
El Pensamiento es Creador..., nuestro mundo es creado a su imagen y semejanza... Nuestra realidad es el reflejo de nuestros pensamientos. Si no somos felices con el mundo que nos rodea..., cambiemos nuestra manera de pensar con respecto al mundo... En este espacio, elaboraremos "nuevos platos" para alimentar nuestra mente con la única fuerza que verdaderamente es real, la Fuerza de Atracción, la Fuerza del Amor.
sábado, 2 de agosto de 2025
UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 214

viernes, 1 de agosto de 2025
UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 213

Reflexión: Detrás de todo conflicto hay una lección de perdón.
Capítulo 22. II. La impecabilidad de tu hermano (2ª parte).
II. La impecabilidad de tu hermano (2ª parte).
4. La razón te diría que la única manera de escaparte del sufrimiento es reconociéndolo y tomando el camino opuesto. 2Toda verdad es lo mismo y todo sufrimiento es lo mismo también, pero ambos son diferentes entre sí desde cualquier punto de vista, en toda circunstancia y sin excepción. 3Creer que puede haber una sola excepción es confundir lo que es lo mismo con lo que es diferente. 4Una sola ilusión que se abrigue y se defienda contra la verdad priva a ésta de todo significado y hace que todas las ilusiones sean reales. 5Tal es el poder de la creencia, 6la cual es incapaz de transigir. 7Y la fe en la inocencia sería fe en el pecado si la creencia excluyera una sola cosa viviente y le negase la bendición de su perdón.
La Expiación nos guía para recordar nuestra realidad, nuestra verdad. Es la elección de abandonar el sistema de pensamiento del ego como la fuente que nos conduce a vivir en el mundo del miedo y de lo efímero, para regresar a nuestro verdadero hogar, donde la ley de la unidad y del amor nos permitirá fundirnos con el gozo de Dios.
5. Tanto la razón como el ego te dicen eso mismo, pero la interpretación que hacen de ello es completamente diferente. 2El ego te asegura ahora que es imposible que puedas ver a nadie libre de culpa. 3Y si esta manera de ver es la única que puede liberarte de la culpabilidad, entonces la creencia en el pecado no puede sino ser eterna. 4Pero la razón ve eso de otro modo, pues la razón ve que la fuente de una idea es lo que hace que ésta sea cierta o falsa. 5Esto tiene que ser así, si la idea es semejante a su fuente. 6Por lo tanto -dice la razón- si el propósito que se le asignó al Espíritu Santo fue ayudarte a escapar de la culpabilidad, y ese propósito le fue dado por Aquel para Quien nada que Su Voluntad disponga es imposible, los medios para lograr ese objetivo tienen que ser más que posibles. 7Tienen que existir y tú tienes que estar en posesión de ellos.
Me atrevería a decir que Jesús emplea el uso de la "lógica pura" para explicar el contenido de este punto. Siguiendo su ejemplo, podemos admitir que el ego es incapaz de reconocer que puede haber alguien libre de culpa. Pues de haberla, ello significaría que ha negado la identidad del ego, la cual surge tras elegir el pensamiento de ser especial. Siguiendo esta lógica, el ego fundamenta su fe en la creencia de que todos somos pecadores y, por lo tanto, no podemos estar libres de culpa.
Desde el punto de vista de la razón y dado que toda idea sigue a su fuente, la mente recta sirve al amor y a la unidad, lo que nos favorece el pensamiento de impecabilidad y de inocencia. El Espíritu Santo es la Mente Recta y se encuentra en la parte de nuestra mente que no ha olvidado la verdad y que nos lleva a reconocernos como Hijos de Dios. La visión del Espíritu Santo está libre de pecado y de culpa. Luego, la pureza y la santidad se encuentran en nuestro interior, en espera de que sea nuestra elección.
6. Esta es una etapa crucial en este curso, pues en este punto tiene que tener lugar una completa separación entre tú y el ego. 2Pues si ya dispones de los medios para dejar que el propósito del Espíritu Santo se alcance, dichos medios pueden utilizarse. 3A medida que los utilices, tu fe en ellos será cada vez mayor. 4Para el ego, sin embargo, eso es imposible, y nadie emprende lo que no ofrece ninguna esperanza de poderse lograr. 5Tú sabes que lo que
El ego no cree en la unión de las mentes, pues su visión se circunscribe al nivel de lo que percibe a través de los sentidos. Si no lo veo, si no lo percibo, no existe.
Este punto es considerado por Jesús como crucial. A lo largo de la enseñanza que estamos recibiendo, se nos ha facilitado información para facilitar la comprensión de nuestra verdadera naturaleza. Estamos capacitados para comprender que el mundo tal y como lo percibimos no nos aportará la felicidad eterna que añoramos. Ahora sabemos que dicho mundo y dicha percepción responden a un pensamiento erróneo que nos ha llevado a creer que nuestra naturaleza es pecadora. El plan de salvación que Dios ha dispuesto para Su Hijo lo invita a elegir de nuevo, pues todo error puede ser corregido si dirigimos nuestra mente en la dirección correcta.
