Siguiendo con el análisis de los demás personajes
protagonistas de esta mítica y reveladora historia, lo haremos partiendo de uno
de los ejes representados y complementaremos la polaridad con el contrario. De
este modo tomaremos por orden el punto ya obtenido de Tauro, del que hemos
verificado el símbolo del Buey en sentido positivo y del poder religioso
antiguo, en el negativo.
Observando su otro polo nos encontramos con el signo
de Agua, Escorpio.
¿Qué personaje del Belén podría reflejar las
características de dicho signo?
Hacemos que nuestra mirada se pose durante unos
instantes en el portal de Belén y de pronto nos detenemos ante un puente. En
efecto, sabemos a través de la Astrología que Escorpio es ese estadio de incertidumbre
por el que el Alma transita cuando se encuentra en las tinieblas y se plantea
la conquista de la Luz.
Observamos que esto es cierto, pues en nuestro portal,
el puente se encuentra estratégicamente situado entre las Tierras de Herodes y
la nueva Tierra donde nacería el Redentor.
Ese puente queda reflejado cabalísticamente por el
sendero que une Gueburah y Tiphereth, sendero que Cristo-Jesús dejara activo
con su huella.
Pero al igual que el puente, también podemos apreciar
el valedero trabajo de los "forjadores", los cuales obsequian al
nacido con sus obras fundidas al son de fuego y martillo, y es que en este
apartado podemos ver dibujada la participación de Escorpio, pues es en sus
cualidades que observamos esa importante labor de forjar los diferentes metales
con los que dar vida al crisol de la conciencia.
En cambio, cuando nos acercamos a la parte oscura del
signo de Escorpio, tenemos que disipar la luz y dar hegemonía y preferencia a
las tinieblas, y en ese tema nos encontramos con otro juego de personajes, en
esta ocasión los guardianes de Herodes, los que armados con lanza y espada
salvaguardan los intereses del Rey tirano. En el estudio de estos
representantes del orden antiguo, aún podemos hoy encontrar un parecido enorme
con los policías actuales, los cuales se muestran defensores de un orden caduco
y profano. Invito al análisis de esos engranajes sociales, donde figuran los
guardianes que violentarían a lo largo de la vida de Jesús su existencia, hasta
culminar con su muerte en el Calvario.
En otro aspecto del Escorpio mal canalizado, lo hemos
interpretado en la confusión de Herodes ante la presencia de los Reyes Magos y
del anunciamiento del que todos llamaban el Liberador. En efecto, la confusión
y la incertidumbre es característico de Escorpio negativo, y en este pasaje
hemos ilustrado a la perfección el estado del hombre que llega al poder
material y se nombra rey de la tierra pero que en su interior se proclama una
rebelión que le inspira renunciar a todos los valores, y en esa lucha interna
se genera la confusión que, como nos narra las Sagradas Escrituras, acaba con
el pronunciamiento de la tendencia reinante, de la matanza de los Santos
Inocentes y la posterior muerte de Herodes.
En el otro eje de fuerza aparece identificado
definidamente la figura de la mula por Virgo, y será su opuesto el que nos
lleve a una nueva identificación.
De nuevo nos encontramos ante las figuras que
alegremente componen el portal, y en esta ocasión nuestra mirada se posa sobre
la multitud de pastorcillos que acompañados por manadas de nobles ovejas se
dirigen al portal. Estos pastorcillos tienen una relación muy estrecha con las
tendencias humildes que encontramos al estudiar el signo de Piscis.
De igual modo que el pastor cuida de que el lobo no
les robe las ovejas, así Jesús sería pastor de hombres y todos cuantos se
convirtiesen en humildes y nobles "'ovejas" serían custodiados por su
Amor de las garras del lobo. Estamos ante un nuevo tema de estudio en el que
vemos como la idea de servicio ofrecida por Virgo debe complementarse con la de
dominio de los deseos, adquiriendo la mayor de las virtudes, la humildad.
Jesucristo en su ministerio nos reflejaría este
trabajo al que hemos dado luz. Piscis-Virgo, o lo que es lo mismo, los Peces y
el Pan de Vida, sería el alimento espiritual con el cual saciaría los apetitos
internos de los hombres.
No vamos a profundizar en los detalles de cada signo,
pero sería un interesante trabajo para aquellos que quieran arrojar más luz
sobre el pasaje Crístico por la tierra de los hombres.
Aún no podemos dar por finalizado nuestro trabajo,
pues de así hacerlo dejaríamos un gran vacío al olvidar uno de los más hermosos
relatos de la historia de todos los tiempos, y que aún llena en nuestros días,
los corazones de muchas criaturas. En efecto, nos estamos refiriendo a la
trinidad de los Reyes Magos y a la resplandeciente Estrella anunciadora, que
tanto misterio ha ofrecido a la hora de dar una explicación que satisfaga las
múltiples incógnitas que nos plantea.
Veamos bajo el punto de vista astrológico, lo que
representan los tres Reyes Magos, pero antes decir, que esta interpretación no
pretende desmentir a las demás, sino que ha surgido del fruto de una ley a la
que conocemos con el nombre de ley de Analogía, y que tal vez, pueda esclarecer
todo el misterio que envuelve el nacimiento Crístico.

