Oleadas de Vida –humana, animal, vegetal y mineral- que se encuentran evolucionando en la actualidad.
En un momento determinado de dicha evolución, el hombre, que estaba estrechamente vinculado con la divinidad y con dichas Jerarquías, necesitaba alcanzar su propia conciencia individual. Así fue, como se fueron perdiendo los lazos de comunicación directa, y aparecieron otros trazos en la relación. El hombre investiga por sí mismo los fenómenos que se producen en la naturaleza y los relaciona con las Fuerzas Cósmicas que percibe en el exterior. Es el comienzo de la astrología científica. El tránsito del astro rey, el Sol, en una determinada época en el tiempo, les lleva a expresar un tipo de energía particular que comparan con la del carnero bravío. El cielo, las fuerzas cósmicas, son percibidas por el hombre interiormente. Este es el verdadero significado de la astrología. Dios está latente en cada hombre, y es misión de éste, conocerse a sí mismo y conocer a la divinidad.
Sin embargo, no todos los hombres se alejaron tanto de la divinidad olvidándose así de su estirpe espiritual. Aquellos que permanecieron fieles a los Principios Divinos, que no se desviaron de la "Senda de la Iniciación" cultivaron el saber divino y lo custodiaron celosamente en los Templos de Misterios, a los cuales, tan sólo accedían, aquellos aspirantes sinceros que eran capaces de superar las duras pruebas y tribulaciones a las que se les sometía. En estos Templos Sagrados, el hombre se encontraba en comunión con Dios, y trabajaban arduamente para ser colaboradores conscientes en la Obra de la Existencia.
Así, el conocimiento verdadero ha viajado herméticamente en el tiempo. Su contenido, ha sido un alimento selecto y exclusivo para los elegidos. En el Principio fue transmitido a través del Verbo, ese instrumento superior utilizado por los seres con capacidad creadora para comunicar al mundo las verdades transcendentes, y finalmente, el conocimiento de la Ley fue tomando cuerpo para formar parte de una tradición escrita, que erróneamente algunos investigadores pretenden endosar a un autor u otros, sin ver más allá de los ropajes materiales, que ese conocimiento está inscrito en todos y cada uno de los hombres.
Habíamos dejado al hombre escrutando el cielo, el firmamento, y registrando el fruto de sus observaciones en planillas de arcillas, pues su propósito era comprender el significado de esos mensajes que la Divinidad ponía a su alcance cuando la naturaleza le daba frutos o llegaban las lluvias para fecundar la tierra y aumentar el caudal de los grandes ríos.
¿Por qué estos acontecimientos coincidían con ciertos eventos cósmicos?. ¿Por qué esa necesidad de apareamientos en los animales cuando llegaban los primeros brotes de las hojas en los árboles desnudos?.
Esa inquietud, le llevó a buscar respuestas, mientras que aún recordaba, ya casi sin nitidez, lo que los Grandes Guías le enseñaban.
Parte de esas Enseñanzas se recogen en las costumbres de los pueblos primitivos por festejar en ciertas épocas del año, el culto a los Dioses, sacrificando animales u ofrendándoles con frutos de la naturaleza. No es casual que estas celebraciones coincidiesen con los cuatro eventos cósmicos conocidos en términos astronómicos con el nombre de Equinoccios y Solsticios. Para el hombre primitivo, estos fenómenos que se producían en los cielos, le invitaba a realizar importantes trabajos ritualísticos en los que cada acto, cada movimiento, le conectaba con los Guías Espirituales.
Todo ese conjunto de enseñanzas, fue recogido en símbolos iniciáticos, y como resultado de ello, aún hoy día, el astrólogo los utiliza para sintetizar el lenguaje de los diferentes elementos que participan en la astrología. Estos son los Signos, los Planetas y Aspectos.

