lunes, 7 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Aries (IV)

EL RETIRO DE JESÚS (BINAH)

12 Enseguida el Espíritu le empujo hacia el desierto.
Una vez que el aspirante se ha re-encontrado asimismo, que ha cedido la hegemonía a su naturaleza espiritual y ha reconocido la voz de su Espíritu-Ego, toda su vida cambia por completo. Enseguida, abandona las ciudadelas en las que hasta ahora había vivido, es decir, ya no es su personalidad material la que guía sus pasos hacia los lugares donde satisfacer sus apetencias, ahora, ese impulso Ariano tan característico, manifestándose en su nueva consciencia, le empuja hacia un lugar hasta ahora no conquistado por ninguna naturaleza humana, el desierto. En efecto, es preciso que en este punto del camino nos dejemos empujar por la Voz del Espíritu, pues aún nuestra nueva consciencia es joven, y ya conocemos que en esa edad podemos quedar embelesado por voces que tratarán de confundirnos nuevamente.
Ya hemos visto en otro punto de esta obra, lo que significa el desierto. Se trata de esa tierra aún virgen, no conquistada por los deseos de la civilización y donde habitan las fieras. Esos animales salvajes, nos están hablando de la calidad de energía del mundo donde nos encontramos. Ese desierto peligroso, esta dando vida al Mundo Astral, donde no tan solo habitan las fieras-deseos pasionales, sino también los Ángeles, de ahí que el autor nos advirtiese en su narrativa: pero los ángeles le servían.
Analicemos lo que ha ocurrido en todo este proceso. Habíamos dejado al alma en los albores de una nueva conquista. El tránsito de una consciencia identificada con la vía de aprendizaje en la tierra de lo mundano, da paso a una Nueva Consciencia, a una nueva tierra. No se trata ya de la física, sino de la Astral.
El estudiante de esoterismo conoce bien, que el Espíritu-Ego, se encuentra evolucionando en la actualidad en tres Mundos, diferentes en grados de densidad energética, estos son: Mundo Fisico-Vital, Mundo Astral-Deseos y Mundo Mental-Pensamientos. Pues bien, en la medida en que vamos conquistando uno de ellos, los Trabajos de aprendizaje se sublimarán dándonos paso al siguiente. Así vemos, como en el proceso de Cristificación, el alma tras vencer el Mundo Fisico-Vital, se enfocará en los Trabajos del Mundo Astral-Deseos.
En ese nuevo Mundo, encontramos evolucionando diferentes Oleadas de Vida. Podemos referirnos a la Humana, la Animal, así como a los Seres Espirituales pertenecientes a otros procesos de creación distintos al de nuestro sistema solar.
Esta es la razón, por la cual, el autor nos refiere que en el desierto estaba habitado por fieras salvajes y por Ángeles, los primeros refiriéndose a los planos inferiores del Mundo astral, los segundos, refiriéndose a los planos superiores de dicho Mundo.
Este empujón hacia el desierto -Plano Astral-, es la primera experiencia que vivirá el aspirante tras haber conquistado la consciencia Crística en su fase de inicio. Con ello, debemos entender que la percepción del Mundo Material se sublimará y se despertará la visión en los planos superiores, como el Astral. Pero, ¡cuidado!, pues ese empujón, esa primera salida al plano espiritual, nos pondrá en contacto con las entidades inferiores de ese plano, pues este se encuentra dividido en Siete Regiones, de las cuales, en las tres primeras, las más inferiores, se encuentran los deseos promovidos por la Fuerza de Repulsión, y son conocidas como: Pasiones y Deseos Inferiores; Impresionabilidad, y de Deseos. Una región intermedia, la cuarta, conocida como: Región de Sentimientos (interés e indiferencia). Así como tres Regiones superiores, donde impera la fuerza de atracción, y conocidas como: Vida Anímica; Luz Anímica y Poder Anímico.
En este retiro protagonizado por Jesús, debemos ver los trazos del Tercer Séfira: Binah. Sus Trabajos siempre nos movilizan a la acción; nos traslada al marco donde deberá desarrollarse el aprendizaje.
En una etapa anterior del proceso evolutivo a la que estamos conquistando, Binah, fue el Séfira que se encargó de cristalizar el estado energético, dando lugar al Plano Material. Ahora, en el mismo desarrollo de sus funciones, nos sitúa en la nueva tierra, el desierto, y nos describe a los habitantes que nos encontraremos en ella.
13 Permaneció en él cuarenta días tentado por Satanás... Y moraba entre las fieras, pero los ángeles le servían.
Es necesario que en la nueva tierra, la de Deseos, experimentemos el ciclo necesario de aprendizaje propio de Binah, es decir, las 4 fases del nombre divino Jehová -Yod, He, Vav y 2º He/Yod-. No podremos superar los Trabajos de este Mundo, los Trabajos sobre los Deseos, si no asimilamos las 4 etapas necesarias para llevar a cabo cualquier obra creadora. Es decir, debemos respetar la ley inscrita en Binah en relación al correcto uso de la energía emocional. No podemos, por ejemplo, pretender gozar de la consecución de un deseo, sin previamente haber efectuado su siembra. En ese desierto, en esa tierra de fieras, debemos enfrentarnos a Satanás..., nos dice el autor, el cual nos tentará para que violemos una vez más el ciclo creativo.
