viernes, 19 de febrero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Capricornio (IX)

INCERTIDUMBRE DEL FIN

32 Cuanto a ese día o a esa hora, nadie la conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre. 33 Estad alerta, velad, porque no sabéis cuando será el tiempo. 34 Como el hombre que parte de viaje, al dejar su casa, encargó a sus siervos a cada uno su obra, y al portero le encargó que velase. 35 Velad, pues, vosotros, porque no sabéis cuando vendrá el amo de la casa, si por la tarde, si a medianoche, o al canto del gallo, o a la madrugada, 36 no sea que, viniendo de repente, os encuentre dormidos. 37 Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.

Es obvio que existen grandes diferencias de consciencia entre los hombres. Es por ello, que no se puede determinar una fecha para que se produzcan esos cambios, esas “tribulaciones”. Lo que sí está claro, es una cosa, tan sólo el Padre la conoce. Ese Padre, es nuestro Yo Espiritual, nuestro Dios interno. Él si sabe cuando estamos maduros para recibir el momento de la Liberación. Por lo tanto, no se trata de una experiencia colectiva, sino individual. Ahora bien, existe un hecho importante que debemos conocer, cuanto más elevada es la consciencia, mayor comunión existe con el resto de las almas.

Por una parte, como personalidad profana que no tiene comunicación directa con el Padre, debemos velar, estar en disposición de alerta; pues cada momento, cada oportunidad es una ocasión para vibrar al nuevo estado de consciencia, al amor. Ese será el comienzo de la transmutación. Por lo tanto, velemos, velemos, velemos sin cesar, no sea que cuando se nos ofrezca la oportunidad, estemos dormidos.

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