NOMENCLATURA Y SIMBOLOS DE LOS SIGNOS

El hombre primitivo advirtió que las influencias que ejercía la naturaleza cósmica sobre la naturaleza humana, debido al tránsito del Sol por la posición de ciertas estrellas fijas, estaba en analogía con las características que se expresaban en ciertos animales. Así fue como el astrólogo primitivo recibió por inspiración, la estrecha relación existente entre las Fuerzas Cósmicas y la naturaleza manifestada –hombre o animal-.
De los 12 Signos, 8 están representados por animales (Aries, Tauro, Cáncer, Leo, Escorpio, Sagitario, Capricornio y Piscis), 3 por forma humana (Géminis, Virgo y Acuario), y 1 por forma inanimada (Libra).
En el Zodiaco constituido, los signos siguen el siguiente orden: Aries (^), Tauro (_), Géminis (`), Cáncer (a), Leo (b), Virgo (c), Libra (d), Escorpio (e), Sagitario (f), Capricornio (g), Acuario (h) y Piscis (i).
En cambio, en el Zodíaco Constituyente, el orden sigue el patrón adoptado en el proceso de la creación, es decir, primero apareció el Fuego - Aries (^), Leo (b) y Sagitario (f), posteriormente lo hizo el Agua - Cáncer (a), Escorpio (e), y Piscis (i), a continuación el Aire - Libra (d), Acuario (h) y Géminis (`), y por último, los signos de Tierra -Capricornio (g), Tauro (_) y Virgo (c).
Hemos advertido al hablar del trabajo creativo de Elohim, que para poder realizar u Obra, tuvo que ordenar el Caos de energías con el que se manifestaban los Zodiacales. Este ordenamiento, se recoge en el Mándala conocido por Zodiaco Constituido. En él vemos como los signos se dividen en grupos conocidos comúnmente en el argot astrológico como Triplicidades y Cuadriplicidades.
La clasificación por Triplicidades agrupa a los signos según su Elemento. Tenemos pues a los signos de Fuego: Aries (^), Leo (b) y Sagitario (f); de Agua: Cáncer (a), Escorpio (e), y Piscis (i), de Aire: Libra (d), Acuario (h) y Géminis (`), y de Tierra: Capricornio (g), Tauro (_) y Virgo (c).
Estas fueron las Energías con las que Elohim edificó su Universo, y dado que el hombre –su obra- ha sido creado a su imagen y semejanza, podemos determinar, que es en sí mismo, portador de esos Elementos, y con ellos, ha de construir su propia obra creadora.
Recordemos que decíamos, que Elohim, cuyo significado es El-los dioses, expresaba su poder creador en su aspecto Trino. De esta disposición extraemos la división de los signos en Cuadriplicidades. Así veremos, que lo que conocemos como el Principio Kether-Yod, para expresar el impulso de la voluntad Primigenia, se recoge en los signos Cardinales: Aries (^), Cáncer (a), Libra (d) y Capricornio (g). Lo que conocemos como el Principio Hochmah-He para expresar el impulso interiorizador –Amor Primordial-, se recoge en los signos Fijos: Leo (b), Escorpio (e), Acuario (h) y Tauro (_), y por último, lo que conocemos como Principio Binah-Vav, para expresar el impulso exteriorizador –cristalizador, Ley-, se recoge en los signos Comunes: Sagitario (f), Piscis (i), Géminis (`) y Virgo (c).

lunes, 1 de febrero de 2021

Astrología Cabalística: ¿Cómo levantar una carta astral? (III)


CALCULO DE LOS PLANETAS
La longitud planetaria viene recogida en las efemérides y calculada, bien para medianoche o mediodía de Greenwich.
Para desarrollar el método que estamos aplicando, utilizaremos efemérides de medianoche. En ellas vemos una serie de columnas encabezadas con el símbolo de cada planeta, y una enumeración reflejada en grados y minutos acompañada de la representación del Signo donde se encuentra. Esta numeración viene dado para cada día del año.
El primer paso que debemos dar es conocer el movimiento diario del planeta que queremos calcular. Sabiendo lo que recorre en 24 horas, podremos saber lo que avanza desde las 0 horas hasta la hora de nacimiento rectificada a Hora Local Exacta.
Se trata de efectuar una simple regla de tres. El resultado final se sumará -a excepción de cuando el planeta está retrógrado- a la posición del día de nacimiento.
EJEMPLO PRÁCTICO
Para ello, seguiremos con los datos empleados para el cálculo de las Casas Terrestres.
  • MOVIMIENTO DIARIO DEL SOL.
A la posición del día posterior al nacimiento, le restaremos la del día de nacimiento:
  • 18/2/60: 28 grados 20 min. de Acuario.
  • 17/2/60: 27 grados 20 min. de Acuario.
  • Diferencia: 1 grado 00 min.
Tenemos pues, que en 24 horas, el Sol recorre 1 grado. Pero nuestro propósito es saber lo que anda el Sol desde las 0 horas hasta las 21 horas 29 minutos del día de nacimiento, por lo que haremos una regla de tres:
24 horas: 1 grado = 60 minutos.
21 horas 29 minutos: x grados/minutos.
Tendríamos que pasarlo todo a minutos para facilitar las operaciones:
X = 1.289 min. x 60 min. / 1.440 min. = 54 minutos
Este dato final lo sumaremos a la posición del Sol para el día de nacimiento dado en la efeméride:
  • 17/2/60....................... 27 grados 20 minutos de Acuario + 54 minutos.
  • Resultado: 27 grados 74 minutos de Acuario
O lo que es lo mismo: 28 grados 14 minutos de Acuario.
El método aplicado es fácil de desarrollar, sin embargo, podremos prescindir de tantos cálculos matemáticos si empleamos las tablas logarítmicas. Veámoslo:
  • Pasaremos la Hora Local Exacta a tiempo logarítmico:
HLE: 21 horas 29 minutos = Tiempo Logarítmico de 0481 (consultar tabla).