La primera referencia que tenemos de la tentación, la encontramos en el Génesis, en el capitulo 3:
1 Pero la serpiente, la más astuta de cuantas bestias del campo hiciera Yave Dios, dijo a la mujer...
14 Dijo luego Yave Dios a la Serpiente: Por haber hecho esto, maldita serás entre todos los ganados, y entre todas las bestias del campo...
Tal vez el estudiante haya intuido ya, que esa serpiente, esa bestia del campo, son los Luciferes. En efecto, los Luciferianos, son criaturas pertenecientes a la Oleada de Vida Angélica. Se les conoce igualmente como los Ángeles caídos, debido a que en su proceso evolutivo se negaron a adaptarse al Elemento Agua-Amor, identificándose excesivamente con el Fuego, lo cual, les llevó a Trabajar con la Oleada de Vida Humana con el propósito de desarrollar la cualidad anímica que les falta: el Amor.
Dado que no tenían Cuerpo Físico, pues el cuerpo más denso de los Ángeles es el Etérico, se instalaron en la columna vertebral del hombre, de ahí que hayan adoptado el nombre de serpientes.
Como bien se recoge en el Génesis, la serpiente-Lucifer era una bestia del campo, es decir, era una fiera del desierto, lo cual nos está indicando, que la morada donde habitan estas criaturas, es el Mundo de Deseos. Es desde ese plano, que Satanás..., el príncipe luciférico, nos tienta cuando hemos adquirido la condición de habitar conscientemente en ese Mundo. Podemos decir, que Satanás..., el diablo mítico, se encarga de suministrarnos las energías emocionales pertenecientes a las Regiones Inferiores del Mundo de Deseos, que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida.
No debemos ver en Satanás... a un enemigo de la Luz, sino todo lo contrario, él es el guardián de nuestras tinieblas; él se encarga de administrar lo que es nuestro; él nos ofrece la oportunidad de satisfacer cuantos deseos tengamos, ahora bien, el precio que debemos estar dispuesto a pagar, será aprender por la vía de la experiencia, o lo que es lo mismo, por la vía del rigor.
Debemos meditar esto que decimos. La tentación no significa que caigamos en la violación de la ley. Si esto ocurrió en el origen de nuestros días con la seducción de Eva, fue por una sencilla razón, la humanidad de entonces tenía una consciencia infantil, inmadura, pero con un poderoso afán de adquirir sabiduría, de investigar. Eva, la naturaleza emocional de la humanidad, eligió comer de la “fruta prohibida”, y con ello aceleró su vía de aprendizaje, ya que a partir de ese momento, los Luciferes tomaron las riendas de nuestra enseñanza, administrándonos cada lección por vía de la experiencia y el rigor.
Sin embargo, esto no siempre ha de ser así. Es la lección que trata de transmitirnos Marcos con este pasaje del evangelio. Mientras que nuestra Eva interior persiga su afán de conquista emocional, la serpiente continuará sirviéndonos, alimentándonos esas apetencias. No obstante, Dios anunció a la serpiente:
15 Pongo perpetua enemistad entre ti y la mujer y entre tu linaje y el suyo; Esta te aplastará la cabeza, y tu le acecharás el calcañal.
Esa mujer-Eva-Deseo, está llamada a sublimar el impulso luciferiano. De no ser así, nuestros deseos quedarían permanentemente prisioneros del mundo de Lucifer, el que nos invita a satisfacer los deseos materiales, y no tendríamos ningún afán por conquistar el Mundo Espiritual.
Los Luciferes nos enseñan, como hemos dicho por la vía del rigor, y ya hemos dicho que Juan el Bautista era el representante más elevado de esa Columna. Es por ello, que él mismo habita en el desierto, como la serpiente. Podemos decir, que Juan es su último superviviente dentro de la naturaleza humana. Una vez que Juan cede su hegemonía a Jesús, no tendremos más que aprender por esa vía, aunque es necesario que la nueva consciencia supere la gran prueba que llevó a la humanidad a la separación con Dios, la tentación.
Una sola cosa ha variado en el escenario en esta ocasión, los Ángeles sirven a Jesús, y esto no es así por casualidad. Se trata de un logro alcanzado, ya que el servicio de los Ángeles significa que nos hemos ganado sus simpatías, su gracia, y esto se consigue cuando somos capaces de vibrar, crear en su mundo, las Regiones Superiores del Mundo Astral y del Mundo del Pensamiento. Cuando hablamos su mismo lenguaje, el Amor, entonces deja de tener sentido el que caigamos sucesivamente en la Fuerza de Repulsión, al servicio de Satanás...

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