Es esa la etapa crucial a la que Jesús nos hace referencia. Nos invita a elegir, sin dudas y con la certeza de que la elección que tenemos que hacer es servir a Dios y no al ego, es decir, extender el amor que somos y desechar cualquier pensamiento que alimente al miedo.
jueves, 31 de julio de 2025
UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 212

Capítulo 22. II. La impecabilidad de tu hermano (1ª parte).
II. La impecabilidad de tu hermano (1ª parte).
Comienza Jesús este apartado dedicado a la impecabilidad de tu hermano definiendo con claridad que el sistema de pensamiento del ego tiene puesta su fe en que la ilusión es la fuente donde ha de buscar la felicidad y, sin embargo, su percepción, en este sentido, es errónea, ya que aquello que percibe, la ilusión, no es real, no es verdad. Para el ego, la ilusión es la verdad y la desilusión, lo contrario.
Para la mente recta, tanto la ilusión como la desilusión forman parte del mismo error, pues ambas proceden de la creencia falsa en la separación, la cual es la causa del sufrimiento y del dolor. Todo lo ilusorio es perecedero y la pérdida nos causa dolor y nos lleva a pensar que nuestra naturaleza pecaminosa es vulnerable y exige el castigo divino por nuestra transgresión.
2. La verdad es lo opuesto a las ilusiones porque ofrece dicha. 2¿Qué otra cosa sino la dicha podría ser lo opuesto al sufrimiento? 3Abandonar un tipo de sufrimiento e ir en busca de otro no es un escape. 4Cambiar una ilusión por otra no es realmente un cambio. 5Tratar de encontrar felicidad en el sufrimiento es una insensatez, pues ¿cómo se iba a poder encontrar felicidad en el sufrimiento? 6Lo único que se puede hacer en el tenebroso mundo del sufrimiento es seleccionar algunos aspectos de él, verlos como si fuesen diferentes y luego definir la diferencia como felicidad. 7Percibir una diferencia donde no la hay, no obstante, realmente no cambia nada.
El ego surge como consecuencia de elegir un pensamiento de escasez, de necesidad. Este pensamiento se opone frontalmente a la verdad, pues en realidad, en virtud de nuestra condición divina, hemos heredado la plenitud y la abundancia de nuestro creador. Somos tal como Dios nos ha creado. Por ello, es imposible que no seamos tal y como es Él: Perfecto e impecable.
El deseo de ser especial embriagó la mente con el propósito de ver una dimensión distinta a la de nuestro creador. En el Mundo de Dios Todo es Uno. Pero la mente, aliada con el deseo de individualidad, propició la percepción de un nivel donde el amor y la unidad fueron sustituidos por el miedo y por la división. A partir de esa elección nos creímos separados de la Fuente de la que emanamos y surgió el pensamiento del pecado, el cual se personificó en la identidad del cuerpo físico.
El mundo de paz y felicidad de Dios, pasó al olvido y en su lugar nuestros ojos se abrieron para percibir un mundo donde las leyes de la temporalidad nos llevarían a experimentar el sufrimiento, el dolor y la muerte.
3. Lo único que hacen las ilusiones es ocasionar culpabilidad, sufrimiento, enfermedad y muerte a sus creyentes. 2La forma en que las ilusiones se aceptan es irrelevante. 3A los ojos de la razón, ninguna forma de sufrimiento se puede confundir con la dicha. 4La dicha es eterna. 5Puedes estar completamente seguro de que todo lo que aparenta ser felicidad y no es duradero es realmente miedo. 6La dicha no se convierte en pesar, pues lo eterno no puede cambiar, pero el pesar puede volverse dicha, pues el tiempo cede ante lo eterno. 7Únicamente lo eterno permanece inmutable, 8pero todo lo que se encuentra en el tiempo puede cambiar con el paso de éste. 9No obstante, para que el cambio sea real y no imaginado, las ilusiones tienen que ceder ante la verdad y no ante otros sueños igualmente irreales. 10Eso no sería diferente.
El ego se regocija de sus logros, de sus posesiones, de sus conquistas, pero ese regocijo nada tiene que ver con la dicha eterna, pues el solo hecho de pensar en su pérdida nos produce temor y miedo. El miedo nunca aporta felicidad y es la causa principal que nos lleva a no gozar en nuestras relaciones de la felicidad y el amor perseguido. Amamos a alguien y ese amor es tan abrasador que el miedo a perderlo limita su gozo libremente. Es cuando decidimos inventarnos mecanismos que nos garanticen la seguridad de ese amor, pero lo hacemos imponiendo condiciones a la relación. Nuestro miedo a perder el amor conquistado nos hace proyectarlo sobre el otro y lo ahogamos con nuestros temores, imponiéndole limitaciones.
miércoles, 30 de julio de 2025
UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 211

Reflexión: ¡Soy el Hijo de Dios! ¿Cómo me siento?