A este dato le llamaremos logaritmo permanente.


Vemos que el más aproximado es 14260, que corresponde a 0 grados 54 minutos.
  • El resultado final lo sumaremos a la posición del Sol para el día 17 y obtendremos la longitud que corresponde al sol en consideración a los datos del nacimiento:
17/2/60............................ 27 grados 20 minutos de Acuario + 54 minutos.

Posición Sol: 28 grados 14 minutos de Acuario.



OTRO EJEMPLO:

Para esta ocasión calcularemos la posición de la Luna.
  • Recorrido en 24 horas:
18/2/60................. 02 grados 37 minutos de Escorpio.

17/2/60................. 18 grados 59 minutos de Libra.

De este planteamiento se advierte una situación que es frecuente encontrarse y que suele plantear dificultades de comprensión al principiante.

A primera vista, nos resulta difícil restar a la posición del día 18, la del 17, sin embargo, si en vez de decir 2 grados 37 minutos de Escorpio, decimos 32 grados 37 minutos de Libra, entonces si podemos efectuar la operación. Estamos de acuerdo en que Libra no tiene 32 grados, pero si nos fijamos bien, a efectos de llevar a cabo la resta, el grado 32 de Libra, es el 2 de Escorpio. Efectuemos la conversión:

32 grados 37 minutos de Libra.
18 grados 59 minutos de Libra.
Diferencia:
13 grados 38 minutos.

  • Pasaremos a logaritmo el movimiento diario de la Luna:
13 grados 38 minutos = 02456
  • Sumaremos este logaritmo al logaritmo permanente:
02456 + 0481 = 02937
  • Buscaremos el logaritmo más aproximado y lo traduciremos a grados y minutos:
02933 es el más aproximado = 12 grados 13 minutos.
  • Añadimos el resultado final a la posición de la Luna para el día de nacimiento:
17/2/60...... 18 grados 59 minutos de Libra + 12 grados 13 min = 30 gr 72 min de Libra

O lo que es lo mismo: 1 grado 12 minutos de Escorpio.
En los casos en los que el movimiento del planeta sea retrógrado, lo cual podremos saber si encontramos una R en la columna donde viene recogida las longitudes de los planetas, tendremos que proceder del siguiente modo:
  • A la posición del día de nacimiento, restamos la del día posterior.
  • Dicho recorrido lo pasaremos a tiempo logarítmico.
  • Sumaremos a este logaritmo, el logaritmo permanente.
  • Buscaremos en las tablas logarítmicas, el logaritmo más aproximado.
  • El resultado final dado en grados o minutos, lo restaremos a la posición del día de nacimiento.

NOTA: no olvidemos colocar junto al signo la letra R que nos indica que el planeta está retrógrado.
El significado interpretativo de esta singularidad lo estudiaremos más adelante
A partir de este punto, nos queda considerar qué haremos con los datos obtenidos.
Tomaremos un formato de Carta en blanco y procederemos a inscribir la información que hemos obtenido en sus lugares correspondientes. Estamos ante todo un ritual. No hay reglas que de algún modo vengan a inhibir la originalidad de cada autor, sin embargo, la experiencia nos enseña que es muy importante el modo en cómo elaboramos la figura natal, y nos referimos a los colores, tamaño de líneas, posición de los grados, etc., que empleamos en la configuración.