
¿Qué me enseña esta lección?
“No se puede servir a Dios y a Mammón”; “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
La mente puede servir al espíritu, pero también puede servir al ego. Con ello queremos decir que las verdades aceptadas por nuestra mente condicionarán nuestra forma de afrontar la vida.
Si creemos que la realidad es la que nos muestra el ego, entonces daremos valor a la necesidad de ser especial, al deseo de posesión, pues ello, aparentemente, nos conduce a un sentimiento de felicidad. Pero ocurre que ese sentimiento de felicidad no se mantiene en el tiempo, pues al basarse en lo temporal, lo cual está sujeto al cambio, la felicidad que percibamos será efímera.
Si creemos que la única realidad es la que nos inspira nuestro Ser Espiritual, entonces el orden de valores se dirigirá sólo y exclusivamente hacia aquello que es eterno, es decir, damos valor a la Unidad, al Amor, a la Paz, valores que sin duda nos conducirán a hacer real la felicidad.
Ejemplo-Guía: "Dime a quién sirves y te diré... quién eres".
Con este ejemplo, estoy parafraseando el famoso refrán: "Dime con quién andas, y te diré quién eres". En verdad, ambos nos llevan a un punto de encuentro, ya que "andar con alguien" simboliza una atracción, un gusto, un deseo, una creencia, una manera de servir a una manera de pensar.
En este sentido, si "andamos" con acompañantes que siguen a ciertos "ídolos", como todos aquellos que nos invitan a imaginar el mundo de los placeres materiales, dinero, poder, posesiones, belleza, prestigio, etc., lo que nos está revelando las características de nuestros acompañantes es que estamos sirviendo al ego, al César, a Mamón, es decir, estamos sirviendo a la creencia del miedo, de la separación, del pecado, del dolor, etc.
En cambio, si "andamos" con acompañantes que no se sienten atraídos por el mundanal vocerío procedente del mundo ilusorio, es decir, cuyos deseos no se orientan hacia el mundo de la oscuridad, sino que anhelan el reencuentro con la Luz, entonces, el significado de dicha relación nos está revelando que nos encontramos de camino hacia el Cielo, y que somos conocedores de que somos ciudadanos de un mundo irreal, del cual hemos elegido desapegarnos, en la medida en que dejamos de darle valor.
La propuesta de esta lección nos dota de una llave que ha de permitirnos cruzar la puerta que ha de conducirnos hacia la salvación. Nos aporta una serie de recomendaciones que debemos poner en práctica para sacar el mayor provecho:
- El amor y la percepción van de la mano, pero el miedo oculta en las tinieblas lo que se encuentra ahí.
- Es imposible ver dos mundos que no tienen nada en común. Si vas en pos de uno, el otro desaparece.
- Hoy intentaremos no transigir allí donde es imposible hacerlo.
- Comienza tu búsqueda del otro mundo pidiendo que se te conceda una fortaleza superior a la tuya, y reconociendo qué es lo que persigues.
- No desees más ilusiones.
- Rechaza hoy de inmediato cualquier tentación que se presente.
Con estas recomendaciones, lo que se nos está invitando es a elegir permanentemente por la Luz y no prestar atención a las tinieblas, esto es, al mundo de la ilusión.
Reflexión: ¿Qué conclusión sacas de las siguientes afirmaciones? Lo que ves refleja lo que piensas. Y lo que piensas no es sino un reflejo de lo que quieres ver.