Capítulo 22. I. El mensaje de la relación santa (4ª parte).
I. El mensaje de la relación santa (4ª parte).
9. Ten por seguro que Dios no puso a Su Hijo en manos de quien no es digno de él. 2Solamente lo que es parte de Dios es digno de estar unido. 3Y es imposible que nada que no sea parte de Él pueda unirse. 4La comunicación tiene que haberse restablecido entre los que se unen, ya que nunca se habrían podido unir a través de sus cuerpos. 5¿Qué es lo que los ha unido, entonces? 6La razón te diría que tuvieron que haberse visto el uno al otro a través de una visión que no era del cuerpo y haberse comunicado en un lenguaje que el cuerpo no habla. 7No pudo tampoco haber sido una visión o sonido atemorizante lo que tan dulcemente los unió. 8Fue más bien que cada uno vio en el otro un perfecto refugio donde su Ser podía renacer a salvo y en paz. 9Así se lo dijo la razón y así lo creyó porque era la verdad.
Cuando un conjunto de mentes se une, se siente la atracción de crear grupos donde se comparten las mismas ideas. Yo le llamo "conspiración acuariana" en alusión directa a las cualidades del signo mental Acuario, el arquetipo de la igualdad.
Hay teorías esotéricas que nos hablan de la Era de Acuario y con ello nos quieren anunciar que las vibraciones arquetípicas del Signo serán especialmente sensibles a la conciencia humana, lo que favorecerá el surgimiento de un impulso encaminado a unir las mentes, bien a través de grupos físicos, bien a través de las tecnologías actuales que favorecen y facilitan el acercamiento de ideas. La Era de Acuario se caracterizará por un cambio profundo en el modo de ver las cosas, en el renacimiento de una nueva consciencia y sobre todo, el resurgir de la visión crística, de la unidad espiritual, del trato egoísta y separatista a un trato confraternal.
10. He aquí la primera percepción directa que puedes construir. 2Y la construyes a través de una conciencia que es más antigua que la percepción, y que, sin embargo, renace en un instante. 3Pues ¿qué es el tiempo para lo que siempre ha sido como es? 4Observa lo que ese instante trajo consigo: el reconocimiento de que "aquello otro" que tú pensabas ser, era sólo una ilusión. 5Y la verdad brotó instantáneamente, para mostrarte dónde se encuentra tu Ser. 6Al negar las ilusiones invitas a la verdad, pues al negarlas reconoces que el miedo no significa nada. 7En el santo hogar donde el miedo es impotente el amor entra dando las gracias, agradecido de ser uno con vosotros que os unisteis para dejarlo entrar.
La visión y el reconocimiento de la verdad comienzan con uno mismo, lo que significa que hemos elegido de nuevo quién será nuestro anfitrión. En dicha elección, va implícita la corrección del error de la creencia en la separación y en el deseo de ser especial. Ahora sabemos que la falsa identidad a la que rendíamos pleitesía era ilusoria. Ahora nos sabemos eternos y portadores de los dones de Dios. Ahora la alegría acompaña nuestros corazones y el amor se convierte en el pensamiento que compartimos con cada uno de nuestros hermanos.
El cuerpo, el símbolo de nuestra falsa identidad, deja de atemorizarnos y ya no lo interpretamos como el representante del pecado y del miedo. Ahora, ese vehículo lo utilizamos para que realice la hermosa función de manifestar el amor a través del nivel perceptivo. Vivir y experimentar el amor incondicional -relación santa- es la meta más elevada que puede alcanzarse en este mundo.
11. Cristo acude a lo que es semejante a Él; a lo que es lo mismo, no a lo que es diferente. 2Pues siempre se siente atraído hacia Sí Mismo. 3¿Qué se asemeja más a Él que una relación santa? 4Y lo que hace que tú te sientas atraído hacia tu hermano, es lo que hace que Él se sienta atraído hacia ti. 5Ahí Su dulzura y Su benévola inocencia están a salvo del ataque. 6Y ahí Él puede regresar con confianza, pues la fe que depositas en otro es la fe que depositas en Él. 7No cabe duda de que estás en lo cierto al considerar a tu hermano el hogar que Cristo ha elegido, pues al hacer eso ejerces tu voluntad junto con la de Cristo y la de Su Padre. 8Esto es lo que
La relación santa significa que hemos abandonado el deseo de ser especiales y hemos recuperado la visión de la unidad que nos hace uno con nuestros hermanos de Filiación. Esa visión de unidad, al ser una proyección de nuestro mundo interno, de lo que somos en verdad, nos lleva a percibir en el otro al Santo Hijo de Dios, el cual nos ofrece andar juntos el camino que ha de conducirnos a la salvación, a las puertas del Cielo.
Cuando el mundo vibre por igual a la frecuencia del amor crístico, hablará una misma lengua cuyo idioma nos hará iguales. Nuestras mentes unidas en la Fuente de Dios resplandecerán e iluminarán el lugar donde dos hermanos se bendigan mutuamente en nombre de la paz.