II. El que te salva de las tinieblas (11ª parte).
11. Sois lo mismo, tal como Dios Mismo es Uno, al no estar Su Voluntad dividida. 2Y no podéis sino tener un solo propósito, puesto que Él os dio el mismo propósito a ambos. 3Su Voluntad se unifica a medida que unes tu voluntad a la de tu hermano, a fin de que se restaure tu plenitud al ofrecerle a él la suya. 4No veas en él la pecaminosidad que él ve, antes bien, hónrale para que puedas apreciarte a ti mismo así como a él. 5Se os ha otorgado a cada uno de vosotros el poder de salvar, para que escapar de las tinieblas a la luz sea algo que podáis compartir, y para que podáis ver como uno solo lo que nunca ha estado separado ni excluido de todo el Amor de Dios, el cual Él da a todos por igual.
¿Qué nos enseña este pasaje?
Aplicación práctica.
En resumen: Este pasaje nos recuerda que la separación es solo una ilusión. Nuestra verdadera naturaleza es la unidad, y solo al unirnos y honrarnos mutuamente podemos experimentar la plenitud y el amor que Dios nos ha dado a todos por igual.
Ejercicio individual: Practicando la unidad y el propósito compartido.
Preparación:
- Busca un momento de calma y siéntate cómodamente.
- Respira profundo unas cuantas veces para centrarte.
Reflexión consciente:
- Lee el pasaje 11 despacio, permitiendo que cada frase resuene en ti.
- Reflexiona:
- ¿Con quién sientes hoy más separación, juicio o distancia?
- ¿En qué situaciones te olvidas de que compartes un solo propósito con los demás?
Visualización de unidad:
- Cierra los ojos e imagina a esa persona (o grupo) con la que sientes distancia.
- Visualízalos rodeados de la misma luz que te envuelve a ti.
- Repite mentalmente:
“Somos uno en el Amor de Dios. Elijo ver tu verdad, no tu error.”
Afirmación de propósito compartido:
- Recuerda que ambos (o todos) compartís el mismo propósito: extender el amor y la luz de Dios.
- Di en voz baja o mentalmente:
“Nuestra plenitud se restaura cuando nos unimos. Honro tu esencia y la mía.”
Acción consciente:
- Piensa en una pequeña acción que puedas realizar hoy para honrar la luz en esa persona o en los demás (puede ser un mensaje amable, un pensamiento de bendición, o simplemente dejar ir un juicio).
Cierre y gratitud:
- Da gracias por la oportunidad de ver más allá de la separación.
- Repite:
“Elijo compartir la luz y el amor que Dios nos da a todos por igual.”
Sugerencia para el día a día:
- Cada vez que surja un conflicto o un pensamiento de separación, haz una pausa y repite: “Somos uno en el Amor de Dios”.
- Recuerda que tu plenitud se restaura al unirte a los demás en el propósito de amar.

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