Nos dice el relato Bíblico que los Reyes procedían de
Oriente, es decir, de ese cuadrante astrológico que cubre el sector Este del
zodíaco representado por el signo cardinal de Aries; y nos sigue narrando que
tras su viaje, llegaron a una Tierra de Luz, esa Tierra de miel y leche que los
cabalistas interpretan bajo la regencia del Beith. Esa Tierra es la Morada de
Leo, donde el Principio Creador se interioriza para prestar la fidelidad que
precisa para su gestación. Esa Morada de Belén, es pues, el signo de Leo, y
vemos que en su significado encontramos la ley moral que ha de inscribirse en
la conciencia de cada uno de nosotros.
Belén nos acercaría igualmente a esa misma idea y en
el portal nacería el encargado de invitar a las conciencias de los hombres a ir
más allá de su realidad material.
Finalmente nos queda el signo de Sagitario, y sabemos
que es el signo que regenta a los extranjeros y que produce la transformación
en el estado anímico del hombre, llevándolo a la búsqueda de un nuevo
horizonte.
Esos mensajeros, eran los Magos de Oriente, que se
concretan en el signo Vav de Fuego Sagitario, y que no casualmente vemos que
entre ellos hay uno de tez morena, alumbrándonos la presencia de Binah en
Sagitario.
Pero aún nos queda hablar de sus ofrendas: Oro,
Incienso y Mirra. El Oro, queda representado por Aries, pues vemos que la
Voluntad Creadora se manifiesta a través del Propósito Espiritual de Aries, esa
Voluntad que supone el valor inalterable del Oro. El Incienso. Es Leo, es
decir, la representación de los perfumes que se ofrecen a la hora de las
plegarias y oraciones; y vemos como el Incienso en sus partículas aromáticas
lleva el poder de canalizar las vibraciones que emitimos a niveles astrales. Es
una esencia que precisa buen uso, pues su poder de transmisión puede ser utilizado
por las entidades negativas y sentir el molesto apego de sus vibraciones.

Nos queda la Mirra, de la cual se dice que es un
extracto de una planta aromática de sabor amargo -Binah-, y que tenía poder
regenerador. Si lo identificamos con Sagitario, podemos añadir a tales
cualidades, las que acompañan a las del signo y de este modo tendremos mayor
conocimiento del valor de dicha esencia. Sagitario posee el poder de
transformar, de igual modo la Mirra representaría ese poder que Jesús llevaba
inscrito en su pecho de inspirar a los demás ese cambio interno que los llevase
más allá de su estado actual.
Hemos llegado al final de nuestro recorrido y para
dejar un hermoso contraste del estudio que hemos trazado, trataremos de tocar
un tema delicado, pero que guarda un gran misterio. Los Reyes Magos
representados por los tres signos de Fuego, fueron guiados por una reluciente
Estrella que brillaba intensamente en el cielo. Mucho se ha hablado y divagado
sobre la veracidad de ese precioso acontecimiento. Muchos dicen que no todos
pudieron verla, y en verdad tienen razón, pues esa Estrella reluciente, se
manifestaría en su Luz Etérica, lo que explica el motivo de la videncia.
Los Reyes estaban preparados internamente para ello,
pues su presencia representaba el triángulo de fuerzas que el cabalista conoce
con los nombres de Kether, Hochmah y Binah, es decir, los poderes creadores
primordiales con los que Jesucristo realizaría su Obra.
El Mundo Etérico, cabalísticamente, está representado
por los signos de Aire: Libra, Acuario y Géminis. Y no quedamos menos sorprendidos,
cuando observamos que son esos los signos que se complementan con los de Fuego,
es decir, son las metas o guías, de los de Fuego. Y siguiendo esta idea,
diremos que esa Estrella bien puede estar representada por los signos de Aire,
y si analizamos tal teoría, no estaremos expresando nada que no pueda ser
cierto, pues cuando el hombre adquiera el poder sobre su Cuerpo de Pensamiento
y logre alcanzar ese estado espiritual que ha de cubrirlo con el “vestido de
boda·, entonces y sólo entonces, habrá alcanzado ese punto del Sendero en que
puede ofrecer a Jesús, las ofrendas de su Voluntad, su Sabiduría y Amor y su
Ley-Conocimiento.
Si nos tomamos un poco de tiempo y sumamos los valores
de los signos de Aire, curiosamente llegaremos a la cifra de 21. Libra supone
el séptimo signo, y diremos 7; Acuario es el 11 y Géminis el 3, por lo que
suman 21. Para los que hayan estudiado un poco de Tarot Cabalístico sabrán que
la cifra 21 pertenece al Arcano del Shim, el cual representa al hombre y a Dios
trabajando al unísono.
Si decidimos prestar un poco de interés a este juego
de jeroglífico, de misteriosos engranajes, y hacemos con todos los signos lo
que hemos hecho con los de Aire, tendremos que la suma de los signos de Fuego,
arroja una cantidad de 15=6; los de Agua, será 24=6; los de Aire, como sabemos,
suman 21=3, y por último los de Tierra que suman 18=9. Ahora bien, si sumamos
los totales, tendremos que alcanzamos la cifra de 24.
Curioso ¿verdad? ¿Qué relación tendrá ese 24, con la
fecha de la mágica noche en la que nació el Liberador?
Estas y otras muchas incógnitas, son el verdadero
motivo que han inspirado este trabajo.
¡Feliz Nacimiento Crístico…, en nuestro Belén interno,
en nuestra Consciencia…! ¡Feliz Navidad!
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